RESEÑAS
"Somos bachiyeres". Juventud, docencia y política en la cultura escolar del Colegio Nacional Mixto de Morón (1949-1969)1
Adrián Cammarota*
* Lic. en Historia, Universdad Nacional de Tres de Febrero; Mg. en Historia, Universidad Nacional de Tres de Febrero; Dr. en Ciencias Sociales, Universidad Nacional de General Sarmiento - IDES; Integrante del grupo de investigación Historia y Prospectiva, Universidad Latinoamericana-HISULA. E-mail: adriancammarota2000@gmail.com
Tesis de Doctorado en Ciencias
Sociales, Universidad Nacional de
General Sarmiento - Instituto de
Desarrollo Económico Social, UNGSIDES)
Directora: Dra. Karina Ramacciotti
Codirectora: Dra. Carolina Biernat
Fecha de defensa: 16 de octubre de
2013
Miembros del jurado:
Dra. Lucia Lionetti (UNICEN)
Dra. Sandra Carli (UBA)
Dr. Pedro Nuñez (UBA- FLACSO)
La tesis examina las relaciones entre
la cultura escolar y las prácticas juveniles
en un Colegio Nacional Mixto
fundado por el peronismo en el distrito
de Morón (provincia de Buenos
Aires) hacia el año 1949. Estas prácticas
estuvieron mediadas por imaginarios
sociales, códigos culturales y
normativos definidos por el género,
la sexualidad y las relaciones de clases;
a su vez, fueron intermediadas,
por un currículum escolar que esbozó
un ideal de ciudadanía.
Consideramos el caso del Colegio
Nacional Mixto de Morón, una institución
de carácter nacional, que
nos permite pensar el siguiente
problema: ¿Hasta qué punto el acceso
de los jóvenes a los colegios
secundarios, durante la década
de 1950 y 1960, incrementó la sociabilidad
juvenil, volviendo a sus
protagonistas más visibles en la
sociedad? Sobre este escenario los
interrogantes que estructuran la
investigación son los siguientes: en
un plano general, ¿Cuáles fueron
los condicionamientos históricos y
los recursos materiales concursados
por el Estado argentino para
incorporar a la juventud al sistema
educativo? Desde el plano local,
¿Qué demandas sociales llevaron a
la fundación de un Colegio Nacional
Mixto en el oeste del conurbano
de Buenos Aires? ¿Quiénes eran
sus estudiantes y de qué extracción
social provenían? ¿Qué sentidos y
valores le otorgaron a esta experiencia
escolar? ¿Qué tipo de miramientos
culturales se coagulaban
en torno a la escuela secundaria?
¿Cómo construyeron sus subjetividades
juveniles en un colegio mixto?
¿Qué tipo de asociacionismo
juvenil impulsaron? ¿Quiénes eran
los docentes y qué formación o
trayectorias tenían? ¿Cómo era vislumbrada
la juventud y qué tipo de
paradigma primó a la hora de establecer
los fines educativos ejercidos
por las elites pedagógicas?
El espacio temporal de la tesis tiene
su punto de partida en la fundación
del colegio en 1949, los condicionamientos
históricos que hicieron posible
su experiencia y tiende hilos
hasta 1969, año en el cual se termina
de consolidar la institución con
la creación de un moderno edificio.
Nos preguntamos por qué la cultura
escolar del Colegio Nacional
Mixto de Morón dejó una impronta
tan marcada en los jóvenes que
participaron en ella. La hipótesis
que vertebra la investigación radica
en que las promesas de movilidad
social y la inclusión de los jóvenes
en un colegio nacional mixto -novedoso
para los cánones genéricos
de la época, teniendo en cuenta
que la mayoría de las instituciones
secundarias estaban apostadas sobre
una división sexuada- forjó,
entre las décadas de 1950 y fines
de 1960, una sociabilidad juvenil
expresada en tendencias asociativas.
Esta sociabilidad, que funcionó
como un fuerte colectivo identitario, se logró en interacción con una
cultura escolar anclada en antiguas
estructuras, sustentada en el normalismo
académico y mediada por
las aspiraciones curriculares de un
Estado que apuntaba al forjamiento
de un determinado "ser joven".
La tesis se comprometió a desarrollar
el nivel de "lo cotidiano", ya
que en esa plaza es donde cobran
relevancia los actores educativos y
la tradición que estos sustentaban.
Nos apartamos de encarar el estudio
de caso desde una mirada basada
en estructura y función devenida
de ciertos parámetros sociológicos
que tienden a repetir modelos y
categorías de análisis perdiendo de
vista la contextualización. En esta
dirección, procuramos incorporar y
articular distintas dimensiones que
se vislumbran en la vida cotidiana
escolar: las intenciones estatales (el
paradigma de juventud, los objetivos
pedagógicos del Ministerio de
Educación, el currículum, etc.) y las
prácticas e imaginarios sustentados
por los sujetos pedagogizados.
Por su carácter mixto, abordamos
la perspectiva de género como un
marco teórico transversal en el corpus
del trabajo. Se configuró un
enfoque analítico que permitiera
dialogar con el contexto histórico,
entablando una relación entre lo
general y lo particular. Siguiendo
esta mirada, dejamos de lado los
límites que a veces imponen los estudios
locales, con historias microsustentadas
en personas ilustres y
vertebradas en torno a un mundo
armonioso y sin fisuras como las
que, en ocasiones, presentan los entrevistados.
La tesis cuenta con un acervo documental
poco o nada explorado en
las investigaciones histórico-educativas.
El punto de partida fue el archivo
de la institución. También nos
hemos provisto de periódicos estudiantiles,
circulares ministeriales, el
Boletín de Comunicaciones (fuente
oficial del Ministerio de Educación),
de periódicos locales, nacionales y
revistas. También se realizaron una
serie de entrevistas a ex alumnos/
as y docentes. Los testimonios orales
fueron cruzados con las fuentes
escritas teniendo en cuenta el contexto
de producción de los relatos.
De esta manera, se recopilan un total
de 33 entrevistas encaradas, en
líneas generales, como objeto de
información empírica.
La tesis se dispone en seis capítulos
en función de la hipótesis y cada
uno cuenta con una breve introducción
que anuncia al lector los ejes
que estructuran los mismos. Así, el
capítulo 1 da cuenta de la expansión
de la matrícula secundaria, las demandas
sociales previas a la llegada
del peronismo y el ámbito público y
privado del sistema de enseñanza.
Entendemos que el crecimiento del
consumo y la diversificación social
durante la década de 1930 y 1940 se
transformaron en un eslabón para
la gestación de nuevas demandas
sociales en los grandes centros urbanos.
El surgimiento del Colegio
Nacional Mixto estuvo inscripto en
este contexto, impulsado por una
demanda de los jóvenes de Morón
que debían viajar hasta Capital Federal
para cursar los estudios secundarios
y entroncado con las aspiraciones
políticas del recién llegado
peronismo moronense encarnado
en la figura del intendente otrora
radical, César Albistur Villegas.
Ahora bien, para abordar el objeto
de estudio fue necesario auscultar
los orígenes de la cultura escolar del
colegio teniendo en cuenta, principalmente,
dos actores fundamentales:
docentes y alumnos/as. En el capítulo
2, se describen las biografías
de los alumnos/as -en su mayoría
primera generación de escolares-,
sus aspiraciones educacionales, su
perfil social, los mecanismos de selección
del colegio y los límites por
parte del Estado para incorporar a
la población estudiantil. Juzgamos
que estos límites, producto de la falta
de edificios de enseñanza, reforzaron
los mecanismos de selección
basados no en la clase sobre
todo
en los colegios recién creados en
la periferia del sistema escolarsino
en el mérito (obtención de calificaciones
suficientes para sortear el
examen de ingreso). Las notas de
padres y alumnos y las fichas de inscripción
-entre otros datos- nos
inducen a pensar que el perfil social
del alumnado era muy heterogéneo.
Con respecto a los docentes se
analiza la titulación académica y las
perspectivas que generó la apertura
de la institución.
El capítulo 3 da cuenta de los significados,
sentidos y micro-dimensiones
que le daban vida a lo "cotidiano"
dentro del colegio. Nos
permite adentrarnos en la relación
de los jóvenes con la cultura escolar
de la época. Atiende al currículo,
la cultura académica brindada por
la institución, el rol docente y los
mecanismos disciplinarios. Nuestra
hipótesis radica en que en el proceso
de apelación a un modelo de
juventud estudiantil juventud
entendida
como un paso expeditivo al
mundo adulto, sustentada en el paradigma
de la transiciónel
colegio
estuvo permeado por una serie de
dinámicas que se vincularon intrínsecamente
con la propuesta escolar,
cuyo esquema lo hacía poco o nada
permeable a lo "diferente" en el proceso
socializador. Los estudiantes
incorporaban un mensaje educativo
creíble gracias a las promesas de
movilidad social y cierta "distinción"
devenida de los valores auspiciados
por la cultura humanística o "cultura
bachiller". A su vez, ellos eran educados
en una serie de arquetipos
humanos en pos de forjar un ciudadano
modelo. Paradójicamente, en
el marco de esa cultura escolar, que
retrospectivamente los investigadores
piensan como "autoritaria", los
jóvenes desarrollaron espacios de
socialización deportivos y culturales
corporizados en el Club Colegial.
El capítulo 4 nos incita a pensar
cómo, en un período dominado
por el esparcimiento público, en los
clubes de barrio y las sociedades de
fomento, el impulso gubernamental
al deporte y la acción cultural
activaron una serie de relaciones y
vínculos sociales por dentro y fuera
del colegio, reforzando una serie de
prácticas juveniles más descentradas
del mundo adulto. El deporte
contenía un fuerte valor cívico para
modelar a los ciudadanos y afianzar
la identidad nacional por medio de
los campeonatos intercolegiales. El
capítulo también abreva en las relaciones
de género entabladas por los
jóvenes, gracias al análisis de los periódicos
estudiantiles -SEXO FUERTE,
ELLAS y El Mentor- y la historia oral, lo
que nos llevó a colegir que las instituciones
educativas pensaban a las
mujeres como una entidad sexual
diferenciada y que actuaban "anestesiando"
los cuerpos y silenciado
la información en torno a ellos. Este
marco cultural era sostenido por el
colegio y las familias.
Ahora bien, estos espacios de socialización
"compitieron" con los intentos
de encuadrar a la juventud, y al
sistema de enseñanza en general,
en un asociacionismo político más
amplio por parte del gobierno peronista.
En el capítulo 5, se avanza
sobre la percepción que tuvieron
los sujetos pedagogizados de ese
proceso. En un contexto de crisis
económica signada por la disminución
de la distribución material, en
la que se generó una suerte de distribución
simbólica a partir de la implementación
de los manuales "peronizados"
y la lectura obligatoria
de los planes quinquenales, era menester
impulsar un asociacionismo
político corporizado en la Unión de
Estudiantes Secundarios (UES) y en
los intentos de adoctrinamiento del
sistema escolar. Según se desprende
de los testimonios, el fenómeno
peronista que alteró las jerarquías y
las subjetividades sociales, impactó
de manera diferencial entre los
alumnos y los docentes del plantel.
Sin embargo, la caída del peronismo
dio lugar a la participación estudiantil.
A fines de la década de
los 50, los jóvenes cobraron mayor
visibilidad, ocupando las calles y
bregando por la creación de centros
estudiantiles en el seno de los colegios
secundarios (capítulo 6). Las elites
educativas percibieron que, tras
el derrocamiento del peronismo, la
educación "estaba en crisis" y que
la cultura escolar debía encauzarse
en nuevos carriles para afrontar el
clima de época en una coyuntura
caracterizada por el cruzamiento
de diversas culturas pedagógicas y
tendencias modernizantes que entraban
en tensión. El surgimiento
de una nueva sociabilidad juvenil
dentro del Colegio Nacional Mixto
de Morón, imbuida por las movilizaciones
en torno a la lucha "libre
o laica" o el funcionamiento de un
centro de estudiantes clandestino,
puso en la tapa de las novedades las
grietas que alejaban al sistema de
enseñanza de las nuevas prácticas
juveniles que estaban despuntando
en los albores de la década sesentista.
El capítulo se complementa con
las percepciones que tuvieron los
docentes sobre este proceso gracias
al análisis de las fuentes atesoradas
en el archivo.
En resumen, la tesis puede ser leída
desde tres perspectivas: desde una
historia socio-cultural de la educación,
desde el campo de la política
social o desde una historia de la juventud
previa a la década de 1960.
Más allá de estas consideraciones,
la investigación permite entender la
combinación entre un sistema escolar
meritorio y la cultura escolar de
la época en relación con los jóvenes,
logrando un relato comprensivo y
rico en contexto que llena un vacío
historiográfico. Pero, sobre todo,
promueve un diálogo interdisciplinario
en lo que atañe a las investigaciones
histórica-educativas con
hipótesis sugerentes que en un
futuro merecerían ser exploradas
mediante la recuperación de los archivos
escolares.
1 La tesis se encuentra en prensa en la editorial Biblos. Será publicada con el título "Somos bachiyeres" Juventud y cultura escolar
Recibida el 25 de octubre de 2013