Introducción
La población ejerce presión sobre el re curso suelo por lo que existen actividades que inciden en la degradación ambiental y del territorio, que demandan acciones de ordenamiento y de recuperación. La urbanización, industrialización y agri cultura han transformado fundamen talmente las características de los suelos incidiendo en procesos propios de los ecosistemas naturales (De la Rosa, 2008; Zander et al., 2019). El uso del suelo in volucra diversos procesos de producción de bienes que le permiten la existencia y desarrollo como sociedad (INEGI, 2005). La calidad del suelo refleja el es tado de degradación o conservación (INE, 2000). La degradación causada por un manejo inadecuado es un pro blema mundial crítico, en este sentido la gestión integrada y sostenible del suelo es fundamental para el funcionamiento sostenible del ecosistema y es la forma más eficaz de revertir el deterioro de la calidad del suelo (Melku Dagnachew et al., 2019). El uso inadecuado o intensivo de la tierra ha acelerado el proceso de de gradación ambiental y fragmentación de hábitats, con la consiguiente disminución de los servicios ecosistémicos esenciales para el mantenimiento de la biodiversi dad. Todos estos usos de la tierra tienen el potencial de afectar la calidad del sue lo (Mckinley, 2019); aunque existe una gran cantidad de indicadores de calidad del suelo y metodologías para generar y evaluar criterios e indicadores ambienta les como estrategia de gestión ambiental en el ordenamiento territorial, es nece sario en cada caso concreto evaluar las consecuencias del deterioro para determinar indicadores específicos (Alcalá et al., 2009; Liu et al., 2020). El manejo de ecosistemas a través de conservación y restauración ecológica tiene como obje tivo revertir procesos de degradación y pérdida acelerada de biodiversidad (Var gas, 2011; Liu et al., 2020). Para ello, es esencial comprender los usos del suelo y sus diferentes prácticas de gestión soste nible principalmente para el control de la erosión (Ebabu et al., 2019). La visua lización de mapas sobre las capacidades de los suelos, en programas de ordena miento territorial, permiten decisiones sobre sus usos sostenibles (Greiner et al., 2018). La calidad ecológica del suelo se evalúa para medir el desarrollo de un sistema ecológico y socioeconómico, con una adecuada distribución del uso de la tierra bajo políticas de ordenamiento del territorio para mitigar las presiones sobre el espacio natural causado por la compe tencia entre diversas actividades de uso (Liu et al., 2020); asimismo, la cantidad y calidad de los recursos de la tierra son necesarias para respaldar las funciones y servicios de los ecosistemas (González- Roglicha et al., 2019). De acuerdo al Plan de Desarrollo Urbano del Estado de San Luis Potosí 2001-2020, el municipio de Mexquitic pertenece a la región San Luis Norte, México, donde comparte con otros seis municipios problemas muy graves, por la diversidad de sus causas y por la magnitud de sus impactos sobre la población, industria y las grandes ex tensiones de sembradíos bajo régimen de riego. En esta microrregión hay proble mas por sobreexplotación y contamina ción de acuíferos, erosión, salinización y pérdida de fertilidad de suelo, así como disposición inadecuada de residuos do mésticos e industriales (Caraveo, 2001). Por ello, se hace necesario diagnosticar el uso de suelo y ordenamiento territo rial a nivel local, como el uso de sistemas de información geográfica del ejido para caracterizar sus recursos naturales y la calidad ambiental de su territorio para determinar estrategias de restauración.
Materiales y Métodos
Localización del área de estudio
El estudio se desarrolló en el Ejido El Jaral (Figura 1), localizado en las coor denadas 101°09’21” W-22°05’12” N con una altura de 2020 m s.n.m., en el municipio de Mexquitic de Carmona en la zona altiplano del estado de San Luis Po tosí, México (INEGI, 2010).
El área de estudio se ubica en la región hidrológica RH 37 El Salado, cuenca San José-Pilares, subcuenca presa San José y microcuenca El Jaral. La precipitación varía entre 335 y 398 mm/año y tiene una temperatura promedio de 18 °C (INEGI, 2002). De acuerdo a las cartas edafológicas de INEGI se encuentran suelos: phaeozem, fluvisol, planosol, re gosol, calcisol, durisol, leptosol y luvisol (INEGI, 1984).
Se realizó un diagnóstico del territo rio considerando la carta topográfica F14A83, carta edafológica F14a83, y car ta de usos actual del suelo y vegetación F14A83, en la escala 1:50 000 con base al mapa digital del INEGI (2010), utilizan do la poligonal del Ejido bajo el progra ma software ARCGIS 10.
Capacidad agrológica, pecuaria y uso potencial de suelo
Para determinar el uso más adecuado del suelo se utilizaron los criterios del árbol de decisiones de capacidad agrológica, pecuaria y uso potencial, de acuerdo con las potencialidades y limitaciones de los suelos y sus características físicas, químicas y ambientales. Se propusieron acciones para lograr el ordenamiento del territorio (INE, 2000). Este criterio de clasificación considera cuatro clases de acuerdo al tipo de suelo dominante, codominancia, pendiente, fase física y/o química, y régimen de humedad. Asi mismo, se tomaron en cuenta criterios de uso potencial del suelo de acuerdo a su clasificación (INEGI, 2005).
Criterio de fragilidad y calidad ecológica
Para las propuestas de ordenamiento se siguieron las fases metodológicas del Ordenamiento Ecológico del Territorio (INE, 2000) que considera parámetros de deterioro, como: suelos que presentan un grado severo de erosión, regiones y subregiones hidrológicas con altos nive les de contaminación por aguas residua les; eutroficación y uso intensivo de los acuíferos y sustitución de la cobertura vegetal original por vegetación secundaria, o algún otro uso del suelo. Para el caso de fragilidad ecológica se conside ran: pendientes, erodabilidad, inestabilidad del relieve, estruc tura y capacidad de regeneración de la vegetación y susceptibilidad de cambio de suelos. De esta manera se determina si las acciones se dirigen hacia la conser vación, aprovechamiento, restauración o protección según el criterio de fragilidad o calidad ecológica muy baja, baja, me dia, alta y muy alta.
Propuesta de políticas ambientales del territorio
Se propusieron las políticas ambientales del territorio bajo los criterios de cuatro políticas ecológicas para el manejo del medio; Restauración: recuperación de terrenos degradados, Aprovechamiento: uso sostenible de los recursos a gran es cala, Conservación: uso condicionado del medio junto con el mantenimiento de los servicios ambientales, y Protección: mantenimiento total de los elementos y procesos naturales, preferentemente bajo un área natural protegida. Con estos cri terios se generó un mapa a 1:50 000.
Resultados y discusión
Diagnóstico de las condiciones del territorio
De acuerdo a la carta topográfica F14A83, el Ejido El Jaral está constituido por una serie de cuencas cerradas y care ce casi por completo de elevaciones im portantes. Esto último, aunado a las con diciones climáticas de la región, hace que no haya grandes corrientes superficiales siendo muy pocas las corrientes que han sido hidráulicamente medidas en forma sistemática (Figura 2).
Con base a la car ta edafológica F14A83, el Ejido presenta suelos de tipo litosol y regosol (Figu ra 3).
Los litosoles se caracterizan por una profundidad menor a 10 cm, limi tado por la presencia de roca, tepetate o caliche endurecido. Su fertilidad natural y la susceptibilidad a la erosión son muy variables. Su uso depende de la vegeta ción, cuando se presenta en bosques es forestal; cuando hay matorral o pasti zales se puede llevar a cabo un pastoreo más o menos limitado y en ocasiones se destinan a la agricultura, en especial al cultivo del maíz o nopal. El Regosol se caracteriza por no presentar capas dis tintas, en general son suelos claros, simi lares a la roca que los subyace, cuando no son profundos. Cuando se encuentran en laderas muchas veces están acompa ñados de litosoles y de afloramientos de roca o tepetate. Son de susceptibilidad variable a la erosión.
De acuerdo a la carta de uso actual del suelo y vegetación F14A83, se determi nó que la vegetación predominante en el Ejido es bosque de pino-encino (Pinus cembroides-Quercus spp.), en el 40% de la superficie, con asociaciones de chaparral (25%), pastizal natural (25%) y una superficie de uso agrícola (10%), donde el ciclo vegetativo de producción depen de de las escasas precipitaciones, y donde se cultiva principalmente frijol y avena (Figura 4).
Capacidad agrológica, pecuaria y uso potencial de suelo
De acuerdo a los criterios de capacidad agrológica y pecuaria del INE (2000) el ejido El Jaral corresponde a la clase IV, compuesta por tierras con limitaciones permanentes y severas para el cultivo y para el aprovechamiento pecuario. Son suelos de muy baja o nula calidad agro lógica, en muchas ocasiones inadecua dos para esta actividad. Poseen una capa fértil muy delgada, inferior a los 10 cm, o fases líticas, con alta pedregosidad super ficial que impide la penetración de raíces al suelo. Pueden tener pendientes supe riores a 25º, con gran susceptibilidad a la erosión hídrica. De acuerdo a INEGI (2005) estas tierras corresponden a las clases VII con usos recomendados para apacentamiento, silvicultura, cuenca co lectora, recreación paisaje estético vida silvestre, y VIII para usos de recreación, paisaje estético, vida silvestre e industria urbana; además de labranza de contorno, cultivo de franjas, vías fluviales y terrazas (Tapia et al., 2010).
Criterio, calidad y fragilidad ecológica
Según INE-SEMARNAT (2000) el Eji do El Jaral muestra una superficie con baja calidad ecológica de los recursos naturales y suelos con grado severo de erosión, por lo que se requiere activida des de restauración de suelos como re forestación, presas filtrantes con piedra acomodada, cabeceo de cárcavas, zanja trinchera, estabilización de taludes con vegetación nativa, barreras de piedra en curvas a nivel, con el objetivo de dete ner la erosión, reducir la escorrentía, re tener azolves, estabilizar los cauces y la propagación vegetativa. Para la super ficie de chaparral y pastizal natural se propone un manejo de la carga animal de acuerdo al coeficiente de agostadero y, finalmente, en las tierras aptas para la agricultura se propone realizar la rota ción de cultivos.
Propuesta de ordenamiento y restauración del territorio local
Con respecto a la Propuesta de Ordena miento del Territorio, al considerar los criterios de las políticas ambientales, y tomando en cuenta la caracterización de los recursos del Ejido El Jaral, se propo ne realizar acciones de aprovechamiento del suelo en el 10% del ejido donde está considerando para uso agrícola; Conservación de la vida silvestre en el 55% de la superficie de bosque, se plantean ac tividades como el ecoturismo, sendero interpretativo, observación de aves, flora y fauna silvestre; Conservación y restau ración de suelos en el 35% de la super ficie de pastizal natural y chaparral, se proponen actividades de ripeo, plantas medicinales y recreación así como obras de restauración y conservación de suelos (Figura 5).
Conclusiones
Se percibe al ordenamiento del territorio como una herramienta que coadyuva a proporcionar el desarrollo sustentable a partir de los usos del suelo y criterios ecológicos locales en el Ejido el Jaral, así como de un mejor sustento en la toma de decisiones en base a las actividades de la restauración y conservación de los ecosistemas que influyen de manera económica y social. Como metodología, está basado en el análisis de sistemas complejos apoyado por la conformación de sistemas de información geográfica que permiten la generación de propues tas en sus diferentes fases. Las políticas ambientales incluyen acciones de con servación, aprovechamiento, restaura ción y protección. Para el Ejido el Jaral se recomienda: a) conservación para la su perficie de bosque; b) aprovechamiento y conservación para el pastizal natural; c) aprovechamiento y restauración para la superficie de chaparral y d) aprovecha miento mediante uso agrícola. Conside rando los criterios de políticas ambienta les del territorio se proponen actividades de conservación en el bosque, aprove chamiento y conservación en el pastizal natural, aprovechamiento y restauración en el chaparral y aprovechamiento de la superficie para uso agrícola.