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Print version ISSN 1666-485XOn-line version ISSN 1668-723X

Tópicos  no.37 Santa Fe June 2019

 

Reseñas bibliográficas

Roggero, J-L. (Ed.), Jean Luc Marion. Límites y posibilidades de la filosofía y de la teología, Buenos Aires, Sb Editorial, 2017, 231 pp.

Matías Ignacio Pizzi* 

*UBA/CONICET

El presente volumen, dedicado a la memoria de Carlos E. Restrepo, reúne los trabajos -revisados y ampliados como capítulos de libro- presentados en las “I Jornadas Internacionales Jean-Luc Marion: entre filosofía y teología”, organizadas por el proyecto de investigación PRIG-UBA 2016-2018, “Jean-Luc Marion y el ‛giro teológicoʼ de la fenomenología”, que tuvo lugar del 5 y 6 de Mayo de 2016 en la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires. Con la intención de poner de manifiesto los aportes decisivos sobre la relación problemática, pero a la vez fecunda, entre filosofía y teología, las contribuciones se organizaron en torno a cuatro grandes tópicos: (i) “Fenomenología y Teología” (pp. 21-104), (ii) “Relecturas del pensamiento medieval” (pp. 107-132), (iii) “La fenomenología ante sus límites y posibilidades” (pp. 135-196), y (iv) “La ética y la política de la donación” (pp. 199-226). Cada uno de estos aspectos se encuentra enfocado hacia una discusión en torno al pensamiento de Jean-Luc Marion y en diálogotanto con las fuentes de la tradición como con la fenomenología histórica.

Un lugar destacado ocupa el Capítulo II de este Libro, titulado “Límites y finitud” (pp. 10-18), el cual presenta una traducción completadel §26 de la obra Reprise du donné de Jean-Luc Marion, realizada por Jorge Luis Roggero, con revisión técnica de Javier Bassas Vila. A modo de antesala, este capítulo orienta las discusiones centrales de todas las contribuciones que forman parte de este volumen, pues Marion se concentra en un análisis del problema del “límite” de la filosofía. Esto implica indagar los límites del preguntar filosófico, y a su vez, retomarla siempre vigente pregunta por la esencia de la filosofía. A la luz de una revisión crítica de la historia de la filosofía, Marion encuentra que el problema del límite, aunque desde diversas perspectivas, siempre estuvo presente. Con todo, estas diversas entonaciones del mencionado problema encuentran, según Marion, un elemento en común: la finitud del hombre (p. 16). En este reconocimiento de la finitud es donde las diversas preguntas, tanto del quehacer filosófico como teológico (entre otras disciplinas), se ponen en juego. Ello se debe a que la finitud aparece como la posibilidad de fundación de las condiciones de posibilidad de toda experiencia en general, sea de objetos o de aquello que los excede. Desde este límite deben ser planteadas todas las cuestiones referentes al filosofar. La propia obra de Marion se inscribe en la finitud del hombre como punto de partida, aunque no al modo de un horizonte bajo el cual todos los fenómenos deben ser reducidos, sino por el contrario, como el límite que nos permite reconocerfenómenos que exceden nuestra capacidad de comprensión, y con ello, la demanda de una hermenéutica infinita.

Siguiendo con el contenido del presente libro, la Primera parte, titulada “Fenomenología y Teología”, explora la relación y tensión entre ambas disciplinas. En este sentido, Raúl Zegarra propone un acercamiento entre fenomenología y hermenéutica a la luz del concepto de “Revelación” y su posible vínculo con la concepción marioniana de donación. Todo esto con el fin de repensar el problema de la opción preferencial por los pobres, tópico central de la teología de la liberación. Apelando al pensamiento de Paul Ricœur, Zegarra señala que la revelación en tanto donación debe ser ampliada mediante un acercamiento a la hermenéutica.Esto lo lleva, siguiendo las tres reducciones propuestas por Marion, a formular una cuarta, de cuño levinasiano, centrada en una reducción al rostro del Otro (locus revelationis), y de modo más específico, al rostro de los más pobres y vulnerables (p. 38). Juan Carlos Scannoneconcentra su atención en el par “llamada-respuesta” y su contenido teológico, tal como se hace presente en la obra de Marion.A partir de esto, Scannone interpreta la tercera reducción elaborada por Marion como la pura forma de la llamada, fenomenalizada en la respuesta del donatario, quien no es otro que el “adonado”. Señalado esto, Scannone indaga el pensamiento de Maurice Blondel, a los fines de mostrar que elinterior intimo y superior summode cada ser humano nos enfrenta a la llamada del Otro,ofreciéndonos así el reconocimiento de nuestra ipseidad última (pp. 54-55). Este Otro es interpretado aquí como Cristo. En la misma línea, José Daniel López propone esbozar una “reducción teológica”, dado que, desde su perspectiva, la Revelación no puede acontecer únicamente bajo una reducción fenomenológica.Así, la reducción teológica no puede ser pensada meramente desde el amor, tal como lo hace Marion, sino que también debe involucrar la fe, logrando así que la Revelación pueda fenomenalizarse como autodonación de Dios (pp. 66-67). Retomando la noción de amor, Roberto Walton explorael concepto marioniano de “fenómeno erótico”, concentrándose en los antecedentes de dicho concepto en la fenomenología de Edmund Husserl, Max Scheler, Martin Heidegger, Paul Ricœury Michel Henry. De esta lectura de la tradición fenomenológica elaborada por Walton, se desprende un análisis crítico sobre el alcance de una lógica erótica unívoca aplicable a Dios y al hombre, como también una revisión sobre el supuesto olvido del concepto de amor en la historia de la filosofía, tal como pretende fundamentar Marion (pp. 87-88).Enfrentándose a la relación problemática entre filosofía y teología, Jorge Luis Roggero propone indagar la apropiación filosófica de ideas teológicas subyacentes a la fenomenología de Marion. Partiendo de un análisis de la dimensión religiosa en el pensamiento del joven Heidegger, Roggero intenta mostrar la semejanza de estrategia con la obra de Marion. En ambos casos esta dimensión religiosa no surge de un mero abordaje de fenómenos religiosos, sino más bien de un intento por adaptar ideas teológicas al campo fenomenológico (p. 97). Con todo, Roggero también señala la manera bajo la cual Heidegger y Marion establecen una distinción entre filosofía y teología. Cabe tomar nota de la propuesta de Marion, para quien esta distinción no es un problema fenomenológico, sino más bien metafísico, pues implica suponer que la filosofía, al modo de un tribunal, puede imponer condiciones a la verdad (p. 103).

Bajo el título “Relecturas del pensamiento medieval”, la Segunda parte del Libro se concentra en la lectura marioniana de dos autores centrales del pensamiento medieval: Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino. Oscar Díez intenta echar luz sobre la interpretación fenomenológica del pensamiento agustiniano propuesta por Marion en su obra Au lieu de soi (2008), intentando comprender las motivaciones de la misma, y así, el alcance de la figura de Agustín como un pensador no-metafísico. De esta lectura se desprende, tal como Díez nos plantea, la íntima relación entre la fenomenología de la donación y la tradición medieval, pues esta última le permite a Marion nutrirse de diversas fuentes a los fines de señalar el carácter interrogativo del yo medieval -el pasaje del ego al soi en Agustín- frente al sujeto constituyente propio de la modernidad (p. 114). La contribución de Fernanda Ocampo nos invita a repensar la interpretación marioniana de Santo Tomas como un autor ajeno al vasto dominio de la “onto-teo-logía”. Siguiendo paso a paso la argumentación de Marion, Ocampo formula una serie de objeciones. Cabe destacar dos. Por un lado, la interpretación marioniana de la noción de “analogía” no puede encontrarse en el pensamiento del Aquinate, pues, si bien busca oponerse a una concepción unívoca del ente, con todo no logra dar cuenta del modo como Tomás predica de Dios las mismas propiedades que se dicen del “ente” (p. 128). Esto conduce a la segunda objeción. Mediante una interpretación de la noción de causa en Tomás a partir del prisma dionisiano, Marion pretende señalar la completa incognoscibilidad de Dios. Frente a ello, y alejándose de la lectura propuesta por Marion,Ocampo muestra que en Santo Tomás puede encontrarse un lenguaje que exprese de manera positiva, aunque siempre imperfecta, la misma substancia divina (pp. 131-132).

La Tercera parte, “La fenomenología ante sus límites y posibilidades”, conforma una serie de consideraciones críticas sobre el alcance del pensamientode Marion de cara a la tradición fenomenológica que le precede. En este sentido, Carla Canullo ahonda en la relación entre fenomenología y teología a la luz del concepto de trascendencia. Esto le permite establecer una matriz interpretativa de la tradición fenomenológica en su conjunto, constituida por su lectura del “allende”(ailleurs) como figura de la trascendencia en la fenomenología de la donación (p. 136). Así, lo “ir-reductible”, residuo de toda reducción, adopta en Marion la forma de una de-figuración inaudita de la trascendencia. De-figuración, ya no como destrucción de un rostro, sino como trascendencia que se devela en el fenómeno erótico (pp. 150-151). A partir de una revisión de la obra de Marion en su conjunto, Carlos Restrepo nos ofrece una relectura crítica de los fenómenos saturados, tomando como elemento fundamental la imposibilidad de un logos adecuado para nombrar la revelación, tal como se desprende de los análisis de la teología mística dionisiana abordados en De surcroît, ya anunciados en L´idole et la distance y en Dieusanslʼêtre (pp. 163-164). Todo esto pretende, según Restrepo, la formulación de una casuística que amplíe el campo de los fenómenos saturados. Poniendo el acento en el problema de los límites de la experiencia y la intuición,Azul Katz aborda la propuesta de los fenómenos saturados a partir de una reinterpretación crítica de la lectura de Kant ofrecida por Marion en Étantdonné.Retomando el concepto de saturación desde un enfoque gradualista, Katz propone pensar la fenomenología de Marion como una “fansiología gradualista” o “de-gradación fenoménica”, pues, a su juicio, la donación se modaliza mediante variados fenómenos en una constante relación entre intención e intuición (p. 171). En el marco de su proyecto de una “fenomenología de lo inaparente”, expresión originalmente acuñada por Martin Heidegger en el ZähringenSeminar,Hernán Inversocuestiona la ruptura de la propuesta de Marion frente a la tradición fenomenológica, orientando así sus consideraciones hacia una compatibilidad con una serie de desarrollos ya presentes en la obra husserliana (p. 191). Concentrándose en diversosrudimentos para pensar la excedencia, Inverso apuesta al plano de la inapariencia como vía para ubicar a Marion en el horizonte de un proyecto fenomenológico más amplio (pp. 195-196).

Finalmente, la Cuarta parte, “La ética y la política de la donación”, indaga críticamente los aspectos ético-políticos que se desprenden de la fenomenología de la donación de Jean-Luc Marion.Así, Daniel Barreto González se pregunta cuál es el lugar de la justicia en la crítica a la idolatría propuesta por Marion. Retomando el intento de Marion por mostrar la irreductibilidad del don frente a cualquier forma de intercambio económico, Barreto González se adentra a pensar el vínculo entre don y justicia. Encuentra allí una insuficiencia en el planteo marioniano, pues no puede pensarse la diferencia entre don y justicia meramente desde una oposición entre el plano de una economía de la solidaridad y la gratuidad irrestricta (p. 209). Para ello, Barreto González se apoya en la descripción que hace San Pablo de Jesús como ícono del dios invisible (Col., 1,15), y a la que el mismo Marion apela en Lʼidole et la distance. Intentando establecer un puente entre el lenguaje de la saturación y la política, Javier Bassas Vila concentra su atención en una análisis e indagación sobre la partícula “como”, formulada previamente por Marion enLʼidole et la distancea partir de su interpretación del discurso de la alabanza propio de los Nombres divinos de Dionisio. En consonancia con las críticas de Janicaud a la “maximalización” del método fenomenológico formulado por Marion, pero también destacando la plasticidad y la capacidad transformadora del lenguaje de la saturación, Bassas Vila encuentra en lo que formula bajo el título de “como subjetivo” la posibilidad de una inadecuación constitutiva entre el decir y lo dicho (pp. 222-224). Esto nos pone frente a la tarea de una lengua común que se abra a la infinitud del habla, y por lo tanto, nos muestre que siempre queda algo por decir, tanto para uno como para los demás (p. 225). Aquí encuentra Bassas Vila el carácter político de la saturación.

Dada la relevancia de los temas abordados en esta obra, y su profunda contribución a los debates fenomenológicos contemporáneos, celebramos la publicación y su acogida en nuestro medio.

REFERENCIAS

Roggero, J-L. (Ed.), Jean Luc Marion. Límites y posibilidades de la filosofía y de la teología, Buenos Aires, Sb Editorial, 2017, 231 pp [ Links ]

Recibido: 01 de Septiembre de 2018; Aprobado: 01 de Noviembre de 2018

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