HISTORIA
Georg Schaltenbrand: una intersección inesperada entre la estereotaxia y el genocidio nazi
Roberto Rosler
Historia de la Medicina. Facultad de Medicina. Universidad Abierta Interamericana, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
"Humans injected with multiple sclerosis brain
extracts are not at an increased risk of multiple sclerosis."
Georg Schaltenbrand1
Correspondencia: filipides42@hotmail.com
Recibido: agosto 2006;
aceptado: octubre 2006
Michael Foucault planteó el concepto de conocimientos"sojuzgados" de la historia2 como aquellos
conocimientos históricos que han sido disfrazados o
sepultados por ser "inconvenientes" para los factores de
poder.
El caso de Georg Schaltenbrand, el creador de uno
de los atlas de estereotaxia más utilizados en el mundo3,
es tal vez un ejemplo de este tipo de conocimientos
históricos "enterrados" ya que si bien es conocido en el
campo de la historia de las acciones médicas antiéticas4-8 no he encontrado hasta hoy ningún comentario
al respecto en el campo de utilización de su atlas (citado
43 veces en el PubMed).
El Social-Darwinismo (la idea, planteada por Herbert
Spencer, de la "supervivencia del más apto") fue utilizado
por los teóricos del nazismo para acuñar el concepto de
Eugenesia poderosamente impregnado de la idea de que
el "débil" (otras "razas", los pobres, los enfermos mentales,
los homosexuales y un largo etcétera) transmiten sus
características "indeseables" a las próximas generaciones9-11. El racismo fue el eje teórico del nacionalsocialismo
y su base fue una interpretación vernácula de la
Teoría de la Evolución de Darwin12,13. Esta interpretación
fue la "máscara" científica del nazismo.
Apoyados en este basamento teórico fue fácil para
algunos pensadores sociales darle un contenido moral
a la noción del "más fuerte" de manera tal que las razas
que sobrevivían (asesinando a otras) estaban moralmente
justificadas.
Así la doctrina de la selección natural fue fácilmente
asimilada por el conde de Gobineau5 quien publicó en
la segunda mitad del siglo XIX un ensayo titulado "La
desigualdad de las razas humanas" (sic).
Para Gobineau "las razas que se mantuvieron superiores
fueron aquéllas que mantuvieron su pureza
racial intacta, por esto la raza blanca es la superior".
De las propuestas de pensadores como Gobineau,
Adolf Hitler creó una política "biológica" centrada en el
racismo.
Así podemos ver en su libro Mi lucha conceptos como "selección natural", "apareamiento selectivo", "lucha
entre razas por la supervivencia", "exterminio del débil
para crear una mejor sociedad", "mezclar sangre aria
con razas inferiores resultará en la degeneración de la
raza fundacional", "saquen a los germanos nórdicos y
no quedará nada más que la danza de los monos", etc.11.
Hasta el título de este libro (Mein Kampf) está inspirado
en el principio social-darwinista de una lucha constante
para lograr la supervivencia.
Fig. 1. Atlas de Schaltenbrand y Wahren.
Un número no despreciable de softwares
para estereotaxia están basados en este
atlas
Fig. 2. Tapa de la obra que resume el pensamiento
de Adolfo Hitler. Hitler escribió Mi
Lucha en prisión y sigue siendo aún hoy en
día un "best seller" en todo el mundo.
Fig. 3. Herbert Spencer. El creador del social-
darwinismo. Muchos autores creen hoy
en día que sería más justo llamar a esta
teoría social-spencerismo.
En 1920 aparece un libro titulado "Destrucción de la
vida indigna de vivir" escrito por un abogado (Karl
Binding) y un psiquiatra (Alfred Hoche)8. En sus páginas
se defiende firmemente la idea que debe ahorrarse
el dinero dirigido a los asilos de enfermos mentales para
fines más productivos. Estamos recién en los inicios de
la República de Weimar y estas ideas reciben un fuerte
rechazo por parte de la mayoría de los médicos alemanes11.
En este ambiente, la depresión económica de los 30
genera en el público una mayor intolerancia y un claro
giro hacia la derecha que finaliza con la reinstauración
en Alemania de la pena de muerte y la radicalización de
las ideas médicas sobre eugenesia e "higiene" racial.
En una época de recortes drásticos del gasto público
el costo de mantenimiento de los enfermos mentales en
los asilos entra en el centro de un debate parlamentario
en Alemania que finaliza con una legislación sobre
esterilización "voluntaria" de aquellas personas que
tuvieran taras hereditarias10.
Fig. 4. Publicidad (no muy subliminal) del gobierno Nazi. Dice: "Esta persona genéticamente enferma le costará al país 60 mil
marcos ¡Ciudadanos este es vuestro dinero!" Realizada por el órgano oficial de la oficina de política racial del partido Nacionalsocialista
Esta Ley de Esterilización del Reich (promulgada en
1932), aunque parezca increíble, recibe un entusiasta
apoyo de abogados, funcionarios y de la Asociación de
Médicos de Alemania. Debemos recordar que en ese año
el partido Nacionalsocialista recibió el 34% de los votos.
Los nazis, descontentos con una legislación que consideraban "timorata", reclamaron una esterilización obligatoria
de todos aquéllos con enfermedades hereditarias.
En 1933 Adolf Hitler llega al poder y se aprueba la
Ley para la Prevención de Descendencia de Enfermedades
Hereditarias (mentales y físicas). Esta ley, desarrollada
por un comité de especialistas en población y
cuestiones raciales, está dirigida a la "esterilización de personas enfermas e inferiores". Dentro de este grupo se
incluyeron hasta los alcohólicos crónicos9.
Siguiendo este principio de ingeniería racial se esterilizaron
en forma obligatoria más de 400.000 personas.
Con el ascenso de Hitler al poder los psiquiatras
dispuestos a la "eutanasia" tuvieron también su posibilidad.
En 1933 el especialista en Derecho Penal (y
Ministro de Justicia nazi) Hans Kerrl proclama: "No es
un delito la orden de privar de la vida a todos aquellos
enfermos mentales incurables".
Gottfied Wagner (dirigente de los Médicos del Reich
y famoso por su "Ley de Sangre") presiona a favor de la
destrucción de "la vida indigna de vivir" y afirma que "Vastos recursos se desperdician en vidas inútiles" (Aclaramos que el autor de estas afirmaciones, aunque
no lo parezca, es un médico)10.
En 1939, el mismo año de la invasión a Polonia y del
comienzo de la segunda guerra mundial, aparece una
oportunidad.
El padre de un niño con discapacidades graves
(ciego, sin antebrazo y con una pierna deforme) solicita
a Hitler que autorice la eutanasia de su hijo. Hitler envía
a su médico personal (Karl Brandt) con la función de
evaluar al niño y autorizar la eutanasia, que es efectivamente
llevada a cabo. A posteriori de este evento
Hitler le da a Brandt en forma verbal poder para actuar
de la misma manera si surgen más casos.
Es así que en los años venideros mueren más de
8.000 niños alemanes por inyecciones de barbitúricos.
Los médicos del Reich son abrumadoramente favorables
a colaborar con la "eutanasia" de enfermos mentales
sólo con autorizaciones verbales14.
Los médicos psiquiatras de los asilos de enfermos
mentales también trabajan en la dirección del Fhurer seleccionando a los pacientes que eran trasladados a
asilos en los cuales otros médicos los asesinaban con
monóxido de carbono.
Los psiquiatras matan a sus propios pacientes.¡Este es un crimen sin precedentes en los anales de la
Historia de la Medicina!*
En 1931 Hermann Simon (jefe de servicio de Psiquiatría)
afirmó: "Son categorías inferiores de personas
los inválidos, débiles, insanos, imbéciles... Algunos
deberán morir".
En 1934 Ernst Rudin (renombrado psiquiatra alemán)
expresó: "Los psiquiatras y las personas sanas
son aliados contra los genéticamente defectuosos. Los
psiquiatras deben ayudar para lograr una raza genéticamente
superior". Continúa Rudin: "La esterilización
compulsiva es uno de los actos más humanitarios"15.
No contentos con esto los pacientes psiquiátricos
son utilizados como "conejitos de India" humanos y son
víctimas de proyectos de investigación humanos.
Niños con déficits mentales son infectados artificialmente
con bacilos de la tuberculosis por el doctor
Friederich Hensel quien publica su tesis de doctorado
sobre este tema. En esta tesis Hensel afirma: "Es lógico
utilizar para la experimentación a niños con deformidades
mentales que no serán de beneficio para la nación"16.
En el asilo de Brandenburgo niños handicapeados deben morir para el desarrollo de tesis de doctorados y
el avance de las carreras de diferentes "científicos".
Uno de estos "científicos" es el doctor G. Schaltenbrand
quien desea comprobar su hipótesis acerca de
que la esclerosis múltiple es una enfermedad de origen
infeccioso y ve una oportunidad en los pacientes
psiquiátricos que de todas maneras serán gaseados.
Extrae líquido cefalorraquídeo de pacientes con esclerosis
múltiple para inyectarlo en monos. Luego extrae
líquido cefalorraquídeo de estos monos y se lo inyecta
a 45 pacientes pediátricos psiquiátricos del Anstalt
Werneck (Franconia). Este estudio finaliza en octubre
de 1940 con el transporte de estos pacientes a la
cámara de gas. Los cadáveres de estos niños son
diligentemente autopsiados por Schaltenbrand quien
intenta obtener evidencias anatomopatológicas que
sustenten su hipótesis1,5,6.
Todos estos estudios son apoyados por la Asociación
Alemana de Investigación (DFG). El doctor Schaltenbrand
es nombrado en 1945 presidente de la Asociación
alemana de Neurología5.
Los médicos alemanes que llevaron a cabo el asesinato
de los enfermos mentales (o los que los utilizaron
como conejillos de india) no fueron juzgados en Nuremberg15,16.
Muchos de estos médicos lograron prosperar en la
Alemania de la posguerra. Ninguno mostró pesar, constricción
o culpa por sus acciones.
Estos médicos asesinos fueron tratados luego de la
guerra con mucha más simpatía que sus pacientes
(quienes recordemos que en 1945 tuvieron una mortalidad
de casi el 50%). Muchos centros hospitalarios y
universitarios de la Alemania de posguerra recibieron
los nombres de los que asesinaron y esterilizaron
compulsivamente.
Schaltenbrand mismo fue invitado a Estados Unidos
durante la posguerra17 y aún podemos encontrar
hoy en día 82 trabajos suyos citados en el PubMed.
Para los médicos alemanes proteger a sus colegas
siempre tuvo prioridad sobre el sufrimiento de sus
víctimas. Sólo así se puede comprender que ningún
colega avisó al gobierno alemán de la posguerra que
muchos de los médicos que actuaban como peritos en
las múltiples demandas por esterilización habían cambiado
sus nombres y eran ellos mismos los responsables
de las atrocidades que eran motivo del peritaje5.
La protección de estos asesinos se prolongó hasta el
día de su muerte. Podemos leer en el obituario del
responsable del gaseado de centenares de pacientes: "Lo honraremos y recordaremos...". En el obituario de
un homicida de cientos de niños: "Conmemoramos con
honor al doctor...".
En el obituario del doctor Panse (encargado de
seleccionar a aquellos pacientes que debían ir a las
cámaras de gas): "Una vida dedicada al servicio de los
sufrientes"18.
El mismo Schaltenbrand "mereció" un obituario en
el Journal of Neurology19.
Una búsqueda en el PubMed acerca de Georg Schaltenbrand
tiene como resultado un claroscuro perturbador:
decenas de artículos que, desde el campo de la estereotaxia funcional, resaltan el brillante aporte de su
atlas con una "negligencia" acerca de sus investigaciones
durante el período nacionalsocialista, y un puñado
de artículos que, desde la historia de la neurología,
destacan sus acciones inmorales*.
No debemos pensar que estos hechos de barbarie
médica pertenecen al pasado. Lamentablemente en los
60 años posteriores han sido documentadas acciones
médicas de este tenor tanto en América, como en
Europa y África. Esto nos obliga a seguir vigilantes el
curso de la ciencia en general y de la medicina en
particular que nunca han sido, ni serán, moralmente "neutras" si respetamos el antiguo precepto hipocrático primum non nocere. Y es que Hipócrates, en teoría el "padre" de la medicina occidental, no sólo se preocupó de intentar separar a la medicina de la religión y de la
magia, sino que también se preocupó por el gran poder
que tenemos los médicos sobre nuestros pacientes y por
esto consideró primordial enmarcar nuestra actividad
entre rígidos límites éticos y nuestro juramento hipocrático
es, ni más ni menos, que el resultado de dicha
preocupación ética.
Probablemente los antecedentes curriculares de
Georg Schaltenbrand lo hacían merecedor de los cargos
académicos, asistenciales y societarios que le
fueron otorgados pero, indudablemente, sus antecedentes éticos no.
Además frente a todos estos hechos de barbarie uno
no puede menos que concordar con una afirmación de
Ernest Klee: "Aquéllos que honran a los perpetradores
matan por segunda vez a sus víctimas"5.
* Es interesante destacar que existen antecedentes históricos de oficiales de la SS (entre ellos el mismísimo Heinrich Himmler) que se negaron a obedecer órdenes verbales en los campos de concentración y exigieron su presentación por escrito. Por el contrario no he podido encontrar documentación acerca de médicos que se negaran a cumplir órdenes (como la de seleccionar entre sus pacientes aquellos que debían ser gaseados) meramente verbales.
* De todas maneras pareciera no haber conocimiento en la bibliografía histórica de que Schaltenbrand ha pasado a la "posteridad" estereotáctica a través de su atlas.
1. Schaltenbrand G. Human multiple sclerosis and the transmissibility of simian demyelinating diseases. Leipzig, 1943.
2. Foucault M. Los anormales. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2000.
3. Schaltenbrand G, Wahren W. Atlas of Stereotaxy of the Human Brain. Stuttgart: Georg Thieme Verlag, 1977.
4. Daroff RB. Schaltenbrand and Hallervorden. Neurology 1994; 44: 201-2.
5. Klee E. Euthanasie im NS-Staat. Die Vernichtung lebensunwerten Lebens. Frankfurt: Fischer Taschenbuchverlag. 2001.
6. Leach JP. Lest we forgive. BMJ 1999; 14: 319(7207): 459.
7. Peiffer J. Neurology in the "3rd Reich" and consequences. Nervenarzt. 1998; 69: 728-33.
8. Shewell MI, Bradley BK. The "Schaltenbrand experiment," Wurzburg, 1940. Scientific, historical and ethical perspectives. Neurology 1994; 44: 350-6.
9. Burleigh M. El Tecer Reich. Una nueva historia. Buenos Aires: Editorial Taurus, 2003
10. Gallego F. De Munich a Auschwitz. Una historia del nazismo, 1919 -1945. Madrid: Editorial Plaza Janés, 2001
11. Kershaw I. Hitler, 1936 - 1945. Editorial Biblos. Barcelona, 2.000
12. Darwin Ch. El origen de las especies. Madrid: Biblioteca Edaf, 2.000
13. Huxley J. Darwin. Barcelona: Salvat. 1985
14. Aziz P. Doctors of death. Ginebra: Ferni publishing, 1976.
15. Mitscherlich J, Mielke F. Doctors of infamy. London: Elek, 1962.
16. Mengele, AG. El último nazi. Barcelona: Vergara. 2006.
17. Schaltenbrand G. Report of a neurological information trip through the United States. Munch Med Wochenschr 1953; 95: 562-4.
18. Perl G. I was a doctor in Auschwitz. New York: International University Press, 1960.
19. Hopf HC. Georges Schaltenbrand (1897-1979). J Neurol 1980; 223: 153-8.