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RIA. Revista de investigaciones agropecuarias

On-line version ISSN 1669-2314

RIA. Rev. investig. agropecu. vol.38 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires May/Aug. 2012

 

NOTAS

Una respuesta regional a la (in)seguridad alimentaria
Mientras el mundo se pregunta qué vamos a comer, los países de la región ya tienen una respuesta. Promover la innovación para incrementar la competitividad, la sustentabilidad y la equidad sería la clave.

 

Por Felicitas Terreno

Según el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, hoy una de cada siete personas en el mundo se irá a dormir con hambre. En América Latina solamente, en dos años se perdieron los avances que se habían hecho en 15 y el número de personas con hambre aumentó de 47 a 52 millones (Ver recuadro:"Las cifras del hambre").
Es por ello que por primera vez se presentó ante el Grupo de los 20 (- G20-, un foro que reúne a las economías avanzadas y emergentes más importantes del mundo) las opiniones y puntos de vista de los países de esta región con la finalidad de incidir en los acuerdos y compromisos sobre la Seguridad Alimentaria (SA).
En su declaración, la Red INNOVAGRO señaló a la innovación como el "motor para alcanzar la seguridad alimentaria" e instó a las agencias internacionales de cooperación y financiamiento a"promover la inversión destinada a la innovación agroalimentaria para avanzar en la SA de manera sustentable a través de la incorporación de la Agricultura Familiar (AF)" (ver nota: Innovación"a la carta").
A sólo un año de su creación, la Red se encuentra conformada por 16 países y 52 entidades (Institutos de Investigación; Ministerios de Agricultura, de Ciencia y de Seguridad Alimentaria; universidades y fundaciones, entre otras) y busca contribuir al desarrollo agroalimentario mediante el establecimiento de mecanismos de cooperación y alianzas estratégicas en procesos de innovación y gestión de la innovación.
Para ello, realizaron un Seminario Internacional en Buenos Aires en el que participaron referentes de más de 10 países y cuyos resultados fueron plasmados en la Declaración presentada ante el G20 (ver recuadro:"Una Red de Innovación").
"La riqueza de la Red radica en que no tenemos que generar nada; lo tenemos y lo ponemos a disposición", destaca a la RIA el presidente de la Red INNOVAGRO, Mauricio Lastra Escudero, quien explica que"durante el Seminario contamos qué somos, qué queremos y qué proponemos en temas que tienen preocupado y ocupado al G20 este año… Y ahora se están preguntando qué vamos a comer".
Según señala, "la gente de las ciudades pensó que la producción de alimentos era algo muy fácil; que se daba casi por generación espontánea y que la gente del campo tenia la obligación de producirlos a cualquier costo, aunque su precio de venta no alcanzara ni para cubrir sus necesidades básicas".

Seguridad Alimentaria en la región
De acuerdo a las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), en 2050 la población alcanzará los 9.100 millones de habitantes, lo que ocasionaría un aumento de un 70 por ciento en la demanda mundial de alimentos. Además, la cantidad limitada de tierra cultivable, el deterioro de los recursos naturales, el cambio climático y la volatilidad de precios son factores que atentan y atentarán contra la seguridad alimentaria de la población.
Aún así, la región de América Latina y el Caribe se perfila como"el principal productor de alimentos del planeta", opina el presidente del INTA de la Argentina, Carlos Casamiquela, quien manifiesta que"en nuestro país producimos alimentos para más de 400 millones de personas y somos 40 millones, por lo cual tenemos un excedente productivo del 90 por ciento".
No obstante, en una región que parece tener todo a su favor, existen grandes desigualdades: en países como México, Uruguay, Chile y Argentina sólo el cinco por ciento o menos de su población se encuentra desnutrida; mientras que en Haití, República Dominicana y Bolivia el número supera al 20 por ciento.
Los expertos coinciden en que el problema del hambre no radica en la producción, sino en el acceso a los alimentos. El representante de la FAO en la Argentina, Alejandro Flores Nava, opina que"si hubiera una distribución homogénea, cada uno de los habitantes del planeta tendría el balance suficiente de proteínas". El problema estaría en que al exportar los excedentes de producción, los alimentos se someten a la ley de mercado (ver nota: "La Argentina es una potencia agroalimentaria muy importante")
El oficial a cargo de la Unidad de Desarrollo Agrícola de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Adrián Rodríguez, explica a la RIA que el aumento en los precios de los alimentos"significó un incremento en el número de gente que se encuentra en situación de pobreza extrema debido a que se mide a través de una canasta en la cual la alimentación es fundamental".
En este sentido, el Ministerio de Desarrollo Social de la Argentina (MDS) y el INTA implementan el Pro- Huerta, un programa que busca mejorar la seguridad y la soberanía alimentaria, y favorecer la participación y la organización de sectores vulnerables de la población. Según la subsecretaria de Políticas Alimentarias de esa cartera, Liliana Periotti, esta iniciativa"busca el autoconsumo, el intercambio y la comercialización de alimentos para fortalecer el núcleo familiar, generar trabajo y continuar con el proceso de inclusión laboral".
Así, mediante sus 737 técnicos y casi 20 mil promotores, se producen in sumos estratégicos y se mejora la capacidad alimentaria de la población. "Trabajamos en el rescate de las producciones locales", explica Periotti, quien destaca que el ProHuerta"ofrece a las familias la posibilidad de alimentarse con calidad".

El potencial de la Agricultura Familiar
Esta situación también representa una oportunidad de dinamizar el comercio intrarregional de alimentos y mejorar los ingresos de la agricultura familiar, un sector que toma más fuerza y que hoy presenta la oportunidad de abastecer al mercado nacional.
Este tipo de actividad no sólo provee de un trabajo digno para las personas sino que aumenta en un muy alto margen el empleo agrícola y contribuye entre el 30 y el 40 por ciento del PBI regional agrícola. Sólo en la Argentina, el 66 por ciento de los productores son pequeños y generan el 20 por ciento del PB agropecuario.
Así, el mayor potencial de la AF radica en incrementar la seguridad alimentaria de las poblaciones más pobres a través de la comercialización de sus productos en mercados locales y nacionales y, aunque su producción no tenga grandes volúmenes, tiene un alto potencial de comercialización.
Por ejemplo, Rodríguez considera que podrían orientar su producción a mercados de nicho como el nostálgico que se caracteriza por una demanda alta de productos que la gente valora porque los consumía cuando habitaba en ese lugar. También podrían vender productos muy exóticos como los elaborados con frutas autóctonas que se produzcan en determinadas zonas (como es el caso del maracuyá y la guayaba).
Según el especialista de la CEPAL, "éstos son rubros no muy investigados y su producción no es de grandes volúmenes pero se les puede agregar mucho valor al darles un uso más industrial".
Por ejemplo, el valor de exportación de la quinoa real (un cultivo andino que presenta excelentes propiedades nutricionales) ascendió este año a 3.237 dólares por cada tonelada métrica. Por otra parte, México, el principal productor de guayaba a nivel continental exportó 4.042 toneladas en 2011 y, a febrero del mismo año, las exportaciones de maracuyá provenientes del Perú alcanzaban los 3.6 millones de dólares.
A su vez, las marcas colectivas o las denominaciones de origen son otras herramientas que los agricultores familiares pueden utilizar al momento de exportar y que permiten identificar un producto específico con una región.
Para el oficial regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Salomón Salcedo, el crecimiento de este tipo de producción dependerá fundamentalmente de la aplicación de políticas de estado diferenciadas que atiendan a las diversas necesidades del sector."Se deberá aplicar una ‘política a la carta' para un sector tan heterogéneo como este que necesita saber cuáles son las directrices a aplicar para ser eficientes con un menor costo y lograr el impacto deseado", sostiene.

En este sentido, la Secretaría de Agricultura Familiar de la Argentina dispuso más de 3,9 millones de pesos en su presupuesto 2009-2011 para asistencia técnica y capacitación a más de 700 mil beneficiarios y, a través de 1.140 técnicos en el territorio, trabaja en la adaptación de tecnología disponible para pequeños productores (ver nota: Innovación"a la carta").
El subsecretario de esa cartera, Guillermo Martini, afirma que hoy el país se encuentra en"una matriz de producción diversificada en la que también se producen alimentos en función del desarrollo nacional equilibrado".
La agricultura familiar en la región es importante no sólo por su potencial a futuro sino porque tiene un papel clave en la estabilidad económica de los países. Así lo asegura Salcedo, quien manifiesta que la actividad productiva de este sector"sirvió como colchón para amortiguar el cambio de precios" sufrido en 2007 y explica que"al ser más diversificada se encuentra menos afectada por los efectos del cambio climático y las pestes".
Lo cierto es que América Latina y el Caribe tiene grandes posibilidades de convertirse en un importante exportador de alimentos de cara al 2050 y a los 9.100 millones de habitantes que se estima alcanzar.
Según Lastra Escudero,"lo primero que tenemos es la gente: los productores, los investigadores y también los factores de la producción" y advierte que"el camino es largo pero tenemos que hacer cada uno su tramo y aprovechar las fortalezas de cada país. Si seguimos actuando de manera desorganizada (local, nacional y regional) vamos a seguir a merced del mercado".

Anexo

ProHuerta por la inclusión social

Se trata de una iniciativa gestionada entre la Subsecretaría de Políticas Alimentarias del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (MDS) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria promueve el acceso a una alimentación saludable, variada y equilibrada mediante la asistencia técnica, capacitación, acompañamiento y provisión de insumos biológicos que posibiliten el autoconsumo a nivel familiar, escolar, comunitario e institucional.
Actualmente, este programa es replicado en diversos países como Haití, Mozambique y Angola, donde los técnicos argentinos apoyan la implementación de políticas y estrategias de seguridad alimentaria adecuadas a particularidades sociales, productivas y culturales de cada país.
El ProHuerta llega a 3.5 millones de personas y articula con más del 90 por ciento de los municipios de todo el país. A su vez, cuenta con 160 mil granjas y 600 mil huertas agroecológicas, y se relaciona con más de siete mil escuelas y 10 mil instituciones comunitarias y sociales a través de 20 mil promotores voluntarios y 737 técnicos.

Más información: Mauricio Lastra Escudero Red INNOVAGRO. El MVZ Lastra Escudero estudió Medicina veterinaria y Zootecnia en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es especialista en producción animal y actualmente preside la Coordinadora Nacional de las Fundaciones Produce (COFUPRO) y la Red INNOVAGRO.

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