COMENTARIOS
Lactancia materna y alimentación complementaria
Dres. Susana Albarenque*, Liliana Mas*, Mónica Ferreyra*, María I. Marchisio*, Andrés Gomila* y Pedro Armelini*
* Cátedra de Pediatría. Universidad Católica de Córdoba.
Correspondencia: Dr. Pedro Armelini parmelini@arnet.com.ar
Si hay un desafío permanente para el
pediatra es el logro de una lactancia materna
exclusiva durante los primeros 6
meses de vida del niño.1-7
Esto brinda un doble beneficio, no sólo
en el aspecto nutricional, sino en el establecimiento
de un adecuado vínculo madre-
hijo, con todo lo que ello significa
para el crecimiento y desarrollo.8
Los últimos estudios en todo el mundo
sostienen con énfasis la existencia de "factores
protectores" incluidos en la leche
materna, lo cual se traduce, según las
estadísticas, en que un niño alimentado a
pecho presenta mayor protección ante
infecciones gastrointestinales, respiratorias,
enfermedades alérgicas, autoinmunitarias
y conductuales.9,10
La situación actual en Argentina revela
un alto porcentaje de lactancia materna
(LM) exclusiva en el primer mes de vida
con una caída brusca al tercer mes y una
tasa de abandono de la lactancia materna
que se mantiene durante el primer año de
vida (Gráfico 1).
GRÁFICO 1. Continuidad de la lactancia materna exclusiva en Córdoba
Esta afirmación surge de un estudio
realizado en 601 niños menores de un año
que concurrieron a Centros de Salud Municipales de la ciudad de Córdoba. A
partir del segundo y tercer mes se registra
una reducción importante de la LM exclusiva.
En el cuarto mes se observa aumento
del consumo de leche de vaca (38% de los
niños). A los seis meses predominan los
niños alimentados con leche de vaca (52%).
Desde esa edad hasta el año se observa un
progresivo reemplazo de la LM por leche
de vaca.
El análisis de continuidad de la LM exclusiva
muestra que la probabilidad de seguir
amamantando fue del 90% a los 30 días
de vida, con disminución al 50% al final del
tercer mes y al 32,5% a los seis meses. Las
mayores tasas de abandono se observan al
segundo y tercer mes (Gráfico 1).
Es probable que la introducción precoz
de otros alimentos distintos a la leche
materna desplace progresivamente la LM
exclusiva; esto obedece a factores culturales
tales como las prácticas de crianza y la
influencia de los medios de comunicación
(Gráfico 2).
GRÁFICO 2. Prevalencia del consumo de juegos e infusiones en los 6
primeros meses en niños de Córdoba
La ingestión de jugos naturales se registra
desde los 2 meses (4,5%), la de jugos
comerciales desde el tercero. Las infusiones
se consumen desde el primer mes
(5%) y posteriormente siguen el mismo
comportamiento que los jugos. La introducción
de frutas se registra al tercer mes
(42,3% de los niños), con una tendencia
ascendente a lo largo del primer año. El
puré de verduras aparece en la dieta de
19,7% de los niños a los 3 meses y su
tendencia de consumo es similar al de las
frutas. El arroz ingresa, como papilla, a los 3 meses y al cuarto mes se registra la
ingesta de maíz.
Al relacionar los porcentajes de abandono
de la LM con los distintos alimentos,
los mayores porcentajes de abandono
coinciden con la introducción de jugos
naturales y, en menor medida, con la
de otras infusiones.
En una perspectiva de salud pública es
importante destacar que la promoción de la
lactancia materna exclusiva reduciría notablemente
los costos en la atención médica
de manera inmediata, a través de una disminución
de la morbimortalidad infantil11 y, a largo plazo, afectando la incidencia de
las enfermedades crónicas no transmisibles
del adulto, entre las cuales cabe mencionar
la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial
y las dislipemias.
Creemos que el primer año de la vida de
un niño constituye un momento determinante
para el establecimiento de prácticas
alimentarias adecuadas y que a través de
estrategias educativas oportunas podemos
generar en la sociedad una toma de conciencia
sobre la importancia del amamantamiento
exclusivo durante esta crucial etapa
de la vida.
1. American Academy of Pediatrics Work Group on Breastfeeding. Breastfeeding and the use of human milk. Pediatrics 1997; 100:1035-1039.
2. Fomon SJ. Energy. En Fomon SJ. Nutrition of normal infants. St Louis, Mo: Mosby 1993: 103-120.
3. Foote K D, Marriott L D. Weaning of infants. Arch Dis Child 2003;88:488-492.
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5. Kramer MS, Chalmers B, Hodnett E, for the PROBIT Study Group. Promotion of Breastfeeding Intervention Trial (PROBIT) JAMA 2001; 285:413-420.
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7. Kramer MS, Guo T, Platt RW, et al for the PROBIT Study Group. Prolonged and exclusive breastfeeding of infants did not reduce growth by 12 months of age. Evidence-Based Nursing 2003; 6:42.
8. Sociedad Argentina de Pediatría, Comité de Nutrición. Guía de alimentación para niños sanos de 0 a 2 años. Buenos Aires; SAP 2001.
9. Lutter C. Length of Exclusive Breastfeeding: Linking biology and scientific evidence to a public health recommendation. Food and Nutrition Program, Pan American Health Organization, Washington, DC 20037. J Nutrition. 2000; 130:1335-1338.
10. Nicoll A, Williams A. Breastfeeding. Arch Dis Child 2002; 87:91-92.
11. Sabulsky J, Lobo B, Agrelo F, Berra S, Chesta M, Frassoni AM et al. Lactancia materna y lactancia artificial. Córdoba: CLACyD 2001; 4:35-39.