El Cuclillo Chico (Coccycua cinerea), es un ave Neo tropical de amplia distribución que pertenece a la familia Cuculidae. Si bien su estudio ha recibido poca atención, se sabe que es una especie poco conspicua que se distribuye en la porción austral de Sudamé- rica (Payne 2021). Habita bosques naturales, costas de ríos y existen registros que la asocian a ambien tes con cierta alteración antrópica (Salvador 2011). Existe también suficiente consenso en considerar la como una especie migrante austral (eBird 2021, Payne 2021).
La información sobre el comportamiento repro ductivo de la especie es escasa y se limita al cen tro-norte de Argentina. Si bien existen algunos re portes sobre nidos y huevos realizados por Hartert y Venturi (1909), Pereyra (1937), de la Peña (1987, 2013) y Babarskas et al. (2003), en general estos se li mitan a mencionar eventos reproductivos sin brindar detalles de las características del nido, hábitat repro ductivo, huevos o pichones. Entre los pocos datos dis ponibles, se ha reportado que la especie se reproduce en primavera-verano, con nidos activos entre octubre y marzo (de la Peña 2013). El Cuclillo Chico constru ye sus nidos en especies arbóreas tanto nativas como exóticas, a una altura aproximada de entre 1.7 y 5 m del suelo (Di Giacomo 2005, de la Peña 2013), aunque también a menores alturas (Salvador 2011). Los re gistros más australes de nidos están asociados a zo nas boscosas del norte de La Pampa (Pereyra 1937) y norte de Buenos Aires (Babarskas et al. 2003). Los ni dos se componen de plataformas chatas, en ocasiones algo traslúcidas, construidas con palitos espinosos en la base (Di Giacomo 2005). Sus puestas suelen ser de 3 o 4 huevos elípticos de color blanco. Sus pichones se pueden reconocer al nacer por su piel oscura, el plu món gris claro y porque nacen con los ojos semiabier- tos (Salvador 2011, de la Peña 2013) .
Considerando la escasez de información asociada a la biología reproductiva y los pocos registros de nidificación en la provincia de Buenos Aires, en esta contribución aportamos los primeros datos sobre tasa de éxito de nidificación para el Cuclillo Chico, describimos las características de los sitios de nidifi- cación y aportamos medidas precisas de nidos, hue vos y pichones.
métodos
Área de estudio
El trabajo se llevó a cabo en la "Estancia La Ma tilde” (35°20’S, 57°11’W) en la provincia de Buenos Aires, Argentina). El área de estudio abarca unas 750 ha de bosque nativo (localmente conocido como ‘talares’), en las inmediaciones del Refugio de Vida Silvestre Bahía de Samborombón.
El área de estudio contiene parches de bosque na tivo que se disponen en forma de cordones paralelos a la costa del río de La Plata (15 a 40 m de ancho y 0.4 a 2 km de largo) (ver detalles en Segura y Arturi 2012, Segura et al. 2014). Estos relictos de bosque nativo se encuentran actualmente afectados por la actividad humana, lo que resulta en una constante pérdida de masa forestal y un aumento de la fragmen tación de este hábitat (Arturi y Goya 2004). Las prin cipales especies que lo conforman son el Tala (Celtis ehrenbergiana) y el Coronillo (Scutia buxifolia), y se cundariamente el Molle (Schinus longifolius) y el Ombú (Phytolacca dioica). En la Estancia también se pueden hallar especies arbóreas exóticas, como Acacia Negra (Gleditsia triacanthos), Álamo (Populus spp.), Ligustro (Ligustrum lucidum) y Laurel (Laurus nobilis) (Arturi y Goya 2004, Segura et al. 2020). A su vez, entre los parches de bosque existen grandes áreas abiertas de pastizales.
Esta región se caracteriza por veranos cálidos y lluviosos (temperatura máxima: 39.2 °C) e inviernos fríos (temperatura mínima: -7.5 °C), con la mayor parte de las precipitaciones entre noviembre y mar zo. La precipitación media anual es de ~ 900 mm y la temperatura media anual es de ~ 16 ° C (SMN 2021).
Especie de estudio
Conocida por distintos nombres vulgares, los más conocidos son Cuclillo Gris, Cuclillo Chico, Ceniciento o Pavita de Monte. Mide aproximadamente entre 23 y 25 cm y se caracteriza por su plumaje gris pardusco, pecho levemente más claro y abdomen blanquecino (Payne 2021). Su pico es negro y los adultos se distin guen por el ojo con el iris rojo (de la Peña 2013).
Su dieta se basa en distintos grupos de artrópo dos como coleópteros, larvas de lepidópteros, arácni dos, ortópteros y termitas (Withington 1888, Bodrati y Salvador 2015). También se lo ha registrado alimen tándose de vegetales (Zotta 1940). Su distribución en temporada reproductiva incluye Paraguay, Uruguay, sur de Brasil y centro y norte de Argentina (Angulo y Alferez Flores 2018, Payne 2021). Transcurre el in vierno en el centro y oeste de Brasil, este y norte de Bolivia, sur y noreste de Perú y extremo sureste de Colombia (Payne 2021).
Monitoreo de nidos
Recopilamos información durante ocho tempo radas reproductivas consecutivas (octubre a febrero 2006-2014). La búsqueda de nidos no fue exhaus tiva y se limitó a monitorear los nidos hallados de forma ocasional en el marco de otros proyectos de monitoreo de aves que se reproducen en el área de estudio. Una vez hallado el nido, fue visitado cada 2 o 3 días, registrando la fecha y hora de la visita, el estado dentro del ciclo de nidificación (construcción, puesta, incubación o con pichones) y el número de huevos o pichones.
Los intentos de reproducción fueron considera dos exitosos cuando al menos un pichón abandonó el nido luego del emplume. Consideramos a un nido de predado cuando no hubo evidencias de actividad de los padres cerca del nido en el momento de la visita, el contenido del nido (huevos o pichones) desapareció entre dos visitas consecutivas, y todavía no se estaba cerca de la fecha de abandono natural del nido por parte de los pichones. Cuando los pichones supera ron los 10 días de edad, la observación del contenido del nido se realizó desde una distancia de 3 m para no provocar el abandono prematuro del nido (con la excepción de una única visita a uno de los nidos, en donde manipulamos los pichones de 13-14 días de edad para obtener las medidas corporales antes de abandonar el nido).
Una vez que el nido ya no se encontraba acti vo (los pichones lo abandonaron con éxito o fue de predado), se registraron sus dimensiones (longitud máxima de la plataforma superior del nido y su ancho perpendicular: ‘largo x ancho’) con una cinta métrica comercial. Registramos además la especie arbórea en donde se construyó el nido, altura desde el suelo y ubicación del árbol en el parche de bosque (borde, interior o parche aislado).
Establecimos el período de incubación como el tiempo transcurrido entre la puesta y la eclosión del último huevo (Nice 1954). Dado que en ninguno de los nidos exitosos pudimos observar directamente el abandono del nido, para el período de permanencia de los pichones en el nido se consideró la fecha in termedia entre la última visita al nido con pichones y la fecha en donde encontramos por primera vez el nido vacío. En ocasión de alguna de las visitas al nido se tomaron medidas del largo y ancho de los huevos, empleando un calibre de tipo Vernier con una preci-
sión de 0.05 mm. Las medidas de los huevos se ob tuvieron durante la incubación temprana y una vez que las nidadas estuvieron completas (es decir, no se encontraron nuevos huevos entre dos visitas). Cal culamos el volumen de los huevos siguiendo a Hoyt (1979): volumen = 0.51 x (largo) x (ancho) 2. Para re ducir el disturbio sobre la nidada solo registramos las medidas de los pichones al nacer y cuando se encon traban próximos a abandonar el nido. Obtuvimos la masa corporal de los pichones a través de una balan za de resorte Pesola ® de 10 g (para pichones recién nacidos, precisión de 0.1 g) y de 50 g (para pichones de 13-14 días de edad, precisión de 0.5 g). También se midió la longitud del pico, ala y tarso empleando calibre de tipo Vernier con una precisión de 0.05 mm.
El 33.3% (n = 2 nidos) de los nidos fue exitoso, mientras que el resto (66.7%, n = 4 nidos) fue depre dado. Dentro de este último grupo, uno (25%) fue de predado durante la incubación y tres (75%) durante la etapa de pichones.
resultados
Registramos seis intentos reproductivos a lo largo de las ocho temporadas reproductivas (uno en 2006 2007, dos en 2007-2008, uno en 2008-2009, uno en 2010-2011 y uno en 2013-2014). Los nidos se cons truyeron en Tala (cuatro nidos) y Coronillo (dos ni dos). Tres nidos (50%) fueron construidos en árboles que se ubicaron en el interior del bosque, mientras que los otros tres estuvieron ubicados en el borde de los cordones de bosque. Detalles sobre la altura y me didas del nido se indican.
El nido más temprano inició la puesta un 11 de noviembre y el más tardío la inició un 10 de febrero. Los nidos tuvieron en promedio 2.83 ± 0.75 huevos (ran go 2-4 huevos, n = 6 nidos). Dos de los nidos (33.3%) tuvieron 2 huevos, tres tuvieron 3 huevos (50%) y sólo uno de los nidos presentó 4 huevos (16.7%). Las me didas morfométricas de los huevos se detallan en la
discusión
En este trabajo proporcionamos información sobre la biología reproductiva del Cuclillo Chico para el centro-este de Argentina y, en especial, para la región más austral de su área de distribución. Si bien exis tía información disponible sobre características des criptivas básicas de la biología reproductiva de esta especie en Argentina (Di Giacomo 2005, Salvador 2011, de la Peña 2013, Payne 2021), en esta contribu ción aportamos los primeros datos sobre el éxito de nidificación para la especie. Contar con información sobre la biología reproductiva de las aves es crucial para comprender sus historias de vida (Martin 2004) así como para la formulación de diversas teorías evo lutivas (Stutchbury y Morton 2001). Por este motivo, nuestros resultados cobran especial relevancia con siderando la escasa información sobre la biología re productiva de las aves Neotropicales en relación. Medidas de los pichones al nacer (un día de edad) y previo a abandonar el nido (13-14 días de edad) del Cuclillo Chico (Coccycua cinerea) en talares del noreste bonaerense. Los valores se presentan como media ± EE (error estándar) y rango (mínimos y máximos).
Al nacer especies de regiones templadas del hemisferio norte (Martin 2004, Xiao et al. 2017), y más aún para las aves que se reproducen en el cono sur de Sudamérica (Xiao et al. 2017).
Tanto las dimensiones del nido como la altura a la que éstos se encontraban son similares a las repor tadas por Di Giacomo (2005), Salvador (2011) y de la Peña (2013) (ver también información para el Cuclillo Canela Coccyzus melacoryphus en Paixao et al. 2021). La primera puesta fue registrada en la primera quin cena de noviembre, lo cual coincide con lo reportado por Di Giacomo (2005) y de la Peña (2013). Debido a que no se realizó una búsqueda sistemática de nidos a lo largo de las temporadas reproductivas, no es po sible descartar la posibilidad de que en el área de es tudio la especie se reproduzca incluso más temprano (por ejemplo, de la Peña 2013 reporta nidos desde el mes de octubre) o más tardíamente.
Similar a lo encontrado por otros autores para aves que nidifican en talares del noreste bonaerense (Segura y Berkunsky 2012, Segura et al. 2015, Gon zalez et al. 2019, Jauregui et al. 2019, Segura et al. 2020), el Cuclillo Chico solo utilizó especies nativas para construir el nido. Si bien en el área de estudio predominan los árboles nativos, no es infrecuente la presencia de árboles exóticos. Sin embargo, éstos no fueron utilizados como árbol-soporte de nidos en ningún caso. Estos resultados cobran especial rele vancia si consideramos a la avifauna como bioindi- cadora de calidad ambiental (Padoa-Schioppa et al. 2006, Luther et al. 2008, Twedt y Somershoe 2009), lo que nos permite concluir que es importante conservar porciones de bosques con dominio de árboles nativos (Segura et al. 2015, 2019).
Sin contar con otra información para la especie, el éxito reproductivo reportado aquí es superior al re gistrado para otros congéneres. Paixao et al. (2021), por ejemplo, registraron un bajo éxito reproductivo para Cuclillo Canela en Brasil (posiblemente infe rior a 10%), aunque los autores no indican de forma precisa la tasa de éxito debido a que no realizaron un monitoreo exhaustivo de los nidos. De forma similar, Erwin (1989) describe cuatro nidos de Cuclillo Canela en Galápagos, pero tampoco brinda información pre cisa sobre el destino de cada nido, aunque es posible inferir que dos de ellos fueron exitosos (ver también reportes similares en Potter 1980 para el Cuclillo Canela en Estados Unidos). Por otro lado, y en com paración con otras especies en el área de estudio, el éxito de nidificación observado (~33 %) es levemente inferior al 40% reportado en el mismo sitio de estudio para el Suirirí amarillo (Satrapa icterophrys, Gonzalez et al. 2019) o al 38% para el Chinchero Chico (Lepidocolaptes angustirostris, Jauregui et al. 2019), y leve mente superior al 26% reportado para el Cardenal de Copete Rojo (Paroaria coronata, Segura et al. 2015). Sin embargo, con un tamaño de muestra mayor, estos valores podrían variar. Si bien valores de éxito de ni dificación como los reportados no significan una alar ma en términos de tasas de reclutamiento de nuevos individuos a la población, es importante continuar aportando este tipo de información a fin de poder comprender de una forma más completa las estrate gias reproductivas de las aves del cono sur de Suda- mérica (Martin 2004, Xiao et al. 2017).