ARTÍCULOS
Caracterización geofisica de la Cuenca de Quehué, provincia de La Pampa
Elena E. de Elorriaga1, José Kostadinoff2 y Luis A. Raniolo3
1Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad Nacional de La Pampa, Santa Rosa, La Pampa. e-mail: elorriaga@exactas.unlpam.edu.ar
2Departamento de Física, Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, Buenos Aires. e-mail: gfkostad@criba.edu.ar
3Departamento de Agrimensura, Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, Buenos Aires. e-mail: syariel@criba.edu.ar
RESUMEN
La cuenca de Quehué se reconoce como una faja continua de valores negativos de anomalías gravimétricas de Bouguer, muy estrecha y elongada, que se ubica en el este de la provincia de la Pampa. Se desarrolla a lo largo de unos 300 km con una orientación N35ºO, desde Luan Toro al norte, pasando por Quehué y Abramo, hasta la Laguna Colorada Grande al sur. En base a los resultados geofísicos, se considera que está limitada por importantes fallas y que se trata de una cuenca tipo rift similar a la de General Levalle. Se considera que esta cuenca forma parte del sistema de rifts pampeanos de la Argentina, en conjunto con la cuenca de Macachín con la que se relaciona genéticamente. En el área comprendida en esta investigación se observan máximos y mínimos gravimétricos relativos de diferente magnitud que se asocian con cambios en la profundidad del basamento. En la cuenca se reconocen seis depocentros que varían en extensión y espesor sedimentario. Aunque sólo se ha confirmado la presencia de sedimentitas cretácicas, es posible que el relleno inicial de la cuenca haya comenzado en el jurásico y esté apoyado, en parte, sobre sedimentos paleozoicos. Las variaciones en los datos gravimétricos y magnéticos a ambos lados de la cuenca señalan diferencias en la composición del basamento.
Palabras clave: Prospección geofísica; Depocentros; Cuenca de Quehué.
Abstract
Geophysical characterization Quehue Basin, La Pampa province. Quehué basin is a continuous belt of negative values of Bouguer anomalies that are located in the east of the province of La Pampa. It is very narrow and spreads along 300 km, with an orientation N35°W, from: Luan Toro in the north, through Quehué and Abramo, Laguna Colorada Grande in the south. Based on geophysical results, it is believed to be limited by major faults and that is a rift basin similar to General Levalle's. It is part of the pampeano rift system of Argentina; parallel and genetically associated to the Macachin basin. The area studied in this research includes maximum and minimum gravity of different magnitudes associated with changes in basement depth. In Quehue basin six depocenters are recognized, they vary in extension and sediment thickness. Although only the presence of Cretaceous sediments was confirmed, it is possible that initial filling of basin has begun in the Jurassic and is overlying, in part, on Paleozoic sediments. Variations in gravity and magnetic data in both sides of the basin show differences in basement composition.
Keywords: Geophysical prospection; Depocenters; Quehue Basin
INTRODUCCIÓN
El área comprendida en este estudio se ubica en el este de la provincia de La Pampa, entre los 35º y 39º de latitud sur y 63º30' y 65º30' de longitud oeste (Fig. 1). Comprende una llanura con geoformas controladas principalmente por una duricostra calcárea, presentando una cubierta de sedimentos recientes y escasos afloramientos de rocas mesoproterozoicas, mesozoicas y terciarias marinas y continentales (Visconti et al. 2010), lo que optimiza el uso de métodos geofísicos de campos potenciales con el fin de mejorar el conocimiento del subsuelo.
Figura 1: ubicación del área de estudio y del perfil Unanue-Arano. Las líneas marcan límites de cuencas reconocidas
por geofísica.
Salso (1966a), describió en el área la
cuenca de Macachín considerando secciones
sísmicas y perforaciones, entre ellas
las Abramo Nº1 y Nº2, describiendo un
relleno que comienza en el permotriásico.
Posteriormente Zambrano (1972, 1974) e
Yrigoyen (1975) suponen que la depositación
de sedimentos en esta cuenca se inicia a partir del cretácico y que puede tener
vinculaciones con las cuencas de Laboulaye
al norte y la del Colorado por el sur.
En la zona estudiada se unifican los sistemas
de rifts pampeanos central y occidental
(Ramos 1999), que finalizan, hacia
el sur, en la cuenca del Colorado. Este
conjunto de cuencas se desarrolló durante
la etapa distensiva ocurrida a partir del
Cretácico temprano (Ramos 1999, Chebli et al. 2005) debido a la reactivación de
antiguas zonas de sutura entre los terrenos
acrecionados en tiempos paleozoicos
(Ramos y Kay 1991, Kay y Ramos 1996,
Franzese et al. 2003, Rivarola y Spalletti
2006); en este caso, se corresponde con la
sutura entre el Terreno Pampeano Oriental
por el oeste y el Cratón del Río de
la Plata por el este (Schmidt et al. 1995,
Kraemer et al. 1995, Rapela et al. 1998,
von Gosen et al. 2002). La mayor parte
de las cuencas que integran estos sistemas
son de origen extensional (rifts) de tipo
hemigraben, con mayor desarrollo en el
borde oeste (Uliana et al. 1989). Para
estas cuencas se han descripto depósitos
sedimentarios mesozoicos y cenozoicos,
con secuencias continentales del tipo red
beds; los correspondientes al cretácico
incluyen intercalaciones de capas de basaltos
(Uliana y Biddle 1988, Uliana et
al. 1990, Schmidt et al. 1995, Gardini et al. 1996), como los registrados en la
cuenca de Gral. Levalle (Webster et al. 2002, 2004, Chebli et al. 2005). Urien y
Zambrano (1996) para la cuenca del Colorado
y Baldo et al. (1996) y Carignano et al. (1999) para las Sierras Pampeanas,
indicaron que en esas áreas sólo son esperables
registros jurásico-cretácicos para
los primeros depósitos de las cuencas. Se
han mencionado para estos sistemas de
cuencas, procesos de inversión tectónica
localizados principalmente en los márgenes
activos de los depocentros ocurridos
durante el Neógeno (Uliana et al. 1989,
Schmidt et al. 1995).
El basamento de la región ha sido correlacionado
con el de Sierras Pampeanas
Orientales (Linares et al. 1980, Tickyj et
al. 1999); en el oeste y suroeste del área
estudiada han sido reconocidos los efectos
de la actividad de la orogenia Famatiniana
(Sato et al. 2003, Varela et al. 2009). Según
datos de perforaciones y geoeléctrica
(Herrero Ducloux 1978), en el oeste de
la zona de estudio, se halla en general a
poca profundidad (100-250 m). Sobre el
mismo, en el norte se han descripto sedimentitas
paleozoicas (de Elorriaga y Tullio
1998) y en el suroeste las unidades extrusivas
del Grupo Choiyoi (Montenegro et
al. 2003, Llambías et al., 2003). Kostadinoff
y Llambías (2002) consideraron que la
magnitud de los movimientos ascendentes
de la corteza fue limitada en esta zona, por
lo cual estas rocas pudieron conservarse en
parte.
Las primeras investigaciones geofísicas, en
el área incluida en este estudio, se llevaron
a cabo en la zona de Cuchillo Có - Abramo,
donde Stollar (1956), con disparos de
refracción, reconoció la presencia de una
cuenca con espesores mayores a 800 m,
datos que justificaron la realización de las
perforaciones Abramo Nº1 y Nº2 (Salso
1966b) en las vecindades de la localidad
homónima.
Orellana (1966), interpretando la sísmica
de refracción realizada por la empresa YPF
entre Anguil-Uriburu, determinó el límite
este de la cuenca de Macachín e interpretó
espesores sedimentarios de más de
2400 metros. Sobre esta línea se procedió
a la perforación del pozo de exploración
Uriburu N°2 (Miró 1968) el cual atravesó
sedimentitas terciarias (continentales y
marinas) y finalizó en depósitos asignados
al cretácico, a los 1500 m de profundidad,
sin atravesarlos totalmente.
Portugal (1973) realiza un informe sobre
las líneas de sísmica de reflexión registradas entre Anguil - Catriló y Guatraché
- Avestruz, proponiendo la realización
de una perforación en Guatraché. Las interpretaciones
de esas secciones sísmicas
realizadas por de Elorriaga y Camilletti
(1999a, b) para esta cuenca entre Anguil
y Uriburu, determinaron una estructura
tipo hemigraben, con los mayores espesores
al oeste y un relleno sedimentario
relacionado con la etapa de rift y posrift
de edad meso - cenozoica, sobre registros
de rocas sedimentarias paleozoicas y basamento
cristalino. Estas características se
repiten en los alrededores de la zona de
Guatraché según el análisis de la sección
sísmica 25142 (Fig. 2) realizado por de
Elorriaga (2010).
Figura 2: sección sísmica 25142 registrada en Guatraché (Portugal 1973). La interpretación indica el aumento del espesor sedimentario hacia el oeste y la discordancia sobre
la que yacen los depósitos terciarios.
A partir de un relevamiento gravimétrico
y magnético regional realizado en toda la
provincia de La Pampa, Kostadinoff et al. (2001) y Kostadinoff y Llambías (2002)
consideraron que en el este de la misma
se desarrollan dos cuencas, la de Quehué
por el oeste y la de Macachín al este (Fig.
1). La cuenca de Quehué fue definida en
forma preliminar por Kostadinoff et al. (2001), como una serie de mínimos gravimétricos
alineados, ubicados al oeste de
la cuenca de Macachín; posteriormente
Kostadinoff y Llambías (2002), utilizando
modelos gravimétricos, propusieron la
existencia de espesores sedimentarios de
más de 4000 metros en los depocentros
que la integran. La cuenca de Macachín
fue estudiada por de Elorriaga (2010)
quien, en base a los modelos de extensión
continental propuestos por Corti et al. (2003), propone que ambas cuencas están
relacionadas genéticamente.
En la zona se ha descripto la presencia de
dos terrenos, Pampeano Oriental al oeste
y el Cratón del Río de la Plata al este, cuya
sutura ha sido aprovechada como línea de
debilidad para el desarrollo de las cuencas
de Quehué y de Macachín (de Elorriaga,
2010).
METODOLOGÍA
Para esta investigación se recopiló y analizó
la información de publicaciones geológicas,
perforaciones y datos geofísicos de
la región e inmediaciones. A fin de mejorar
la información se llevó a cabo la densificación
de datos gravimagnetométricos
en el sector incluido en el estudio, lográndose
una distribución en promedio de un
punto cada 6 kilómetros.
Los valores del campo gravimétrico terrestre
se obtuvieron con un gravímetro geodésico
Worden y los del campo magnético
terrestre (CMT) con un magnetómetro de
precesión protónica Geometric G-826.
El posicionamiento de las estaciones se
realizó con equipos GPS modelo Garmin
SRV-100. Las estaciones se midieron sobre
mojones del Instituto Geográfico Militar
(IGM) previamente seleccionados, con el
fin de mantener una alta precisión en las
cotas utilizadas para el cálculo de las anomalías
gravimétricas.
Para obtener el mapa de anomalías de
Bouguer del campo gravitatorio (Fig. 3),
los datos se corrigieron por deriva instrumental,
efecto de la atracción lunisolar, de
aire libre y Bouguer. El mapa de anomalías
de los CMT (Fig. 4) se realizó teniendo
en cuenta la deriva instrumental, variación
diurna geomagnética y el valor del campo
geomagnético internacional (International
Geomagnetic Reference Field, IGRF).
Con los valores de anomalías calculados
para ambos campos potenciales (gravedad
y magnetismo), se confeccionaron mapas
de anomalías (2D y 3D) utilizando el programa
SurferÄ y modelos que permitieran
inferir la profundidad de los depocentros
reconocidos en esta cuenca.
Figura 3: mapa de anomalías de Bouguer. Se han ubicado algunas localidades de referencia y los pozos Uriburu
1, Abramo 1, y Abramo 2.
Figura 4: mapa de
anomalías del
campo magnético
terrestre.
Localidades
de referencia y
pozos Uriburu
1, Abramo 1 y
Abramo 2
Con el fin de visualizar los efectos gravimétricos relacionados con estructuras profundas (regionales) y superficiales, se consideraron los mapas de prolongación analítica a 20 km de las anomalías de Bouguer y su correspondiente residual, obtenidos por de Elorriaga (2010), que incluyen gran parte de la zona estudiada (Figs. 5a y b).
Figura 5: a) prolongación analítica ascendente del campo gravitatorio H= 20 km y; b) residual de la prolongación analítica (de Elorriaga 2010)
Con el objeto de inferir información acerca
de la litología se combinaron los resultados
de gravimetría y magnetometría
(Telford et al. 1996).
Para correlacionar los resultados gravimétricos
con la geología con la finalidad de
ajustar los modelos e inferir espesores sedimentarios
de los distintos depocentros,
se consideraron datos de perforaciones y
sísmica. Para los cálculos de los espesores
sedimentarios se tuvo en cuenta el valor de
contraste de densidad entre los sedimentos
y las rocas del basamento de -0,25 gr/cm3,
deducido en de Elorriaga (2010) para los
depocentros de Uriburu (perforación Uriburu
Nº1, Miró 1968) y Guatraché (Fig.
2) ambos incluidos en la cuenca de Macachín.
Este contraste de densidad se verificó
mediante la comparación entre los pozos
Abramo Nº1 (basamento a los 266 metros
de profundidad) y Nº2 (basamento a los
955 metros luego de atravesar sedimentitas
terciarias y cretácicas) (Salso 1966b),
ubicados en el borde sur del depocentro de
Quehué (Figs. 6a y b).
Figura 6: a) mapa de
anomalías relativas
de Bouguer y b)
mapa de anomalías
del campo magnético
terrestre en el área de
Abramo. Se indica
la ubicación de los
pozos Abramo 1,
y 2.
Con el propósito de visualizar la disposición de la cuenca involucrada en este estudio con respecto a las cuencas que se encuentran hacia el este, Macachín y Claromecó, y relacionar su magnitud respecto de las mismas, se realizó un perfil gravimagnetométrico, cuya ubicación se indica en la figura 1, que se extiende desde la localidad de Unanue hasta la de Arano, provincias de La Pampa y Buenos Aires respectivamente (Fig. 7).
Figura 7: perfil de
anomalías
gravimétricas y
magnéticas entre
Unanue y Aramo
RESULTADOS
El mapa de anomalías gravimétricas de
Bouguer (Fig. 3) permite identificar un
lineamiento de valores negativos, muy estrecho,
limitado por valores relativamente
más altos, que cruza con un rumbo aproximado
N35ºO el sector este del territorio
de la provincia de La Pampa. En ese mapa,
la línea que define el margen este de esta
estructura se observa con buena definición
en las vecindades de las localidades de
Abramo al sur, Perú, Padre Buodo, Quehué
y Colonia Chapalcó, haciéndose más
suave hasta Luan Toro al norte (Fig. 3).
Este rasgo, que ha sido reconocido como
cuenca de Quehué por Kostadinoff y
Llambías (2002), muestra un ancho reducido, variable entre 15 y 20 km y está
limitado por importantes gradientes que
indican la presencia de fallas de alto ángulo
y de gran desarrollo longitudinal. En el
mapa de anomalía de Bouguer (Fig. 3), se
determinaron seis mínimos gravimétricos
de distinta importancia (Cuadro I) que
se denominaron Abramo, Perú, Gamay,
Quehué, Colonia Chapalcó y Luan Toro
Norte, por su cercanía a las respectivas localidades.
Como se puede observar en las figuras 3 y 5b, hacia el norte de Colonia Chapalcó
se observan máximos gravimétricos poco
definidos y a partir de la localidad de Luan Toro, la serie de mínimos gravimétricos se
orienta hacia el norte uniéndose con el extremo sur de la cuenca de Nueva Galia
(Kostadinoff et al. 2006).
Hacia el sur de la localidad de Abramo,
los mínimos gravimétricos son de menor
importancia y finalizan en el sector de las
lagunas Colorada Grande y Blanca Grande
que se encuentran en el ámbito de la
cuenca del Colorado.
Como se puede observar en el mapa de
anomalía de Bouguer (Fig. 3) y en el perfil
(Fig. 7), es destacable la asimetría que
muestran los valores de las anomalías
Bouguer a ambos lados de la cuenca de
Quehué; el sector este tiene valores que
sobrepasan, por lo general, en más de 20
mGal a los correspondientes al sector oeste.
En el mapa de anomalías del campo magnético
terrestre (Fig. 4) se pueden diferenciar
dos comportamientos: al este de la
cuenca de Quehué las anomalías son de
baja amplitud (< 100 nT) y al oeste y sudoeste
los valores son mayores alcanzando
los 350 nT. Aunque con variaciones, a lo
largo de toda la cuenca de Quehué se observa
una baja respuesta magnética.
Cuando se comparan los mapas de anomalía
de Bouguer (Fig. 3) y de campo
magnético (Fig. 4) se observan que las zonas
con los altos gravimétricos más importantes,
al este de la cuenca estudiada, no
muestran una impronta magnética importante
constituyendo anomalías del campo
magnético total bajas. También se percibe
que al suroeste de la cuenca de Quehué las
anomalías magnéticas de mayor amplitud
coinciden con valores altos de gravedad en
el borde oeste de la cuenca y que más al
oeste ambos disminuyen.
En función del contraste de densidad deducido
(-0,25 gr/cm3) se calculó la potencia de la columna sedimentaria cenomesozoica
para cada depocentro reconocido. Los valores
obtenidos se volcaron en el Cuadro I donde se identifica cada depocentro, la anomalía
residual de Bouguer correspondiente
y el espesor de sedimentos que responde
en los modelos al contraste de densidad
calculado. Es importante destacar que los
resultados obtenidos de los modelos estén
influenciados por el escaso ancho de la estructura,
por lo que es posible que el espesor
de los depósitos mesozoicos sea mayor. En el mapa de prolongación ascendente
de anomalía de Bouguer a H= 20 km, se
observa que los efectos gravimétricos más
superficiales han sido eliminados (Fig. 5a)
por lo que su respectivo residual (Fig. 5b),
es muy similar al de anomalía de Bouguer.
INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS
Teniendo en cuenta consideraciones regionales,
los altos gradientes que limitan
la estructura, indican la presencia de importantes
fallas directas, de alto ángulo y
gran desarrollo longitudinal, relacionadas
con la apertura de la cuenca. Esto indica
una geometría muy similar a la cuenca de
General Levalle (Webster et al. 2004, Chebli et al. 2005). Considerando los antecedentes,
las fallas habrían sido reactivadas
como inversas durante la tectónica andina
(Schmidt et al. 1995, de Elorriaga y Camilletti
1999a).
Como se observa en el mapa de anomalía
de Bouguer, al noreste de la cuenca de
Quehué los mínimos gravimétricos se conectan
con el extremo sur de las cuencas
de General Levalle (Webster et al. 2004) y
de Laboulaye (Zambrano 1974).
La asimetría de los valores de las anomalías
de Bouguer a ambos lados de la cuenca de
Quehué, permite suponer que el basamento
del borde que la limita por el este, es de mayor
densidad que el del oeste (Figs. 3 y 7).
Como se observa en el Cuadro I, los espesores
de los sedimentos cenomesozoicos
inferidos mediante los modelos gravimétricos,
se encuentran comprendidos entre
700 a 2910 metros. Aunque los datos del
pozo de Abramo N°2 permiten solamente
considerar que el relleno más antiguo es
cretácico, este factor no impide especular
la presencia de sedimentos paleozoicos,
como los que se han descripto en el norte
de provincia de La Pampa y sur de la
de San Luis (de Elorriaga y Tullio 1998,
Chernicoff y Zappettini 2005). En el caso
de que estuvieran presentes, gravimétricamente
no se puede inferir la potencia de
los mismos, que en algunos podría alcanzar
centenares metros, en forma similar a
lo que sucede en la cuenca de Claromecó
(Kostadinoff 1993), debido al escaso contraste
de densidad que existe entre sedimentos
triásicos o paleozoicos y el basamento.
Cuadro I: valores de anomalía de Bouguer y espesores de los depocentros diferenciados en la cuenca de Quehué,
calculados a partir de modelos.
En el perfil Unanue - Arano (Fig. 7) es muy
destacable la variación de los valores de
anomalías de Bouguer de las cuencas que
atraviesa; estos, que en orden creciente de
importancia son Macachín (~ -5 mGal),
Claromecó (~ -13 mGal) y Quehué (~ -24
mGal), están asociados directamente con
el espesor de la pila sedimentaria presente.
Además se observa que la respuesta magnética
es similar en las cuencas de Macachín
y Quehué.
El mapa de anomalía residual de la prolongación
ascendente a H=20 km (Fig.
5b) es muy similar al de anomalía de
Bouguer por lo que se considera que las
estructuras se desarrollan principalmente
en corteza superior.
La correlación entre los mapas de anomalía
de Bouguer y de anomalías magnéticas
(Figs. 3 y 4) muestra que en las áreas donde
se ubican los altos gravimétricos más
importantes, las anomalías del campo
magnético total son bajas; esto podría atribuirse
con la presencia de rocas graníticas
del basamento.
Las anomalías magnéticas de mayor amplitud,
que se observan al suroeste del área
de estudio y que coinciden con el borde
oeste del lineamiento de anomalías en
el sector sur de la cuenca de Quehué, se
corresponden con la zona donde aflora
basamento paleozoico relacionado con el
ciclo orogénico Famatiniano (Tickyj et
al. 1999, Sato et al. 2003). Este comportamiento
cambia hacia el este, en el área
correspondiente a las cuencas de Quehué
y Macachín, donde se describe basamento
tipo sierras pampeanas.
Aunque con variaciones, los bajos valores
de anomalías magnéticas, que se observan
a lo largo de toda la cuenca de Quehué
se relacionan con el escaso contenido de
minerales paramagnéticos que muestran
en general el relleno sedimentario de las
cuencas.
El suave mínimo magnético ubicado en las
vecindades de Perú (véase Fig. 4) indica el
hundimiento del basamento y la consecuente
existencia de un relleno sedimentario
de mayor espesor. Este comportamiento
también se observa en los depocentros
Quehué y Colonia Chapalcó.
La orientación NO-SE y el hecho de encontrarse
al sur de las cuencas Cuyana y
Beazley favorece la idea de que la cuenca
de Quehué sea de edad triásica (Ramos
1992). De acuerdo a ello podría postularse
que la apertura de esta cuenca comenzó en
el Triásico y continuó durante el Cretácico,
como sucede en la cuenca de Beazley
(Yrigoyen et al. 1989).
Las características geométricas de la cuenca
de Quehué son similares a las de la
de General Levalle (Webster et al. 2002,
2004, Chebli et al. 2005), por lo que no
se pueden descartar que los espesores sedimentarios
sean mayores a los calculados.
Las sedimentitas más antiguas hasta ahora
mencionadas para el área, han sido asignadas
al Cretácico y se encuentran descriptas
en la perforación Abramo Nº2 (Salso
1966a, Zambrano 1972 y 1974, Yrigoyen
1975) y los afloramientos fosilíferos
descriptos por Casadío et al. (2000) en
el sudeste de La Pampa; según los datos
aportados por Urien y Zambrano (1996)
para la cuenca del Colorado, Carignano et
al. (1999) y Baldo et al. (1996) para las
Sierras Pampeanas, se puede considerar la
probabilidad de la presencia de depósitos
sedimentarios jurásicos en la base del relleno
de las cuencas del área.
Las perforaciones realizadas para la búsqueda
de agua subterránea por la Administración
Provincial del Agua (s/f )
muestran que los depósitos que cubren
al basamento, cuando éste se encuentra a
escasa profundidad, son continentales y
corresponden a la Fm Cerro Azul, asignada
al Mioceno tardío (Linares et al. 1980,
Montalvo y Casadío 1988).
CONCLUSIONES
La cuenca de Quehué se desarrolla en el
este de la provincia de La Pampa, en dirección
NO-SE con un ancho variable entre
15 y 20 km y una longitud de aproximadamente
300 km. Constituye una estructura
tipo rift que incluye seis depocentros de
distinta importancia que, de sur a norte,
se denominaron Abramo, Perú, Gamay,
Quehué, Colonia Chapalcó y Luan Toro
Norte.
En función de las profundidades de las rocas
del basamento y de las formaciones reconocidas
en los pozos Abramo N°1 y N°2
se elaboraron modelos geofísicos que permitieron
estimar los espesores sedimentarios
ceno-mesozoicos en cada uno de los
mínimos gravimétricos (depocentros) de
esta cuenca; los valores calculados varían
entre 689 y 2910 metros.
La cuenca está limitada por altos gradientes
que se corresponden con fallas importantes,
que se consideran relacionadas con
la apertura de la misma.
Se encuentra separada de la cuenca de Macachín
por máximos gravimétricos que se
corresponden con altos basamentales.
Las cuencas de Quehué y de Macachín se
habrían desarrollado aprovechando la sutura
entre los terrenos Pampeano Oriental al
oeste y el Cratón del Río de la Plata al este.
La hipótesis de una posible similitud entre
las cuencas de General Levalle y de
Quehué, es favorecida por la geometría
y estructuración (tipo rift intracratónico
angosto) deducida y los resultados de la
modelización.
AGRADECIMIENTOS
A los Dres. Hugo Tickyj y Ricardo Melchor por sus aportes; a las Dras. Andrea A. Bartel y Claudia Montalvo por sus lecturas críticas y colaboración. A los árbitros del manuscrito, Dr. Augusto Rapalini y anónimo, que permitieron mejorar el contenido de esta investigación. Este trabajo fue realizado con el aporte del subsidio del CONICET PIP Nº 2095.
TRABAJOS CITADOS EN EL TEXTO
1. Administración Provincial del Agua (s/f ). Fichas de perforaciones realizadas en la provincia de La Pampa. Santa Rosa, La Pampa.
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5. Chebli, G.A., Spalletti, L.A., Rivarola, D., de Elorriaga, E. y Webster, R.E., 2005. Cuencas cretácicas de la región central de la Argentina. 6º Congreso de Hidrocarburos. IAPG, Editado en CD. Mar del Plata.
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Recibido: 5 de marzo, 2012
Aceptado: 6 de febrero, 2013