ARTÍCULOS ORIGINALES
Evaluación del estado nutricional en escolares de bajos recursos socioeconómicos en el contexto de la transición nutricional
Dres. Alicia B. Orden*, María F. Torres**, María A. Luis#, María F. Cesani*, Fabián A. Quintero# y Evelia E. Oyhenart*,#
* Centro de
Investigaciones en
Genética Básica y
Aplicada, Universidad
Nacional de La Plata
(UNLP) y Consejo
Nacional de
Investigaciones
Científicas y
Técnicas (CONICET).
** Instituto de Ciencias
Antropológicas,
Sección Antropología
Biológica. Facultad de
Filosofía y Letras.
Universidad de Buenos
Aires (UBA).
# División Antropología y
Cátedra de
Antropología Biológica
IV. Facultad de
Ciencias Naturales y
Museo (UNLP).
Correspondencia: Alicia Bibiana Orden borden@fcv.unlp.edu.ar
Aclaración de intereses: Este trabajo se realizó con fondos provenientes del Convenio Municipalidad de Brandsen-Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata
RESUMEN
Introducción. Los países en desarrollo están sufriendo
cambios de naturaleza económica, epidemiológica,
demográfica y nutricional. En algunos de ellos,
la transición nutricional presenta la coexistencia de
desnutrición y obesidad.
Objetivos. Determinar mediante técnicas antropométricas (a) el estado nutricional y las prevalencias
de desnutrición y sobrepeso en una muestra de
escolares de bajos recursos socieconómicos y (b)
analizar tales prevalencias en el contexto de la
transición nutricional.
Población, material y métodos. Se realizó un estudio
antropométrico transversal de 711niños de 3 a 14
años que asisten a escuelas públicas de la ciudad de
Brandsen. Se midieron peso, talla y pliegues subcutáneos
tricipital y subescapular y se calcularon los índices de masa corporal y subescapular/tricipital.
Los datos se transformaron a puntaje Z empleando
referencias nacionales. Los valores Z inferiores a -2
se tomaron como puntos de corte para definir bajo
peso/edad, baja talla/edad y bajo peso/talla. El
sobrepeso/obesidad se determinó de acuerdo con
los criterios recomendados por la International Task
Force.
Resultados. Mientras que las prevalencias de sobrepeso
y obesidad fueron de 17%, las de bajo peso/
edad, baja talla/edad y bajo peso/talla no superaron
el 3%. Los niños con sobrepeso mostraron un
aumento significativo de la grasa subcutánea, aunque
la tendencia fue mayor en el pliegue
subescapular, exponiéndolos a alto riesgo de adiposidad
centralizada.
Conclusiones. El bajo porcentaje de desnutrición en
contraste con la alta prevalencia de sobrepeso reflejaría
lo observado en otros estudios de poblaciones
transicionales de América Latina, donde la desnutrición
está siendo reemplazada por la obesidad,
particularmente en los sectores más pobres de la
sociedad.
Palabras clave: Transición nutricional; Desnutrición; Sobrepeso.
SUMMARY
Introduction. Developing countries are changing as
a result of the economic, epidemiological,
demographic and nutritional transitions. In some
of them, nutritional transition presents the coexistence
of undernutrition along with obesity.
Objectives. To determine by anthropometry (a)
the nutritional status and prevalences of undernutrition
and overweight in a sample of low income
schoolchildren and (b) such prevalences in the
context of nutrition transition.
Population, material and methods. A cross sectional
study on 711 males and females aged 3-14 years old,
attending to public schools of the city of Brandsen.
Weight, height and subscapular and tricipital
skinfold thicknesses were measured, and body mass
and subscapular/tricipital indexes were calculated.
Data were transformed to Z scores using the national
reference. Z scores less than -2 were used as cut-off
points to determine underweight for age, low height
for age and low weight for height. Body mass index
was used to define overweight/obesity according
to the recommendations of the International Obesity
Task Force.
Results. While prevalences of overweight reached
17%, those of underweight, stunting and wasting
were not higher than 3%. Overweighted children
showed a significant increase of subcutaneous fat,
although there was a greater tendency in subscapular
skinfold, exposing them to a high risk of centralized
adiposity.
Conclusions. The low percentage of undernutrition
in contrast to the high prevalence of overweight/
obesity would reflect what has been observed in
other studies on Latin American transitional
populations, where undernutrition is being replaced
by obesity, particularly in the poorest segments of
society.
Key words: Nutritional transition; Undernutrition; Overweight.
INTRODUCCIÓN
Los rápidos cambios en la dieta y estilo
de vida resultantes de la industrialización,
la urbanización, el desarrollo económico
y la globalización del mercado
durante el último siglo, han desencadenado
profundas consecuencias sobre la
salud y el estado nutricional de las poblaciones.
La transición económica que siguió a la industrialización vino asociada
a otra serie de transiciones demográficas,
epidemiológicas y nutricionales, que ayudaron
a definir el desarrollo industrial
del siglo XX.1 La transición demográfica
puede resumirse brevemente por un aumento de la población urbana a expensas de
la rural y menores tasas de fertilidad y mortalidad
resultantes a largo plazo en un
envejecimiento de la población. Por otra
parte, la transición epidemiológica se asocia
a una reducción significativa de la prevalencia
de enfermedades infectocontagiosas, que
son paulatinamente reemplazadas por enfermedades
crónico-degenerativas no transmisibles
(diabetes, hipertensión, enfermedades
cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer,
etc.).2,3
La adopción de dietas "occidentales" altas
en grasas saturadas, azúcares y otros
carbohidratos refinados y bajas en fibras y
grasas polinsaturadas, frecuentemente
acompañada por reducidos niveles de actividad
física, definen la llamada transición
nutricional4 y son la causa probable de la
emergencia de la obesidad epidémica.5,6 No
obstante, los eventos que se suceden durante
esta transición, lo hacen con notables variaciones
en distintas regiones y dentro de
una misma sociedad. En gran parte de los
países en desarrollo la transición nutricional
difiere de la observada en los países desarrollados.
3 Hay mayor tasa de incremento de
sobrepeso y obesidad, coexistencia de desnutrición
y sobrepeso y menor capacidad
para encarar el rápido aumento en la prevalencia
de enfermedades crónicas asociadas a
la obesidad.
Indudablemente, los niños están también
expuestos a esta situación. La obesidad
infantil puede ser un buen predictor de
obesidad adulta7 y un factor de riesgo potencial
para la salud.8-10 Sin embargo, hay
pocos estudios sobre prevalencias de
sobrepeso en preescolares y escolares, debido
a que la mayoría de ellos han evaluado
la desnutrición.6 De acuerdo con un estudio
mundial en preescolares publicado por de
Onís y Blössner,11 Argentina es uno de los
países latinoamericanos con mayor prevalencia
de sobrepeso y presenta, además,
muy bajos niveles de emaciación. Este "reemplazo" de la emaciación por el sobrepeso
es característico de países en transición
nutricional.12,13
Los objetivos del trabajo son (a) determinar mediante técnicas antropométricas el
estado nutricional y las prevalencias de desnutrición
y sobrepeso en una muestra de
escolares de bajos recursos socieconómicos
y (b) analizar tales prevalencias en el contexto
de la transición nutricional.
POBLACIÓN, MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio antropométrico transversal en una muestra de 711 escolares de ambos sexos (369 varones y 342 mujeres) comprendidos entre los 3 y 14 años de edad (Tabla 1). El relevamiento antropométrico se realizó en las escuelas públicas Nš 8, 17, 19 y Jardín de Infantes Nš 904 de la ciudad de Brandsen (Provincia de Buenos Aires), durante los meses de noviembre y diciembre del ciclo lectivo 2002. Las autoridades municipales y de educación de la ciudad seleccinaron los establecimientos escolares. Esta selección se fundamentó en: a) su localización en barrios periféricos de la ciudad y b) su matrícula representada en un 80% por niños provenientes de hogares en situación de pobreza o indigencia como consecuencia del cierre de fábricas y ausencia de trabajo estable. El 20% de la matrícula restante se excluyó del análisis porque los niños no residían en estos barrios o presentaban antecedentes patológicos diagnosticados. Todos los niños contaron con el consentimiento escrito de sus padres o tutores para participar del estudio.
TABLA 1. Composición de la muestra
En la escuela, los niños recibían asistencia
alimentaria diaria (copa de leche y almuerzo
o merienda reforzada).
Uno de los coautores (MFT) realizó las
mediciones, de acuerdo con protocolos
estándar.14 El peso corporal (kg) se midió con balanza de palanca (100 g de precisión)
con ropa ligera, que se pesó y descontó del
peso total. La balanza se calibró al comienzo
de cada sesión antropométrica. La talla (cm)
se midió con antropómetro vertical (1 mm
de precisión).
A partir de ambas mediciones se calculó el índice de masa corporal [(IMC = peso
(kg)/talla (m2)]. Los pliegues subcutáneos
subescapular (PS) y tricipital (PT) se relevaron
en mm con calibre de Lange de presión
constante (1 mm de precisión). El patrón de
distribución adiposa se analizó mediante el índice subescapular/tricipital (IST= PS/
PT).15 Un valor de IST ≥ 0,76 se consideró como indicador de alto riesgo de distribución
centralizada de la adiposidad.16
Los individuos se agruparon en intervalos
etarios según el nivel escolar (Tabla 1). Se
calculó el puntaje Z según la fórmula: Puntaje
Z= (x-p50)/DE, donde x es la variable
estudiada y p50 y DE la mediana y el desvío
estándar de la referencia nacional para esa
variable.17 Se utilizó un punto de corte menor
o igual a 2Z para peso/edad, talla/
edad y peso/talla para determinar bajo peso
para la edad (BP/E), baja talla para la edad
(BT/E) y bajo peso para la talla (BP/T). Con
el IMC se determinaron sobrepeso y obesidad,
según los puntos de corte propuestos
por la International Obesity Task Force.18 Para el presente estudio, ambas categorías
se consideraron en forma conjunta bajo la
denominación común de sobrepeso (S).19 Las
prevalencias para cada indicador se calcularon
por intervalo etario y sexo.
Las comparaciones entre prevalencias se
realizaron mediante pruebas de X2. Los valores
de los pliegues subcutáneos de individuos
normales y con sobrepeso se compararon
con la prueba no paramétrica de Mann-
Whitney por tratarse de muestras con
varianzas desiguales. La variación relativa
de cada pliegue se estimó mediante diferencias
relativas entre medias (DRM), expresadas
en porcentaje: DRM= (X2-X1)/X1) x 100,
donde X1 es la media del pliegue en el grupo
normal y X2 la media en el grupo con sobrepeso.
El procesamiento de los datos se realizó mediante el programa SPSS 7.0.
RESULTADOS
Las prevalencias generales indicaron que la más baja correspondió a BP/T (0,3%), seguida por BP/E y BT/E (3%), en tanto que el porcentaje significativamente más alto correspondió a S (17%). Ninguno de los niños con bajo peso o sobrepeso presentó baja talla/edad. Hubo escasas diferencias sexuales, restringiéndose a los intervalos de 12-14 años (mayor BP/E en mujeres) y de 6-8 años (mayor BT/E en varones). No se consideró el BP/T por tener una prevalencia cercana a 0. Por último, no hubo diferencias sexuales en S en ningún intervalo etario (Tabla 2).
TABLA 2. Diferencias sexuales en las prevalencias de cada indicador
La Tabla 3 presenta los valores medios, los desvíos estándar y la variación relativa de los pliegues subcutáneos por sexo y edad. Los niños con sobrepeso mostraron pliegues significativamente mayores que los niños normales en todas las edades. Los porcentajes de variación del pliegue subescapular fueron de 53-156% (varones) y de 58-134% (mujeres), mientras que los del tricipital fluctuaron entre 38-86% (varones) y 33-72% (mujeres).
TABLA. 3. Promedios, desvíos estándar y variación relativa de pliegues subcutáneos
La Figura 1 muestra que hubo una tendencia hacia una mayor centralización de la adiposidad con la edad, con valores superiores en el grupo con sobrepeso. En promedio, las mujeres de ambos grupos presentaron mayores valores del índice subescapular/ tricipital.
FIGURA 1. Patrón de adiposidad en varones (triángulos) y mujeres
(círculos) en niños normales (línea continua) y con sobrepeso (línea
discontinua)
CONCLUSIONES
• La prevalencia de BP/T fue del 0,3%, de
BP/E y BT/E fue del 3%.
• La prevalencia de S fue del 17%.
Los bajos porcentajes de desnutrición en
contraposición a la alta prevalencia de sobrepeso,
reflejarían lo observado en otras
poblaciones transicionales de América Latina.
DISCUSIÓN
En las últimas décadas, la obesidad ha
emergido como problema significativo a nivel
mundial, de modo tal que la Organización
Mundial de la Salud se ha referido a ella
como una epidemia global.20 Un estudio realizado
por de Onís y Blössner11 en prescolares
informó que Argentina es uno de los
países latinoamericanos con mayor sobrepeso
y obesidad y alcanza el 7,3%. No obstante,
los datos disponibles en el país son
heterogéneos; varían en función de la zona
de residencia,21,22 el nivel socioeconómico,23 el sexo10,23-25 y la edad,22,26-28 entre otros factores.
Adicionalmente, las diferencias en los
criterios de clasificación de sobrepeso y obesidad
en niños y adolescentes dificultan una
visión global de estos indicadores en esos
grupos de edad. A pesar de ello, la mayoría
de los autores coincide en que sus niveles se
han incrementado notablemente. Los resultados
obtenidos en el presente estudio mostrarían
esta tendencia y pueden interpretarse
en el contexto de la transición nutricional.
De acuerdo con Popkin,2 la transición nutricional
puede pensarse en cinco amplios patrones
que aunque no restringidos a períodos
particulares de la historia humana se
delinean en una secuencia histórica. Los tres
primeros incluyen a las sociedades cazadoras-
recolectoras, agrícolas, preindustriales
y posindustriales, respectivamente. El patrón
cuatro, caracterizado por el consumo
de una dieta rica en grasas saturadas y azúcares
refinados, frecuentemente acompañada
por un estilo de vida sedentario, se observa
en las sociedades de mayor ingreso y en
los sectores prósperos de los países en desarrollo.
No obstante, la experiencia en estos últimos países viene demostrando que, contrariamente,
son los pobres quienes tienden
a presentar mayor obesidad.29-31 Esta característica confirma que los países en desarrollo
alcanzan el patrón cinco de la transición
nutricional en un tiempo mucho menor que
los países desarrollados.3,4 En este último
patrón, las clases sociales más ricas tienen
los hábitos alimentarios y de vida más saludables,
mientras que los más pobres, con
poco acceso a alimentos sanos y educación
nutricional, tienden a presentar cada vez
mayor sobrepeso.
Desde 1998, la economía del país no salió del estancamiento y la recesión y las condiciones
de vida para la población empezaron
a deteriorarse. En los últimos meses de 2001
y la primera mitad de 2002 la situación derivó en una crisis politicoinstitucional y económica
sin precedentes. Como resultado de
este proceso se ha registrado una gran caída
de los ingresos reales y un aumento considerable
de la desocupación y la pobreza.32 La
ciudad de Brandsen no fue una excepción.
En el último período se produjo el cierre de
fábricas e industrias y el sector terciario de la
economía pasó a ser el principal generador
de empleo. Esta situación económica ubicó a
un segmento importante de la población en
la categoría de "nuevos pobres"(a). La baja
prevalencia de baja talla para la edad puede
explicarse en este marco, en la medida que
las consecuencias negativas de la crisis son
recientes como para traducirse en un retraso
crónico del crecimiento.
La coexistencia de desnutrición y obesidad
constituye un fenómeno comúnmente
observado en numerosos países transicionales
y en algunos de ellos, la obesidad estaría
reemplazando a la desnutrición.11-13 Esta característica
se vio reflejada en los resultados
de nuestro trabajo, puesto que las bajas prevalencias
de desnutrición se acompañaron
de una alta prevalencia de sobrepeso. Los
eventuales factores que pueden asociarse son:
(a) las políticas de asistencia alimentarias
implementadas como paliativo. Los alimentos aportados, si bien suficientes para cubrir
las necesidades nutricionales básicas durante
el crecimiento, suelen ser hipercalóricos,
situación que se observó durante el trabajo de
campo; (b) reducción del gasto energético.
Este factor se ha considerado como uno de los
principales determinantes del sobrepeso y es
el producto de la declinación significativa de
la actividad física en últimas décadas.33 En
particular, la currícula escolar de la provincia
de Buenos Aires contempla sólo dos horas
semanales de ejercicio físico y (c) la superposición
de planes de asistencia social dirigidos
a las madres gestantes y a los menores de 5
años daría como resultado la mayor prevalencia
de sobrepeso en prescolares.
La importancia de la distribución de la
grasa corporal ha sido enfatizada por estudios
epidemiológicos en relación con el riesgo
de aparición de enfermedades cardiovasculares.
Así, el Bogalusa Heart Study34,35 ha
mostrado que concentraciones anómalas de
triglicéridos, colesterol LDL, HDL e insulina
se asocian significativamente con una distribución
centralizada o abdominal de la adiposidad
en niños y adolescentes. En coincidencia
con otros estudios,36,37 se observó que
en los niños normales, durante la infancia, la
adiposidad se localizó predominantemente
de forma centrífuga o periférica (extremidades).
Hacia la pubertad, en cambio, la cantidad
de grasa subescapular se incrementó relativamente más que la tricipital, de modo
que la distribución adiposa se tornó más
centralizada (tronco). Las mujeres siempre
exhibieron mayor acumulación central que
los varones, lo que confirma que el patrón de
adiposidad es dependiente del sexo.37 Si bien
la variación en la distribución de la grasa
subcutánea con la edad fue similar en niños
normales y con sobrepeso, en estos últimos
el 45% de los varones y el 60% de las mujeres
presentaron alto riesgo de distribución
adiposa centralizada.
Si se considera la probabilidad de que los
niños con sobrepeso u obesidad sean adultos
obesos, sumado a que puedan desarrollar
un patrón centralizado de adiposidad,
se impone la necesidad de diseñar y planificar
políticas de salud especialmente dirigidas
a los sectores más desprotegidos, donde
la implementación de programas alimentarios
ha conllevado en muchos casos, paradójicamente,
a un aumento de la obesidad.38
Agradecimientos. Los autores quieren agradecer especialmente a las autoridades sanitarias y escolares de la ciudad de Brandsen y a los padres y alumnos por su participación desinteresada.
(a) Se refiere a la población bajo la línea de pobreza. De acuerdo con la metodología del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el concepto de "línea de indigencia" determina si un hogar cuenta o no con ingresos suficientes para cubrir una canasta básica de alimentos. La "línea de pobreza" incorpora, además, otros bienes y servicios no alimentarios: vestimenta, transporte, educación, salud, etc., que conforman una canasta básica total. (www.indec.mecon.gov.ar).
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