Composición en ácidos grasos de leche de madres de recién nacidos de pretérmino y de término
Fatty acid composition of human milk from mothers of preterm and full-term infants
Dra. María C. Marína, Dra. Adriana L. Sanjurjob, Dr. Gustavo Sagerc, Dr. César Margheritisc y Dra. María J. T. de Alaniza
a. Instituto de
Investigaciones
Bioquímicas de La
Plata (INIBIOLPCCT-
CONICETUNLP).
Facultad de Ciencias
Médicas.
b. Centro de Estudios
en Rehabilitación
Nutricional y
Desarrollo Infantil
(CEREN). Comisión
de Investigaciones
Científicas de la
Provincia de Buenos
Aires (CIC/PBA).
La Plata.
c. Banco de Leche
Materna. Servicio
de Neonatología,
Hospital Interzonal
de Agudos José de
San Martín-La Plata.
Conflicto de intereses:
Nada que declarar.
Correspondencia:
Dra. María C. Marín.
mmarin@atlas.med.
unlp.edu.ar
Recibido: 20-11-08
Aceptado: 13-3-09
RESUMEN
Introducción. La leche materna es un alimento
esencial para el recién nacido e influye en su calidad
de vida en el corto y largo plazo. Su composición
se modifica con el estado nutricional,
la dieta materna y la edad gestacional del recién
nacido. Entre otros nutrientes fundamentales
provee a los lactantes de ácidos grasos de cadena
media de fácil utilización, y de ácidos grasos
esenciales y sus derivados metabólicos, en especial ácidos araquidónico y docosahexaenoico, que
han sido involucrados en la maduración neural.
Objetivos. Dada la escasez de datos locales se consideró la importancia de estudiar la composición
en ácidos grasos de la leche de madres de recién
nacidos de pretérmino y de término en mujeres
del área urbana de la Provincia de Buenos Aires.
Material y métodos. Las muestras fueron obtenidas
del Banco de Leche Materna H.I.G.A
San Martín. Se extrajeron los lípidos totales y se
determinó la composición en ácidos grasos por
cromatografía de gas-líquido.
Resultados. Los resultados muestran aumentos
en ácidos grasos saturados de hasta 14 átomos
de carbono y en los ácidos grasos poliinsaturados
en la leche de madres de recién nacidos de
pretérmino con respecto a la de madres de recién
nacidos de término.
Conclusiones. La edad gestacional influye en
la composición de los ácidos grasos de la leche
materna, siendo la leche de madres de lactantes
prematuros una fuente imprescindible de elementos
energéticos (ácidos grasos saturados) y
de elementos plásticos (ácidos grasos poliinsaturados)
fundamentales para la síntesis de lípidos
estructurales y en el desarrollo neural.
Palabras clave: Leche materna; Ácidos grasos; Prematurez.
SUMMARY
Introduction. Human milk is an essential food
for newborns and affects life in the long or short
terms. Its composition is modified by nutritional
status and maternal diet as well as by gestational
age of the newborn. It provides human milk-fed
infants with the medium-chain fatty acids which
are a source of energy, and essential fatty acids
and their metabolic derivatives which have been
involved in the neural maturation.
Objectives. Due to the fact that there is little local
data concerning the fatty acid composition in
human milk of pre-term and full-term newborns,
the present study was carried out in women living
in the urban area of the Buenos Aires Province.
Materials and methods. Samples were provided
by the Bank of Human Milk, H.I.G.A. San Martín
Hospital. They corresponded to mothers who
had delivered preterm infants (28-36 weeks of
gestational age) or full-term infants (37-42 weeks
of gestational ages). Total lipids were extracted,
and the fatty acid composition was determined
by gas-liquid chromatography.
Results. Results showed increases in saturated
fatty acids up to 14 carbon atoms and in polyunsaturated
fatty acids in mothers of preterm
newborns compared with those of full-term
newborns.
Conclusions. It can be concluded that gestational
age affects human milk fatty acid composition.
This food is essential for pre-term newborns as
it is the source of energetic compounds (saturated
fatty acids) as well as plastic compounds,
(polyunsaturated fatty acids) which are essential
for the synthesis of structural lipids and neural
development.
Key words: Human milk; Fatty acids; Preterm infants.
INTRODUCCIÓN
La leche de madres sanas y bien
nutridas es la mejor forma de alimentación
de los recién nacidos durante
los primeros meses de vida.1-3 Es un líquido complejo que contiene
fundamentalmente hidratos de carbono
y sales en solución, caseína en
dispersión coloidal, células y detritos
celulares, y lípidos como glóbulos
emulsionados. Estos glóbulos contienen
un núcleo constituido por lípidos
no polares, principalmente como triacilglicéridos,
recubierto por materiales
anfipáticos (fosfolípidos, proteínas y
colesterol).4,5 La grasa de la leche materna
es la principal fuente de energía
para el lactante; aporta 40-55% del
total de energía y también nutrientes
esenciales, como vitaminas liposolubles y ácidos grasos polinsaturados imprescindibles
para el correcto desarrollo del organismo en
su conjunto, y particularmente del cerebro, retina,
y otros órganos.6,7
Los ácidos grasos de la leche materna derivan
de tres fuentes: de la movilización de reservas
endógenas, de síntesis de novo por hígado y tejido
mamario, o de la dieta materna.8-11 Los ácidos
grasos poliinsaturados (AGP) de la serie n-6 y n-3,
son derivados metabólicos de ácidos esenciales
(AGE), ácidos linoleico y α-linolénico, respectivamente.
12 Estos AGP son almacenados en el tejido
adiposo y secretados en la leche luego de su movilización,
y son componentes esenciales de lípidos
estructurales de las membranas celulares; en
consecuencia, influyen en un número importante
de funciones, como la fluidez y permeabilidad
de las membranas, la actividad de los receptores
y de las enzimas y las respuestas a las excitaciones
eléctricas.13
El requerimiento de AGE y sus derivados metabólicos
es mayor durante el desarrollo fetal y la
lactancia, ante la necesidad del organismo de formar
nuevas estructuras celulares debido al desarrollo
acelerado de los tejidos, especialmente el
cerebro y tejidos neurales.14,15
La leche materna provee a los lactantes los
AGE y sus derivados metabólicos, como los ácidos
araquidónico (20:4 n-6) (AA) y docosahexaenoico
(22:6 n-3) (DHA). Estos ácidos han sido involucrados
en la maduración del sistema nervioso central
(SNC) y estudios previos llevados a cabo en nuestro
laboratorio demostraron la correlación entre el
contenido de DHA en los fosfolípidos totales de
glóbulos rojos de lactantes malnutridos y su respuesta
visual medida por electrorretinograma.16
El contenido lipídico y la composición en ácidos
grasos de la leche materna son influenciados
por una serie de variables, entre las que se destacan
factores genéticos, estado nutricional, dieta
materna antes de la gestación y durante ella,
número de hijos, tiempo de lactancia y edad gestacional.
5,17 En este sentido, se han comunicado
diferencias entre la leche de madres de recién nacidos
de pretérmino (RNPT) y la de recién nacidos
de término (RNT),18,19 y ante la carencia de datos
propios, nos propusimos estudiar en nuestra población
el efecto de la edad gestacional sobre la
composición en ácidos grasos en la leche madura.
POBLACIÓN, MATERIAL Y MÉTODOS
Población
Para este estudio comparativo se seleccionaron
51 madres donantes del Banco de Leche Materna
del Hospital Interzonal de Agudos José de
San Martín (H.I.G.A.), sanas, no fumadoras ni
consumidoras de alcohol o de medicamentos contraindicados
durante la lactancia, con una dieta
equilibrada, acorde a las características de nuestra
población, evaluada a través de una encuesta
alimentaria de frecuencia de consumo.20 Las madres
fueron divididas en dos grupos: 35 eran madres
de recién nacidos de término (RNT), de 37-42
semanas de gestación, con edades entre 16 y 39
años, y 16 eran madres de recién nacidos de pretérmino
(RNPT), de 28-36 semanas de gestación,
con edades entre 17 y 38 años.
La determinación de la edad gestacional se
estableció por la fecha de la última menstruación
(FUM), ecografía prenatal y examen físico del recién
nacido (método de Capurro21). Este último
se privilegió para la determinación postnatal de
la edad gestacional ante la carencia de datos prenatales
confiables.
Material y métodos
Obtención de las muestras de leche materna: Se
realizó entre los 15 días y los 3 meses posparto, en
condiciones homogéneas, entre las 9 y las 12 AM,
por medio de una bomba eléctrica Lactina (Electrix
Plus. MedelaR). Se tomó una alícuota de 3 ml
del total de la extracción, previa homogeneización
manual. Fueron inmediatamente enfriadas, transportadas
refrigeradas y congeladas a -70ºC hasta
su posterior análisis.
Determinaciones bioquímicas: Los lípidos totales
de la leche fueron extraídos de acuerdo al método
de Folch con cloroformo:metanol 2:1 v/v.22 A partir del extracto clorofórmico se prepararon
los ésteres metílicos por transesterificación con
trifluoruro de boro al 10% en metanol,23 y fueron
analizados por cromatografía gas-líquido (GLC)
en una columna Omegawax 250 en un cromatógrafo
Hewlett-Packard HP-6890. Los ácidos grasos
se identificaron con muestras patrón obtenidas de
Sigma Chemical, St. Louis, EE.UU. Los reactivos
y solventes utilizados fueron de grado analítico.
Consideraciones éticas: El estudio se realizó con el consentimiento informado de las participantes,
de acuerdo a las normas éticas exigidas
internacionalmente para estudios humanos, requeridas
por el Comité de Ética de Investigación
del Hospital.
Análisis estadístico
Los análisis estadísticos se realizaron con
el método de ANOVA. Cuando se hallaron diferencias
(P< 0,05), se realizó una prueba de Tukey (GB-Stat Professional Statistics and Graphics
4,0; Dynamic Microsystems Inc., Silver
Spring, EE.UU.).
RESULTADOS
La Tabla 1 muestra la composición en ácidos
grasos saturados y monoinsaturados de las leches
maternas maduras de RNPT y de RNT en
estudio.El análisis de los datos pone en evidencia
las diferencias entre ambas. En cuanto a los ácidos saturados, se demuestra el aumento significativo
en la proporción de ácidos grasos de cadena
media, de 10 y 12 átomos de carbono, como
también del ácido mirístico (14:0) en la leche de
madres de RNPT respecto a la leche de las madres
de RNT, y una disminución del ácido esteárico,
saturado, de 18 átomos de carbono (cadena
larga). Cuando se calculan a partir de estos datos
los índices, se demuestra un aumento estadísticamente
significativo en la sumatoria, tanto de
los ácidos grasos saturados de hasta 14 átomos
de carbono, como en el total de ácidos saturados
en la leche de madres de RNPT. En cuanto a los ácidos monoinsaturados, se observa una disminución
estadísticamente significativa en la leche
madura de madres de RNPT en la proporción de ácido oleico, 18:1n-9, y al ser éste el representante
mayoritario del grupo, también en la sumatoria
de ácidos monoinsaturados.
Tabla 1. Ácidos grasos saturados y monoinsaturados (moles %) en leche materna madura de madres de RNT y de RNPT
En la Tabla 2 se muestran los resultados obtenidos en el análisis de la composición en AGP en leches de madres de RNPT y RNT. En cuanto a los ácidos poliinsaturados de la serie n-6, derivados metabólicos del ácido esencial linoleico, 18:2n-6, se observa una disminución significativa en su proporción en la leche de madres de lactantes nacidos de pretérmino, concomitantemente con un aumento significativo en algunos de sus derivados metabólicos, como el ácido dihomo-γ- linolénico, 20:3n-6 y el ácido araquidónico,20:4n-6. Los ácidos grasos de la serie n-3 presentan en las leches de madres de RNPT aumentos significativos en algunos de los derivados metabólicos del ácido α-linolénico, como los ácidos 20:3, 22:4 y 22:6, todos de la serie n-3, como así también en la sumatoria de todos los ácidos de la serie n-3. Cuando se calcula la relación n-6/n-3 se demuestra una disminución estadísticamente significativa en las leches de madres de RNPT. No se observan diferencias en el total de ácidos poliinsaturados entre ambos grupos.
Tabla 2. Ácidos grasos poliinsaturados (moles %) en leche materna madura de madres de RNT y de RNPT
DISCUSIÓN
Un tema crucial en la nutrición de los recién nacidos es conocer la composición de la leche materna,
en particular su contenido en ácidos grasos,
y reconocer las diferencias en la composición de la
leche de acuerdo a la edad gestacional del recién
nacido. Esta cuestión es de suma relevancia, en especial
en el caso de los RNPT, pues el aporte nutricional
de AGP de cadena larga es muy limitado
y el requerimiento es elevado, dadas las necesidades
incrementadas por el rápido crecimiento de
los tejidos, en especial del SNC.24-27 El contenido
lipídico y la composición de ácidos grasos de la
leche materna muestran considerable variabilidad
en distintas poblaciones,17,28,29 dependiendo, entre
otros factores, del estado nutricional y la dieta
materna, y del tiempo de lactancia. Los resultados
de este estudio coinciden con los de otros autores
en que la leche madura de madres de RNPT contiene
mayor porcentaje de ácidos grasos de cadena
media y poliinsaturados de la serie n-6 y n-3,
comparado con la leche madura de madres de
RNT.18,30 Estas características otorgarían a la leche
de madres de RNPT dos ventajas importantes. Por
un lado, el mayor contenido de ácidos grasos de
cadena media constituye un aporte energético de
fácil y rápida utilización, dada la mayor facilidad
en la digestión y transporte, no requiriendo resíntesis
de triacilglicéridos en la mucosa entérica ni
la síntesis de lipoproteínas para ser transportados.
Por otro lado, contiene mayor proporción de ácidos poliinsaturados, imprescindibles para la
síntesis de lípidos estructurales necesarios para
suplir las necesidades incrementadas por el mayor
ritmo de crecimiento en general, y para la maduración
y desarrollo del SNC.15,31-34
Tratando de encontrar las razones de las diferencias
observadas se podría especular, en el caso
del aumento de los ácidos poliinsaturados, que el
parto prematuro interrumpe el flujo de ácidos al
feto a través de la placenta. Aproximadamente el
80% de la acumulación de ácidos araquidónico y
docosahexaenoico en el feto ocurre durante el último
trimestre de la gestación, pues en este momento
de la vida intrauterina el feto desarrolla
el tejido adiposo35 y se produce un crecimiento y
desarrollo acelerado del cerebro.36,37 Al interrumpirse
este proceso normal por el parto prematuro,
habría una mayor disponibilidad de AGP que se
desviaría hacia los lípidos de la leche, probablemente
a través de estímulos hormonales. De esta
manera, en el período neonatal los RNPT que tienen
un mayor ritmo de crecimiento, y por ende
necesidades de AGP incrementadas, se encuenpotran
en desventaja respecto a los RNT, por lo que
la recomendación de la lactancia materna debe
ser promovida aun con más insistencia. Trabajos
anteriores han demostrado que la alimentación
de los recién nacidos con adecuada cantidad de ácidos grasos de la serie n-3 tiene efectos beneficiosos
sobre la función visual15,16 que se pueden
manifestar posteriormente en el desarrollo cognitivo
y motor. En este sentido, los resultados obtenidos
en la composición de la leche de RNPT
en nuestro medio son similares a los observados
en otras regiones, como Hungría27 y EE.UU.,18 y
difieren en el contenido de ácidos poliinsaturados
con las obtenidas en países consumidores de
pescado como Finlandia,38 en forma similar a lo
ya observado por nosotros respecto a leches de
madres de RNT.17 En todos los casos se observa
un aumento en la proporción de ácidos poliinsaturados
en las leches de madres de RNPT que en
el caso del DHA duplica el valor hallado en leche
de madres de RNT.
En conclusión, se demuestra que la edad gestacional
influye en la composición de los ácidos
grasos de la leche materna. Su mayor contenido
de elementos energéticos (ácidos grasos saturados)
y de elementos plásticos (ácidos grasos poliinsaturados)
imprescindibles para la síntesis de
lípidos estructurales y en el desarrollo del SNC
subrayan la importancia de suministrar al recién
nacido la leche de su propia madre. Considerando
la importancia de la dieta materna en la composición
de la leche y teniendo en cuenta que en
nuestro medio existe un aporte deficiente de ácidos
grasos n-3,17 se deberían promover cambios
en los hábitos dietarios que refuercen el aporte de
este tipo de ácidos grasos mediante el mayor consumo
de alimentos que los provean, como aceites
vegetales (soja y canola), pescados, nueces y otros
frutos secos y algunas semillas, durante el embarazo,
lo cual redundaría en el adecuado desarrollo
del recién nacido.
Agradecimientos:
Se agradece la excelente asistencia técnica de
la Sra. Mónica Farquete de Hachicho.
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