INVESTIGACIÓN
Biomecánica de la fijación distal en fracturas
extrarticulares de radio: tornillos versus pernos
Estudio en modelos cadavéricos
Álvaro Muratore, Gustavo L. Gómez Rodríguez, Javier Dal Lago, Nicolás Robador, Gabriel Nazur, Gabriel Clembosky
Hospital Británico de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Dr. Álvaro Muratore alvaromuratore@gmail.com
Recibido el 28-1-2014.
Aceptado
luego
de la evaluación el 25-5-2015
Conflicto de intereses: Los autores no obtuvieron ningún beneficio para realizar este trabajo.
Resumen
Objetivo: Comparar biomecánicamente en modelos cadavéricos tornillos bloqueados con pernos bloqueados en fracturas
extrarticulares de radio distal estabilizadas con placas bloqueadas volares.
Materiales y Métodos: Se reprodujeron fracturas extrarticulares conminutas en 12 radios de seis cadáveres. Se formaron
dos grupos según el empleo de tornillos bloqueados o pernos en la fijación distal. Se llevaron a cabo ensayos biomecánicos
para evaluar cambios en la rigidez del montaje después de realizar una carga axial. Finalmente, se llevó el sistema al
fallo. Se efectuaron controles radiológicos en todas las etapas.
Resultados: Al llevarlos al fallo, el sistema con tornillos presentó una mayor desviación hacia dorsal de la carilla articular
en el perfil. Se observó una separación de la placa en relación con el hueso en las placas montadas con pernos. La carga
máxima tolerada fue de 1659 N y de 1905 N con los tornillos bloqueados y con los pernos, respectivamente.
Conclusiones: En ambos sistemas, se observó que la fuerza de carga pasa de la epífisis a la diáfisis a través del material
de osteosíntesis (hueso-placa-hueso), puenteando la fractura y deformando la placa que empuja la carilla articular hacia
una inclinación dorsal. Sin embargo, en los modelos fijados con pernos, se encontró un segundo tiempo de transmisión de
fuerza en el cual la placa se separa del sistema debido al deslizamiento de los pernos lisos, lo que posibilita una transmisión
directamente del fragmento distal al proximal (hueso-hueso) que produce, en todos los casos, una fractura incompleta
y longitudinal de la cortical volar, pero que evita seguir deformando la placa hacia el dorso.
Palabras clave: Fractura de radio distal; Placa bloqueada palmar; Pernos bloqueados; Tornillos bloqueados.
Nivel de Evidencia: II
Abstract
Biomechanics of distal fixation in distal radius fracture: screws versus smooth pegs. Study in cadaveric models
Objective: To perform a biomechanical comparison in cadaveric models between locking screws and locking smooth
pegs in extra-articular distal radius fractures stabilized with volar locking plates.
Methods: We reproduced extra-articular dorsal comminuted fractures in 12 cadaveric radius. We divided them into two
groups according to the use of locking screws or locking smooth pegs in distal fixation. Biomechanical tests were conducted
evaluating changes in the rigidity of the systems after performing an axial load. Finally, the systems were led to the
failure. Radiological controls were performed in all instances.
Results: When the systems fixed with locking screws were led to the failure, a greater dorsal inclination of the articular
facet was observed. A separation of the plate relative to the bone was observed in those plates fixed with locking smooth
pegs. Moreover, the maximum tolerated load was 1659 N and 1905 N in the systems with locking screws and with locking
smooth pegs, respectively.
Conclusions: In both systems the load force moves from the epiphysis to the diaphysis through the osteosynthesis (boneplate-
bone), bridging the fracture and deforming the plate which pushes the articular facet to dorsal deviation. However,
in models with locking smooth pegs we found a second time of load transmission in which the plate is removed from
the system due to slippage of the locking smooth peg, allowing a transmission directly from the distal to the proximal
fragment (bone-bone) generating in all cases an incomplete and longitudinal fracture of the volar cortex, but avoiding
deformation of the plate to dorsal deviation.
Key words: Distal radius fracture; Volar locking plate; Locking screws; Locking smooth pegs.
Level of Evidence: II
Introducción
Las fracturas de radio distal con desplazamiento dorsal
tienen una alta incidencia y, a menudo, presentan factores
asociados a inestabilidad: el patrón de fractura (conminución
dorsal, compromiso intrarticular y compromiso asociado
del cúbito); la gravedad del desplazamiento inicial
(ángulo dorsal >20° y pérdida de la altura radial >5 mm)
y factores inherentes al paciente (edad >60 años y calidad
ósea).1-7 En la actualidad, hay un consenso general sobre la importancia
de una fijación adecuada que permita la restauración
tanto de una superficie articular congruente, como
de la altura radial, la inclinación volar de la articulación,
la varianza cubital y la inclinación radial.5,8-10 El enfoque
actual para el tratamiento de este tipo de fracturas en el
contexto de osteopenia permanece en continua evolución,
los resultados funcionales se han mejorado mediante el
empleo de placas palmares bloqueadas con tornillos.11-14
Si bien la reducción se puede lograr de forma cerrada
y estabilizada con fijadores externos o clavijas intrafocales,
el objetivo fundamental radica en evitar la potencial
discapacidad por la falta de consolidación o la inmovilización
prolongada. Por lo tanto, la fijación interna mediante
placas se ha convertido en el tratamiento de primera
elección para este tipo de fracturas.10,12,15 Además, la vía
palmar permite la reducción y la fijación eficaces de los
fragmentos articulares, aun en fracturas con desplazamiento
dorsal, así disminuye la incidencia de tendinitis
irritativas y roturas tendinosas asociadas al uso de placas
por vía dorsal.7,13 A su vez, algunos modelos tienen la opción de fijación
distal con pernos o tornillos bloqueados, con diferentes
resultados clínicos y experimentales.16-18 No encontramos
trabajos que comparen pernos o tornillos bloqueados bajo
carga axial en fracturas extrarticulares de radio con conminución
dorsal en huesos cadavéricos.
El objetivo del estudio fue comparar biomecánicamente
en modelos cadavéricos dos metodologías distintas de
fijación distal (tornillos bloqueados frente a pernos bloqueados)
en fracturas extrarticulares de radio distal, estabilizadas
con placas bloqueadas volares de diferente
manufactura.
Materiales y Métodos
Selección de especímenes y preparación
Se emplearon seis pares de radios cadavéricos correspondientes
a donantes humanos del Banco de Tejidos Osteoarticulares
de nuestro Hospital (1VL, 3VL, 5VL, 48,
49 y 51). En la Tabla 1, se describen los lotes utilizados.
Estas piezas fueron conservadas en doble envoltura plástica
estéril, y congeladas a -20°C, luego, se las mantuvo
a temperatura ambiente por 24 horas antes de realizar las
evaluaciones.
Toda la secuencia detallada fue inicialmente analizada
en hueso plástico, a fin de evitar fallos y optimizar el acople
del espécimen al sistema de compresión.
En primera instancia, se llevó a cabo una meticulosa resección
de las partes blandas remanentes adheridas a la pieza.
A continuación, se tomaron radiografías de frente y de
perfil de todos los radios con la misma técnica radiográfica
y se descartó cualquier patología ósea subyacente, como tumores
óseos, o que alterara la densidad normal del hueso. El
grado de mineralización ósea se registró mediante la densitometría
(Lunar DPX/L Dual Energy X-Ray Bone Densitometer)
y se constató que todos los modelos estuvieran
dentro de los parámetros normales de densidad ósea según
la International Society of Clinical Densitometry (ISCD).19
Tabla 1. Descripción de los lotes
F = femenino; M = masculino; IMC = índice de masa corporal; DMO = densidad mineral ósea.
Se aprovechó la presencia del par del donante para disminuir la variabilidad biológica entre los radios por comparar. La osteosíntesis palmar se efectuó con dos placas de distinta manufactura para evaluar si la fijación distal con tornillos o pernos actuaba de manera diferente. En tres pares de radios (lotes 1VL, 3VL y 5VL), se utilizó la placa Universal® (Stryker) importada, mientras que, en los tres pares restantes (lotes 48, 49 y 51), se utilizó la placa Osteona® nacional (Figura 1). La fijación distal de cada par se realizó con el mismo tipo de placa y se asignó, en forma aleatoria, la colocación de pernos o tornillos en el radio izquierdo o el derecho. En un primer momento, se montó la placa al hueso intacto. La fijación proximal de la placa Universal® se realizó con dos tornillos bloqueados de 2,3 mm en los dos orificios proximales y un tornillo bicortical no bloqueado de 2,3 mm de diámetro en el dinámico. Para la fijación epifisaria, se utilizaron siete tornillos bloqueados de 2,3 mm en un radio o siete pernos bloqueados de 2 mm de diámetro (4 en la fila distal y 3 en la fila proximal según el diseño de la placa) en el radio contralateral del mismo cadáver. Para la placa Osteona®, se empleó igual fijación proximal con tornillos de 2,7 mm de diámetro y la única fila epifisaria de cinco orificios que se fijó mediante tornillos de 2,4 mm o pernos de 2 mm de diámetro. En todos los casos, la estabilización distal se realizó a nivel subcondral de la superficie articular. Se tomó un par radiográfico para controlar la colocación final de la osteosíntesis que, luego, fue retirada. Se reprodujo una fractura extrarticular (AO-A3) mediante una osteotomía sustractiva en cuña de base dorsal de 10 mm centrada a 15 mm proximal del margen articular, sobre el tubérculo de Lister.18-20 La cortical volar se conservó intacta, para después fracturarla en forma manual. Por su parte, la cortical dorsal del fragmento distal fue resecada mediante pinza gubia para reproducir más fehacientemente la conminución dorsal. Luego de recolocar la placa con tornillos o pernos, se tomó otro par radiográfico. Se evaluó la reducción anatómica y la relación entre la osteotomía y el material de osteosíntesis (Figura 2).
Figura 1. A. Placa Universal® (Stryker). B. Placa
Osteona®. C. Perno y tornillo bloqueado.
Figura 2. A. Configuración de la osteotomía con placa montada. B. Resección antes de retirar la
osteosíntesis. La cortical volar se completa mediante osteoclasia. C. Disposición definitiva.
La metodología antes descrita se empleó a fin de asegurar una reducción anatómica de la fractura durante la recolocación del material de osteosíntesis. El paso siguiente consistió en efectuar una osteotomía diafisaria transversal a 145 mm de la superficie articular distal del radio, el ejemplar se fijó a nivel proximal con cemento (polimetilmetacrilato, Subiton®) y se colocó en una posición vertical y neutra (Figura 3).
Figura 3. A. Fijación del ejemplar con cemento en una posición vertical y neutra. B. Montaje definitivo.
Elección de la carga y prueba biomecánica
Los especímenes fueron montados y testeados en el Laboratorio
de Biomateriales del Centro de Investigación y
Desarrollo en Mecánica del Instituto Nacional de Tecnología
Industrial (INTI). El ensayo biomecánico consistió
en evaluar cambios en la rigidez del montaje después de
realizar 5000 ciclos de carga y, a su vez, se constató la
carga máxima y el modo de falla que soporta cada configuración
en estudio.
Para cada muestra, el protocolo de ensayo estuvo dividido
en tres etapas: 1) ensayo estático inicial (EEI), 2)
ensayo dinámico (ED) y 3) ensayo estático final (EEF)
hasta alcanzar la falla de la muestra.
Todos los ensayos estáticos se llevaron a cabo en una
máquina Tinius Olsen H50-KT, utilizando una celda de
carga de 5 kN. La aplicación de la carga de compresión se
realizó mediante una esfera de 22 mm de acero centrada
en el borde cubital de la fosa escafoidea.14
El EEI se efectuó cargando en compresión la muestra a
una velocidad de 2 N/s hasta un valor de 300 N con una
precarga de 5 N. Este proceso se repitió tres veces.
El ED de compresión se realizó entre una carga máxima
de 300 N y una mínima de 20 N, a una frecuencia de 1,3 Hz
durante una hora (5000 ciclos). La metodología fue elegida
estimando que la flexo-extensión de la muñeca y la empuñadura
(grip) suave ocurren un promedio de 150 veces por
día, en las primeras seis semanas, momento en el cual se
calcula que existe un callo lo suficientemente estable.21
Finalmente, se llevó a cabo el EEF a una velocidad de
2 mm/min hasta lograr el fallo del montaje, el cual se interpreta
como el aflojamiento de los tornillos, la deformación
permanente del implante o su rotura. Se registró, en última instancia, el valor de la carga máxima alcanzada.
La velocidad de aplicación de la carga elegida pretende
simular actividades de baja demanda de esfuerzos, por
ejemplo, soportar una persona su propio peso al bipedestar
utilizando sus manos como apoyo.22 Este estudio no
pretende reproducir caídas de alto impacto.
Se realizaron controles radiológicos relacionados con el
ensayo biomecánico. El primero tuvo lugar después del
EEI; el segundo, después de los 5000 ciclos del ED y antes
del EEF y, por último, tras el fallo por carga máxima.
Mediciones
Se obtuvieron las curvas carga versus desplazamiento a
partir del EEI y del EEF. La rigidez inicial y final, antes
de los 5000 ciclos de carga y después, se calculó como la
pendiente de la porción lineal de dichas curvas entre 100 y
300 N. En los resultados, se informa la rigidez en Newton
por milímetro (N/mm) y la carga máxima alcanzada hasta
el fallo en Newton.
En los estudios radiológicos, se llevó a cabo una evaluación
minuciosa de los tres sitios potencialmente débiles
de la fijación: la interfase hueso-tornillo/perno, el bloqueo
placa-tornillo/perno y la forma de la placa.23 Se midieron:
a) la inclinación cubital de la superficie articular del radio
en el frente y en la incidencia de perfil, b) el ángulo volar
de la carilla articular, c) la morfología de la osteotomía
(altura y ángulo de la brecha) y d) el ángulo de la placa
(Figuras 4 y 5). Para facilitar la construcción de las tablas,
los ángulos de la carilla articular de perfil con inclinación
dorsal se informan como valores negativos y aquellos con
inclinación palmar, como valores positivos.
Figura 4. Mediciones radiográficas antes de la falla. Ángulos: A. carilla articular de frente; B. carilla articular en el perfil; C. osteotomía; D. placa; E. altura de la brecha (cm).
Figura 5. Mediciones radiográficas
después de la falla. Ángulos: A. carilla articular de frente; B. carilla
articular en el perfil, C. osteotomía; D. placa; E. altura de la brecha (cm).
Análisis estadístico
Para comparar variables numéricas entre fijaciones con
pernos versus tornillos (muestras relacionadas) se utilizó
el test del signo. Se consideró significativo un valor p
<0,05. El análisis se llevó a cabo con el programa Intercooled
Stata 6.0 (Stata Corporation 1995-1999).
Resultados
Se analizaron los datos de los seis pares de radios evaluados. Los resultados de las pruebas biomecánicas se presentan en la Tabla 2. La carga máxima tolerada por los montajes con tornillos bloqueados fue de 1659 N y de 1905 N en los pernos. En todos los grupos, los implantes se deformaron plásticamente (deformación permanente) sin que se observaran roturas de implantes (Figura 6).Tanto en el EEI como en el cíclico de 300 N, no se observaron diferencias significativas en la rigidez calculada (p = 0,08). Los valores obtenidos en las mediciones radiográficas se presentan en la Tabla 3. En los EEF de los sistemas montados con tornillos bloqueados, se constató una disminución promedio en la altura de la osteotomía de 1,07 cm a 0,45 cm, con una diferencia promedio de 0,62 cm (rango de 0,4 a 0,8). El ángulo de dicha brecha disminuyó en promedio unos 18,5º (rango de 11 a 25), lo que produjo, en consecuencia, una alteración significativa en la inclinación palmar de la carilla articular en el perfil radiográfico, que varió de 16,6º a -11,6º, con una diferencia promedio de 28,3º (rango de 22 a 39) (Figura 7A). Además, se objetivó una diferencia promedio en el ángulo hacia dorsal de la placa de 28,5º (rango de 16º a 40º). El ángulo de la superficie articular del radio en el plano coronal se modificó de 23º a 10,5º. En ninguno de los especímenes fijados con tornillos, se constató el aflojamiento en la interfase tornillo-placa, ni hubo signos de demarcación radiológica en la relación tornillo-hueso.
Tabla 2. Rigidez en las pruebas biomecánicas expresada en N/mm
Figura 6. Rigidez promedio en las pruebas
inicial estática y dinámica.
Figura 7. Modificación del ángulo de la carilla articular en el perfil antes del estudio biomecánico y luego de la falla. A. Tornillos. B. Pernos.
En los sistemas montados con pernos, hallamos una variación
promedio en la altura de la osteotomía de 0,98 cm
a 0,75 cm, con una diferencia de 0,23 cm (rango de 0,1
a 0,4), con la resultante disminución en el ángulo de la
brecha con un promedio de 10,8º (rango de 8º a 18º). La
orientación volar de la faceta articular en el perfil varió,
en promedio, de 16,8º previos a 5,5º, con una diferencia
de 11,3º (rango de 7º a 15º). En lo referente al ángulo de
la placa, se encontró una discrepancia promedio de 17,1º
(rango de 10º a 30º) hacia dorsal (Figura 7B). Cuando se
analizaron las radiografías de frente, se observó una modificación
promedio de la inclinación cubital de la superficie
articular de 6º (rango de 2º a 10º).
Las diferencias en el ángulo de la osteotomía, el de la
carilla articular en el perfil y el ángulo de la placa entre
la medición antes del estudio biomecánico y la posterior
a la falla fueron estadísticamente significativas al comparar
pernos y tornillos (p = 0,03).
Si bien todos los sistemas montados con pernos mantuvieron
el bloqueo con la placa, en todos los radios, se
observó un aflojamiento en la interfase perno-hueso, tanto
visual como radiográficamente, y se constataron signos
claros de demarcación. A su vez, se apreció un retroceso
del perno con respecto a la cortical dorsal, que configuró
una separación promedio de la placa en relación con el
hueso de 2,6 mm (rango de 2 a 4 mm).
Los resultados según la manufactura del implante (Universal
® y Osteona®) fueron similares. Si bien los implantes
nacionales mostraron una menor rigidez y, por ende,
requirieron una menor cantidad de N para alcanzar la falla,
como se muestra en la Tabla 2, la tendencia fue la
misma con ambas placas, es decir, tanto en los implantes
importados como en los nacionales se necesitaron menos
N para lograr la falla en aquellos sistemas montados con
tornillos (Tabla 2). De igual manera, en ambos implantes,
se determinó siempre una menor alteración de los ángulos
antes mencionados en los montajes con pernos (Tabla 3).
Tabla 3. Resultados de las mediciones radiográficas
Lotes 1VL, 3VL, 5VL fijados con placa Universal® (Stryker) y 51, 49, 48 con placa Osteona®. RxP = radiografía de perfil; RxF = radiografía de frente.
Discusión
Desde el advenimiento del empleo de placas para tratar
las fracturas de radio distal, los implantes han sido evaluados
biomecánicamente en diversos aspectos. Willis y
cols.24 fueron los primeros en manifestar la superioridad
de las placas bloqueadas sobre aquellas no bloqueadas
colocadas del lado volar. De esta forma, se elimina la interfase
tornillo-placa y se logra que la estabilidad de la
fractura esté sujeta a la rigidez de la construcción.25,26 Ambas placas utilizadas (Universal® y Osteona®) ofrecen
la opción de fijación multiaxial epifisaria con pernos
lisos bloqueados de 2 mm o tornillos bloqueados de rosca
total. En relación con dicha fijación, algunos autores recomiendan emplear pernos bloqueados para disminuir la incidencia
de lesión del hueso subcondral por presentar una
superficie uniforme de contacto, mientras que, por otro
lado, los tornillos podrían afectar el cartílago articular en
los casos de colapso radial.14
En un estudio biomecánico sobre cadáveres, Drobetz y
cols.19 comprobaron la importancia del posicionamiento
subcondral de la fijación distal (<4 mm) para optimizar
la rigidez y reducir el acortamiento radial. A su vez, es
importante remarcar que, si bien los pernos bloqueados
subcondrales funcionan como soporte interno y dan sostén
por encaje, no proveen compresión interfragmentaria
y la consolidación queda confiada en la alta capacidad de
curación de la metáfisis radial.12,13
Aunque el empleo de los pernos en placas volares ha
adquirido popularidad, se conoce poco sobre su conducta
biomecánica. Koh y cols. realizaron un estudio cadavérico
que comparó el comportamiento a la fatiga de 10 placas
para la fijación de fracturas de radio distal, con una sola
bloqueada con pernos distales, y no hallaron diferencias
significativas.22
En un estudio más reciente, Martineau y cols.16 evaluaron
biomecánicamente el rendimiento de placas de bloqueo
angular con tornillos y pernos bloqueados en fracturas
intrarticulares reproducidas en hueso de plástico
bajo compresión axial. Se confeccionaron diversas configuraciones
para la fijación distal y se demostró que los
tornillos bloqueados resultaban superiores a los pernos,
particularmente en la estabilización subcondral de la fosa
semilunar. Una limitación de dicho trabajo es que la evaluación
se llevó a cabo usando hueso plástico, sólo ante
fuerzas de compresión axial y, además, que la fijación fue
epifisaria bicortical.
Mehling y cols.27 realizaron un trabajo biomecánico
también en ocho pares de modelos cadavéricos con características
similares a las de nuestro estudio, pero añadiendo
una fuerza torsional a la carga. Observaron una menor
rigidez de los sistemas montados con pernos respecto de
aquellos fijados con tornillos. Sin embargo, encontraron
distintas causas de falla con ambos sistemas. La mayoría
de los pernos fallaron por un desacople en el sistema de
bloqueo con la placa (5 de 8), otros dos casos fallaron
por un aflojamiento en la interfase perno-hueso (2 de 8)
y uno falló por fractura del fragmento proximal (1 de 8).
En los sistemas fijados con tornillos, tuvieron una falla
del sistema de bloqueo y una por aflojamiento del tornillo,
mientras que los seis restantes fallaron por fractura
del fragmento proximal. Una de las fortalezas de nuestro
trabajo es que, a diferencia del estudio de Mehling y cols.,
todos los sistemas con pernos se comportaron de la misma
manera frente a la falla, de la misma forma lo hicieron
los sistemas con tornillos, lo que nos permitió observar
un patrón de falla específico para cada sistema. Además,
observamos una mayor rigidez significativa en los sistemas
fijados con pernos. No obstante, es difícil comparar
ambos estudios, debido a que Mehling y cols. utilizaron
radios cadavéricos correspondientes a individuos de entre
50 y 94 años (promedio 75.6 años), mientras que nosotros
evaluamos la carga en radios de individuos sin osteoporosis
y una edad promedio de 40.6 años (rango de 26 a 50
años). Otro aspecto que dificulta más aún la comparación
es que, en aquel estudio, los radios fueron sometidos a
una carga axial más torsional, en tanto que nosotros solo
lo hicimos bajo carga axial.
En nuestra experiencia, hallamos un mayor colapso en
la altura de la brecha en el sistema cuya fijación distal estaba
dada por tornillos. Esto trae aparejada una disminución
en el ángulo de la osteotomía con la consecuente inclinación
dorsal en la orientación de la superficie articular
(Figura 7). En los sistemas montados con pernos sucedió
algo similar, pero ocurrió en menor medida que con los
tornillos, hubo una diferencia significativa (p = 0,03) en
el ángulo de la superficie articular (28,3º en los tornillos y
11,3º en los pernos) con respecto a los ángulos previos a
las pruebas (Figura 8). A su vez, los sistemas fijados con
pernos requirieron un mayor valor de carga para llegar a
la falla (1905 N). Esto indicaría que la carga dejaría de
transmitirse por la placa fijada distalmente con pernos,
debido al alejamiento del implante del hueso en todos
los casos (2,6 mm promedio), llevando al aislamiento del
sistema, lo cual también se constata debido a la menor
deformidad de las placas fijadas con pernos. Se describe
un deslizamiento epifisario por sobre los pernos que
posibilita, a su vez, una nueva transmisión de la fuerza
desde el fragmento distal hasta el proximal directamente.
Los tornillos bloqueados, en cambio, se comportaron en
forma distinta. En este caso, la fijación mecánica entre el
hueso y los tornillos, producto de sus espiras, mantuvo la
placa adherida al hueso (Figura 9), lo que favoreció que
la transmisión de la fuerza se mantenga siempre a través
de la placa y así le provoque una mayor deformación. Esta
deformación estaría asociada al mayor desplazamiento y
ángulo dorsal del fragmento distal observado. Además, si
bien las placas nacionales fallaron ante una fuerza menor,
ambos implantes (Universal® y Osteona®) mostraron el
mismo comportamiento, lo que evidencia una mayor deformidad
con una mayor pérdida de la inclinación palmar
en aquellas placas fijadas con tonillos, independientemente
de su fabricación.
Los puntos salientes de nuestro estudio son el empleo
de hueso cadavérico y la supresión del sesgo al controlar,
en forma aleatoria, con el radio contralateral, pero tiene
un número inherentes de limitaciones. En primera instancia,
el número de la muestra fue acotado debido a la disponibilidad del implante. En segundo término, se empleó
solo una carga lineal axial de compresión, ya que fue
considerada como la mejor opción para evaluar la falla en
este tipo de fracturas de radio distal. La carga torsional y
el cizallamiento no fueron evaluados, pero tendrían una
participación más compleja in vivo. Es importante remarcar
la imposibilidad de extrapolar los resultados obtenidos
a fracturas intrarticulares.
Figura 8. Radios ya sometidos a prueba: nótese la diferencia
en la altura de la osteotomía que lleva a la desviación
dorsal articular en el radio fijado con tornillos (izquierda)
y montado con pernos (derecha).
Figura 9. Radios ya sometidos a prueba. En los radios
fijados con tornillos (A y C), la placa continúa adherida
al hueso, mientras que, en aquellos fijados con pernos
(B y D), la placa se aleja unos milímetros del hueso.
Observamos entonces una transmisión de cargas en dos tiempos en los modelos fijados con pernos. Un primer tiempo en el cual la fuerza se transmite de la epífisis a la diáfisis a través del material de osteosíntesis (huesoplaca- hueso), puenteando la fractura y deformando el implante, como ocurre en las placas con tornillos. En un segundo tiempo, la separación de la placa del hueso debido al deslizamiento de los pernos posibilita que la fuerza se transmita directamente del fragmento distal al proximal (hueso-hueso) que produce, en todos los casos, la fractura incompleta y longitudinal de la cortical volar (Figura 10).
Figura 10. Radios ya sometidos a prueba. Obsérvese la
fractura incompleta longitudinal, tanto lateral (A) como
medial (B) que despega la cortical palmar y produce
acortamiento.
Conclusiones
Se podría decir que el perno tendría un comportamiento menos perjudicial que el tornillo en la orientación palmar de la superficie articular cuando falla el sistema en el que está montado. Queda como interrogante si una mayor desviación dorsal de la superficie articular que ocurre en los sistemas fijados con tornillos tiene una mayor morbilidad que una fractura incompleta longitudinal de la cortical volar que sucede en los sistemas montados con pernos.
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