RESEÑAS
Libro: La Política en tiempos de los Kirchner
Andrés Malamud y Miguel De Luca (coordinadores)
Eudeba, Buenos Aires, 2011 (336 pp.)
Julieta Zelicovich
Licenciada en Relaciones Internacionales y becaria doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: jzelicovich@yahoo.com.ar
La finalización del primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner constituye
un buen hito para convocar a la ciencia política a la reflexión sobre los cambios
y continuidades que las administraciones iniciadas en 2003 han supuesto para la
historia y praxis política argentina. Así parecen entenderlo Malamud y De Luca en
La Política en tiempos de los Kirchner. Como se enuncia en el prefacio de la obra,
"tras ocho años en el poder, el kirchnerismo ha producido suficiente 'realidad'
como para ser interpelada analítica y sistemáticamente desde la ciencia política".
El libro presenta 23 capítulos, agrupados en 4 secciones, escritos por diversos
politólogos que comparten un pasado y/o presente en la Universidad de Buenos
Aires, y un conjunto de interrogantes en común, a saber: ¿Qué cambió entre 2003
y 2011? ¿Y que no cambió? ¿Cuáles fueron los actores centrales y los hitos que
marcaron esta etapa? ¿Qué perspectivas se avizoran para el futuro?
Sin caer en tecnicismos, la obra se distingue por su contenido específico de
análisis político, y por presentar una perspectiva pluralista de las administraciones
bajo estudio. Se destaca también por incluir una preocupación por contextualizar
las reflexiones, existiendo permanentes referencias a períodos anteriores. A pesar
de las aclaraciones introductorias sorprende, quizás, la ausencia de un capítulo
dedicado a la política económica, siendo éste un aspecto relevante en el período
analizado. De todos modos, tal inquietud del lector puede ser parcialmente salvada
por la mención, en varios capítulos, de temas como la política tributaria o la
política financiera.
El concepto de "arquitectura de poder", utilizado por Tonelli en la introducción,
y referido a la forma de ejercicio del poder y organización del Poder Ejecutivo,
sirve como articulador para gran parte del libro. De forma recurrente, se caracterizará
a ambas administraciones por su estilo centralizado y personalista de ejercer
el poder, y por su bajo interés por la construcción institucional, reflejándose ello
en cuestiones diversas tales como la relación entre el gobierno nacional y las provincias,
la construcción del discurso y de la estrategia de comunicación, o bien, la
gestión de la política externa.
Si bien ambas administraciones son concebidas como continuación una de la
otra, los autores hacen énfasis en la existencia de un momento de cambio y/o ajuste
en las políticas analizadas. Así el "conflicto con el campo" sobresale como un
hecho que cambió de forma definitiva al kirchnerismo. En lo institucional, con la ruptura de éste con la Concertación Plural y con el vicepresidente Cobos; y con el
cambio en las perspectivas de mediano plazo dentro del Congreso. En lo cultural,
con la emergencia de Carta Abierta y el enfrentamiento con los "multimedios". En
términos globales se trató, como plantea Novaro, de un proceso de "peronización
del kirchnerismo".
Otros elementos que atraviesan los capítulos son, justamente, el debate acerca
de la identidad peronista-kirchnerista; la importancia del contexto para explicar la
evolución de determinadas políticas, y una idea de la democracia como espacio de
confrontación o conflicto.
El rasgo hegemónico o cuasi hegemónico en el ejercicio del poder es analizado
a lo largo de la primer sección, "Instituciones de Gobierno". En la relación entre
presidente y vicepresidente Serrafero señala, para los casos Kirchner-Scioli y
Fernández-Cobos, cómo a partir de tal característica, paradójicamente, el papel
relegado que adoptaron las vicepresidencias les dio una visibilidad pública que no
tenían, y las puso en la agenda del debate. En la conformación y funcionamiento
de los gabinetes dicho rasgo hegemónico también estuvo presente. De Luca desarrolla
las diferencias de los gabinetes kirchneristas respecto de la tradición justicialista
y afirma que la concentración de la toma de decisiones en la cima del poder
ejecutivo dio lugar a una relación con el gabinete de tipo radial, y condujo a la
limitación del entorno íntimo de la presidencia a un círculo de confianza reducido.
En cuanto al funcionamiento del Congreso Nacional, Jones y Micozzi explican, en
el análisis de la composición partidaria de las cámaras, parte del porqué de tales
rasgos en el ejercicio de la presidencia: sostienen que los períodos con mayoría
absoluta posibilitaron al kirchnerismo la decisión de gobernar solo, dado que los
números así lo permitían, y también lo hacía la fragmentación de la oposición.
Concluye la sección con el análisis de Gargarella acerca de la relación sobre kirchnerismo
y justicia, y la identificación de dos etapas: una más liberal-republicana,
expresada en la decisión de cambiar la composición de la Corte Suprema, y otra
más conservadora, "el giro antiliberal", reflejada en las modificaciones sobre el
Consejo de la Magistratura.
En los capítulos de la sección "Actores y Procesos Políticos" cobra relevancia
el estudio de los partidos políticos. Tula y De Luca se centran en la evolución
del sistema de partidos y en cómo dentro de éstos se produjo la selección de los
candidatos a lo largo de la última década. Carrizo por su parte aborda la relación
entre presidencialismo y dinámica intra-partidaria. El capítulo de Malamud se
aboca al bipartidismo, sosteniendo la continuidad sistémica de los dos principales
partidos, radicales y peronistas, en el ordenamiento de la política, aunque de forma
asimétrica, situando dicha asimetría en la diferente capacidad de movilización de
masas.
Otros trabajos incluidos son el de Zelanik, que aborda las "coaliciones kirchneristas":
sociales, electorales y legislativas, y señala el carácter innovador de las
primeras, con la incorporación de actores nuevos junto con los tradicionales: los
organismos de DDHH, los movimientos piqueteros y el movimiento obrero organizado.
También son considerados novedosos algunos aspectos de la relación en trepolítica subnacional y política nacional, estudiados por Gervasoni, tales como
la centralización del federalismo fiscal, la mayor subordinación de las provincias
a los gobiernos kirchneristas, incluidos aquellos gobernadores radicales, y la "territorialización"
de la política. Estos rasgos contribuyen a reforzar la hipótesis de
debilidad institucional presente en este y otros capítulos.
En el cierre de esta sección, Novaro presenta el análisis de la cultura política bajo
el kirchnerismo, recurriendo para ello a la dimensión de "contenidos", que apunta
a la innovación de ideas en la vida política y en la tradición peronista, y a la dimensión
de "instrumentos", que busca ver si el kirchnerismo se ha comportado como
una "facción" o ha buscado nuevos mecanismos de confluencia y diálogo político.
La sección "Actores Sociales" recoge investigaciones referidas al heterogéneo
conjunto de interlocutores del kirchnerismo. Bonvecchi muestra cómo la relación
con los empresarios evolucionó desde 2003 llevando a una "reconfiguración de la
relación Estado-empresarios bajo el formato de un capitalismo selectivo". Por su
parte, Etchmendy trabaja en su capítulo el sindicalismo (peronista) para el período
2003-2011. Como continuación de sentidos con el capítulo anterior se plantea aquí
un "neocorporativismo segmentado". Los movimientos sociales son retomados en
el capítulo de Mauro y Rossi para analizar el diálogo-conflicto con el kirchnerismo.
En este caso se abordan piqueteros, movimiento de DDHH, las marchas por
la inseguridad y por el problema ambiental, así como la protesta "del campo". Se
remarca el protagonismo de tales actores sociales, y cómo fue posible para éstos
el acceso a canales estatales. Otro de los actores relevantes son los medios de comunicación,
cuya relación con el kirchnerismo es analizada por Kitzberger. Como
se señala en otras partes del libro, la crisis del campo va a ser un parteaguas en
esta cuestión. Así un primer período (confrontación discursiva con políticas pragmáticas)
va de 2003 a 2008, iniciándose a partir de entonces la transformación del
discurso en "radicalización contrahegemónica y reformista".
La última sección, "Políticas Públicas", reúne trabajos sobre diversas áreas de
acción pública, articulados por la pregunta acerca de la novedad del kirchnerismo
en las mismas. En ellos uno de los temas es el del régimen electoral. Alessandro se
dedica a analizar el proceso de sanción de la Ley 26.571, enriqueciendo su relato
con el testimonio de su participación en los "diálogos" convocados por el Ministerio
del Interior para el armado de la reforma en cuestión. Asimismo Scherlis
analiza la legislación electoral, pero desde la mirada de la evolución del proyecto
político kirchnerista, profundizando en las estrategias que aplicaron sobre la legislación
electoral y las interpretaciones a las que apelaron durante las elecciones
2005, 2007 y 2009.
La relación entre gobierno nacional y gobiernos subnacionales es retomada por
Lodola como una política pública distintiva, centrándose en las instituciones fiscales,
la política tributaria y la política financiera. Al igual que en Gervasoni, el
énfasis cae sobre la capacidad del gobierno nacional de redistribuir los recursos
(selectivamente). En cuanto a otras políticas, Repetto aborda el análisis de las
políticas sociales de transferencia de ingresos, enfatizando cómo en ello "se conjugaron
virtuosamente un conjunto de factores permitiendo a los dos gobiernos, mediante un uso inteligente de las oportunidades políticas y el margen fiscal, avanzar
en cambios relevantes que dejan, sin embargo, retos a afrontar". La política
militar y la de defensa también experimentaron importantes cambios durante el
kirchnerismo.
Acorde a Battaglino, el relanzamiento de los juicios por las violaciones
de los DDHH, las medidas de fortalecimiento del gobierno político de la
defensa y el renovado interés político por los temas de defensa nacional ilustran
un giro hacia una lógica de "equilibrio". El apartado de las políticas públicas concluye
con el capítulo de Llenderrozas dedicado al análisis de la política exterior
kirchnerista.
Las reflexiones llevan a conceptualizar la misma como "un estilo de
posicionamiento internacional más que como una política exterior consistente". Se
destaca la concentración de la decisión en manos del Presidente, el bajo rol de la
cancillería, y la priorización de los asuntos internos.
Las conclusiones están a cargo de Murillo, quien realiza una síntesis de los puntos
analizados sobre una matriz que entrecruza estabilidad y aplicación o imposición
normativa para medir la dimensión de la fortaleza institucional. El resultado
es la apreciación de los "grises", de las realidades heterogéneas, que han existido
sobre la misma a lo largo de ambas gestiones kirchneristas.
En su conjunto los capítulos reseñados ofrecen una inteligente y completa respuesta
a la inquietud inicial. Las reflexiones en muchos casos son productos de
otras investigaciones de mayor alcance. Resulta frecuente encontrar en ellas diversos
indicadores empíricos acompañando los argumentos vertidos. Fortaleciendo
tal aspecto, el apartado final de Zelaznik, ofrece al lector un conjunto de datos claves
(electorales, partidarios y legislativos) referidos al sistema político argentino.
A modo de cierre, es preciso hacer una referencia a la pregunta planteada acerca
de qué perspectivas se avizoran, cuáles son los "asuntos pendientes" de las administraciones
kirchneristas. En tal sentido se menciona la transformación del crecimiento
en desarrollo sostenido, o bien la construcción de una nueva matriz federal
de política social y un cambio significativo en los patrones de política pública en
cuanto a la debilidad institucional, entre otros.
Se trata así de un libro de análisis político central para comprender la coyuntura
argentina actual, que abre las puertas a numerosos debates al tiempo que permite
tomar cada uno de los temas abordados como puntapiés o insumos para mayores
investigaciones.