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Revista de la Asociación Geológica Argentina
Print version ISSN 0004-4822
Rev. Asoc. Geol. Argent. vol.66 no.4 Buenos Aires June 2010
ARTÍCULOS
Erosión y manejo costero en Las Toninas, Partido de La Costa, Provincia de Buenos Aires
Silvia C. MarcominiI y Ruben A. López
Departamento de Geología, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. E-mail: scm@gl.fcen.uba.ar
RESUMEN
Muchas comunidades costeras han experimentado un crecimiento urbano muy rápido desde 1970, por la construcción de
grandes condominios y edificaciones frente al mar, calles y otros rasgos urbanos que han alterado el balance sedimentario
en la zona costera, provocando en consecuencia un aumento en la erosión. El objetivo del presente trabajo es el de aportar
una nueva metodología para estimar la vulnerabilidad a la erosión costera, reconociendo los rasgos geológicos costeros
más susceptibles a ser alterados ante la intervención antrópica en estos modelos de costas de dunas. El mismo consiste en
el desarrollo de una matriz ambiental en la que se consideran parámetros tales como conservación de la duna costera, erosión
costera y de playa, la erosión por drenajes pluviales y los ciclos naturales de la playa. El análisis muestra que el sector
norte de la localidad de Las Toninas, entre las calles 4 y 10, es el de mayor vulnerabilidad a la erosión, entre calles 10 a 18
la vulnerabilidad es moderada y de la 18 a 50 es baja. La mayor vulnerabilidad a la erosión registrada en la zona norte se
debió a una explotación minera que cesó hacen varios años. La mayor erosión vertical (socavamiento) registrada fue de 1,33
m en la playa frontal y de 1,2 m en la playa distal. Estos parámetros obtenidos a lo largo del perfil de playa deberán ser tomados
como márgenes de seguridad para el diseño de estructuras asentadas sobre la playa.
En cuanto al manejo costero, en las zonas definidas como de alta vulnerabilidad a la erosión, las tareas de protección, reconstrucción
y mitigación no han resultado eficientes por lo cual deberá considerarse seriamente la demolición de las propiedades
que ocupan el frente costero. En las zonas determinadas como de erosión moderada a baja, aún es factible realizar
tareas de remediación a bajo costo y con buen grado de eficiencia.
Palabras clave: Erosión; Impacto ambiental; Manejo costero; Geomorfología costera.
ABSTRACT: Erosion and coastal planning in Las Toninas, Partido de La Costa, Province of Buenos Aires. Many coastal communities experienced dramatic growth by the end of 1970s, with the construction of high-rise condominiums, buildings, roads and related features on the ocean front. The purpose of this paper is to supply a new methodology of analysis for environmental impact evaluation in coastal areas based on the most susceptible geological features to natural and anthropogenic changes. It consists on the development of an environmental matrix with the analysis of different parameters such as dune conservation, coastal and beach erosion, beach configuration, runoff and beach natural cycles. The analysis shows that the northern sector of the locality, between streets 4 and 10, has the highest vulnerability, the coastal area between 10 and 18 has a moderate vulnerability and the southern sector between 18th and 50th street present a low vulnerability to erosion. The highest values obtained for the northern coast were due to sand mining which stopped several years ago. The vertical erosion determined was 1.33 m on the foreshore and 1.2 m on the backshore. This vertical area on the beach profile should be considered as a security margin to design futures constructions on the beach. Considering the coastal management, in the coastal zones defined as of high vulnerability to erosion no protection or mitigation works have been effective, and the properties located on the ocean front shoulb be relocated. In the areas identified as of moderate or low vulnerability to erosion, are still feasible remediation tasks at low cost and good efficiency.
Keywords: Erosion; Environmental impact; Coastal planning; Coastal morphology.
INTRODUCCIÓN
El trabajo aporta una nueva metodología
de evaluación basada en los rasgos geomorfológicos
costeros susceptibles a ser
alterados frente a modificaciones naturales
o antrópicas, con el fin de determinar
la vulnerabilidad de la playa a la erosión.
Esta metodología fue diseñada sobre la
base de los modelos morfodinámicos desarrollados
a partir de perfiles relevados en
la zona de estudio, para cuantificar y monitorear
la evolución costera a mesoescala.
Este análisis es de gran utilidad, asimismo,
para dar pautas para el ordenamiento territorial
en el ámbito costero con el fin de
regular, controlar y planificar futuros emprendimientos
o proyectos urbanísticos
municipales, provinciales o privados que
pudieran afectar a la playa. Entre ellos podemos
mencionar la construcción o licitación
de nuevas unidades balnearias, puertos
deportivos, muelles, establecimientos
industriales o instalación de nuevas tecnologías de comunicación en la playa.
La localidad de Las Toninas (Fig. 1) pertenece
al partido de La Costa, que se encuentra
en el sector centro-este de la provincia
de Buenos Aires, 320 km al sur de
la ciudad homónima, ocupa una superficie
de 7 km2 a lo largo de 4 km de costa.
La misma posee una población estable de
1.624 habitantes, la cual se incrementa
durante los períodos veraniegos. La principal
actividad socioeconómica de la población
es el turismo por lo que resulta
indispensable para los habitantes conservar
intacto el principal recurso natural
que es la playa. El promedio de viviendas
ocupadas durante todo el año es de 3,4 %
y la mayor concentración de viviendas se
desarrolla en las cercanías a la costa.
Durante el verano se produce una importante
migración interna hacia esta ciudad
aumentando el requerimiento de agua y
servicios públicos.
Figura 1: Mapa de ubicación.
Las localidades balnearias que componen
el partido de la Costa presentan patrones
urbanos comunes. En general se han caracterizado
por una urbanización en cuadrícula
perpendicular a la costa. Asimismo
para la construcción de casas y avenidas
se ha modificado la topografía natural
con nivelaciones del terreno previas a
la etapa constructiva sobre el campo de
dunas, provocando el consecuente cambio
en los drenajes naturales.
Los principales impactos que ha producido
el hombre modificando el ambiente
costero por urbanización son: loteos en
cuadrícula, calles perpendiculares a la línea
de costa, asfaltado, encauzamiento
de la escorrentía superficial en las calles
que desembocan en la playa, impermeabilización
de la superficie, cambio de la
morfología natural, depredación de la
duna costera, fijación de la duna costera
y extracción de arena de los sectores de
playa. La incidencia de una o más de estos
impactos, con distinta intensidad,
provocan fenómenos de erosión costera
de variada magnitud.
METODOLOGÍA
El objetivo del trabajo es generar una
matriz para evaluar el impacto erosivo
que sufre la localidad de Las Toninas con
el fin realizar una planificación urbana
adecuada para la conservación del recurso
natural. Para la confección de dicha
matriz ha sido necesario relevar datos
que puedan caracterizar el ambiente a diferentes
escalas de trabajo. Se ha trabajado
a micro y mesoescala.
Para el análisis decenial se ha realizado un
estudio geomorfológico comparativo basado
en fotografías aéreas de los años
1964, 1991 e imágenes 2005 de Google
Earth. Para el cálculo de la velocidad de
retroceso de la línea de costa se han tomado
puntos fijos en fotografías aéreas
de los años 1964, 1991 y se compararon
con los relevamientos actuales. Por análisis
con curvas de regresión lineal se han
calculado las velocidades de retroceso
para distintos sitios distribuidos a lo largo
de la costa analizada.
Para estimaciones de modificaciones ambientales
a menor escala se han relevado
perfiles topográficos perpendiculares a la
línea de costa desde el año 1998, tomando
un punto fijo de referencia, con el fin
de caracterizar el comportamiento de la
playa a micro y meso escala. Estos perfiles
han sido monitoreados en las calles 8,
22 y 50. Para analizar el volumen de arena
movilizado y las variaciones morfológicas
del perfil de playa durante el ciclo
normal de marea de 28 días se relevaron
perfiles a intervalos de 4 días de medición
para determinar los socavamientos máximos
en los distintos subambientes durante
condiciones normales. Para cuantificar
los cambios estacionales y extremos se
empleó el monitoreo de los perfiles anuales
desde el año 1998 al 2009.
RESULTADOS
Geomorfología y morfodinámica
El clima de la región es húmedo, mesotermal,
con déficit de agua nulo ó pequeño.
La temperatura media anual durante
1991-2000 fue de 16,3 ºC con valores
medios máximos de 22,8 ºC en enero y
valores medios mínimos de 9,2 ºC en
julio. Los registros de precipitación mostraron
un promedio anual de 970 mm,
siendo noviembre el mes con las máximas
precipitaciones medias con 116 mm
y junio con las mínimas de 45 mm. Los
excesos hídricos fueron del orden de los
162 mm durante cuatro meses.
El análisis de la frecuencia y dirección de
los vientos (reducidos a escala de 1000)
evidenció un predomino de vientos del
noreste (249), del norte (171) y sur (141).
Con menor frecuencia, se registraron
vientos del este (119), oeste (99), noroeste
(86), sudeste (77) y sudoeste (58). La
frecuencia de calmas fue de 170. La velocidad
media anual del viento para el período
considerando fue de 14,4 km/h,
siendo la primavera y el verano las estaciones
con las mayores velocidades medias.
(Estación Meteorológica Santa
Teresita 2000).
Las mareas muestran un régimen semidiurno
con desigualdades diurnas cuya
amplitud media varía entre 1,49 m (sicigia)
y 0,76 m (cuadratura) (SHN 2009).
Los valores extremos para pleamares son
entre 0 y 240 cm y en bajamares entre -
40 y 160 cm, (Perillo 1979).
El paisaje de la región es poligenético y
ha sido modelado en mayor medida por
los procesos marino y eólico. La costa se
asienta sobre una espiga del Holoceno inferior, que ha progradado hacia el norte
durante los últimos 5.000 años,
(Violante et al. 2001). Los diferentes procesos
han dado lugar a la formación de
una serie de unidades geomórficas entre
las que se destacan los cordones litorales
(Facies Mar de Ajó) que componen la espiga
progradante hacia el norte y constituyen
un nivel de terraza de acreción marina.
Sobre los mismos se reconocen los
campos de dunas semiactivos e inactivos
integrados por campos de dunas aislados
sobre cordones y bajos con mantos de
arena. Estas unidades se distinguen en la figura 2 y se describen a continuación.
Figura 2: Distribución espacial de las unidades geomorfológicas diferenciadas. Se muestran a la izquierda la fotografía aérea del año 1964 y a la derecha
la de 1991. En la imagen de la izquierda se muestran las unidades morfológicas definidas A. Cordones litorales. B. Campos de dunas aislados sobre
cordones, C. bajos con mantos de arena y dunas aislada, D. Dunas semiactivas E. Duna costera y F. Playa. La imagen de la derecha muestra el importante
desarrollo urbano y la estabilización y modificación del campo de dunas en esos 27 años.
La terraza de acreción marina (A, Fig. 2),
que se extiende hacia el oeste, está constituida
por un conjunto de cordones litorales (Fig. 2) de rumbo NO, los cuales se
hallan en buen estado de conservación.
Presentan una longitud de onda variable
entre los 40 y 60 m y están totalmente
edafizados y vegetados en forma diferencial
entre crestas y senos de dicha morfología.
Están integrados por sedimentos
arenosos cuya moda corresponde al intervalo
granulométrico arena fina. El
proceso fluvial modificó la morfología
superficial de este nivel de terraza conformando
sistemas de bajos elongados
paralelos a la lineación de los cordones.
Asimismo se distinguen cursos fluviales
con diseño rectangular controlados por
la presencia de dicha morfología.
En el campo de dunas se han podido diferenciar
dos tipos de campos de dunas
dependiendo de la estabilidad, un campo
inactivo y otro semiactivo.
En el campo inactivo se diferenciaron
dos unidades morfológicas. Las dunas
aisladas sobre cordones y los mantos de
arena y dunas en depresiones.
Las dunas aisladas sobre cordones se reconocen
en el sector occidental (B, Fig.
2), sobre el nivel de terraza de acreción.
Estas dunas se disponen en franjas paralelas
a la disposición de los cordones. Se
observaron dunas parabólicas complejas
con superposición de dunas en voladura
(blow out) y mantos de arena.
La unidad definida como mantos de arena
y dunas en depresiones (C, Fig. 2) constituye un sector deprimido e inundable
y ocupan la zona transicional entre la
terraza de acreción marina y la cadena de
dunas costeras. Son bajos que han sido
invadidos por dunas y dadas las mayores
condiciones de humedad se han vegetado
más rápidamente. Los sectores más deprimidos
presentan abundante vegetación.
Sobre los bajos y en forma discontinua
se observan dunas de escaso desarrollo
y mantos de arena que en muchos
casos elevan la superficie de los bajos.
El campo semiactivo (D, Fig. 2) se diferencia
del anterior porque las morfologías
presentan actividad eólica (es decir
crecen, diminuyen o modifican sus morfologías
en años), pero tienen muy poca
movilidad. Este campo posee una extensión
de aproximadamente 1 km. En la fotografías
de 1964 (D, Fig. 2) se observa
que el mismo está en un estadío de degradación.
Se distinguen crestas de dunas degradadas
con una lineación principal oeste-
sudeste y este-noreste. En las fotografías
de 1991, luego de 27 años, las morfologías
se han transformado en dunas parabólicas
complejas cuyos espacios interdunales
están totalmente vegetados y edafizados.
Se diferencian en el sector oriental
dunas subparalelas a la línea de costa
actual definidas por López (2009), como
crestas eólicas de borde. La superficie de
estas dunas está parcialmente vegetada y
presenta una edafización muy incipiente.
Estas dunas tienen 20 m de ancho y entre
2 y 3 m de atura y están integradas por
arena fina. En la superficie de las mismas
es frecuente encontrar dunas en voladura (blow out). Esta unidad refleja el activo
proceso de degradación que han sufrido
estos campos en un periodo decenial con
una tendencia natural marcada hacia la estabilización.
La urbanización asimismo ha
incrementado esta tendencia.
La duna costera (E, Fig. 2), presenta anchos
variables de la playa hacia el continente que
oscilan entre 40 y 200 m y ha sido fuertemente
alterada de sus condiciones naturales
por la presión urbanística. El ancho de
la duna disminuye notoriamente en los sectores
urbanizados de Las Toninas y prácticamente
desaparece al norte de esta localidad,
entre las calles 4 y 10.
Las dunas costeras originarias no presentaban
una morfología definida y el ancho
era de aproximadamente 150 m. Actualmente
en los sectores urbanizados de Las
Toninas conforman un cordón de aproximadamente
50 m de ancho que culmina
hacia el continente en la avenida costanera
y se eleva a una cota de 4,5 m de
alto desde el pie de duna.
La duna costera natural no presentaba
vegetación o en algunos casos estaba asociada
a gramíneas (Spartina coarcata,
Pánicum racemosum). Actualmente la duna
se halla vegetada en gran medida con especies
arbóreas, (Tamarix gallica) (Fig. 3),
las que cambian notoriamente la dinámica
de la duna costera por interrumpir el
intercambio natural de arena entre la
duna y la playa.
Figura 3: Perfil tipo de playa en la localidad de Las Toninas. Se puede diferenciar la baja pendiente
de la playa, la presencia de barras de lavado y la línea de pleamares extraordinarias que alcanza el
pie de duna.
Morfodinámica de playa
Las playas de Las Toninas están expuestas
a la acción del oleaje, con dos direcciones principales de incidencia de los
trenes de olas provenientes del sur y sursureste,
lo que origina una corriente de
deriva litoral neta hacia el noreste. Perillo
(1979), reconoció para el sector de Punta
Médanos, olas de mar de fondo con períodos
mayores a los 8 seg, con áreas de
generación lejanas, asignadas a un centro
ciclónico ubicado entre los paralelos 50º y 60º S. Este sistema puede migrar hasta
los 20° S, donde existen vientos de 150
km por hora durante gran parte del año.
Un segundo grupo, con períodos de 4 a 6
seg, posee áreas de generación cercanas o
en la misma costa.
Las playas presentan pendientes de 1 a 2
grados y están constituidas por arena fina
a mediana. Los perfiles de playa tienen
una configuración semejante a la descripta
por Spalletti (1980), donde pueden diferenciarse
los distintos subambientes:
playa distal (backshore), playa frontal (foreshore)
y cara de playa (shoreface) adaptados a
las condiciones hidrodinámicas que afectan
la morfología de cada subsector, rompiente
(breaker), zona de deslizamiento
(surf), y zona de lavado (swash). El perfil
de playa de Las Toninas (Fig. 3) se caracteriza
por presentar un ancho variable de
80 a 100 m desde la línea de baja marea
media hacia la duna y una pendiente media
de 0,015. No se reconocen bermas
estables ni estacionales en ningún período
del año. El perfil de playa es rectilíneo
y es frecuente observar barras de lavado
de 30 m de ancho y 30 a 50 cm de alto
que migran hacia la playa distal. La playa
frontal está asociada al sector intermareal
y presenta en estos perfiles pendientes
de 0,02 y anchos de 50 m. La playa frontal
está sometida a la acción hidrodinámica
del lavado (uprush, backwash) y del deslizamiento
(surf) dependiendo del estado
de marea y de las condiciones de tormenta.
Es importante destacar el concepto de
variación espacial y temporal en la hidrodinámica
que sufre este subambiente de
playa, fundamentalmente debido a la migración
continua entre condiciones subácueas
(lavado) y subaéreas (eólico).
Los ciclos de variación reconocidos para
las playas de Las Toninas, coinciden por
los establecidos por Komar (1976), quien
reconoce cambios en los perfiles de playa
asociados al oleaje (swell) y a las tormentas.
Estos ciclos pueden ocurrir en períodos
cortos, horas o días o a largo plazo,
pero el perfil está siempre sometido a un
constante estado de cambio.
Los perfiles asociados al oleaje (swell), se
desarrollan bajo condiciones de olas de
gran longitud de onda y de baja pendiente.
Se produce la movilización de sedimentos
de profundidad hacia la playa. Las
olas (swell) producen agradación, una barra
amplia, un perfil suavizado y una pendiente
abrupta en la cara de playa. No se
distinguen barras a lo largo de la costa.
La otra variación importante en la morfología
de los perfiles de playa es la acción que ejercen las tormentas (storm surges),
asociadas con olas de corta longitud.
En la costa estudiada, estos episodios de
tormenta se corresponden con la acción
de las sudestadas, las cuales, además de
incrementar la acción erosiva del oleaje,
producen un importante ascenso en el
nivel medio del mar. Por consiguiente:
erosionan la playa frontal, movilizan las
bermas, disminuyen la pendiente de la
playa frontal y producen barras en la
zona de transformación (offshore) bajo
condiciones de gran transporte litoral.
Las olas de tormenta transportan el material
a la zona de transformación, provocando
erosión de la playa emergida y una
barra de arena en la zona de deslizamiento
que constituye un reservorio de arena
natural. Las olas posteriores a la tormenta
movilizan la barra de arena hacia el
continente y muchas veces las mismas
emergen en la cara de playa.
En las playas estudiadas las variaciones
morfológicas asociadas a los cambios en
las condiciones hidrodinámicas (olas y
tormentas) evidencian una ciclicidad
anual en aquellos sectores costeros que
mantienen sus condiciones naturales
(Marcomini y López 1997a). Durante la
primavera-verano, donde la acción de las
sudestadas es más frecuente e intensa
(Servicio de Hidrografía Naval 1999),
prevalecen las condiciones erosivas.
Durante el otoño-invierno se observa la
entrada de material de sur a norte, es decir
en el sentido de la deriva, constituyendo
barras de lavado que posteriormente forman
barras estacionales. Sin embargo, en
los sectores alterados el equilibrio no se
restablece con esa marcada ciclicidad. La
destrucción y/o edificación de la duna
costera no permite la recuperación subaérea
de la playa, fundamentalmente por
acción eólica. Por consiguiente, durante las
tormentas, disminuye considerablemente
el nivel de la playa y gran parte del material
migra hacia la zona de transformación sin
constituir la barra de rompiente.
Análisis de erosión costera
En la playa la erosión se puede descomponer
en dos coordenadas, x u horizontal
que representa el desplazamiento de la
línea de costa e y que se interpreta como
el descenso en el nivel de la playa. En
este análisis consideraron dos tipos de alteraciónpor erosión, una de ellas es la
erosión horizontal de la base de la duna
costera (retrocesos de la costa) y la otra
es el descenso vertical del nivel de playa
(socavamiento).
Erosión horizontal por retrocesos de la duna costera: por generación de escarpas de erosión
durante tormentas. Para estimar este parámetro se trabajó con fotogramas aéreos
de distintos años y mediciones efectuadas
en la actualidad. Se estimó un retroceso
de la línea de costa (pie de duna)
de aproximadamente -1m/año.
Erosión vertical por disminución del nivel de
playa: Se analizó el comportamiento de la
erosión vertical de la playa teniendo en
consideración los ciclos de cambios natural
en el perfil de playa.
Los ciclos considerados fueron (Cuadro 1):
Mensuales: Se analizó un ciclo normal de
marea de 28 días a intervalo de 4 días de
medición para determinar las variaciones
morfológicas de perfil de playa y cuantificar
los volúmenes de arena movilizados
y los descensos verticales máximos en los
distintos subambientes durante condiciones
normales (sin tormentas). No se observó variación en la morfología de la
playa distal, mientras que en playa frontal
se movilizó la mayor cantidad de material
con un volúmenes variable entre 1,6 y 15
m3/m con una media de 5,5 m3 por metro
de frente. El descenso vertical osciló entre los 50 y 60 cm en la playa frontal
debido fundamentalmente a la migración
de barras de lavado. La playa distal no registró variación ya que no es alcanzada
por las mareas normales.
CUADRO 1: Valores de descenso vertical
máximos (socavamiento) registrados para los
subambientes de playa frontal y distal en periodos
normales, estacionales y de tormenta.
Estacionales: Se detectaron las variaciones
morfológicas, los volúmenes de arena
movilizados y la variación altimétrica de
la playa durante cambios estacionales verano- invierno con datos de perfiles
anuales. Se observó movilización de material
en todo el perfil de playa, siendo
mayor en la playa frontal. Se estimó un
volumen movilizado de 7,5 m
Episódicos: Se estimaron los cambios morfológicos,
volumétricos y erosión vertical
en los perfiles de playa luego de tormentas
extraordinarias. Se estimó una movilización
media que osciló entre los 12 y los
23 m3 por metro de frente en ambos subambientes
con descenso entre los 20 y
120 cm para la playa distal y entre 30 y
133 cm para la playa frontal con tormentas
p
de aproximadamente 2,8 m.
Determinación de la vulnerabilidad
Con el objeto de minimizar el impacto
ambiental al medio físico y planificar la
diagramación de futuros emprendimientos
se confeccionó una matriz de impacto
para determinar la vulnerabilidad a la
erosión del sector de playa y duna costera.
Sobre la base de los resultados obtenidos
se propusieron sitios más óptimos para la diagramación de construcciones
aledañas a la playa (balnearios, etc.). Para
la confección y valoración de dicha matriz
se utilizaron y definieron los siguientes
parámetros, erosión de costa, conservación
de la duna costera, erosión de playa
y erosión por desagües pluviales.
Erosión de costa: La línea de costa en esta
localidad está definida por el límite entre
la duna costera y la playa distal y se caracteriza
por la posición del pie de duna. De
este modo podemos decir que la costa retrocede
si se ha producido en las últimas
décadas una migración de este límite hacia
el continente. Este parámetro se estimó mediante la obtención de índices de
retroceso de la costa por comparación
entre fotografías aéreas de los años 1964,
1991 y mediciones actuales. Los resultados
se clasificaron según el cuadro de
ponderación que se muestra en el cuadro
2. Los rangos de retroceso reconocidos
para la zona oscilaron entre 0,5 y 2,25
metros por año.
CUADRO 2: Ponderación de la erosión costera
Conservación de la duna costera: La
duna costera actúa como una defensa flexible
de la costa, ya que amortigua el
efecto erosivo durante la presencia de
tormentas asociadas a un ascenso significativo
del nivel del mar (storm surges). Por
este motivo se realizó un relevamiento
que caracterizó su estado de conservación
en el que se tuvieron en consideración
los siguientes parámetros: perfil del
frente y configuración, densidad y tipo de
vegetación, degradación por urbanización
y grado de impermeabilización.
Combinando estos parámetros se les asignó un grado de conservación 1, cuando la
duna se encuentra bien conservada, 2,
parcialmente conservada y 3 degradada.
Erosión de playa: La configuración del perfil
de playa se ha modificado significativamente
en respuesta a la erosión inducida
por la acción humana. Marcomini y
López (1997b) y Marcomini y López
(2007), reconocieron diferentes configuraciones
en los perfiles de playa que caracterizaron
como estadios relacionados
a la respuesta erosiva de la playa por la influencia
antropogénica. Los mismos
efectuaron un modelo de comportamiento
en el que reconocieron 5 estadíos A, B,
C, D y E que gradan de una playa natural
a playas con distintos grados de erosión (Cuadro 4). Los estadíos reconocidos en
las playas de Las Toninas son las correspondientes
al modelo D y E los que reflejan
un grado elevado de erosión antrópica
inducida. Las playas localizadas entre
la calle 12 y 50 poseen una configuración
que refleja un moderado grado de
erosión inducida por el hombre; mientras
que las ubicadas entre la calle 6 y 12 representan
un alto grado.
CUADRO 3: Ponderación de la erosión de
playa empleando el modelo con los estadíos
definidos por Marcomini y López (1997, 2007).
CUADRO 4: Matriz de vulnerabilidad a la erosión costera para la localidad de Las
Toninas. La vulnerabilidad a la erosión costera ha sido clasificada como Alta, cuando el índice
de vulnerabilidad es mayor o igual que 10, Moderada cuando el índice oscila entre 8 y
10 y Baja si es menor que 8.
Erosión por desagües pluviales: Las aguas superficiales
producto de las precipitaciones
se encauzan principalmente por las
calles perpendiculares a la costa las cuales
drenan al mar. En el paisaje natural la
duna costera obstruye estos drenajes
conformando bajos cuyas aguas percolan
lentamente al acuífero sin alcanzar la playa.
Los drenajes de excedentes pluviales
hacia la playa provocan una fuerte erosión
localizada en la desembocadura entre
las calles y el mar.
El asfaltado de las calles perpendiculares
a la costa incrementa la escorrentía superficial
al impedir la infiltración directa
en los sedimentos arenosos que conforman
las dunas generando durante precipitaciones
abundantes flujos de agua que
erosionan la playa.
En muchas ocasiones, debido a que luego
de fuertes lluvias se acumula el agua
en la avenida costanera conformando bajos,
con el fin de evacuar rápidamente
esas aguas se crean canales que cortan la
duna costera generando nuevos puntos
de erosión de playa por escorrentía.
La erosión que producen estos flujos esporádicos
se relevó teniendo en consideración
las características morfológicas registradas
en su desembocadura sobre la
playa. Se los consideró 0, sin drenaje, 1
moderada, 2 descarga elevada.
Zonificación de la vulnerabilidad a la erosión y medidas de manejo
La localidad de Las Toninas es una de las
más modernas (1960) del municipio de
La Costa, presenta bajo grado de presión
urbana por poseer pocas calles asfaltadas,
bajo grado de impermeabilización (debido
a la baja densidad de ocupación) y por
mantenerse en gran parte la cadena de
dunas costeras originales.
El análisis matricial (Cuadro 4) y el mapa
de vulnerabilidad a la erosión costera (Fig. 4) mostraron que el sector comprendido
entre las calles 4 y 10 es el de
mayor vulnerabilidad a la erosión y por
consiguiente no es recomendable llevar a
cabo ningún tipo de emprendimiento en
las cercanías de la costa
Figura 4: Mapa de vulnerabilidad a la erosión para la localidad de Las Toninas.
Las actividades de extracción de arena en la playa representaron una variable muy importante dentro de los factores que desencadenaron la erosión. La existencia de antiguas zonas de extracción ha provocado daños casi irreversibles en las playas. Existieron tres zonas principales de explotación, una al sur de Las Toninas en la localidad de Costa Chica de poca actividad, otra en la calle 26 que funcionó hasta la década del 80 y abasteció en gran medida los materiales para la construcción de la ruta interbalnearia y la última al norte, en el sector comprendido entre las calles 10 y 4, de donde se explotaron importantes volúmenes durante la década del 70 y 80. A este último sector se le sumó la depredación de la duna costera (por solicitud de los vecinos frentistas) a principios de los 80, la existencia de un encauzamiento pluvial de descarga elevada sobre la playa en la calle 6 y las descargas moderadas de las calles 8 y 10. Esta situación hizo que dicho sector sea el de más alta erosión costera de Las Toninas. El área comprendida entre las calles 12 y 18 presentó un grado de erosión moderado ya que el desarrollo de la duna costera es escaso y el drenaje de descarga es elevado en la calle 14 y 18 y moderado en la 12 y 20. El sector de costa que se extiende entre las calles 20 y 50 presentó un grado bajo de erosión costera, con un cordón de dunas costeras bien desarrolladas, parcialmente vegetado a pesar de la existencia de descargas de excedentes pluviales elevadas en las calles 48, 42, 40, 38, 36, 32 y 28, drenajes moderados en las calles 50, 46, 44, 24 y 20 y sin drenaje en las calles 34, 30, 26 y 22.
Manejo costero
Se han implementado distintas medidas
de manejo costero en esta localidad con
dos objetivos principales, reconstruir la
duna costera y la playa.
Numerosas obras de restauración y mantenimiento
de la duna costera y playa se han
implementado en la zona. Desde 1997 al
2003 se ejecutó un plan de restauración de
la duna costera mediante el método de barreras
eólicas fijas (enquinchados) con muy
buenos resultados para las zonas de media
a baja vulnerabilidad a la erosión (López y
Marcomini 2006).
En los sectores definidos como de alta
vulnerabilidad a la erosión, estas tareas
no han sido eficientes debido al rápido
retroceso del pie de dunas y el bajo nivel
de la playa. Por tal motivo se ha debido
recurrir a otras metodologías como los
episodios de recarga artificial.
En el año 1994 se realizó una defensa
con cilindros de geotextil rellenos de arena
que rápidamente fue socavado y removilizado
por las tormentas.
En esta zona se han realizado dos episodios
de recarga de playa en 1998 y 2007. El
primero con una incorporación de 20.000
m3 de arena en la zona de dunas y playa
distal, sobre una extensión de 540 m. La
durabilidad de este emprendimiento se
considera baja porque se perdió el 50% del
material adicionado en los primeros 18
meses (López 2010). Rango que según
Leonard et al. (1990) se ubica como de muy
baja eficiencia.
El segundo episodio se realizó en el año
2007 recargando la duna costera con un
volumen de arena de 30.000 m3. Para estabilizar
el pie de duna se estaquearon durmientes
de quebracho sobre la playa, y se
colocó una membrana geotextil por detrás
de la misma para retener el material recargado.
Luego de la primera tormenta importante
(Enero de 2008) se produjo un
retroceso del pie de duna del orden de 4,5
metros (Fig. 5). En Julio del 2009 el retroceso
alcanzó los 11 m. En este sector anteriormente
se han realizado recargas pequeñas
para mantener la línea de costa.
Figura 5: Comparación fotográfica de la recarga artificial en la zona de alta erosión de las Toninas
en el año 2007. La figura A muestra la recarga en enero del 2008, pueden distinguirse aún las estacas
en el frente (1) y la duna recargada y la casa tomada como referencia (2). La figura B muestra la
pérdida de la recarga el 22 de Julio de 2009, y un retroceso del pie de dunas de unos 11 m.
CONCLUSIONES
Los valores de descenso vertical obtenidos
para los distintos ciclos naturales
analizados demuestran la gran movilidad
a la que se encuentran sometidos los sedimentos
de playa. Si bien en la zona estudiada,
la playa está sometida a una migración
continua de las morfologías a lo
largo del perfil, existen subambientes
donde se registra mayor estabilidad temporal.
A lo largo del perfil de playa, la
playa distal es el subambiente más estable,
la removilización de la arena se da
principalmente durante ciclos estacionales
y episódicos (tormentas) y no se percibe
en ciclos mareales. La movilización
durante tormentas afecta a todo el perfil
de playa
Los valores obtenidos permitieron inferir
una erosión vertical probable de 1,60
m en playa frontal y de 1,20 en playa distal.
Dichos valores deberían ser tomados
como márgenes de seguridad para cualquier
tipo de diseño de obras o emprendimientos
en la playa, especialmente en
aquellos casos donde la obra requiera
una mayor durabilidad.
La confección de una matriz de vulnerabilidad,
considerando variables geomorfológicas
del ambiente costero, resultó de
suma utilidad para la delimitación de sectores
erosivos en localidades costeras
emplazadas en costas de dunas.
En las zonas determinadas como de
erosión moderada a baja, es factible realizar
tareas de remediación de bajo costo
con muy buen grado de eficiencia.
Mientras que en las zonas de gran erosión,
las tareas de protección, reconstrucción
y mitigación de costa son muy
poco eficientes y por consiguiente deberá considerarse seriamente la demolición
y relocalización de las propiedades
que ocupan el frente costero.
AGRADECIMIENTOS
El presente trabajo fue parcialmente financiado por el proyecto UBACyT X 129.
TRABAJOS CITADOS EN EL TEXTO
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Recibido: 17 de Noviembre, 2009
Aceptado: 25 de Marzo, 2010