INTRODUCCIÓN
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son herramientas para mejorar el acceso a la salud, no obstante, podrían perpetuar la inequidad en salud.1 La distribución desigual en el acceso a las TIC entre diferentes grupos sociales se denomina brecha digital.2 El primer nivel de la brecha digital se relaciona con el acceso a la tecnología; el segundo nivel, con el uso y las habilidades digitales, y el tercer nivel corresponde a los beneficios y resultados que las personas obtienen del uso de las TIC para mejorar sus oportunidades.3
La brecha digital atraviesa la vida de las personas y limita la capacidad de las TIC para generar un impacto positivo en su calidad de vida. Según el modelo de desigualdad digital planteado por van Deursen,4 la falta de habilidades digitales produce una limitación sobre las tareas realizadas en línea y esto genera menos oportunidades fuera de línea para las personas. Por esta razón, la tendencia actual es analizar los niveles de la brecha digital con especial énfasis en la tercera dimensión. Este análisis implica la búsqueda de herramientas metodológicamente válidas que logren medir la interrelación entre las personas y las TIC.5 Actualmente no existen instrumentos validados para evaluar las características de acceso a las TIC en salud en pacientes pediátricos o sus cuidadores. Los trabajos reportados pertenecen a otras poblaciones5 o no hacen foco en salud.4
Las estrategias sanitarias basadas en las TIC son cada vez más frecuentes.6 Como se dijo previamente, el uso de TIC como estrategias de acceso a la salud podría potenciar las desigualdades sociales existentes.7-9 La falta de acceso a internet, percibir ingresos económicos bajos, la edad avanzada, el sexo femenino, el bajo nivel educativo, la minoría étnica y el área de residencia rural han demostrado ser condicionantes para el acceso a las TIC.10-12 Estos datos se vuelven particularmente importantes, ya que por la pandemia por COVID-19 se han puesto en marcha y reimpulsado gran cantidad de estrategias sanitarias basadas en las TIC.13-15
Teniendo en cuenta la inevitable progresión de la revolución digital16 y la ausencia de instrumentos confiables, nos propusimos como objetivos construir y validar un cuestionario para evaluar el acceso a las TIC para cuidadores de pacientes pediátricos de 0 a 12 años, describir las características de acceso a las TIC utilizando el cuestionario validado y evaluar si existe correlación entre los componentes de los tres niveles de la brecha digital.
POBLACIÓN Y MÉTODOS
El estudio se llevó a cabo en el Hospital General de Niños Pedro de Elizalde (HGNPE) entre el 01 de octubre de 2021 y el 30 de septiembre de 2022. Se incluyó a los cuidadores de pacientes de entre 0 y 12 años de edad que concurrieron al hospital acompañando a pacientes pediátricos a cualquier tipo de consultas ambulatorias. Se solicitó consentimiento informado a los cuidadores de los pacientes para participar en el estudio. El protocolo fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación del HGNPE (registro n.° 5289).
El estudio se dividió en 2 etapas; en la Figura 1 se describe el procedimiento de estudio.
ETAPA 1: Construcción y validación del cuestionarioMediante una revisión de la literatura en PubMed, MEDLINE, The Cochrane Library, SCOPUS, Google Académico, LILACS y Web of Science, se definieron las variables y se generaron las preguntas para la primera versión del cuestionario. La primera versión del cuestionario fue revisada cualitativamente por 4 expertos (1 metodológico, 3 en el tema) con el objetivo de evaluar la validez de contenido. Luego se realizó una prueba piloto para evaluar la comprensión del cuestionario utilizando las preguntas en formato abierto. Se procedió con la evaluación de fiabilidad a través de un test-retest con una semana de diferencia y se calculó el coeficiente kappa entre las respuestas como medida de acuerdo.17 Por último, se eliminaron las preguntas que presentaron un coeficiente kappa menor a 0,6518 y se incluyeron las preguntas con un porcentaje de acuerdo del 100 %. En Material suplementario, está disponible la construcción y validación del cuestionario.
ETAPA 2: Características de acceso y correlación entre los niveles de brecha digital
Para describir las características de acceso a las TIC, se utilizaron como variables principales de estudio las preguntas que integran la versión final del cuestionario validado disponible en material suplementario. Además, se evaluaron las características sociodemográficas de los cuidadores utilizando las variables de la Encuesta Permanente de Hogares:19 sexo biológico, edad del cuidador, edad del paciente, domicilio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, nivel educativo del cuidador, cobertura de salud pública exclusiva, hacinamiento crítico (más de tres personas por habitación) y empleo formal de jefe/a de hogar.
Figura 1: Procedimiento de estudio
Para calcular el tamaño muestral, se consideró la prevalencia esperada de la variable “Acceso a Banda Ancha fija en el hogar”, ya que representa una variable fundamental para el acceso a las TIC.20 Esperando una prevalencia del 68 % (21) ± 5 % y un nivel de confianza del 95 %, se estimó el tamaño muestral en 344 sujetos. Se utilizó un muestreo por cuotas para evitar sesgos posibles por día y horario de concurrencia.
Se presentan las variables categóricas con su frecuencia absoluta y frecuencia relativa en porcentajes con sus respectivos IC95% y las variables cuantitativas con media y desviación estándar, o mediana y rango según la distribución observada. Para evaluar la correlación entre los distintos niveles de brecha digital, se utilizó el coeficiente de Pearson. Se consideró significativo un valor de p <0,05 en todos los casos. Se utilizó Microsoft Access® para la administración de la base de datos y STATA MP 16 como software estadístico.
RESULTADOS
Respondieron el cuestionario 344 sujetos. Ningún sujeto rechazó participar del estudio. El 90,4 % de los cuidadores fueron de sexo femenino y el 44,2 % había completado la escuela secundaria. El 20,9 % residía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El 30,2 % vivía en hacinamiento crítico y el 79,6 % presentaba cobertura de salud pública exclusiva (Tabla 1).
En relación con la primera brecha digital, el 93 % poseía celular propio y el 98,3 % utilizaba internet por red de datos. Con respecto a la segunda brecha digital, el 99,1 % se comunicaba a través de mensajes de WhatsApp. En cuanto a las preguntas de la tercera brecha digital, el 21,1 % de los cuidadores recibieron recetas por correo electrónico o WhatsApp, y el 41,6 %, resultados de laboratorio (Tabla 2).
Tabla 1: Características sociodemográficas
En la Tabla 3 se presenta la matriz de correlación entre las preguntas de todos los niveles de brecha digital. La correlación fue en general nula o baja entre los distintos niveles de brecha digital. En particular, la conexión a internet por red wifi se correlacionó positivamente con las preguntas de la tercera brecha digital, mientras que el acceso a internet por red de datos no se correlacionó positivamente con ninguno de los componentes de la tercera brecha digital. Además, se observó una correlación positiva entre utilizar correo electrónico y las preguntas relacionadas al segundo y al tercer nivel de brecha digital. Por el contrario, el uso de redes sociales o mensajería no se correlacionó con ninguna otra pregunta.
DISCUSIÓN
En este estudio se construyó un cuestionario para evaluar el acceso a las TIC en salud para cuidadores de pacientes pediátricos de 0 a 12 años utilizando una metodología robusta que asegura su validez y fiabilidad. A pesar de la revisión bibliográfica, no se identificaron reportes de cuestionarios validados en español que incluyeran los tres niveles de brecha digital en salud para la población de estudio. La mayoría de las publicaciones existentes se encuentran en países desarrollados,4'5 donde los cuestionarios evalúan los niveles de brecha digital por separado22,23 y con enfoques diferentes orientados a comprender el beneficio obtenido en salud.24 Este cuestionario tiene como fortaleza que evalúa los tres niveles de brecha digital en salud y permite una visión amplia del acceso a las TIC.
La población de este estudio en su mayoría fue de sexo femenino con una mediana de edad de 31 años, con bajo nivel educativo, con residencia fuera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cobertura de salud pública exclusiva y niveles importantes de empleo informal y hacinamiento crítico. Muchas de estas características son marcadores de vulnerabilidad social y se comportan como barreras de acceso a TIC. Reddick et al., describieron las dificultades de acceso en los residentes de áreas menos urbanizadas y con edad avanzada;10 Delfino et al., detallaron la brecha digital de género;12 Ogbo et al., el efecto negativo del bajo nivel socioeconómico en un país en desarrollo24, y Scheerder et al., la correlación del bajo nivel educativo con el uso y habilidades de las TIC.25 No se encontraron en la bibliografía estudios que analicen el acceso a las TIC en relación con la cobertura de salud y, por lo tanto, no se puede comparar este aspecto con los resultados de nuestro estudio.
Tabla 3: Matriz de correlación
En cuanto a la primera brecha digital, se observó un alto porcentaje de cuidadores con telefonía móvil y baja tasa de acceso a computadora y tableta, similar a lo reportado en Argentina, donde 88 de cada 100 personas usan teléfono celular y 87 de cada 100 utilizan internet.19 Esta brecha de acceso material parece estar asociada a que son elementos menos costosos, con tarifas de mantenimiento relativamente bajas y que se han vuelto tecnología omnipresente en la comunicación diaria.26-28 A su vez, el modo de conexión a internet más frecuente fue por red de datos. Este hecho podría deberse a que el principal dispositivo utilizado sea el teléfono celular. El acceso a internet mediante un solo tipo de dispositivo se asocia con peor uso de internet y menor desarrollo de habilidades digitales.22'29-31
En relación con la segunda brecha digital, predominó el uso de redes sociales y mensajería (WhatsApp) para comunicarse. Esto podría estar relacionado con las características sociodemográficas de nuestra población, la calidad del acceso a internet y la informalidad de las comunicaciones en línea para estos usuarios, similar a lo reportado en otros estudios.28,30
Respecto a la tercera brecha digital, menos del 50 % refirió obtener beneficios en salud a través de las TIC. Específicamente, menos del 30 % realizó alguna vez una teleconsulta a pesar de que estas crecieron exponencialmente durante la pandemia por COVID-19.11'16'32 Este hecho remarca la falta de acceso a la salud en la población de estudio a pesar de la implementación de programas de salud digital.14,15 De este modo, es posible que, la ejecución de estrategias basadas en las TIC, perpetúen la inequidad en el acceso a la salud.5,24
La correlación entre los niveles de brecha digital fue en general nula o positiva débil. Esto va en concordancia con el marco teórico propuesto por van Deursen.4 Las personas pueden tener acceso a internet, pero eso no indica que tengan las habilidades necesarias para su uso y para obtener beneficios. Nuestra población de estudio tiene una alta tasa de conectividad (primer nivel de brecha digital), pero estos resultados se hacen más pobres en el uso (segundo nivel de brecha digital) y en los beneficios obtenidos (tercer nivel de brecha digital). Este descenso en los resultados remarca el hecho de que no es suficiente asegurar la conectividad para garantizar el acceso a las TIC. El uso y los beneficios obtenidos dependen también de otros factores, como el nivel socioeconómico, la educación y las motivaciones personales descritas como determinantes para la interacción con las actividades en línea.25,23,29
Observamos que el acceso a internet por red wifi y el uso del correo electrónico se correlacionan positivamente con los componentes de la tercera brecha digital. Por el contrario, el acceso a internet por red de datos y el uso de WhatsApp no se correlacionaron con las preguntas del tercer nivel de brecha digital. A través del análisis, se insinúan dos perfiles de usuarios: uno con conexión wifi, que utiliza el correo electrónico y que logra beneficios con el uso de TIC, y otro con menos habilidades, que accede a internet por red de datos y logra poco beneficio del uso. El hecho de que ambos usuarios accedan a internet, pero que solo uno obtenga resultados positivos pone de manifiesto la existencia de la brecha digital y su efecto negativo sobre la vida de las personas.23
Este estudio presenta limitaciones que deben ser consideradas. Se incluyeron únicamente cuidadores de pacientes de 0 a 12 años. En esta decisión se tuvo en cuenta que en los pacientes mayores de 12 años se contempla la autonomía progresiva33 y, además, presentan características propias en el uso de las TIC.34 Los cuidadores tuvieron una media de edad de 31,4 años. La edad es un factor relacionado al acceso y uso de las TIC12 por lo que es esperable que la población de este estudio solo sea comparable con una de similar edad. Por otra parte, la población de estudio representa a los sectores más vulnerables de la sociedad. Si bien este hecho podría ser un sesgo, las poblaciones con estas características son las que presentan menores niveles de acceso a las TIC y, por lo tanto, requieren mayor estudio e intervención. En este sentido, este estudio aporta un instrumento validado para evaluar el acceso a las TIC en poblaciones vulnerables en sintonía con los intereses del Ministerio de Salud de la Nación en cuanto a las estrategias nacionales de salud digital.35
Por último, se quiere destacar que los resultados de este estudio tienen aplicación directa en el desarrollo de estrategias de acceso a la salud a través de las TIC. Para ser exitosas, es fundamental que las estrategias de acceso a la salud basadas en las TIC respondan a las necesidades de salud y a las condiciones de acceso en cada población objetivo en que se apliquen.
CONCLUSIÓN
Se construyó y validó un cuestionario en español para evaluar el acceso a las TIC en salud para cuidadores de pacientes pediátricos de 0 a 12 años. La población de estudio se caracterizó por poseer mayoritariamente celular, conectarse a internet por red de datos, comunicarse principalmente a través de WhatsApp y obtener con baja frecuencia beneficios a través de las TIC. La correlación entre los diferentes niveles de brecha digital fue baja.
Material suplementario disponible en: https://www.sap.org.ar/docs/publicaciones/ archivosarg/2023/2976_AO_Sbruzzi_Anexo.pdf
Recibido: 23-12-2022
Aceptado: 14-2-2023