CRÓNICAS DE AUTORES

 Identificación del riesgo de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes

 

Gerardo José Bauce¹

¹ Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela

 

Gerardo José Bauce describe para SIIC su artículo editado en Revista del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel 48(1-2):67-81,  2017.

 

Caracas, Venezuela (especial para SIIC)

El propósito de este estudio es relacionar el índice de masa corporal (IMC), la circunferencia de cintura (CC) y el índice de forma corporal (ABSI por su sigla en inglés) en un grupo de niños y adolescentes de entre 6 y 15 años, de dos instituciones educativas de Caracas. La muestra es de 484 escolares de las instituciones educativas "El Libertador" y "Antímano II", ubicadas en Caracas. Para ello se midieron las variables edad, talla, peso, IMC, CC y ABSI. Se calculó el índice de Quetelet o IMC, a partir de la relación peso (kg), talla (m²); la CC media se midió a partir de un punto referencial equidistante del borde inferior de la última costilla y el borde superior de la cresta ilíaca. El índice ABSI se obtuvo de la relación entre la CC dividida en la raíz cúbica del IMC al cuadrado, multiplicada por la raíz cuadrada de la talla. Se aplicaron medidas estadísticas descriptivas (media, desviación, percentiles).

Los resultados obtenidos en este estudio, con relación a los promedios de las variables, difieren de los referidos por Bauce (2011), particularmente en las desviaciones, ya que el grupo es menos homogéneo; además, los promedios de IMC de 19.07 ± 3.97 kg/m² y 18.64 ± 3.16 kg/m² para hombres y mujeres, respectivamente, son similares a los obtenidos por Bauce (2011), y difieren de los obtenidos por Macías-Tomei et al., quienes registraron para los varones y mujeres un IMC de 23.0 ± 2.1, 25.2 ± 3.5, 22.3 ± 3.1 y 25.1 ± 2.2 kg/m² para los grupos de edades de 9-11 años y 13-15 años, respectivamente; estos valores fueron mayores de los obtenidos en el presente estudio. Además, son similares a los informados por Lliebre Santos et al. (2000), en un grupo de pacientes de 4 a 18 años, con un IMC que varió entre 19.1 kg/m² y 20.2. kg/m².

Al considerar el comportamiento del IMC por edad y sexo, se observó que este es menor en los varones a los 6 y 7 años, igual a los 8 a 12 años y mayor en los varones a los 13, 14 y 15 años. La clasificación según el Centers for Disease Control (CDC) señala que el 28.10% tiene riesgo de sobrepeso u obesidad, cifra que difiere considerablemente de la obtenida por Bauce (2011), la cual es del 10.20%. Asimismo, cuando se comparan con los resultados obtenidos por Hernández Álvarez (2011), son ligeramente mayores, ya que esta autora obtuvo un 24.1% de escolares con exceso de peso.

Con relación a la CC, se obtuvo un promedio de 62.10 ± 5.45 cm, el cual es menor al registrado por Hidalgo et al. (2011), que fue de 66.89 ± 10.49 cm; de igual forma, al comparar los valores de percentiles, el p25 (58.5 cm) y el p50 (63.5 cm) fueron similares, mientras que el p75 (67.4 cm) fue menor (72.8 cm) que el informado por Hidalgo et al. (2011).

En cuanto al índice ABSI, el promedio fue de 0.1068 ± 0.0147 para los varones, y de 0.1017 ± 0.0131 para las mujeres. En este sentido, considerando que Krakauer y Krakauer señalan que un valor mayor de 0.083 significa riesgo, para este grupo estudiado, el 98.04% de los varones y el 91.27% de las mujeres están por encima de dicho valor, es decir que para los dos sexos se verifica que el grupo se encuentra en riesgo. Por otra parte, si se tiene en cuenta que la interpretación de estos índices en niños y adolescentes es más complicada debido a los cambios que ocurren en las variables peso, talla y aquellas de composición corporal, dado que están poco asociadas con la edad y teniendo en cuenta que el índice ABSI se determinó para una población adulta, se asumió como alternativa los percentiles y se tomó como referencia el valor del percentil 85, por lo que el 15.29% de los varones y el 15.28% de las mujeres estarían en condición de riesgo, según este indicador. Además, como no hay estudios sobre ABSI que involucren a escolares, se calculó la sensibilidad y la especificidad, basado en el criterio de clasificación de Krakauer y Krakauer, con lo que se obtuvo como resultado un 73.68% y 98.73%, respectivamente.

Se concluye que es necesario continuar investigando la aplicación del índice ABSI en niños y adolescentes para lograr mejorar su sensibilidad y especificidad.