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La investigación en la residencia de pediatría
Dres. Fernando Ferrero y María Fabiana Ossorio
* Docencia e Investigación, Hospital de Niños Pedro de Elizalde, Buenos Aires.
Correo electrónico: fferrero@intramed.net
Se acepta que la asistencia, la docencia
y la investigación son los pilares de la
actividad hospitalaria. Con el tiempo, las
implicancias de estos componentes se han
extendido a toda la actividad médica. La
residencia, como programa de formación
médica en el servicio, se ajusta a los mismos
considerandos.
Desde siempre, los programas de residencia
comprenden actividades de asistencia
y docencia. Sin embargo, y a pesar
de los muchos esfuerzos realizados, las
actividades de investigación han quedado
relegadas.
Es probable que esto se deba, en parte,
a que en nuestro medio profesional la
investigación se considera una tarea propia
de especialistas en el tema, en lugar de
un ejercicio crítico imprescindible para
encarar la práctica profesional. Además,
no es infrecuente que los propios profesionales
olviden el papel eminentemente
formativo que tiene la residencia y privilegian
todo lo relacionado con la asistencia
inmediata de los pacientes.
Por otra parte, si bien algunos residentes
manifiestan su interés por participar
en actividades de investigación, la
falta de tiempo, de asesoramiento y de
un tema adecuado han sido mencionados
como los factores que dificultan la
concreción de actividades específicas.1 Es llamativo que esta percepción apreciada
en los residentes de los Estados
Unidos, sea similar a la referida habitualmente
en nuestro medio.
De igual forma, aun en las sociedades
donde la investigación tiene un papel destacado,
su enseñanza en la residencia aparece
constantemente como un problema.2
Resulta interesante estudiar los diferentes
enfoques que se han adoptado para
tratar de salvar esta brecha.
El método más clásico comprende la
enseñanza de las herramientas básicas
(metodología de la investigación, estadística, lectura crítica) dentro de la actividad
docente programática, con el eventual
agregado de la exigencia de algún producto
que comprenda la utilización de
esas herramientas (revisión crítica de bibliografía,
redacción de algún tipo de informe
científico).
En general, este tipo de enfoque obtiene
magros resultados, resulta tedioso, no
genera entusiasmo ni participación y se
ve siempre sobrepasado por las actividades
relacionadas con la asistencia directa
de pacientes.
Ante esta perspectiva se han ensayado
otras variantes, algunas particularmente
novedosas y creativas.
En este sentido, se destaca la adoptada
por un grupo de residentes de hospitales
de la ciudad de Boston, quienes desarrollaron
un ambicioso proyecto de investigación
en un esfuerzo por mejorar su capacitación
en la materia.3 El proyecto comprendió
el estudio de la incidencia y los
factores de riesgo de hiponatremia, elevación
de troponinas y disfunción menstrual
en participantes en la Maratón de Boston
de 2002. Tal como resaltan sus autores, los
principales puntos favorables fueron la
selección del tema (que concentró la mayor
parte del esfuerzo en sólo tres días,
tenía una fecha inamovible, generó entusiasmo
por lo festivo de la ocasión y permitió
roles flexibles para la participación),
el "espíritu de equipo" de los residentes
(al trabajar en un proyecto propio) y el
notable apoyo institucional. De igual manera,
deben tenerse en cuenta las posibles
limitaciones de este modelo ya que necesita
un gran número de residentes, no se
puede verificar el grado de aprendizaje
sobre investigación de cada individuo y la
participación puede ser despareja.
Otra opción interesante es la desarrollada
por el Centro Médico y de Salud
Mental Lincoln, cuyo esquema se trazó en
una rotación dedicada a la investigación.4 Este enfoque se encuadra más en la currícula tradicional
de los programas de residencia. Comprende
una rotación de dos semanas dedicadas exclusivamente
a la investigación, un director de programa,
recursos "en línea", curso intensivo de metodología
de la investigación básica, presentación crítica
de los proyectos, obligatoriedad de la actividad y
participación de tutores. Aunque este diagrama
puede parecer más fácil de implementar por su
perfecta adaptación al esquema actual de residencia
en la Argentina, puede limitar el entusiasmo
imprescindible para participar en actividades de
investigación, al par que requiere una estructura
no existente en todos los ámbitos. Además, no necesariamente
implica la concreción de lo aprendido en un
trabajo de investigación.
Finalmente, queremos destacar el esfuerzo que
en nuestro medio ha realizado en los últimos diez
años el Hospital General de Niños Pedro de Elizalde
para incorporar la investigación en el programa
de formación de sus residentes, en forma real y no
como un mero requisito académico.5
Este programa incluye capacitación básica en
metodología de la investigación, apoyo de tutores,
supervisión y dirección permanente por especialistas
y estímulo por medio de premios. Al mismo
tiempo, exige la planificación y desarrollo de investigaciones
de complejidad progresiva y la presentación
de los resultados ante pares. Independientemente
del camino elegido para alcanzar los
resultados, se aprecia que la generación de entusiasmo,
el asesoramiento (especialmente por medio
de tutores), la continuidad del programa y el
respaldo institucional son factores relevantes para
tener en cuenta al momento de encarar esta tarea.
Tampoco es desdeñable la selección de un tema
que permita su concreción en un ámbito limitado
en recursos y, especialmente, en tiempo, como es el
de la residencia.
Pero no se debe pensar que todo es una cuestión
de recursos. Como afirma Marcelino Cereijido, se
debe recordar que "... uno de los dramas del subdesarrollado
es dar por sentado que el conocimiento
no es más que ignorancia financiada".6
Lo importante es tomar conciencia de que la
investigación es una parte fundamental de la actividad
médica y, como tal, debe estar incluida en
todos los programas de formación de posgrado, sin
olvidar que el ejercicio de un pensamiento crítico es
mejor para el paciente, el progreso de la ciencia y el
pleno desarrollo de una sociedad libre.
1. Roth DE, Chan MK, Vohra S. Initial successes and challenges in the development of a pediatric resident research curriculum. J Pediatr 2006; 149(2):149-50.
2. Ullrich N, Botelho CA, Hibberd P, Bernstein HH. Research during pediatric residency: predictors and residentdetermined influences. Acad Med 2003; 78(12):1253-8.
3. Shin AY, Almond CS, Mannix RC, et al. Boston Combined Residency Program. The Boston Marathon Study: a novel approach to research during residency. Pediatrics 2006; 117(5):1818-22.
4. Kanna B, Deng C, Erickson SN, Valerio JA, Dimitrov V, Soni A. The research rotation: competency-based structured and novel approach to research training of internal medicine residents. BMC Med Educ 2006; 6:52.
5. Durán P, Ackerman J, Rosenthal C, Ossorio MF, Ferrero F. La investigación científica en una residencia de pediatría. Presentado en la XXXVII Reunión Anual de la Sociedad Latinoamericana de Investigación Pediátrica (SLAIP); Arequipa, Perú, 7 al 11 de noviembre de 1999.
6. Cereijido M. La nuca de Houssay. 4ta edición. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica; 2001.