LOS GEÓLOGOS Y LA GEOLOGÍA
EN LA HISTORIA ARGENTINA
Coordinador-Editor: FLORENCIO G. ACEÑOLAZA
Los aportes de algunos ilustres geocientíficos del SEGEMAR al conocimiento geológico del territorio nacional
Héctor A. Leanza 1
1 SEGEMAR, CONICET. Av. Julio A. Roca 651. Piso 10. 1322. Buenos Aires. E-mail: hleanza@mecon.gov.ar
Resumen: Esta síntesis ofrece algunos de los más significativos aportes al conocimiento geológico del Territorio Nacional personificados a través de varias figuras relevantes que actuaron en el SEGEMAR desde la fecha de su fundación, con la idea de brindar a las jóvenes generaciones una visión de la envergadura y jerarquía de nuestros antecesores. La elección de la lista, integrada por 20 ilustres geocientíficos, es fruto de la visión del autor, incluyendo solamente personas ya fallecidas. Diez de estas figuras forman parte del selecto grupo de los "20 Grandes Maestros de la Geología Argentina" seleccionados por la Asociación Geológica Argentina en ocasión de celebrarse su 50º aniversario. Por orden de ingreso a la Repartición, la lista es la siguiente: Walter Schiller (1879-1944), Juan Keidel (1886-1954), Ricardo Stappenbeck (1880-1963), Anselmo Windhausen (1882-1932), Enrique Gerth (1884-1971), Franco Pastore (1885-1958), Guido Bonarelli (1871- 1951), Pablo F. C. Groeber (1885-1964), Juan José Nágera (1887-1966), Roberto Beder (1885-1939), José María Sobral (1880-1961), Augusto Tapia (1893-1966), Ricardo Wichmann (1880-1930), Horacio J. Harrington (1910-1973), Félix González Bonorino (1918-1998), Juan C. M. Turner (1918-1979), Armando F. Leanza (1919-1975), Eduardo Holmberg (1915-1979), Jorge Polanski (1892-1975) y Roberto Caminos (1931-1997).
Palabras clave: SEGEMAR; Geoscientíficos; Historia; Argentina.
Abstract: The contributions of some distinguished geoscientist of the SEGEMAR to geological knowledge of the national territory. This synthesis offers some of the most relevant contributions to the geological knowledge of the National Territory, personified through several outstanding figures, which worked in the SEGEMAR since the time of its foundation, with the idea to recall the young generations a vision of the significance and hierarchy of our ancestors. The election of the list, composed of 20 distinguished geoscientists, is the result of the own author's choice, including only already deceased people. Ten of these figures form part of a selected group of the "20 Great Masters of the Argentinean Geology" selected by the Asociación Geológica Argentina in occasion of its 50º anniversary. By order of entrance to the Institution, the list is the following: Walter Schiller (1879-1944), Juan Keidel (1886-1954), Ricardo Stappenbeck (1880-1963), Anselmo Windhausen (1882-1932), Enrique Gerth (1884-1971), Franco Pastore (1885-1958), Guido Bonarelli (1871- 1951), Pablo F. C. Groeber (1885-1964), Juan José Nágera (1887-1966), Roberto Beder (1885-1939), José María Sobral (1880-1961), Augusto Tapia (1893-1966), Ricardo Wichmann (1880-1930), Horacio J. Harrington (1910-1973), Félix González Bonorino (1918-1998), Juan C. M. Turner (1918-1979), Armando F. Leanza (1919-1975), Eduardo Holmberg (1915-1979), Jorge Polanski (1892-1975) and Roberto Caminos (1931-1997).
Keywords: SEGEMAR; Geoscientists; History; Argentina.
Introducción
La División de Minas, Geología e Hidrogeología - antecesor directo del actual Servicio Geológico Minero Argentino - fue creada por Decreto del 25 octubre 1904 con la finalidad de "efectuar las exploraciones geológicas, mineralógicas e hidrogeológicas y especialmente los estudios de combustibles minerales y fuentes termales", siendo su primer director el Ing. Enrique M. Hermitte (1871-1955). El decreto fundacional establecía la organización de la División de Minas en tres secciones: Minas, Geología e Hidrogeología.
Esta novel institución, con el fuerte impulso que le imprimió el Ing. Hermitte, contribuyó desde un principio en forma sustantiva al conocimiento geológico del Territorio Nacional, iniciando, desde un primer momento, la búsqueda, evaluación y promoción de los recursos energéticos del país. Para ello contaba Hermitte con el sabio asesoramiento ad-honorem del Dr. Guillermo Bodenbender (1847-1941), destacado miembro de la Academia Nacional de Ciencias con sede en Córdoba, una tradicional Institución sarmientina que ya para ese entonces contaba, al decir de Edward Suess (1904, p. 512), con un sólido prestigio internacional. Así, es Bodenbender quién sugiere a Hermitte la contratación para dirigir el Sector Geología al distinguido geólogo Dr. Juan Keidel, egresado de la Universidad de Strassburg, en Alsacia, que en esa época se encontraba bajo dominio alemán. A partir de entonces se suceden aportes continuos al conocimiento geológico del Territorio Nacional que sería imposible reseñar en pocas líneas.
Por tal razón, la idea de esta síntesis es ofrecer algunos de los más significativos aportes al conocimiento geológico personificados a través de varias figuras relevantes que actuaron en la Repartición desde la fecha de su fundación ocurrida hace más de un siglo, de modo de brindar a las jóvenes generaciones una visión de la envergadura y jerarquía nuestros antecesores. Se deja constancia que la elección de la lista, integrada por 20 ilustres geocientíficos, es fruto de mi propia visión e incluye solamente personas ya fallecidas. Digno es mencionar que diez de ellos forman parte del selecto grupo de los 20 Grandes Maestros de la Geología Argentina seleccionados por la Asociación Geológica Argentina en ocasión de celebrarse el 50º aniversario de dicha Institución, que tuvo lugar el 30 de junio de 1995.
Por orden de ingreso a la Repartición, la lista es la siguiente: Walter Schiller (1879-1944), Juan Keidel (1886-1954), Ricardo Stappenbeck (1880-1963), Anselmo Windhausen (1882-1932), Enrique Gerth (1884-1971), Franco Pastore (1885-1958), Guido Bonarelli (1871- 1951), Pablo F. C. Groeber (1885-1964), Juan José Nágera (1887-1966), Roberto Beder (1885-1939), José María Sobral (1880-1961), Augusto Tapia (1893-1966), Ricardo Wichmann (1880-1930), Horacio J. Harrington (1910-1973), Félix González Bonorino (1918-1998), Juan C. M. Turner (1918-1979), Armando F. Leanza (1919-1975), Eduardo Holmberg (1915-1979), Jorge Polanski (1892-1975) y Roberto Caminos (1931-1997). La sola mención de los nombres precedentes y su inigualable obra, dan una clara idea de la riqueza y excelencia de las ilustres personalidades que nos precedieron en la Repartición, lo que sin dudas nos brinda un legítimo orgullo de pertenecer a ella y una sólida base para afrontar los desafíos del futuro.
Breve reseña de los aportes de las personalidades seleccionadas
A continuación se brindan algunas de las características más salientes de las contribuciones de los 20 insignes maestros mencionados en la introducción en favor del conocimiento geológico del Territorio Nacional. Asimismo, según un ordenamiento basado en su fecha de ingreso a la Repartición, se mencionan algunas relevantes publicaciones de los colegas seleccionados, las que de por sí ponen en evidencia la importancia que han tenido o la vigencia que aún mantienen dichas contribuciones para el conocimiento de nuestro suelo.
Walter Schiller (1879-1944)
Desde su ingreso en la Repartición acaecido en 1905, Schiller se dedicó
a estudiar la parte más elevada de los Andes: la región del Aconcagua.
Allí descubrió la ausencia de Lías y parte del Dogger, con la
superposición del Calloviano sobre estratos paleozoicos atravesados por
pórfidos cuarcíferos e identificó al Yeso Principal (Schiller 1912).
También reconoció el carácter dominantemente clástico del Cretácico
temprano y la importancia de los depósitos molásicos terciarios,
destacando la existencia de un intenso tectonismo cenozoico expresado en
sobrecorrimientos e intensos plegamientos (Schiller 1922). Otros campos
de investigación fueron las Sierras Australes Bonaerenses, Martín
García y las regiones petrolíferas de Comodoro Rivadavia, del Neuquén,
Tierra del Fuego y sur de Bolivia. Tuvo también una brillante labor
docente en la Universidad de La Plata, ejerciendo la enseñanza hasta su
solitaria muerte, cerca de la cumbre de su tan querido Aconcagua, en
febrero de 1944.
Dr. Juan Keidel (1886-1954)
Arribado al país en 1906 para hacerse cargo de la Sección Geología de
la Repartición, Keidel trazó el programa base del levantamiento
geológico-económico del país con sus cartas al 1 : 200.000. Se dedicó
preferentemente a la estratigrafía y tectónica del Paleozoico, desde
Salta hasta la Patagonia, pasando por las Sierras Australes Bonaerenses.
Fue el primero en efectuar una detallada comparación geológica entre
éstas y las montañas de África del Sur, brindando, junto con Dutoit, la
principal base geológica con la que contó Wegener para desarrollar su
teoría de la deriva continental (Keidel 1916). Pero sin dudas Keidel
trascendió por ser quién ubicó exitosamente el pozo descubridor de
petróleo en Plaza Huincul (Neuquén) sobre la base de estudios tectónicos
por el mismo realizados (Keidel 1917, 1925). Generó al propio tiempo el
concepto de "Patagónides" para la fase de movimientos supracretácicos,
así como describiera antes el concepto de "Gondwánides" para los
movimientos hercínicos cordilleranos (Keidel 1938).
Dr. Ricardo Stappenbeck (1880-1963)
Inició levantamientos geológicos regionales en 1909 en la
Precordillera, donde reconoció la distribución de las calizas
ordovícicas y las subsiguientes unidades paleozoicas, triásicas y
terciarias, tanto sedimentarias como ígneas (Stappenbeck 1910). Gran
parte de sus 40 años de ininterrumpida labor estuvo dedicada también a
la hidrogeología de extensas regiones del país, desde las depresiones
intermontanas de Cuyo y el noroeste, hasta la vastedad de las planicies
orientales y la Mesopotamia. Estos trabajos permitieron la delimitación
de potentes cuencas artesianas, así como el alumbramiento de aguas
potables en sinnúmero de localidades. En su obra magna "Geologie und Grundwasserkunde der Pampa",
(Stappenbeck 1926), se condensa en forma íntegra la hidrología
subterránea de gran parte de la Argentina, al punto de ser hasta hoy de
obligada consulta por la amplia riqueza de su información básica.
Dr. Anselmo Windhausen (1882-1932)
Tras su ingreso en 1909 y colaborar en la preparación de importantes
exposiciones internacionales de la Repartición (Turín, 1911; Rubais,
1912; San Francisco, 1914), Windhausen comenzó investigaciones en la
Patagonia extraandina (Neuquén y Río Negro), orientado a la geología del
petróleo. Su "Contribución al conocimiento geológico de los territorios del Neuquén y Río Negro" (Windhausen 1914) avanza en estudios que llevaron al descubrimiento de petróleo en la región de Plaza Huincul. En "Líneas generales de la estratigrafía del Neocomiano..." (Windhausen
1918a), efectúa correlaciones de faunas de ammonites en el ámbito
mundial que hoy en día son motivo de consulta. Otro tanto puede
señalarse en "The problem of the Cretaceous/Tertiary boundary in South America ..."
(Windhausen 1918b). Sus vastos conocimientos estratigráficos,
estructurales y paleontológicos, al iniciarse en la docencia
universitaria en Córdoba en 1926, le permitieron llegar a compendiar en
su magnífica obra "Geología Argentina" (Windhausen 1931), la síntesis más completa que haya sido encarada hasta entonces, enriquecida con muchos datos recogidos por otros especialistas.
Dr. Enrique Gerth (1884-1971)
Entre 1909 y 1913, Gerth investigó primero las sierras de San Luis y
los bolsones terciarios circundantes. En sólo un par de campañas de
verano (1911-12 y 1912-13) realizó el carteo geológico y topográfico de
un área de 7.200 km2 en los contrafuertes andinos entre los ríos Grande y
Diamante (Gerth 1925, 1928). Además del mapa a escala 1:200.000, Gerth
levantó 15 secciones transversales y numerosos perfiles columnares,
coleccionando ricas faunas fósiles y rocas que fueron estudiadas por
Jaworski (Lías y Dogger), Krantz (Tithoniano), Backlund y Kuenen
(petrografía), reservándose para sí el estudio de los ammonites
neocomianos. Dada la celeridad con que se realizó este trabajo y su
calidad, Groeber lo calificó "como una hazaña geológica inigualable". De
regresó a Bonn como profesor titular, Gerth inició su admirable "Geologie Südamerikas", publicada en Berlín entre 1932 y 1955.
Dr. Franco Pastore (1885-1958)
Incorporado a la Repartición en 1910, fue el primer geólogo egresado de
una universidad argentina (junio de 1915). Orientado preferentemente a
la mineralogía y petrografía, Pastore se desempeñó allí hasta su
jubilación en 1943. La investigación de complejos metamórficos y de los
procesos intrusivos en las Sierras Pampeanas constituyeron sus temas
predilectos (Pastore 1915, 1932). También abordó también investigaciones
geológicas regionales mediante el relevamiento de varias hojas
geológicas, efectuando reconocimientos hidrogeológicos para seleccionar
áreas de emplazamiento de diques de embalse y estudios sobre la génesis
de yacimientos (Pastore 1940). Su remarcable actividad docente
universitaria fue también destacada y aún más prolongada, desde 1906 a
1956, siendo digno recordar que por más de 20 años ejerció una cátedra "ad-honoren".
Dr. Guido Bonarelli (1871- 1951)
El Dr. Guido Bonarelli, Conde de Ascona, trabajó en la Repartición
entre 1911 y 1917. En 1923 asumió como director de la División Geología
de YPF, recién fundado. Sus inquietudes académicas y la importancia que
le asignó a la paleontología y al desarrollo de trabajos de mapeo
geológico regional le permitieron grandes logros en la búsqueda
hidrocarburos (Bonarelli 1913), colocándolo como uno de los más ilustres
precursores de la geología del petróleo en Argentina. Asimismo, fue uno
de los precursores del estudio de las turberas de Tierra del Fuego
(Bonarelli 1917). En su trabajo "Tercera Contribución al conocimiento geológico de las regiones petrolíferas subandinas del norte (provincias de Salta y Jujuy)",
Bonarelli (1921) definió sólidamente los rasgos geológicos de la
Sierras Subandinas y avanzó decididamente en el conocimiento
paleontológico del Horizonte Calcáreo Dolomítico.
Dr. Pablo F. C. Groeber (1885-1964)
Maestro por antonomasia de la Geología Argentina, tras su ingreso a la
Repartición en 1911, Groeber dedicó 49 años a la investigación de
nuestro suelo. Sus clásicas obras "Edad y extensión de las estructuras entre San Juan y Nahuel Huapí" (Groeber 1918a), "Estratigrafía del Dogger en la República Argentina (Groeber 1918b), "Líneas fundamentales de la geología del Neuquén, sur de Mendoza y regiones adyacentes" (Groeber 1929) y "Observaciones geológicas a lo largo del meridiano 70º"
(Groeber 1946, 1947), son imprescindibles para acometer cualquier
estudio en esas regiones. Con prontitud y sapiencia logró reconocer
diferentes fases de deformación de la orogenia andina, estableciendo
correlaciones de las unidades terciarias, tanto sedimentarias como
intrusivas y volcánicas (Groeber 1951). Se ocupó asimismo de la
Paleontología del Jurásico, el desarrollo de los niveles pedemontanos y
los ciclos glaciarios y de la evolución de los sistemas de drenaje.
También incursionó con el máximo nivel en el campo de tectónica teórica y
provincias magmáticas (Groeber, 1927).
Dr. Juan José Nágera (1887-1966)
Fue el segundo geólogo recibido en una universidad argentina (diciembre
de 1915) y cuya formación se produjo en la Repartición, tras su ingreso
en 1912. El momento histórico en que le tocó desempeñare es donde
comienzan a formarse los primeros geólogos argentinos, cuya meta es
continuar la ciclópea obra realizada por los reconocidos especialistas
extranjeros. En tal sentido, sus miras no fueron exclusivamente la
geología y el interés científico en sí mismo, sino el de la geología y
la ciencia argentina puestas al servicio del país, de lo cual fue un
ilustre propulsor. Sus estudios geológicos más importantes se ubican en
la Sierras Septentrionales de la provincia de Buenos Aires (Nágera 1919)
y en la provincia de Santa Cruz, donde junto con Bonarelli, produjo la
vigente obra "Observaciones geológicas en las inmediaciones del lago San Martín, provincia de Santa Cruz"
(Bonarelli y Nágera 1921). Pero sin dudas, Nágera trascendió por
establecer la base científica de la Doctrina (Nágera 1936) bajo la cual
se destaca la jurisdicción nacional sobre la plataforma continental,
destacando claramente su potencial de hidrocarburos.
Arriba: Anselmo Windhausen y Félix Gonzáles Bonorino
Dr. Roberto Beder (1885-1939)
Entre 1913 y 1930, Beder se dedicó, siguiendo a Pastore, a la geología
minera. Inició el estudio detallado de la petrografía de los ambientes
cristalinos de las Sierras Pampeanas, especialmente de las calizas
metamórficas. Trascendió por sus estudios mineralógicos sobre la génesis
de gran número de yacimientos metalíferos del país, fundamentalmente la
mineralización de plomo de los yacimientos del NOA (Beder 1928a).
También realizó estudios hidrogeológicos y mapeos geológicos de la
sierra de Guasayán (Beder 1928b), de la región de La Quiaca y el
reconocimiento de los sistemas de fracturación en bloques de las sierras
del centro argentino, en particular las de Córdoba (Beder 1922). Sus
investigaciones mineras llegaron hasta el Paraguay, en donde reconoció
la existencia del Devónico y del Pérmico fosilífero de esa región.
Dr. José María Sobral (1880-1961)
Defensor de la nacionalidad y héroe de la Antártida como Alférez de Marina en su odisea con Nordenskjöld ("Dos años entre los hielos del Sur, 1901-1903")
en los albores del siglo XX, José María Sobral fue el primer argentino
que invernó en el continente Antártico y el primer argentino en obtener
el doctorado en Geología (Universidad de Uppsala, Suecia). Ingresó a la
Repartición en 1914, siendo director de la Repartición tras la renuncia
de Hermitte en 1922. A parte de sus observaciones geológicas en la
Antártida, Sobral se reveló como uno de los mejores petrólogos de su
tiempo en "Estudio petrográfico de algunas rocas argentinas" (Sobral 1918) y fue autor de excelentes trabajos fundacionales como "Problemas hidrográficos en los Andes Australes" (Sobral 1921) y "Geología de la región occidental del Territorio de La Pampa al oeste del Chadileuvú y zona vecina de la provincia de Mendoza" (Sobral 1942), donde produjo un excelente mapa geológico de esa vasta región que aún mantiene intacta su vigencia.
Perito Augusto Tapia (1893-1966)
Ingresado a la Repartición en 1915, Tapia fue el continuador de la obra
de Stappenbeck en el campo de la Hidrogeología. La intensidad y
frecuencia de sus viajes y trabajos de campo, le permitieron adquirir un
conocimiento muy amplio sobre el territorio de nuestro país, desde La
Quiaca y las Islas del Atlántico Sur hasta el Sector Antártico
Argentino, y de los países limítrofes en las áreas de frontera de
Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile. Tapia fue un preclaro
precursor de los estudios de Geología Aplicada en el país, especialmente
para el emplazamiento de obras hidráulicas (Tapia 1926), habiendo
trascendido también por los estudios realizados en la llanura pampeana
plasmados en un sinnúmero de publicaciones e informes de la Repartición
(Tapia 1935; 1937). Además, fue un eximio docente, desempeñándose entre
los años 1924 y 1948 como profesor de Geografía Física argentina en el
Colegio Militar de la Nación y simultáneamente, entre 1931 y 1933 en la
Escuela Superior Técnica del Ejército.
Dr. Ricardo Wichmann (1880-1930)
Tras su ingreso en la Repartición en 1917, Wichmann dedicó casi todo su
tiempo a la investigación en Patagonia extraandina, en especial a las
provincias del Neuquén y Río Negro. Allí realizó extensos itinerarios a
lomo de mula, algunos de hasta 6.000 km. Han sido publicados numerosos
de sus trabajos parciales y preliminares, habiéndose conservado también
sus originales libretas de campo que, al decir de Groeber, eran una
prolija colección de innumerables observaciones y bosquejos geológicos
de una preciosa exactitud. A Wichmann le cupo el mérito de ser autor de
la primera Hoja geológica del país a escala 1 : 200.000, en la región de
Bahía Blanca (Wichmann 1918). Pero sin dudas trascendió por desentrañar
la estratigrafía nordpatagónica cretácico-terciaria, junto al séquito
efusivo que llega hasta el Pleistoceno (Wichmann 1924). Sus estudios
sobre los "Estratos con Dinosaurios" y el "Senoniano Lacustre" con su
fauna, son clásicos insustituibles en esa temática (Wichmann 1927a,
1927b).
Dr. Horacio J. Harrington (1910-1973)
Ingresó a la Repartición en 1933 y, siguiendo a Keidel, se dedicó en
forma brillante al Paleozoico (Keidel & Harrington 1938). En las
Sierras Australes Bonaerenses produjo las memorables hojas geológicas
Sierras de Cura Malal y de la Ventana (Harrington 1947) que continúan
siendo la base fundamental para estudiar esa región. De singular
importancia fue el primer hallazgo en esa comarca de la fauna pérmica de
Eurydesma (Harringtonn 1955). En el área de Paleontología se especializó en trilobites, produciendo junto con A. F. Leanza la obra "Ordovician trilobites of Argentina"
que logró gran reconocimiento científico internacional (Harrington y
Leanza 1957). A ello se suman trabajos en Precordillera, estudios
paleogeográficos de Sudamérica, más un cuantioso número de informes
inéditos de empresas petroleras que abarcaron muchas áreas de otros
continentes, que efectuó una vez alejado de la Repartición. También fue
autor de estimulantes obras de divulgación científica como "Volcanes y terremotos" (Harrington 1944) y "Geología entre bambalinas"
(Harrington 1955). Su erudición y su elegante estilo se revelaba
también en su actuación docente universitaria desarrollada en Argentina
entre 1936 y 1953, y a su regreso al país, entre 1971 y 1973.
Arriba: Franco Pastore y Horacio Harrington.
Abajo: Guido Bonarelli y Jorge Polanski.
Dr. Félix González Bonorino (1918-1998)
Como geólogo ingresado a la Repartición en 1942, trascendió por sus
investigaciones en la Sierras Pampeanas de Catamarca y Tucumán,
plasmadas en 5 hojas geológicas y varias publicaciones. Con metodologías
novedosas y avanzadas para su época, caracterizó fajas miloníticas que
atraviesan los granitos, sistematizó los procesos metamórficos (González
Bonorino 1946) y postuló modelos de tectónica compresiva terciaria
vigentes en la actualidad. Fue el primero en introducir el concepto de
ignimbrita en la Argentina al describir los depósitos piroclásticos del
río Malargüe (González Bonorino 1944). En 1960 presentó una hipótesis
sobre el origen de la esquistosidad en el Congreso Geológico
Internacional realizado en Copenhague. También contribuyo al
conocimiento de la Patagonia Septentrional, en las comarcas del río
Foyel y regiones vecinas a Bariloche (González Bonorino 1979). Ejerció
la docencia en la Universidad de Buenos Aires hasta 1966, redactando
varias series didácticas de notable impacto comoel "Léxico sedimentológico" (González Bonorino y Teruggi 1952).
Dr. Juan. C. M. Turner (1918-1979)
Ingresó a la Repartición como ayudante alumno en 1942. Su estudio sobre
faunas graptolíticas de América del Sur efectuado en Gran Bretaña, que
le permitió obtener su PhD, es el mayor análisis de conjunto este
importante grupo de invertebrados del Paleozoico que se haya efectuado
hasta la fecha (Turner 1959). A su retorno, Turner se dedicó durante 30
años a desentrañar la geología regional de las provincias geológicas de
la Puna, Cordillera Oriental y Sierras Subandinas, merced al
levantamiento de 7 hojas geológicas. En ese marco reconoció, además,
diversas fases tectónicas, su delimitación temporal y su nomenclatura.
Estas investigaciones lo convirtieron en un indiscutido referente de la
geología del NOA. Las síntesis "The Cambrian of Northern Argentina" (Tuner 1963) y "The Andes of northwestern Argentina" (Turner
1970) son claros exponentes de ello. También incursionó en la Cuenca
Neuquina con dos excelentes Hojas Geológicas en las comarcas de Aluminé y
Junín de los Andes (Turner 1973, 1976). También le corresponde el
mérito de haber sido el editor del segundo Simposio de Geología Regional
Argentina (Turner 1979-1980).
Dr. Armando F. Leanza (1919-1975)
Ingresó a la Repartición en 1943, desempeñándose como paleontólogo, trascendiendo por el estudio de los "Ammonites del Jurásico superior y del Cretáceo inferior de la Sierra Azul, en parte meridional de la provincia de Mendoza" (Leanza 1945). Con Cristian S. Petersen fue autor del libro "Elementos de Geología Aplicada"
de intensa utilización en las carreras de Geología e Ingeniería
(Petersen y Leanza 1953). Más tarde, junto con H. J. Harrington, produjo
la clásica obra "Ordovician trilobites of Argentina"
(Harrington y Leanza 1957), de amplia repercusión internacional. Sus
inquietudes por la geología regional se ven plasmadas en el capítulo
escrito en La Argentina: Suma de Geografía (Leanza 1958), idea que
derivaría después en el libro "Geología Regional Argentina" por
él editado con motivo del centenario de la Academia Nacional del
Ciencias (Leanza 1972). A partir de 1969 dirigió el "Plan Fosforita",
hallando manifestaciones fosfáticas en las provincias de Neuquén y
Jujuy. También ejerció la docencia en las Universidades de La Plata,
Buenos Aires, Córdoba y Tucumán, formando numerosos discípulos.
Arriba: Juan C. Turner y Juan José Nágera.
Abajo: Ricardo Stappenbeck y Pablo Groeber.
Dr. Eduardo Holmberg (1915-1979)
Ingresado a la Repartición en Junio de 1944, fue uno de los clásicos
exponentes que dedicaron su vida a la investigación geológica regional.
Trascendió por realizar excelentes hojas en inhóspitas regiones del
Neuquén extraandino y el sur de Mendoza, como Chachahuén (Holmberg
1962), Auca Mahuida (Holmberg 1964) y Buta Ranquil (Holmberg 1976), que
implicaron agotadoras y dilatadas campañas en su mayoría a lomo de mula.
En las mismas se translucen prolijas y minuciosas observaciones de
quién estuvo mucho tiempo en el terreno, por lo cual conservan su
frescura y vigencia. Tuvo inquietudes en la búsqueda de bauxita,
fosforita, azufre y hierro, así como en la ubicación de aguas
subterráneas, temas a los que dedicó varios escritos. Holmberg también
ejerció la docencia a partir de 1946 en la Universidad de Buenos Aires
en la cátedra de Geografía Física y Climatología continuando hasta 1957,
y, en sus últimos años, en la Universidad Nacional de San Luis.
Dr. Jorge Polanski (1892-1975)
Ingresó en la Repartición en 1951, trascendiendo por sus
investigaciones en el ambiente morfoestructural de la Alta Cordillera de
Mendoza y las regiones pedemontanas adyacentes (Bloque de San Rafael y
la depresión de los Huarpes), tanto como por contribuir al conocimiento
del Carbonífero y Pérmico de la Argentina. En el ambiente de Cordillera
Frontal estableció un cuadro evolutivo del magmatismo suprapaleozoico
asociado con el diastrofismo varíscico. Sus hojas Volcán San José
(Polanski 1964) y Cerro Tupungato (Polanski 1972), cuyos portezuelos más
bajos alcanzan alturas de 5.000 msnm, son compendios geológicos
insustituibles de la Alta Cordillera mendocina. Su incursión en el campo
de la Geomorfología y en el estudio del Cuaternario pedemontano
marcaron nuevos rumbos en esas disciplinas (Polanski 1954). Fue asimismo
docente en la Universidad de Buenos Aires, donde dirigió varias Tesis
Doctorales, entre ellas las de Roberto Caminos y Emilio F. González
Díaz.
Dr. Roberto Caminos (1931-1997)
Ingresado a la Repartición como estudiante en 1957, Caminos fue uno de
los más prestigiosos geólogos regionales, especializándose en problemas
del basamento plutónico y metamórfico del Proterozoico superior y
Paleozoico de Argentina. Sus provincias geológicas más asiduamente
visitadas fueron las Sierras Pampeanas la Cordillera Frontal y el macizo
Nordpatagónico, aunque también incursionó en la isla de Los Estados y
en la Antártida (Caminos 1972). En las sierras de Chepes y Ulapes,
Caminos reconoció un importante batolito de composición tonalítica,
destacando el concepto de enclaves microgranulares máficos en el modelo
de mezcla de magmas (Caminos 1979). En el Macizo Nordpatagónico, sus
estudios ayudaron a comprender el magmatismo neopaleozoico-triásico
inferior. Autor de excelentes obras de síntesis en los libros de
Geología Regional Argentina (Leanza 1972; Turner 1979-80), la muerte lo
sorprendió cuando se encontraba editando la Geología Argentina publicada
por el SEGEMAR (Caminos 1999). También ejerció la docencia en la
Universidades de Buenos Aires y La Plata.
Conclusiones
Desde la fecha de su fundación, acaecida el 25 de octubre de 1904, han transitado por el SEGEMAR más de 400 geocientíficos, produciendo a partir de entonces y en distintas épocas importantes investigaciones y aportes al conocimiento geológico del Territorio Nacional. De esa manera, a través de más de 100 años, pese a las vicisitudes y altibajos que le ha tocado en suerte sobrellevar a la Institución en consonancia con los vaivenes políticos de la Argentina, sus fines fundacionales han sido en mayor o menor medida logrados.
Sintetizar los avances al conocimiento producto de dicha tarea sería una improba tarea que evidentemente escapa a los alcances del contexto de este Primer Congreso Argentino de Historia de la Geología. No obstante, estimo que la sola mención de los nombres precedentes con breves anotaciones sobre unos pocos de sus significativos aportes, brindan una clara idea de la excelente obra de algunas de las ilustres personalidades que nos precedieron en la Repartición.
Para finalizar, digno es recordar las palabras de uno de los grandes maestros de la Geología Argentina y el primer jefe de la Sección Geología de la antigua División de Minas, el Dr. Juan Keidel: "El conocimiento geológico de una región o de un país depende de los investigadores, pero no olvidar que, frente al progreso de la Ciencia, cada generación de éstos descansa sobre los hombros, en el esfuerzo y en el sacrificio de toda la generación anterior" (véase Irigoyen 1995).
Arriba: Ricardo Wichmann y Roberto Caminos.
Medio: Roberto Beder y Augusto Tapia.
Abajo:
Walter Schiller.
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Recibido: 28 de Diciembre de 2007
Aceptado: 4 de Mayo de 2008