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RIA. Revista de investigaciones agropecuarias

On-line version ISSN 1669-2314

RIA. Rev. investig. agropecu. vol.38 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires May/Aug. 2012

 

NOTAS

"La Argentina es una potencia agroalimentaria muy importante"
Así lo asegura el representante de la FAO, Alejandro Flores Nava, en una entrevista exclusiva con Revista RIA. Ciencia y tecnología al servicio del desarrollo nacional.

"Argentina es un referente internacional por el desarrollo tecnológico que ha tenido en el sector agroalimentario. Hoy por hoy, este país tiene mucho que ofrecer al proyectar sus capacidades a otros"

El representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) en la Argentina, Alejandro Flores Nava, sostiene que este país es un referente internacional a la hora de asegurar la alimentación de su población. "Las políticas públicas que hoy se aplican están muy orientadas a la inclusión y a la igualdad social. La canalización de recursos para tratar de evitar esas disparidades es muy importante y la Argentina lo está haciendo muy bien", explica a la RIA.
En este sentido, el gobierno argentino destinó una cifra superior a los 6,5 millones de pesos para financiar estudios de adaptación y desarrollo de tecnología en valor agregado en origen, maquinarias y herramientas agrícolas, y diversificación productiva.
Debido a la importancia regional de la Argentina, la FAO trabaja junto con la Cancillería y con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca con el objetivo de"llegar a un acuerdo con otros países de América Latina para transferir tecnologías y proyectar la capacidad de este país al mundo", señala Flores Nava.

¿Cómo define a la Seguridad Alimentaria?

El concepto de"Seguridad Alimentaria" está constituido por varias dimensiones que incluyen la disponibilidad, la accesibilidad, la utilización informada de los alimentos y la sostenibilidad de estas dimensiones.  
LA FAO participó desde el principio con el conjunto de agencias y programas de las Naciones Unidas para asistir a los países en sus esfuerzos para llegar a cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio que fueron planteados en el 2000. No obstante, una serie de eventos (muchos de ellos asociados al clima) permitieron que en 2007/2008 haya habido una crisis en los precios de los alimentos que alcanzaron máximos históricos. Ese hecho tuvo un efecto de regresión en lo que se había alcanzado en la región en cuanto al descenso del hambre. El problema ahí fue la falta de acceso a los alimentos y no la disponibilidad porque esta es una región netamente productora con excedentes importantes de alimentos.

Si hay alimentos para todos… ¿Por qué no hay acceso a ellos?

Una de las razones principales es la pobreza que impide a la población más vulnerable contar con los recursos monetarios para comprar alimentos. También porque en situaciones de contingencia y baja producción quien produce, primero satisface las necesidades de su población y el excedente se exporta. Esta menor disponibilidad repercute en mayores precios. Por ejemplo, si hay un problema de sequía y la cosecha proyectada no se alcanza, automáticamente repercute en una demanda insatisfecha y los precios suben. Las asimetrías en la producción entre los países, sea por diferencias en las condiciones ambientales o bien por las diferencias en su grado de desarrollo relativo del sector agropecuario, determinan igualmente que la distribución sea desbalanceada. Mientras algunos países producen muy en exceso de sus necesidades alimentarias, muchos otros son importadores netos.

¿Qué propone la FAO para combatir el hambre?

La FAO a escala global promueve, en términos simplistas y generales, hacer una intensificación sostenible de la producción de alimentos, sobre todo en aquellas regiones que, por sus condiciones geográficas y ambientales, no es factible hacerla.
Existen países como la Argentina que es una potencia agroalimentaria muy importante y hay otros donde hay hambruna propiciada por eventos climáticos extremos ocurridos durante los últimos dos o tres años.
La FAO está muy atenta de esta heterogeneidad para, en función de las capacidades y de ser un Foro donde se discuten diferentes estrategias, poder erradicar el hambre.

¿Cómo ve la situación de la Argentina en cuanto a seguridad alimentaria?

Este país es un referente internacional por el desarrollo tecnológico que ha tenido en el sector agroalimentario. Hoy por hoy, la Argentina tiene mucho que ofrecer a terceros países en ese sentido.
Como en todos los países de la región, hay asimetrías. Sin embargo, las políticas públicas que hoy se aplican acá están muy orientadas a la inclusión y a la igualdad social. Definitivamente, la canalización de recursos para tratar de evitar esas disparidades es muy importante y la Argentina lo está haciendo muy bien. Basta ver cómo han evolucionado localmente aquellas regiones consideradas como las más atrasadas o de menor desarrollo.
El país se ve como un referente en muchos aspectos. La economía y el sector agropecuario que han sido históricamente un núcleo de producción importante de alimentos a escala global hoy se refrendan porque tienen cosechas históricas.

¿Qué acciones relacionadas con la seguridad alimentaria que se llevan a cabo en la Argentina considera que podrían ser aplicadas en otros países?

En marzo del año pasado, por iniciativa del gobierno argentino hubo una convocatoria de Ministros de Agricultura africanos que conocieron la realidad argentina y la potencialidad de transferencia de tecnologías. La actividad de la FAO se relaciona con cómo proyectar las capacidades locales hacia terceros países que lo necesitan y tienen un grado de desarrollo menor.
Lo que hacemos es conciliar el interés de proyectar la capacidad de la Argentina a otros países y de otros países de recibir esa tecnología. Así, trabajamos junto con la Cancillería y con el Ministerio de Agricultura para llegar a un acuerdo con los países de América Latina.

¿Cuál piensa que es el mayor factor que influye en la falta de seguridad alimentaria?

Creo que las políticas son instrumentos que se diseñan desde un gobierno y una sociedad para responder a una realidad, ya sea enfrentando un problema o aprovechando una oportunidad. En ese sentido, no podemos disociarlas. Creo que las políticas hoy tienen que ser mucho más flexibles para adaptarse a los cambios tan acelerados que hay. El clima está jugando un papel fundamental en los cambios que a nivel de la economía de muchos países se están dando. Es decir, la producción de alimentos, la de commodities, sus precios, su disponibilidad y la estacionalidad en esa disponibilidad tienen una influencia sustantiva en los arreglos económicos.
El acceso a la tecnología también es importante, sobre todo en una era de conocimiento: mientras un país tiene una masa crítica de investigación (de un nivel educativo alto) se generará más conocimiento que se traducirá, eventualmente, en tecnologías aplicables a todas las áreas de la sociedad. La Argentina lo está haciendo porque también hay una canalización importante de recursos hacia la ciencia y la tecnología.

Teniendo en cuenta que en 40 años habrá 9.100 millones de habitantes… ¿Cuál será la importancia de la región en la producción de alimentos?

Si dividiéramos la producción de alimentos básicos entre la cantidad de habitantes, sobra alimento. No sólo es un problema de producción, sino de distribución porque es totalmente heterogénea. La región es un granero importantísimo a escala global como China o Estados Unidos.
Desde la perspectiva tecnológica habría que generar el conocimiento que hace falta para lograr mejorar productivamente aquellas áreas que hoy son totalmente áridas o tienen un proceso de desertificación muy fuerte.
En la medida que pongamos a disposición de los países con menos recursos el desarrollo tecnológico que ya se da en países con otro nivel de avance; en la medida en que se canalicen esfuerzos para proyectos de captación hídrica o acceso al agua, estaremos en mejores condiciones de afrontar los problemas que se van a recrudecer.
Si nosotros hoy decidiéramos hacer todo lo necesario para revertir los efectos de cambio climático, sus efectos no se estabilizarían hasta en 50 años. Ese tiempo es muy largo para la velocidad que se requiere de respuesta ante un problema como la escasez de alimentos y con una población creciente.

Más información: Alejandro Flores Nava - FAO Argentina El Dr. Flores Nava es especialista en acuicultura. Ingresó a la FAO en 2009 como Oficial de Pesca y Acuicultura de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe y fue nombrado Representante de ese organismo para Argentina en 2011.

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