ARTÍCULOS
Caracterización socio-productiva de la situación postceniza del área de Comallo (Río Negro)
Muzi, M.E.1; Losardo, P.G.2
1INTA (IPAF- Región Patagonia), Alberdi 61, Plottier, Neuquén, Argentina. Correo electrónico: muzi.eugenia@inta.gob.ar
2Secretaría de Agricultura Familiar, San Martín 615, Bariloche, Río Negro, Argentina. Correo electrónico: plosardo@hotmail.com
Recibido 28 de mayo de 2015
Aceptado 11 de septiembre de 2015
Publicado online 14 de octubre de 2015
RESUMEN
El área de influencia del Municipio de Comallo se ubica en el departamento Pilcaniyeu, provincia de Río Negro. La principal actividad productiva es la ganadería extensiva ovina y caprina. La zona atravesó un proceso de sequía al cual se suma la afectación por ceniza volcánica por la erupción del volcán Puyehue en junio de 2011. Considerando la importancia de dimensionar y visualizar la situación del sector, el objetivo de trabajo consiste en realizar una caracterización socio-productiva postceniza de los productores del área de influencia del Municipio de Comallo. Se partió de un análisis estadístico descriptivo del padrón de productores del Municipio de Comallo (2013). Se elaboró un dispositivo metodológico basado en entrevistas semiestucturadas a productores agropecuarios seleccionados al azar en cantidades proporcionales en relación con el total de productores en cada paraje. Se consideraron dos acontecimientos climático-naturales como puntos de lectura: la nevada de 1984 y las cenizas de 2011. Entre los principales resultados en el período 1984-2013 se observó una disminución del stock de animales menores del 78% y de los miembros de las familias que habitan en el campo del 91% al 43% representando la compleja dinámica campo-pueblo. El 87% de los casos son productores que no pueden vivir exclusivamente de la actividad productiva predial y un 70% no cubren el autoconsumo de carne, por lo que deben recurrir a otras estrategias. Sin embargo, hay un permanente movimiento poblacional campo-pueblo. El 64% de los hogares agropecuarios perciben asignaciones estatales, el 82% son pensiones jubilatorias. El vínculo campo-pueblo, la franja etaria de 20 a 65 años como sujetos de políticas estatales, el repoblamiento de los campos, entre otros, son cuestiones a tener en cuenta a la hora de definir políticas públicas.
Palabras clave: Pequeños productores; Ceniza; Sequía; Autoconsumo; Políticas públicas.
ABSTRACT
The Municipality of Comallo is located in the department of Pilcaniyeu, Río Negro province. The main productive activity is the extensive ranching sheep and goat. This area suffered a drought process and the effects caused by the eruption of Puyehue volcano in June 2011. The aim is to make a socio-productive characterization after the ash in the area of influence of the Comallo Municipality. A descriptive analysis of the producers register of Comallo (2013) was performed. A methodological device based on semi-structured interviews randomly selected in proportionate amounts related to the total number of producers in each small rural location of farmers was developed. Two natural climate events such as reading points: snowfall in 1984 and the ashes of 2011 were considered. The main results in the period 1984-2013 denote a decrease in the small animals stock of the 78% with a proportion of residents living in the farm of 91% to 43%, representing the dynamic relationship farm-village. The 87% is represented by producers who cannot live exclusively of the farm productive activity and a 70% cannot afford the self-consumption of meat, so they must resort to other survival strategies. However, there is a permanent moving of population farm-village in search of educational, employment alternatives and health. The 64% of farm households receive state appropriations and the 82% are retirement pensions. The farm-village relation, the age group of 20-65 years as state policy subjects, the repopulation of the farms, among others, is issues to consider when defining public policies.
Keywords: Small farmers; Ash; Drought; Self-consumption; Public policies.
INTRODUCCIÓN
La localidad de Comallo está ubicada en la provincia de Río Negro, departamento Pilcaniyeu, sobre la ruta nacional 23, a 110 km al este de Bariloche. El municipio tiene como área de influencia el paraje de Comallo y aledaños, Pilquiniyeu del Limay, Laguna Blanca, Blancura Centro (ubicada en el departamento de Pilcaniyeu y en El Cuy), Mencué y Naupa Huen (ambos en el departamento del El Cuy). Forma parte de la meseta patagónica y se caracteriza por su escasa población rural distribuida en pequeñas localidades y parajes menores de 2000 habitantes. El clima es semiárido frío con un promedio de precipitaciones anuales de 237 mm. (EASDALE, M.H. et. al., 2011). La zona atravesó un proceso de ocho años de sequía que se inició en el año 2005-2006, al que se le sumó la afectación por ceniza volcánica por la erupción del cordón Caulle- Puyehue en junio 2011. Según el análisis socio-productivo elaborado por INTA- EEA Bariloche, el 91% de los productores son familiares de pequeña escala (minifundistas)1 y poseen el 43% de los animales (ovinos, bovinos y caprinos) (INTA, 2011). El Comité de Emergencia (COEM) evaluó la mortandad de animales hacia fines del 2011, cuyo promedio resultó de 50% (EASDALE, M.H. et. al., 2011).
Figura 1. Detalle del nivel de afectación de cenizas por paraje
Fuente: Laboratorio de Teledetección y SIG. EEA San Carlos de Bariloche (2013)
Las cenizas caídas con la erupción del volcán impactaron
diferencialmente en los distintos parajes del área de influencia
del Municipio de Comallo.
Durante el año 2012 se produjeron una serie de aluviones
que afectaron principalmente la zona aledaña al ejido
de Comallo. Asimismo, en enero del 2013 las tormentas
afectaron a los parajes de Pilquiniyeu del Limay, Blancura
Centro y algunas zonas de Comallo, siendo perjudicados
en menor medida los parajes de Laguna Blanca y Mencué.
Frente a esta situación, el Municipio de Comallo, la Subsecretaría
de Agricultura Familiar (SSAF) y el Instituto de
Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña
Agricultura Familiar de la Región Patagonia (IPAF) consideraron
de importancia dimensionar y visualizar la situación
del sector que se caracteriza por el considerable emplazamiento
de pequeños productores.
Considerando la tipología de pequeño productor (PP)
propuesta por Obschatko et al., 2007, el “PP” se caracteriza
por: trabajar directamente en la explotación, no emplear
trabajadores no familiares remunerados permanentes,
no tener la explotación como forma jurídica la “sociedad
anónima” o “en comandita por acciones”. Tiene en cuenta
un límite físico para la explotación productiva que puede
realizar el PP con su trabajo directo, el de su familia y el
del personal contratado transitoriamente. En el caso de la
región patagónica se considera de 5000 ha el límite de la
explotación, 200 ha de superficie cultivada y hasta 500 Unidades
Ganaderas (UG)2 (Obschatko et. al., 2007: 33).
A los pequeños productores se los clasifica en 3 tipos
según la cantidad de UG, las ha implantadas y el nivel de
pobreza:
• PP Tipo 1: estrato superior de PP familiar capitalizado
que puede evolucionar (reproducción ampliada de su
sistema de producción). No presenta rasgos de pobreza.
Los criterios de corte de los indicadores son: de
100 a 500 UG y más de ½ ha implantada con frutales
(Obschatko et. al., 2007: 36).
• PP Tipo 2: estrato intermedio de PP familiar (los llamados
campesinos) que posee una escasez de recursos
(tierra, capital, etc.) que solamente le permite la reproducción
simple (mantenerse en la actividad) y presenta
algunos rasgos de pobreza por falta de acceso a
servicios sociales básicos. Los criterios de corte de los
indicadores son: entre 51 y 100 UG y hasta ½ ha implantada
con frutales (Obschatko et. al., 2007: 36).
• PP Tipo 3: estrato inferior de PP familiar, cuya dotación
de recursos no le permite vivir exclusivamente de su explotación
y mantenerse en la actividad, por lo que debe
recurrir a otras estrategias de supervivencia. Posee
acentuadas condiciones de pobreza. Los criterios de
corte de los indicadores son: hasta 50 UG y no poseer
superficie implantada con frutales (Obschatko et. al., 2007: 36). Aquí se introduce implícitamente el concepto
de pluriactividad. En muchos casos, la explotación es el
lugar de residencia, pero no el medio de vida, el cual se
obtiene de trabajos generalmente fuera de ella.
Bajo este marco, el objetivo de la presente investigación consiste en realizar una caracterización socio-productiva de la situación postceniza de los productores del área de influencia del Municipio de Comallo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Para el diseño de la investigación se partió del relevamiento realizado por el Municipio de Comallo en el 2013. El objetivo consistió en registrar y actualizar la cantidad de animales que tienen los productores y la situación de tenencia de la tierra. Del total de los 719 productores (Municipio de Comallo, 2014) se relevaron 662 (92%).
Tabla 1. Selección de productores por paraje.Detalle de la distribución de productores seleccionado por parajes.
Fuente: Elaboración propia según datos del padrón municipal (2013)
Se seleccionaron 31 productores distribuidos porcentualmente en función del total de cada paraje. Se realizó una selección aleatoria de titulares y la misma cantidad de “suplentes” como “reserva” para los casos en que se necesitara realizar algún reemplazo. Para el diseño de la investigación también se tuvieron en cuenta los niveles de afectación de las cenizas en cada paraje. Para la recolección de información se elaboró un protocolo de entrevista semiestructurada con el objetivo de obtener datos sociales y productivos correspondientes a dos momentos históricos marcados por eventos climático-naturales: la nevada de 1984 y la ceniza de 2011/12. El procesamiento de las entrevistas semiestructuradas implicó un análisis tanto cuantitativo como cualitativo.
RESULTADOS
Caracterización estructural de uso y tenencia de la
tierra según el padrón de productores (2013)
Siguiendo los criterios de clasificación del PROINDER
2007, el 97% de los productores del padrón municipal pertenecen
al estrato de PP, ya que tienen menos de 5000 ha
y ninguno llega a tener 500 UG. No se registraron productores
con superficie implantada con frutales, por lo tanto,
el criterio de diferenciación para la tipología de PP se
concentra solamente en la cantidad de UG que cada uno3 Son 30 ugm en valores de PROINDER.4 Esta categoría incluye: Permiso precario (de ocupación), certificado de tierras, convenio de deslinde, liquidación de canon y mensura.
posee. De ello resulta que el 87% de los PP (tipo 3) tienen
una dotación de recursos que no les permite vivir exclusivamente
de la actividad productiva. El 10% de los PP
(tipo 2) solamente puede garantizar su reproducción simple
(mantenerse en la actividad). El 3% restante (tipo 1), podría
evolucionar teniendo una reproducción ampliada de su sistema
de producción.
Las instituciones de desarrollo que intervienen en la región
clasifican a los productores en función de estratos definidos
por la cantidad unidades ganaderas menores (ugm)
(ovinos y caprinos) que poseen.
El promedio general de ganado menor por productor es
de 162 animales. Sin embargo, si analizamos los estratos,
el que mayor participación tiene es el que corresponde a
productores con menos de 50 ugm, siguiéndole en importancia
aquellos que tienen entre 50 y 100.
Figura 2. Estratificación de productores según animales menores
Caracterización detallada en función de las ugm por rangos: 0-50;
51-100; 101-150; 151-200; 201-500 y más de 500.
Fuente: Elaboración propia según datos del padrón municipal
(2013)
El consumo de carne estimado que garantiza la reproducción social para una familia tipo (4 personas) requiere de 40 ugm por año. Para poder lograr esa cantidad, con los índices reproductivos promedio de hatos y majadas (señalada de 55-60%), se hace necesario contar con 150 animales menores (100-120 madres). Por lo tanto, el 70% de los productores no llega a tener 150 ugm, y no cubriría sus propias necesidades de consumo (Pérez Centeno, 2007). En Comallo, Laguna Blanca, Blancura Centro y Naupa Huen, más del 70% de los productores no alcanzan a criar la cantidad necesaria de animales para satisfacer el autoconsumo, implicando la dependencia de fuentes externas de provisión de carne para la alimentación del hogar. En Pilquiniyeu del Limay los estratos son más homogéneos, resaltando el de 151 a 200 ugm con un 26%. De los pocos productores con más de 500 animales Mencué condensa la mayor cantidad (6%), y es el paraje donde hay mayor cantidad de estancias (5) que abarcan el 70% aproximado de su superficie.
Tenencia de la tierra
Se consideraron tres situaciones vinculadas a la tenencia
de la tierra: propiedad, comunitaria y tenencia precaria4.
El 56% de los productores de la zona tienen un vínculo de
tenencia precaria con los campos en los que habitan y producen.
El 21% corresponden a tierras de posesión comunitaria
y está representado por los parajes de Pilquiniyeu
del Limay y Blancura Centro. El 23% restante corresponde
a tierras en propiedad. Retomando la definición de PP de
PROINDER, ningún caso tiene la figura de “sociedad anónima”
ni “en comandita por acciones”.
El 80% de los campos en propiedad y la mayoría de
casos de tenencia precaria (39%) están en el paraje de
Comallo donde el padrón de productores es mayor y más
heterogéneo del resto. Sin embargo, al indagar en los porcentajes que integran Laguna Blanca y Naupa Huen, la
tenencia precaria es el vínculo que casi la totalidad de los
productores tienen con la tierra.
Análisis de las entrevistas semiestructuradas
Situación productiva de los entrevistados
De la muestra seleccionada, el 93% (26 casos) corresponde
al PP Tipo 3, mientras que el 7% restante (2 casos en el paraje
de Mencué) al PP Tipo 2. Las 2 entrevistas del paraje de Naupa
Huen no se han realizado por cuestiones climáticas.
El 14% de los entrevistados tienen menos de 50 ugm y
se encuentran todos en Comallo, que es además el paraje
con mayor nivel de afectación de cenizas. El estrato
más numeroso dentro de la muestra (32%) es el que
tiene entre 51 y 100 ugm y los encontramos dispersos en
todos los parajes. Los productores que tienen entre 101 y
150 ugm representan un 11% y están todos en Mencué. Si
consideramos 150 animales como el umbral de satisfacción
de las necesidades nutricionales, el 57% de los productores
de la muestra no alcanza esa condición.
El porcentaje restante se distribuye entre los productores
que tienen entre 151 y 200 (22%); y entre 201 y
500 ugm (21%), cuya mayoría encontramos en Mencué.
Ningún productor de la muestra supera actualmente los
500 animales.
A pesar de la disminución del stock total de ovinos y caprinos,
algunos parajes han recuperado cierta cantidad de
animales en el último período.
Los parajes que representan mayores pérdidas en el período
inicial de las cenizas fueron Comallo, Pilquiniyeu del
Limay y Laguna Blanca, lo cual se corresponde con el nivel
de afectación.
Tabla 2. Tenencia de la tierra por paraje. Detalle de tipo de tenencia por paraje.
Fuente: Elaboración propia según datos del padrón municipal (2013)5
Comallo registra el mayor porcentaje de pérdida de
stock (78%). A ello es necesario añadirle los aluviones
que afectaron fuertemente a la zona en el año 2012 y las
tormentas de enero de 2013. El stock promedio de los
nueve casos estudiados en el 2013 era de 87 animales,
mientras que antes de la nevada era de 726, es decir,
que el stock actual representa el 12% del stock de los
mismos productores en 1984. Al considerar los cambios
de stock del 2011-2013, es llamativa la disminución tardía en Mencué (62%). Tratándose de un paraje con bajo nivel
de afectación (0,2-0,5 mm), podría explicarse debido al
agravamiento por la sequía, dadas las condiciones agroecológicas
del paraje (alto y frío), o por tratarse de majadas
mayores donde su cuidado pudo ser más complejo.
La misma tendencia puede observarse en Pilquiniyeu del
Limay (donde además impactaron las tormentas de enero
de 2013) y en Laguna Blanca; ambos con un nivel medio
de afectación (0,5-1,5 mm).
En el caso de Blancura Centro la pérdida inicial por cenizas
(2011-2012) representa una recuperación del 14% en
el 2013. Asociamos esto a majadas y hatos pequeños cuyo
cuidado pudo hacerse más detalladamente. Si lo comparamos
con Mencué, aun considerando que el nivel de afectación
es el mismo, Blancura Centro es un paraje con zonas
más bajas y sectores más cálidos.
La cantidad promedio del total de animales por productor
previo a la nevada de 1984 era de 610, previo a la ceniza
era de 384, y actualmente es de 134. Estos datos indican
una disminución del stock del 78% en la totalidad del período
1984-2013 y una disminución del 65% considerando el
período 2011-2013.
Tabla 3. Variación de animales menores por paraje.Detalle de la variación de ugm por período: antes y después de la nevada de 1984,
antes y después de las cenizas de 2011, antes de las cenizas al 2013.
Fuente: Elaboración propia según el material de trabajo de campo 2013.
Residencia
En el año 1984, el 91% de los miembros que componían
la unidad doméstica residían en el campo y el 9% restante
vivía en el pueblo. Antes de la erupción del volcán en
2011 la cantidad de miembros de las unidades domésticas
residiendo en el campo desciende al 48%, y luego de las
cenizas (2013) al 43%. El promedio de individuos por hogar
residiendo en el campo en 1984 era de 5 personas y pasó
a ser de 2 individuos desde 2011 al 2013. Sin embargo, el
promedio de individuos totales por unidad doméstica (residiendo
en el campo y en el pueblo) se redujo de 5 personas
en 1984 a 4 personas en el 2013.
Según los datos relevados, parte de este movimiento poblacional
son mujeres y niños que, a pesar de seguir formando
parte de la misma unidad doméstica, deciden trasladarse
a vivir al pueblo para garantizar la educación de sus hijos,
dado que no hay escuelas en la zona rural dispersa.
Trabajo
La pérdida de trabajo predial se asocia de algún modo a
la disminución del stock ganadero y de personas que habitan
en el hogar agropecuario.
En general, el trabajo predial con los animales es desarrollado
por hombres adultos; el promedio de integrantes
por hogar que reside en el campo es de 2 individuos, este
se corresponde con la permanencia de hombres adultos en
el predio para trabajar/cuidar la majada, que suele ser con
algún hijo/a o esposa/o. En el año 2013, el promedio etario
de los jefes/as de familia era de 56 años.
Como consecuencia de la disminución del stock ganadero
disminuye el empleo temporario, el cual generalmente
se vincula a faenas rurales, principalmente la esquila.
El aumento del trabajo extrapredial permanente suele
ser desarrollado por quienes habitan en el pueblo. Algunos
tienen almacén, otros trabajan en el Municipio, pero
la mayoría trabajan en la escuela como porteros/as, en la
limpieza, como cocinero/a o auxiliar.
Aportes del Estado
El 64% de la muestra de los hogares agropecuarios perciben
asignaciones estatales: el 82% de estos está representado
por pensiones jubilatorias, el 11% a la niñez6 y el
7% restante pensiones por fallecimiento.
Tabla 4. Tipo de trabajo por hogar. Promedio de miembros de la unidad doméstica (residentes en el campo y en el pueblo) con los diferentes
tipos de trabajo
Fuente: Elaboración propia según el material de trabajo de campo 2013.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
El universo relevado por la municipalidad (662/719) demuestra
que a pesar de la mención de eventos climáticos
adversos, el 92% de los productores tiene vínculo con su
unidad productiva y su territorio. Sin embargo, existe un
movimiento poblacional permanente entre el campo y el
pueblo en búsqueda de alternativas laborales y educativas,
representado en el 57% de los productores que no
fueron encontrados en los campos a la hora de realizar las
entrevistas. De modo que a la hora de planear estrategias
de intervención pública es necesario tener en cuenta esta
compleja relación campo-pueblo, expresando la diversidad
de actividades y expectativas que estas presentan. En función del stock ganadero disponible se puede concluir
que el 87% de los productores tienen una dotación de
recursos que no les permite vivir exclusivamente de la actividad
productiva por lo que deben recurrir a otras estrategias
de supervivencia, ya sea a través del trabajo extrapredial de
algún miembro de la familia, la posibilidad de la articulación
campo-pueblo y los aportes que reciben del Estado.
Se ha señalado que el 64% de los hogares perciben
aportes estatales y el 82% corresponde a pensiones jubilatorias,
indicando una política que no fortalece directamente
al arraigo rural de quienes están en edad de realizar trabajos
prediales (20-65 años). Los ingresos familiares se refuerzan
mediante ingresos extraprediales que se obtienen
principalmente de las personas en edad laboral en áreas
urbanas de proximidad. Pensar una política pública formulada
en función de la permanencia predial y del trabajo
productivo destinada a dicha franja etaria podría ser una
herramienta que estimule el fortalecimiento del sistema
productivo, el arraigo campesino y el recambio generacional
en los campos.
El análisis de los datos indica una disminución del stock
de animales menores del 78% en el período 1984-2013.
La pérdida del stock de animales y la disminución de la
población campesina aparecen vinculadas. Por lo tanto,
recomponer las economías prediales repoblando los
campos es un dato central en el arraigo campesino. Sin
embargo, se considera necesario revisar el enfoque de
esa producción ganadera en función de las necesidades
del sector campesino, de la zona y la región, garantizando
el autoconsumo de alimentos (carne) y reorientando los
excedentes hacia el abastecimiento del mercado interno.
Al comparar los datos previos a la nevada de 1984 y el
stock previo a la ceniza, la disminución del stock es del
37%, es decir, luego de 30 años no ha llegado a recuperarse.
Para interpretar esto se deben contemplar otros aspectos
del modelo productivo que hace cuestionar sobre
las especies criadas y las razas promovidas para la región,
mejoradas en cuanto a fibra, pero debilitadas en cuanto a
rusticidad y prolificidad y enfocadas al mercado externo.
Asimismo, es necesario tener en cuenta los problemas económicos
derivados de la especialización productiva (producción
de fibra vinculada al modelo agroexportador) en
contraposición con una economía que garantice la seguridad
alimentaria de sus habitantes. El abandono de campos
de grandes y medianos productores por caída de la rentabilidad
trajo dos consecuencias que devienen en pérdida
de ingresos para las familias campesinas. Por un lado, la
proliferación de predadores debido a la liberación de zonas
antes ocupadas y, por otro, la disminución de ingresos extraprediales
(changas agropecuarias) vinculados al trabajo
temporal en campos con mayor dotación de animales. De
este proceso resulta una combinación entre la disminución
del stock ganadero, la pérdida de empleo agropecuario extrapredial
y la pérdida de población campesina.
En síntesis, estos datos indican situaciones altamente
contradictorias. Por un lado, poblaciones campesinas
productoras de alimento con cientos y miles de hectáreas,
largos procesos que conllevan al despoblamiento rural
asociado a la pérdida de stock y, consecuentemente, a
un quiebre de la principal estrategia de supervivencia del
sector campesino. Por otro lado, un alto vínculo con la tierra
y presencia en los campos de la población que migra.
Estos datos merecen alguna reflexión de lo realizado en
los últimos 30 años vinculado a la intervención estatal y al
asesoramiento técnico.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen la colaboración de Marcelo Pérez Centeno, José Luis Zubizarreta y María Rosa Lanari, a los productores de Comallo y la financiación del proyecto AEES-302451 (INTA).
1Caracteriza a los productores en minifundistas, familiares capitalizados, empresariales. La fuente de datos es el SENASA, CNA 2002 y Ley Caprina.
2Equivalencias: 1 UG = 1 bovino = 5 ovinos = 5 caprinos = 2 llamas.
3Son 30 ugm en valores de PROINDER.
4Esta categoría incluye: Permiso precario (de ocupación), certificado de tierras, convenio de deslinde, liquidación de canon y mensura.
5Mencué no figura debido a que en dicho paraje no fue relevada la variable “Tenencia de la tierra”.
6Asignación Universal por Hijo y Madre 7 hijos.
BIBLIOGRAFÍA
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