PEDIATRÍA PRÁCTICA Y SANITARIA
Evaluación nutricional antropométrica de la niñez pobre del norte argentino: Proyecto encuNa
Lic. Andrés Bolzán*, Dr. Raúl Mercer*, Lic. Violeta Ruiz*, Lic. Josette Brawerman*, Lic. Jutta Marx**, Lic. Gerardo Adrogué*, Lic. Noelia Carioli* y Lic. Cristina Cordero*
* Equipo Técnico del
Proyecto encuNa.
** Cruz Roja Alemana.
Correspondencia: Andrés G. Bolzán: abolzan@telpin.com.ar
Aclaración de intereses: Con el apoyo de la Oficina Europea de Ayuda Humanitaria (ECHO) de la Unión Europea.
RESUMEN
Introducción. Debido a la situación de crisis que
atravesó nuestro país entre 2001 y 2002, la Cruz
Roja Alemana y su contraparte de Argentina, con el
apoyo de la Oficina Europea de Ayuda Humanitaria
(ECHO), plantearon la necesidad de realizar
una investigación diagnóstica que permitiera conocer
el estado nutricional y las condiciones de vida
de la población infantil en situación de pobreza de
las provincias del norte argentino.
Objetivo. Conocer el estado nutricional de la población
de niños y niñas entre 6 meses y 6 años de edad
de hogares pobres de nueve provincias del norte
argentino.
Población, material y métodos. Estudio transversal, en
hogares bajo la línea de pobreza, con al menos un
hijo entre 6 meses y hasta 6 años de edad. Muestreo
probabilístico, estratificado y multietápico (n= 3.630
encuestas). Se estimaron los indicadores de peso/
edad, talla/edad, índices de peso/talla y masa
corporal (IMC) según edad y sexo. Se realizaron
comparaciones con estándares nacionales e internacionales.
Resultados. Tucumán y Santiago del Estero (NOA) y
Corrientes y Misiones (NEA) muestran las prevalencias
más elevadas de bajo peso así como de baja
talla (≤ 2 DE). La adecuación peso/talla e IMC
mostró sesgos hacia la derecha reflejando, por un
lado, la ausencia de emaciación como problema
nutricional prevalente y la tendencia de ciertos
grupos poblacionales infantiles hacia el riesgo de
sobrepeso y obesidad.
Conclusiones. El presente componente del proyecto
muestra los gradientes de la problemática nutricional
en la población estudiada de carácter jurisdiccional.
El problema de la desnutrición crónica
emerge como prevalente, en tanto el riesgo de obesidad
se encuentra presente, hecho que condiciona
la necesidad de respuestas diferenciales acordes a
la realidad particular de cada provincia.
Palabras clave: Niñez; Antropometría nutricional; Pobreza; Norte argentino.
SUMMARY
Introduction. According to the social crisis that
affected our country during 2001 and 2002, the
German Red Cross and its Argentinean counterpart,
with the support of the European Commission of
Humanitarian Office (ECHO), proposed the need
to evaluate the nutritional status and life conditions
of the child population in poverty of the Northern
Argentinean provinces.
Objective. To determine the nutritional status of
children between 6 months and 6 years of age that
belonged to poor households of the nine Northern
Argentinean Provinces.
Population, material and methods. This is a cross
sectional study of households under the line of
poverty with at least one child aged 6 months to 6
years. A probabilistic, stratified and multistage
approach was used as a sampling procedure (n=
3.630 surveys). Weight/age, height/age indicators,
and weight/height and body mass index (BMI)
were estimated for age and sex. The comparisons
were done using national and international reference
standards.
Results. Tucumán and Santiago del Estero in the
Northwest (NWA) and Corrientes and Misiones in
the Northeast (NEA) showed the highest prevalences
of either low weight and low height (≤ 2 SD). The
adequateness of weight/height and BMI showed
biases towards the right, meaning the absence of
wasting as a prevalent nutritional problem and the
trend of certain groups to an increased risk of
overweight and obesity.
Conclusions. The present component of this project
shows existing geographic gradients of nutritional
problems among the population under study. The
z-score values shows that chronic under nutrition is
the prevalent nutritional problem; while a high risk
of overweight is also present. This fact is important
to be considered at the moment of development of
differential responses and strategies according to
the local reality affecting each province.
Key words: Childhood; Nutritional anthropometry; Poverty; Argentinean north.
INTRODUCCIÓN
A partir de la crisis social y económica
de la segunda mitad del año 2002, el norte
argentino cobró relevancia en los medios,
enfatizando el aspecto de la desnutrición
aguda como la cara visible del problema.
La Encuesta Permanente de Hogares del
Instituto Nacional de Estadística y Censos
(INDEC) reflejó para ese año que más del
60% de la población de las provincias del
norte se encontraba bajo la línea de pobreza,
superando el 70% para provincias como
Chaco y Corrientes.
Se puso en marcha la respuesta social
(tanto desde el contexto nacional como internacional) en forma diversa, como alternativas
y modalidades sustentadas en
modelos operativos de carácter coyuntural.
La reacción al problema se basó en una
visión reparadora y asistencial, condicionada
en algunas circunstancias por la inestabilidad
de los condicionantes políticos e
institucionales. La falta de información en
algunos campos críticos vinculados con la
repercusión de la crisis sobre la salud y
nutrición de las personas -sobre todo los
niños- se hizo patente.
Frente a esta situación, la Cruz Roja Alemana,
en colaboración con la Cruz Roja Argentina
y con el apoyo de la Oficina Europea
de Ayuda Humanitaria (ECHO), pusieron
de manifiesto la necesidad de realizar una
investigación diagnóstica que permitiera
conocer el estado nutricional y las condiciones
de vida de la población infantil en situación
de pobreza de las provincias del norte
argentino. Este estudio, focalizado en los
grupos más vulnerables de las provincias
más pobres de la Argentina, tiene como objetivo,
además de la información diagnóstica,
proveer lineamientos para la orientación de
la ayuda humanitaria para la población de
nuestro país.
Debemos enfocar el estado nutricional
infantil como expresión no sólo del balance
alimentario sino también de las condiciones
de vida.1 Los problemas nutricionales que
afectan durante la niñez pueden ser consecuencia
de la exposición a situaciones que
difieren temporalmente en su duración: desde
episodios catastróficos (hambrunas) a situaciones
prolongables en el tiempo con la
posibilidad de perpetuarse intergeneracionalmente.
2 Si la alimentación en la comunidad
presenta deficiencias cualitativas y cuantitativas,
las alteraciones del estado nutricional
concomitantes serán proporcionales a la
duración e intensidad de aquellas.3-7
El proyecto encuNa (Encuesta de Nutrición
y Condiciones de Vida de la Niñez del
Norte Argentino) se orientó a investigar la
situación nutricional y de condiciones de
vida de la población infantil a partir de un
sesgo intencional, esto es en la selección de
las provincias más postergadas en su nivel
de desarrollo, con mayores gradientes
intraterritoriales y en las que las familias
expresan mayores necesidades a partir de los
elevados índices de pobreza y exclusión.
El objetivo del presente trabajo es el de
presentar algunos resultados del componente
de antropometría nutricional de la población
de niños y niñas entre 6 meses y 6 años
de edad de hogares pobres de 9 provincias
del norte argentino. Debido a la complejidad
y extensión del presente proyecto, los resultados
de las dimensiones sociales y su asociación
con el estado nutricional serán descritas
en otra comunicación.
POBLACIÓN, MATERIAL Y MÉTODOS
Población
Universo de análisis: hogares bajo la línea
de pobreza (según la definición del INDEC)
con al menos un hijo entre 6 meses y hasta 6
años de edad viviendo en el hogar evaluados
durante setiembre a noviembre de 2003. La
cobertura geográfica alcanzó a las zonas urbanas
y semiurbanas (más de 10.000 habitantes)
en las nueve provincias del norte argentino:
Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán,
Formosa, Santiago del Estero, Chaco, Corrientes
y Misiones. Se obtuvieron nueve
muestras probabilísticas, estratificadas y
multietápicas por cada provincia. Los estratos
utilizados correspondieron al total de
población por departamento, identificándose
tres: entre 10.000 y 50.000 habitantes, entre
50.000 y 100.000 habitantes y más de 100.000
habitantes. Una vez seleccionado el hogar a
encuestar en el punto muestra, se aplicó en
campo un cuestionario filtro que permitió identificar a los hogares con las características
deseadas (condición de pobreza y presencia
de hijos entre 6 meses y 6 años de
edad). La persona entrevistada fue la madre
o persona a cargo de la crianza de los niños/
as. El diseño muestral utilizado garantizó muestras independientes y representativas
de cada una de las provincias para los hogares pobres residentes en localidades de 10.000
habitantes o más; los resultados fueron representativos
del conjunto de los hogares
pobres con hijos menores de 6 años en el
norte argentino y de cada una de las provincias
de interés. Se realizaron 3.150 encuestas
a hogares en localidades de más de 10.000
habitantes y 480 entrevistas a hogares en
localidades semirrurales, con un margen de
error aproximado de ± 1,7% al nivel de confianza
del 95%.
Antropometría nutricional
Para la evaluación de la longitud corporal
y la talla se utilizaron pediotallímetros
fabricados en aluminio anodizado con cinta
métrica insertada en el barral de medición,
graduada al milímetro con una extensión útil de 1.450 mm y escuadras y base de
aluminio con bujes de desplazamiento de
nylon con elementos de fijación calibrados.
Para el peso, se utilizaron balanzas de precisión
electrónica (220 v) con transformador
y batería recargable incorporada (hasta 10 h
de uso para la eventualidad de poblaciones
remotas sin provisión de energía eléctrica),
con una capacidad máxima de 100 kg, precisión
de 20 g y bandejas de poliestireno
(lavables y desmontables) para pesar a los
menores de 3 años. Las balanzas se
autocalibran a "tara 0" con cada encendido
independientemente de contar o no con la
bandeja de poliestireno.
Encuestas
Equipos conformados por dos profesionales
con roles diferenciados, pero complementarios
en el momento de desempeñar
sus funciones realizaron las encuestas en las
nueve provincias del norte. Las tareas se
dividieron en: a) realización de la encuesta
sociodemográfica, a cargo del/a "encuestador/
a"; b) evaluación antropométrica (pesar
y medir a todos los niños que vivían en cada
hogar y que tuvieran entre 6 meses y 5 años
y 11 meses), a cargo del/la "antropometrista".
Ambos integrantes de cada equipo contaban
con experiencia en tareas similares a
las que iban a realizar para el presente estudio.
Para las encuestas sociodemográficas se
seleccionaron encuestadores con formación
en ciencias sociales mientras que el componente
antropométrico estuvo a cargo de personal
de la Cruz Roja Argentina de cada
provincia con formación específica. El equipo
del proyecto incluyó 12 coordinadores, 57
encuestadores y 75 antropometristas.
Pese a que el personal contaba con formación
en este campo y con el propósito de
obtener confiabilidad y precisión en las mediciones
de peso y talla, se realizó un adiestramiento
teórico-práctico en antropometría
nutricional, basado en las recomendaciones
de la OMS.8 La confiabilidad puede definirse
como la aptitud para repetir la misma medición
en el mismo sujeto con una mínima
variación y la exactitud como la aptitud para
obtener una medición que reproduzca lo
más fielmente la medición real del sujeto. La
evaluación consistió en aplicar una prueba
de t para datos apareados a la serie de mediciones
repetidas de cada antropometrista
(confiabilidad) y entre éste y el entrenador
(exactitud).
Variables
Para el componente de antropometría
nutricional se consideraron las siguientes
variables: edad decimal (a partir de la fecha
de medición y la de nacimiento), sexo, talla
(niños/as de 3 años en adelante), longitud
corporal (niños/as menores de 3 años), peso.
Los datos se agregaron en forma georreferencial.
Todas las variables se transformaron
a puntaje z:9
Se estimaron los indicadores de peso/
edad, talla/edad, índices de peso/talla (para
mayores de 2 años de edad) y masa corporal
según edad y sexo. A los efectos comparativos
se empleó el estándar internacional de la
OMS (CDC/WHO 1978), versión corregida
según hemidistribuciones superior e inferior
a la mediana para disminuir el sesgo en la
curva de peso y peso/talla del NCHS 1977.10,11 Se realizaron comparaciones con los estándares
argentinos a fin de establecer paralelismos
con el censo Nacional de Talla.12 Para el
cálculo del IMC se consideró el estándar del
CDC 2000.12,13
El puntaje z del índice de masa corporal
se calculó a partir de la aplicación de la
siguiente fórmula:
Donde Q= índice de masa corporal individual, L es el valor de transformación de Box y Cox, S es el coeficiente de variación y M es la mediana de la distribución de referencia según edad y sexo.
Análisis de los datos antropométricos
Se llevaron a cabo dos tipos de comparaciones,
según el criterio de la OMS,8 a saber:
a. Determinación de las proporciones de
niñas y niños de la población con niveles
de los indicadores considerados bajos en
comparación con la población estándar.
Se consideró como bajo indicador a todos
los niños situados bajo el sector de la curva
por debajo de -2 desvíos estándar (DE). Asimismo,
se calcularon las distribuciones percentilares
determinando como punto de
corte el 10° percentilo de la curva de referencia.
La distribución de áreas bajo la curva
para cada indicador quedó determinada por
3 sectores: menor a -2 DE, entre -2,0 a +2,0 DE
y superior a +2,01 DE. Quedaron determinados
así tres sectores: bajo indicador, normal
y alto. Para la distribución percentilar se
privilegió el sector de indicadores bajos, es
decir, del percentilo 0,0 al 9,9.
b. Comparación de la distribución de los
indicadores antropométricos de la población
estudiada con la distribución del
estándar. Para ello:
Se realizó el cálculo de la prevalencia
estandarizada de malnutrición, sea de sesgo
hacia sectores negativos (desnutrición)
o positivos (indicadores de sobrepeso y
obesidad) para cada indicador antropométrico.
Para ello se siguió el criterio de J
Mora.14 La prevalencia estandarizada es la
proporción de casos del grupo observado
no comprendida en la curva de distribución
normal de los valores de referencia y que puede estimarse a partir de la mediana
y desviación estándar de los valores z normalizados
de la población utilizando una
fórmula basada en las propiedades matemáticas
de la curva normal.
PE= PO - PF + NF
Donde PE: es la prevalencia estandarizada;
PO: es la prevalencia observada, siendo
la proporción de niños/as de la población
estudiada cuyos valores están por debajo del
punto límite de normalidad considerado (por
ejemplo -2,0 Z); PF: positivos falsos, estimados
como proporción de valores que se encuentran
por debajo del límite escogido (2,3%
para -2,0 Z) y NF: negativos falsos, que es la
proporción excedente de sujetos de la población
observada cuyos valores superan al límite
al comparar con la referencia y que se
encuentran por arriba del límite escogido
pero claramente por fuera de la curva normal
de referencia.
El método compara curvas límite en vez
de puntos límite y estima la proporción total
de sujetos que se encuentran por fuera de la
curva de referencia, sin importar decididamente
qué punto de corte se escoja, ya que la
PE será la misma para cualquiera que se
seleccione. Para todos los indicadores
antropométricos, la PE expresa el grado de
corrimiento o sesgo de la curva de los niños
y niñas estudiados respecto de los estándares
respectivos. A los fines epidemiológicos
constituye un indicador más adecuado para
evaluar el proceso de malnutrición en la
población que el empleo de puntos de corte, útiles a los fines comparativos entre estudios
y poblaciones y para el análisis a nivel individual.
El signo (positivo o negativo) en la PE
indica el sentido del sesgo. En todos los casos
se siguieron las Normas Antropométricas de
Medición de la Sociedad Argentina de Pediatría.
15
Análisis estadístico
La información recolectada fue procesada
mediante la aplicación del paquete estadístico
SPSS 7,5. Se aplicaron las pruebas de
ANOVA para el cálculo de diferencias entre
las distribuciones del puntaje Z y ANOVA
multifactorial para edad, región geográfica e
interacción. Se utilizó la prueba de c2 para
estudio de diferencias entre proporciones de
IMC debajo de la curva. La distribución de
P/E, T/E y P/T por debajo del percentilo 10
por provincia se graficó mediante el uso del
Epi Map. Los datos antropométricos se elaboraron
mediante el programa NutStat
(CDC/OMS).
RESULTADOS
Los resultados se presentaron en forma de tablas descriptivas con valores absolutos y relativos. Los N de las tablas difieren en cuanto se consideraron para el análisis antropométrico sólo el total de niños con todas las mediciones completas, por lo que fue algo menor al total de niños incluidos en las encuestas. Las distribuciones se presentan, además, como desvíos estándares (DE), medias (c), prevalencias estandarizadas de anormalidad (PEA); los signos indican el sentido del sesgo. En la Tabla 1 se observa la población infantil estudiada según edad y sexo. El 9,4% de los niños y niñas estudiados tuvieron entre 6 meses y menos de 1 año de edad y el grupo de menores de 2 años conformó el 28,0%. Hubo un porcentaje ligeramente mayor de varones (N= 2.482, 51,3%) que de niñas (N= 2.353, 48,7%). La población total fue de 4.835 observaciones.
TABLA 1. Distribución de la población encuestada
según edad y sexo
Peso/edad
Aproximadamente un 5% de la población
estudiada está por debajo del punto de -2 DE;
no se observaron diferencia entre sexos, o
regiones geográficas (NEA y NOA, Tabla 7),
aunque con un leve porcentaje mayor de
indicadores bajos en los menores de 2 años
de edad.
La prevalencia estandarizada de bajo peso
en niños y niñas mostró un comportamiento
diferencial para cada una de las provincias
del norte. Las más afectadas fueron las de
Tucumán, Santiago del Estero y Corrientes
(Tabla 4). Si seleccionamos el 10° percentilo
como punto de corte para valorar individuos
en riesgo de desnutrición, las peores situaciones
se observan en Santiago del Estero,
Corrientes, Tucumán, Misiones y Formosa,
con prevalencias que superan el valor esperado
entre 6 y 10% (Tabla 7).
TABLA 2. Distribución de los valores Z estandarizados de peso/edad, talla/edad y peso/talla y prevalencia estandarizada
de anormalidad de las curvas en la población estudiada (estándar OMS)
TABLA 3. Distribución de los valores Z estandarizados de talla/edad y prevalencia estandarizada de anormalidad
según provincia (estándar OMS)
TABLA 4. Distribución de los valores Z estandarizados de peso/edad y prevalencia estandarizada de anormalidad
según provincia (estándar OMS)
En el NOA, Tucumán y Santiago del Estero presentaron valores de bajo peso (< -2,0 Z) que superaron entre 2,2 y 4,3% el porcentaje esperado, mientras que en el NEA, Corrientes y Misiones mostraron las prevalencias más elevadas de bajo peso, del orden del 3,3 y 3,8% superior a lo esperado.
Talla/edad
Con independencia del indicador empleado
para medir acortamiento (prevalencia
estandarizada o el punto de corte de -2
DE), este indicador es el más afectado (Tablas
2 y 3). Santiago del Estero y Tucumán
mantienen las mayores prevalencias de retraso
lineal, superiores al 30%, lo que probabilísticamente
supera al menos en un 20% el
valor teórico esperado (Tabla 7). Por su parte,
Catamarca mostró la menor prevalencia
del conjunto. Misiones, en el NEA, continuó
siendo la provincia de mayor prevalencia
de baja talla, cercana al 30%, mientras que
Formosa y Corrientes siguen en segundo
lugar con cifras muy cercanas al 20% por
sobre el valor esperado. Se registraron diferencias
significativas entre grupos de edad,
con mayores prevalencias de acortamiento
en los menores de 2 años, que en conjunto
mostraron una mediana de puntaje z de -
0,83 contra -0,68 para los mayores de esa
edad. Así, las prevalencias estandarizadas
de acortamiento alcanzaron el 30% en el
primer grupo y el 24% en el segundo. No
hubo diferencias estadísticamente significativas
según sexo.
TABLA 5. Distribución de los valores Z estandarizados de peso/talla y prevalencia estandarizada de anormalidad
según provincia (estándar OMS)
TABLA 6. Distribución de áreas bajo la curva de índice de masa corporal y prevalencias estandarizadas de anormalidad
según provincia (estándar OMS)
TABLA 7. Proporción de Talla/Edad, Peso/Edad y Peso/Talla por debajo del centilo 10º del estándar de referencia
(OMS) según provincia
Peso/talla e índice de
masa corporal (IMC)
En contraposición a los dos indicadores
antropométricos descritos, la adecuación
peso/talla e IMC exhibieron sesgos hacia la
derecha reflejando, por un lado, la ausencia
de emaciación como problema nutricional
prevalente y por el otro, la tendencia de
ciertos grupos poblacionales infantiles hacia
el riesgo de sobrepeso y obesidad (Tablas 2, 6,
7). Si se considera como la emaciación a los
valores por debajo de -2 DE, en todas las
provincias se encuentran dentro de lo esperado
para una curva cuasi normal y se observa
repetidamente que las provincias con
mayor proporción de bajo peso/talla (que no
supera el 3%) son aquellas de mayor prevalencia
de acortamiento y déficit global de
masa corporal (peso/edad): Santiago del
Estero, Formosa y Misiones. Allí, en cambio,
están las menores prevalencias de riesgo de
sobrepeso y obesidad; se entiende por riesgo
a aquellos sectores de población que superan
el percentilo 97 o + 2,0 Z. Las niñas mostraron
mayor sobrepeso que los varones y la región
del NOA, más que el NEA. Se evidenciaron
diferencias de peso entre regiones, con sesgos
positivos del 8% en el NOA, contra un 50%
menos en el NEA. En Jujuy prevaleció la
mayor cantidad de niños que superan el
sector entre 0,0 Z hasta 4,0 Z (una PE= 13%),
siguiéndole Catamarca, Tucumán y Salta con
cerca del 10%. En el NEA, Chaco y Formosa
mostraron prevalencias estandarizadas con
sentido hacia la derecha de la curva pero que
no superaron el 7%. Cuando se consideran
las regiones geográficas, el NOA tiene el
doble de proporción de sujetos con desplazamiento
positivo respecto del NEA en el
IMC, estas diferencias son estadísticamente
significativas.
CONCLUSIONES
1. El problema prevalente de desnutrición
infantil en las provincias del norte argentino
con hogares en situación de pobreza
está signado por la desnutrición crónica o
acortamiento. Este fenómeno se refleja en
los valores z de talla/edad que tienen
signo negativo en todas las provincias
2. La emaciación no constituye, en cambio,
un problema de trascendencia epidemiológica:
los signos de los valores z son
todos positivos para los indicadores peso/
talla e índice de masa corporal.
3. El problema crónico de la desnutrición se
acompaña de una menor masa corporal
alcanzada (peso/edad), que no llega a ser
la esperada debido a las condiciones ambientales
desfavorables, pero que, por un
proceso de acomodación, presenta adecuado
peso/talla, peso/edad bajo y más
baja talla/edad. Esto queda demostrado
porque los valores z en todas las provincias
tienen signos negativos de peso/edad
pero valores promedio mayores que los
de talla/edad.
4. El riesgo de sobrepeso emerge en el contexto
nutricional como una forma de malnutrición,
cuyo origen debe buscarse en la posibilidad que tienen estos niños de
acceso a tipos de alimentos más económicos
pero cuantitativamente y cualitativamente
inadecuados.
DISCUSIÓN
Hay evidencia sustancial de que las formas
agudas de desnutrición infantil han
ido disminuyendo a lo largo de las últimas
décadas en América Latina.16 Así, entre
1985 y 1990 existió una tendencia a la reducción
de la prevalencia del bajo peso del
orden de -0,56 puntos porcentuales por
año en Centroamérica y el Caribe y de -0,18
para América del Sur.
Entre 1990 y 1995, las tendencias de mejoramiento
en América Latina fueron mínimas
(-0,02 por año para América Central y el
Caribe y de -0,1 por año para América del
Sur) y, nuevamente, menores que el promedio
global, del orden de -0,28 por año. De la
misma forma, la prevalencia de talla baja
mostró una reducción de -0,26 por año entre
1980 y 1995 en el Caribe y América Central,
contra -0,54 a nivel mundial.16
Simultáneamente, con los cambios descriptos
en materia nutricional, la situación
económica en la mayoría de los países de la
región de América Latina sufrió un grave
deterioro; en la Argentina fue particularmente
pronunciada durante la década del
90, en donde los niveles de pobreza se
incrementaron, así como las diferentes formas
de exclusión y marginación social. América
Latina se constituyó en la región con
mayores asimetrías en materia de patrones
de distribución de la riqueza. Las tendencias
generales en cuanto a la mejora de ciertos
indicadores no se exteriorizan en forma paralela
cuando se consideran los países, regiones
o provincias dentro de los propios países.
Es allí en donde comienzan a evidenciarse
las brechas de inequidad expresadas en
términos de indicadores socioeconómicos y
sanitarios, entre los que se encuentran los
trastornos nutricionales de la niñez.
Las diferencias del perfil de salud infantil
en la Argentina son claramente visibles cuando
se analizan indicadores como la mortalidad
infantil y la mortalidad materna, siempre
más elevados en las provincias del Noroeste
y Noreste que en el resto del país.17,18 Los estudios recientes del estado nutricional
en esas regiones muestran que el problema
nutricional prevalente es el acortamiento y
no la emaciación, tanto en la población general
como en las de mayor vulnerabilidad
como es el caso de las poblaciones indígenas.
7,19,20 Esto reafirma, una vez más, la hipótesis
que plantea que los problemas que sufren
esas poblaciones no pueden ser modificados -porque la historia y el presente estudio
así lo demuestran- por la exclusiva ración
alimentaria o el abordaje coyuntural.
Las condiciones de pobreza que se perpetúan
a través de las generaciones, producen
un modelo sociobiológico de estructura
sobre las comunidades y sobre los segmentos
más vulnerables -niños y madres jóvenes- con consecuencias a largo plazo.2 Estos
son niños y niñas de talla más corta, con
tendencia secular nula o escasa, tasas de bajo peso al nacer que no se modifican o se
incrementan, mayor prematurez, elevadas
tasas de mortalidad materna e infantil, enfermedades
infecciosas prevenibles y bajas
oportunidades para el progreso intelectual
e inserción en el campo productivo.21 El
presente estudio permite caracterizar estos
gradientes y contrastes existentes en las provincias
del norte a través del componente
de antropometría nutricional.
En este sentido, la conocida relación entre
pobreza (escaso desarrollo de las condiciones
mesológicas) y desnutrición (expresada
por déficit de crecimiento) en países en desarrollo
resulta elocuente.22-26 No sólo se afecta
el estado de nutrición como expresión biológica
de este fenómeno, sino también la capacidad
intelectual, reproductiva y productiva.
Esta relación se expresa, entre otros aspectos,
en diferencias intrapoblacionales e
interpoblacionales que resumen la capacidad
del sistema social para modificar efectos
no deseados a largo plazo. Por ello, interpretar
el deterioro del estado nutricional en una
comunidad como resultado de carencias exclusivamente
de índole alimentaria es una
simplificación del fenómeno que subyace a
las respuestas adaptativas/culturales del
grupo humano, frente a los condicionantes
sociales y económicos del entorno.
El déficit de talla es, sin lugar a dudas, la
variable antropométrica más afectada de
todas las analizadas en el presente proyecto.
Esta situación es expresión de deterioro
producido en etapas tempranas de la vida,
en muchos casos como consecuencia de
noxas padecidas en etapas previas (prenatal,
como así también durante las experiencias
vitales transferidas desde los padres y
abuelos). Este fenómeno refleja el proceso
de acortamiento como problema nutricional
preponderante ya que, a pesar de superar
en un 10% los valores probabilísticamente
esperados, más del 25% de la población
se encuentra por fuera de la distribución
normal. De la investigación se desprende
que, en términos generales, el NOA
presenta mayores prevalencias de talla baja
que el NEA. Dicho en otros términos: la
desnutrición aguda -expresada a través del
uso de los indicadores P/T o IMC- constituye
un problema de menor magnitud en comparación
con las formas crónicas de desnutrición
en la población estudiada. Esta aseveración
no excluye de ninguna manera la
existencia de casos individuales con afectación
clínica del estado nutricional. Pero resulta
importante destacar la relación que
mantiene la relevancia clínica y sus implicancias
poblacionales. Ello implica la necesidad
de evitar generalizaciones a partir de
casos puntuales. Los resultados de este estudio
proveen suficiente evidencia para respaldar
esta aseveración de base poblacional.
Por su parte, la aparición del sobrepeso
y la obesidad como problema nutricional es
un fenómeno que ya ha sido señalado por la
OPS desde hace una década y que tiene
relación con las formas emergentes de malnutrición
que, para nuestro caso, es secundaria
a una mala calidad de la dieta sumado
al efecto creciente del sedentarismo como
factor concomitante.27
Globalmente, las curvas antropométricas
en el NOA se ubican más sesgadas hacia
izquierda que en el NEA, exhibiendo
prevalencias estandarizadas de desnutrición
mayores y cercanas en varias provincias al
30%. Dentro de cada conglomerado, no obstante,
existen diferencias significativas entre
provincias para las prevalencias de acortamiento.
Por ejemplo, en el NOA, Santiago
del Estero y Tucumán presentan las más
altas prevalencias y Corrientes y Misiones,
en el NEA.
Estudios sobre la tendencia secular en
Jujuy muestran que existen variaciones regionales
en cuanto al incremento medio de
talla y se relacionan con la altura y a su vez,
con el desarrollo de condiciones socioeconómicas.
28,29 Las poblaciones contenidas por
diversos programas de salud muestran
puntajes de talla dentro de los parámetros
del estándar incluso en poblaciones pobres
del Norte.29,30 Ser pobre no significa estar
desnutrido, pero el riesgo de desnutrición
se incrementa en forma paralela a los
gradientes de pobreza. La sinergia entre las
capacidades de las familias más la posibilidad
de acceso digno y generación de recursos
sociales básicos muestra que la situación
de desnutrición puede ser controlada y
aún revertida. Estos aspectos forman parte
de una próxima comunicación a propósito
de determinantes sociodemográficos sobre
el estado nutricional.
Al comparar los datos de la encuNa con
los de Censos de Talla de Escolares de Primer Grado realizados con asistencia de UNICEF
Argentina en varias provincias del país, los
resultados de prevalencia de baja talla son
muy similares. Como estos Censos de Talla
se realizaron ya hace casi 10 años, se pone en
evidencia que el problema del acortamiento
refleja un deterioro de largo plazo que afecta
en forma significativa a las poblaciones del
NOA y NEA.20 Este hecho refuerza la hipótesis
de que en condiciones de pobreza persistente,
los niños y niñas del norte argentino no
han podido modificar la tendencia secular
del crecimiento. Podríamos aseverar que una
proporción importante de la niñez de nuestro
país se ha visto marginada de las posibilidades
de mejoramiento de las condiciones
ambientales y de crianza, situación que se ha
agravado durante la última década a partir
del aumento de la pobreza y la exclusión en
nuestro país.31,32
Resulta evidente que el problema de la
desnutrición resulta mucho más complejo. Si
se considerara la tendencia secular del crecimiento
(expresada a través del aumento de la
talla promedio de las poblaciones) como expresión
de las mejoras en las condiciones de
vida y de desarrollo social, las poblaciones
que forman parte de este estudio muestran
un resultado inverso. Son la manifestación
de una situación de "freno histórico" que ha
impedido expresar la potencialidad y capacidad
para crecer y desarrollarse. Desde esta
perspectiva, la malnutrición puede abordarse
ecológicamente como una problemática
ambiental que resulta de la interacción de
determinantes que tienen su raíz en el tipo de
recursos que el ambiente produce y la respuesta
adaptativa que la cultura del grupo
expresa para su supervivencia.21,22
El presente estudio, por sus características
en cuanto a la población estudiada, pone
de manifiesto los gradientes existentes en el
estado nutricional de la niñez de sectores
pobres de las provincias del norte argentino.
Los problemas evidenciados a partir de los
resultados de este componente permiten concluir
que la realidad diferencial en la situación
de cada una de las provincias estudiadas
requiere respuestas diferenciales en cuanto
al abordaje de la problemática. Debido a la
multidimensionalidad de la problemática
nutricional, la respuesta exclusiva desde la
dación alimentaria, por su carácter coyuntural
y restrictiva ha resultado insuficiente para
revertir el problema, sugiriendo la necesidad
de un abordaje integral orientado a actuar
sobre los determinantes sociales y desde
una perspectiva de desarrollo humano.
1. Guimarey L, Carnese F, Puciarelli H. La influencia ambiental en el crecimiento humano. Ciencia hoy. 1996; 5:41-47.
2. Cesani M, Orden V, Zucchi M, Oyhenart E, Muñe C, Puciarelli H. Influencia de la alimentación durante la lactancia sobre la desnutrición intergeneracional. Un estudio experimental Rev Arg Antropol Biol 2001; 3:101-112.
3. Cusminsky M, Lejarraga H, Mercer R, Martell M. Manual de Crecimiento y Desarrollo del Niño. Organización Panamericana de la Salud, 1985.
4. Fescina R. Nutrición materna y resultados perinatales. Clin Perinatol Argent 1997; 4:75-86.
5. Bolzán A, Guimarey L, Frisancho AR. Study of growth in rural schoolchildren from Argentina using upper arm muscle area by height. Ann Hum Biol 1999; 26:185-193.
6. Gopalan C, Rao K. El problema de la malnutrición. En: Falkner (ed). Prevención en la niñez de los problemas de salud de los adultos. OMS, Ginebra 1981.
7. Torres M, Oyenhart E, Dahinten S, Carnese F. El crecimiento como indicador de calidad de vida. Estudio de una comunidad aborigen argentina, Actas. Sociedad Argentina de Pediatría. Buenos Aires. 1ªJornadas de Auxología, 25-26 de abril de 2003.
8. Organización Mundial de la Salud. Medición del efecto nutricional de programas de suplementación alimentaria a grupos vulnerables, OMS, Ginebra, Junio 1980.
9. WHO working group. Use and interpretation of anthropometric indicators of nutricional status. Bull WHO 1986; 64:929-941.
10. Cole J. The importance of Z scores in growth reference standards. In: Johnston F, Zemel B, Eveleth P. (eds), Human growth in context, London UK: Smith Gordon. 1999.
11. Lejarraga H, Orfila G. Estándares de peso y estatura para niñas y niños argentinos desde el nacimiento hasta la madurez. Arch.argent.pediatr 1987; 85:209-222.
12. Dibley MJ, Goldsby JB, Staehling NW, Trowbridge FL. Development of normalized curves for the international growth reference: historical and technical considerations. Am J Clin Nutr 1987; 46:736-48.
13. Kuczmarski RJ, Ogden CL, Grummer-Strawn LM, et al. CDC growth charts: United States. Advance data from vital and health statistics; (Nº 314). Hyattsville, Maryland: National Center for Health Statistics, 2000.
14. Mora J. A new method for estimating a standardized prevalence of child malnutrition from anthropometric indicators. Bul WHO 1989; 67:2-14.
15. Sociedad Argentina de Pediatría. Criterios de diagnóstico y tratamiento. Crecimiento y desarrollo. Buenos Aires: Roemmers, 1986.
16. Ruel MT. Urbanization in Latin America: Constraints and opportunities for child feeding and care. Food Nut Bull 2000; 21:12-24.
17. O´Donell A. Una visión de la problemática nutricional de los niños argentinos. En: Centro de Estudios de Nutrición Infantil. Hoy y Mañana: Salud y calidad de vida de la niñez argentina. Buenos Aires: CESNI, 1999.
18. Sociedad Argentina de Pediatría y UNICEF. Salud Materno-infantojuvenil en cifras. Buenos Aires: SAP-UNICEF, 2002.
19. Oyenhart E, Techensky M, Orden B. Estado actual de las comunidades Mbayá-Guaraní de la provincia de Misiones. Análisis del crecimiento y estado nutricional. Actas. Sociedad Argentina de Pediatría. Buenos Aires. 1ªJornadas de Auxología, 25- 26 de abril de 2003.
20. Valeggia C. Crecimiento en comunidades Toba de la provincia de Formosa. Actas. Sociedad Argentina de Pediatría. Buenos Aires. 1ªJornadas de Auxología, 25-26 de abril de 2003.
21. Acosta L, Brawerman J, Lejarraga H, Vinocur P. La talla de los escolares de primer grado en cuatro jurisdicciones Argentinas. Buenos Aires, UNICEF Argentina, 1993.
22. Bronfenbrenner U. The Ecology of Human Development. Cambridge, MA: Harvard University Press, 1979.
23. Vargas T. Contexto socioantropológico del crecimiento infantil. En: Crecimiento y desarrollo. Hechos y tendencias. Washington DC: OPS, 1998 Publicación científica; 510.
24. Frisancho AR, Sánchez J, Pallarde D, Yanez L. Adaptative significance of small body size Ander poor socioeconomic conditions in sothern Peru. Am J Phys Anthropol 1973; 39:253-261.
25. Bolzán A, Guimarey L, Puciarelli H. Crecimiento y dimorfismo sexual de escolares según la ocupación laboral paterna. Arch Lat Nutr 1993; 43: 132-138.
26. Allison M. Condición de salud prehistórica en el Norte Grande. Culturas de Chile. Prehistoria, desde sus orígenes hasta los albores de la conquista 1993; 9:221-226.
27. Bejarano I, Dipierri J, Ocampo S. Variación regional de la tendencia secular de la talla adulta masculina en la Provincia de Jujuy. Rev Arg Antrop Biol 1996; 1:7-18.
28. Organización Panamericana de la Salud: Informe de la reunión técnica sobre obesidad en la pobreza: Situación de América Latina. La Habana, Cuba, 1995.
29. Beall C, Barker P, Baker T, Hass J. The effects of high altitude on adolescent growth in Southern Peruvian Amerindians. Hum Biol 1977; 44:109-124.
30. Bejarano F, Dipierri J, Alfaro E. Mortalidad en Susques (período 1903-1950): distribución sexual y por grupo de edad. Revi Arg Antrop Biol 1999; 2:55-66.
31. Bejarano I, Quero L, Dipierri J, Alfaro E. Crecimiento y estado nutricional infantil en San Salvador de Jujuy. Rev Arg Antropol Biol 2001; 3:35-49.
32. Mercer R. The Argentinean paradox: the case of contradictory child malnutrition epidemics. J Epidemiol Com Health. 2003; 57:83.