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Revista de historia americana y argentina

Print version ISSN 2314-1549On-line version ISSN 2314-1549

Rev. hist. am. argent. vol.58 no.2 Mendoza Dec. 2023  Epub Dec 25, 2023

 

Crítica bibliográfica

Vitar, Beatriz (2022). Cuerpos Bajo Vigilancia. Las Mujeres en las Misiones Jesuíticas del Chaco. Buenos Aires: SB. 276 p.

1Universidad Nacional de Formosa, Facultad de Humanidades. Instituto de Investigaciones sobre Lenguaje, Sociedad y Territorio. Formosa, Argentina. elianuzain@gmail.com

Vitar, Beatriz. 2022. Cuerpos Bajo Vigilancia. Las Mujeres en las Misiones Jesuíticas del Chaco. Buenos Aires: SB, 276p. ISBN: 978-987-8918-52-5.

En primer lugar, el libro ha sido publicado por Beatriz Vitar, Doctora en Historia en América por la Universidad Complutense de Madrid y profesora en varias instituciones españolas, incluyendo la Universidad de Sevilla. Esta obra se enmarca dentro de los estudios coloniales hispanoamericanos, particularmente el de las misiones jesuíticas chaqueñas, pero acudiendo a un novedoso foco: las mujeres. Es producto de los diversos giros que han existido para la historiografía y la teoría social, acudiendo a conceptualizaciones diversas, como género, corporalidad, disciplina, entre otros. Vitar dirige su mirada hacia el accionar femenino, puesto en contexto a una escala misional, arrojando luz sobre un aspecto fundamental de la historia colonial.

El libro consta de 275 páginas, contando con 5 capítulos y el epílogo, además de un detallado índice de fuentes y bibliografía consultada, formando parte de la serie Historia Americana de la Editorial SB, y perteneciente a la colección Paradigma Inicial.

El texto es oportunamente prologado por el director de la colección, el Dr. Guillermo Wilde, quien sitúa en contexto los análisis del fenómeno del poder, con el cuerpo como un escenario de ejercicio del mismo, en el cual el estudio de las misiones jesuíticas se constituye, según el prologuista, como un espacio pertinente para el pensamiento de la lógica colonial y el proceso de domesticación de la mujer.

En la introducción, la autora delinea la problemática principal: las vidas de las mujeres en las reducciones jesuíticas del Chaco, destacando la falta de estudios previos en este campo. Este libro se considera el primer enfoque sistemático de género en las misiones chaqueñas. En el llamativo apartado dedicado a las fuentes, resalta las crónicas misioneras (que consideraban a los chaqueños como entidad demoníaca), la comunicación política jesuita, entre las que se encontraban las cartas, informes, entre otros, al igual que el vasto corpus documental, entre las que se encuentran las Historias de la Compañía de Jesús, las obras de Nicolás del Techo, Pedro Lozano, Charlevoix, Dobrizhoffer, solo por mencionar algunos.

Lo que considero aún más destacado (por ello mi adjetivación acerca de las fuentes), es la óptica ante la tratativa de las crónicas: “visita al pasado a través de fuentes manuscritas analizadas con las herramientas del presente”, pero “pasando machete” a los estereotipos jesuíticos, posibilitando de esta manera el estudio” (Vitar, 2022. p.24). La propuesta de Vitar resulta atractiva, pensar en una revisión de las fuentes siguiendo un complejo abordaje que no tome con literalidad ni con premisas de objetividad plena lo escrito por los mismos hombres jesuitas.

En el primer capítulo “Las indígenas en la escritura misionera”, Vitar se explaya y detalla acerca del imaginario colectivo misionero de la época, acerca de la “inferioridad” presupuesta sobre la mujer (con los hombres a la cabeza), concepción directamente legada desde la Europa Moderna, pero originada ya con el ideal religioso de la mujer y el hombre escrita en la biblia, como así también la consolidación de su subalternidad social femenina. Insiste en la problemática de las fuentes, e introduce el concepto de “monólogo dialogante”, interesante para pensar los registros del período colonial de manera crítica.

Aborda la lingüística, el choque cultural, el contexto pre y pos exilio jesuítico, y el panorama de desconocimiento general de la otredad de manera conjunta, para comprender de mejor manera aspectos estructurantes de la visión femenina, uniendo en casos la “humanidad” con la mirada europea acerca de los cuerpos, la cual no encajaba con la imagen que se encontraron al entrar en contacto con las mujeres indígenas, posteriormente reducidas. En la misma línea desglosa la percepción de una cierta “animalidad” o “primitivismo” hacia las mujeres (más aún si eran de avanzada edad), en directa contraposición de la nobleza con la que consideraban a la vejez masculina.

En el segundo capítulo, titulado "El disciplinamiento de los cuerpos", la autora se basa en la noción de que el cuerpo es una construcción social, siguiendo la perspectiva de Viveiros de Castro (2002). En este marco, denota la suma importancia de la “domesticación” del cuerpo por parte de los jesuitas, si bien ponerlos en el centro no es su objetivo, este es tomado como un factor clave de disciplinamiento social, ya que ejercieron constante vigilancia. Informa además sobre la preponderancia de esta práctica hacia las mujeres en formas externas (cuerpo) e internas (hábitos), incluyendo un apartado fundamental: la instrumentalización femenina.

Comenta sobre la castidad, el virtuosismo de la imagen de María, como así también las transgresiones que convenían ocultar bajo la alfombra, en pos del buen nombre de la compañía. Suma al análisis lo que considera como la formación de nuevos cuerpos, penitentes y martirizados, con la respectiva limitación a la autoflagelación.

Finaliza el capítulo con el notable y cuidadoso análisis de las consideradas por los jesuitas como expresiones de “salvajismo” o “barbarismo” en los cuerpos femeninos. En este caso, la autora las caracteriza como “obstáculos para el olvido”, en sintonía con Pierre Clastres (1978). Observa la censura a la práctica de la afeitada, la ingesta de licores embriagantes, la colocación de aros, los ritos de pasaje (más duros en mujeres), y las demás prácticas nativas, incluyendo la desnudez (con algunas excepciones).

En el tercer capítulo, titulado "Sensuales y fértiles: Sexualidad y reproducción biológica", la autora destaca cómo la Orden identificaba a las mujeres con la naturaleza, en contraste con la visión del hombre como portador de la razón., al igual que al control de la sexualidad y reproducción desde una óptica focaultiana. Destaca la superposición de los valores de pudor y castidad, por sobre el impúdico, añadiendo un muy interesante análisis comparativo con la botánica chaqueña. Pone la lupa también en la lucha contra las uniones libres, el infanticidio, el aborto y la poligamia, sobreponiendo el ideal europeo de la monogamia indisoluble y el sedentarismo, sumado al alto interés por la reproducción, lo cual es entendido si se tiene en mente los objetivos jesuitas de perdurar en su misión.

En las siguientes páginas analiza una cuestión relativamente poco estudiada, rica e imperdible: el rol de las viudas, demostrando las diversas formas de control hacia ellas.

En el cuarto capítulo “Poderes femeninos”, pone el acento en la problemática de la conceptualización de “jefatura”, obstaculizando la clasificación colonial, incorporando un apartado con explicaciones históricas sobre la subordinación de la mujer, su cuestionamiento, y la diferenciación entre el patriarcado pre-colonial y pos-colonial, con la correspondiente “invisibilización” de la mujer en el ordenamiento comunitario.

Para tratar la cuestión del poder, se centra en las diferencias establecidas entre el hombre y la mujer, por ejemplo, la de la categoría “chamán”, para el masculino, contra la de “bruja”, para las femeninas. Examina las cuestiones mitológicas, y la aparente incomodidad aparejada al empoderamiento femenino, además del papel desempeñado por las “cacicas” o mujeres nobles guaycurúes mbayás, como así también de las nobles mocovíes y las señoras tobas.

Argumenta sobre el proceso de silenciamiento y los huecos en la información sobre el poder femenino, especulando también acerca del proceso que se podría haber llevado a cabo si esta situación no pasaba, realizando comparaciones pertinentes. Finaliza el capítulo con un estudio acerca del papel de las ancianas nativas en la vida misional, su dificultad de doblegar, insistiendo en su asimilación con brujas, ambivalente en algunos casos, permitiendo ciertas cuestiones para el funcionamiento del pueblo, además de remarcar su papel en fiestas, transmisoras de mensajes y curanderas.

En el quinto y último capítulo “Los trabajos de las mujeres”, Vitar focaliza en la “racionalización” de la vida indígena y la sedentarización forzosa, las visiones antropológicas de la economía indígena, añadiendo detalladamente el accionar femenino en cuanto al desarrollo de trabajos (como la recolección de raíces y frutos), en la provisión nutricional, central para la labor reproductiva, al igual que la interesante participación conjunta en diversas actividades, aunque con referencias a ser utilizadas también como “bestias de carga” . Menciona también la herramienta discursiva usada por los jesuitas, acerca de la inferioridad femenina, como defensa de la misión civilizadora.

Próximo a terminar el capítulo, ahonda en el impacto de la vida reduccional para las mujeres, subrayando el papel del aprendizaje de oficios textiles y recolección de grana, impulsadas como actividades civilizadas, hogareñas, contrapuestas por la recolección en montes, considerada salvaje.

En conclusión, el libro de Vitar es central para repensar la categoría social de la corporalidad en tiempos coloniales, como un espacio de expresión social, pero también adolescente de dominación y domesticación. A través de su entendible y organizada prosa, la autora construye un estudio sólido de la mujer colonial chaqueña de las misiones jesuíticas, demarcando la demonización de la otredad, asociando por ejemplo a las ancianas a “harpías decrépitas”, la “imaginación” de las identidades femeninas, la violencia por parte de las mujeres y su supuesta “vanidad”, con constantes comparaciones (por parte de los jesuitas) entre los europeos y nativos.

Vitar es hábil para sortear la ambigüedad de las fuentes jesuíticas, con mirada crítica y un avanzado y completo análisis bibliográfico, es capaz de organizar un discurso entendible y factible, que ilumina muchos oscuros dentro del análisis de los campos de actuación femeninos durante el colonialismo chaqueño, consolidándose como útil para pensar a la mujer desde una óptica ontológica distinta, el ser mujer colonial.

Referencias bibliográficas

Clastres, P. (1978). La sociedad contra el estado. Monteavila Editores. https://anarkobiblio teka3.files.wordpress.com/2016/08/la_sociedad_contra_el_estado_-_pierre_clastres.pdfLinks ]

Viveiros de Castro, E. (2002). La inconstancia del alma salvaje. Traducción de Guillermo David. Ediciones UNGS. [Archivo PDF] https://ediciones.ungs.edu.ar/wp-content/uploads/2018/05/9789876303132-resumen.pdfLinks ]

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