Introducción
La producción comercial de aves depende de la disponibilidad de pollitos bb de un día. Por lo tanto, la fertilidad y la incubabilidad son dos parámetros primordiales correlacionados con el suministro de este recurso. Existen diversos factores que afectan la incubabilidad tales como la línea genética, el estado de salud y nutrición de los reproductores, la edad del lote, la calidad del huevo, así como las condiciones y la duración del almacenamiento del huevo 18, 36.
Sin embargo, los parámetros de calidad que más afectan la incubabilidad son: el peso del huevo, así como el espesor y la porosidad del cascarón 6, 44. Ya en 1982 se habían realizado investigaciones que demostraban la variación en el peso del pollito al nacer y mencionaban que se debía a la pérdida de peso del huevo durante la incubación y que las variaciones del peso del pollito derivaban, en gran medida, de la pérdida de agua durante la incubación 42.
En las incubadoras comerciales, los huevos pierden peso debido a la evaporación de agua por difusión a través de la cáscara, por lo tanto dicha merma está determinada por la geometría del poro del caparazón (la conductancia del gas en la cáscara) y la humedad en el aire alrededor del huevo 12, 30.
La edad, la nutrición y el estado de salud de las reproductoras tienen una correlación directa con la calidad de los huevos, afectando su incubabilidad y la aptitud del pollito recién nacido 28. La uniformidad en el lote de reproductores desde el fotoestímulo hasta el pico de producción es de vital importancia, guardando una estrecha relación con la nutrición y otros aspectos de manejo 47.
El ajuste de los programas de alimentación aplicados durante este período ayudará a controlar el peso corporal, el peso del huevo y las patologías asociadas con la producción, como prolapsos, hígado graso o insuficiencia cardíaca, entre otros 31.
En una publicación previa hemos reportado que la suplementación de reproductores pesados con ácidos orgánicos y probióticos basados en bacterias ácido-lácticas reducen la cantidad de huevos deformes y la mortalidad acumulada del lote, incrementando además la cantidad de pollitos obtenidos (Nutrition and Food Technologic Open Access, 2017, vol 3). El presente trabajo es la continuación de esos ensayos haciendo foco en la evaluación de las correlaciones encontradas entre parámetros de producción y de incubabilidad.
Material y métodos
Instalaciones. El trabajo se llevó a cabo en el paraje Los Lapachos (Provincia de Santa Fe, Argentina), en un galpón perteneciente a un complejo de reproductoras pesadas de la Unión Agrícola de Avellaneda). El predio de dicho complejo abarca una superficie de 488 hectáreas.
El galpón en donde se llevaron a cabo los estudios tenía una longitud de 140 m de largo por 14 m de ancho. Estaba dividido en sentido longitudinal en 2 compartimentos de iguales dimensiones que alojaban la misma cantidad de animales; la división imposibilitó que las aves pudieran cruzarse entre ambos sectores. La altura máxima fue de 4 m a nivel de la cumbrera y 2,5 m en los laterales. Contaba con ventilación de túnel con 12 extractores por galpón de 1,5 HP de potencia, contando además con sistema de aspersión y paneles evaporativos. En los laterales poseía cortinas azules con malacate.
Como implementos y accesorios existían 2 líneas de agua, con bebedero niple; los mismos eran circuitos independientes para cada mitad del galpón, estando conectados a tanques individuales de 500 litros cada uno, para realizar la administración de los tratamientos en forma separada. Existían circuitos de comederos automáticos para hembras con platos y sistema de alimentación manual con canaletas para los machos.
En el centro del galpón y en sentido longitudinal al mismo se encontraban los nidales (51 por sector) los cuales eran de recolección automática, realizándose la recogida de los huevos a través de una cinta transportadora hacia uno de los extremos del galpón. La misma presentaba una división al centro, para separar e identificar los huevos de cada sector.
La iluminación se realizó con focos de luz blanca halógena a una intensidad de 50 lux mínimo. El programa de iluminación comenzó con 12 h diarias a la fecha del aloja- miento y se incrementó en función del porcentaje de postura diaria registrado, alcanzan- do un máximo de 16 h. Todo el equipamiento era automatizado y controlado por un software de la empresa Agrologic, programado según las necesidades. En la entrada a los nidales y correspondiendo al sector de las líneas de agua, existían slats plásticos, de 1,2 m de ancho; el resto del galpón tenía piso de cemento cubierto con cáscara de arroz.
Animales, manejo. Se trabajó con reproductores machos y hembras pertenecientes al híbrido comercial Cobb 500; fueron en promedio 9.000 hembras y 1.000 machos (incluyendo la reposición) por lote. Los ciclos de crianza se realizaron en cuatro años consecutivos (2012-2015) comprendiendo siempre el período de cría y recría (levante) entre los meses de marzo a julio (otoño-invierno), mientras que el alojamiento en el galpón de producción se realizó en el mes de agosto de cada año, registrándose las variables estudiadas en las siguientes 10 semanas (primavera).
La etapa de levante se llevó a cabo desde la primera semana de vida hasta las 22 semanas, en galpones blackout; luego se trasladó a los animales al galpón de producción donde fueron divididos al azar quedando la mitad de las aves en cada sector; una vez allí permanecieron en producción hasta la semana 64 de vida. En cada año, tanto el inicio a la postura como el patrón de evolución de la producción fueron normales para ambos grupos, conforme a los estándares de crianza descriptos por Cobb Argentina S.A. para ese híbrido comercial.
Alimentación. Se utilizaron 2 dietas para cada etapa del ciclo de producción, formuladas con materias primas convencionales (maíz y soja) y ajustadas a la demanda de aves según su edad: pre-postura (18-24 semanas) y postura (26-64 semanas) tanto para machos como para hembras.
Diseño experimental. Cada ensayo duró 10 semanas consecutivas, desde la semana 25 a la 34 de vida de las aves. En cada ensayo, las aves fueron divididas en dos grupos de 5.000 animales (4.500 hembras y 500 machos en cada grupo). El grupo control recibió agua sin tratar, mientras que el grupo tratado recibió ácidos orgánicos en agua a una concentración de 4:1.000 litros de agua (vol/vol) según las instrucciones del fabricante. Veinticuatro horas después de la administración de los ácidos orgánicos, un pro- biótico a base de bacterias ácido lácticas fue administrado en el agua de bebida siguiendo las instrucciones del fabricante.
Cultivo probiótico. FloraMax® B11 (PacificVetGroup USA Inc., Fayetteville, AR 72703, USA) es un cultivo definido de probióticos aislados del tracto gastrointestinal de los pollos, consistiendo en 2 cepas de bacterias ácido lácticas: Lactobacillus salivarius y Pediococcus parvulus, que fueron seleccionadas basadas en sus habilidades in vitro para inhibir enteropatógenos 26. La identifiación microbiológica fue confirmada por análisis de la secuencia 16S del ARN (Microbial ID Inc., Newark, DE 19713, USA). Este pro- ducto fue administrado acorde a las instrucciones del fabricante; la concentración final administrada una vez restituido en el agua de bebida fue de 106 ufc/ml.
Ácidos orgánicos. Un preparado comercial (Optimizer®, PacificVetGroup-USA, Inc., Fayetteville, AR, 72703, USA) fue utilizado en el agua de bebida acorde a las instrucciones del fabricante (4 litros Optimizer®/1.000 litros agua). Este producto es una combinación de 5 diferentes ácidos (láctico, acético, tánico, propiónico y caprílico), conteniendo agentes flavorizantes.
Análisis estadístico. Se realizó estadística paramétrica descriptiva para cada una de las variables dependientes ordenadas según tratamientos. La distribución de todas ellas se constató mediante el método de Wilk-Shapiro modificado. Todas las pruebas fueron realizadas a través del paquete estadístico InfoStat® 13. Se aplicó análisis de la varianza (ANOVA) para un diseño en bloques completamente al azar (DBCA), evaluando las diferencias entre tratamientos de las variables dependientes y las relaciones entre ellas (correlación de Pearson), considerando límite un nivel de significancia del 5% 29, 39.
Resultados y Discusión
Los resultados productivos y reproductivos de los reproductores pesados evaluados con y sin la suplementación de una combinación de ácidos orgánicos y prebióticos, fueron publicados en un trabajo previo (Nutrition and Food Technologic Open Access, 2017, vol 3). En la Tabla 1 se muestra un resumen de las principales correlaciones halladas entre tales variables.
En todos los ensayos, la suplementación con ácidos orgánicos y probióticos durante 10 semanas consecutivas disminuyó significativamente (p<0,05) la pérdida de peso huevo-pollito (%) comparado con el grupo control no tratado.
De manera similar, la suplementación con ácidos orgánicos y probióticos ácido-láctico mostró correlaciones negativas tales como: peso corporal a la semana 35 de la 15
reproductora y peso del pollito bb; peso corporal promedio de la reproductora y total de huevos/gallina alojada; peso corporal promedio de la reproductora y producción de huevos; porcentaje de huevos incubables y porcentaje de huevos doble yema, cuando se los compara con el grupo control no tratado, como indica la Tabla 1.
variable 1 | variable 2 | control | AO + PB | ||
---|---|---|---|---|---|
r | p-value | r | p-value | ||
PC (semana 35) | peso pollito bb | -0,83 | 0,38 | -0,99* | 0,01 |
PC (promedio) | huevo por GA | -0,72 | 0,28 | -0,97* | 0,03 |
PC (promedio) | producción de huevos | -0,72 | 0,28 | -0,96* | 0,03 |
PC (promedio) | huevos incubables | -0,99* | 0,01 | -0,58 | 0,42 |
uniformidad PC (semana 35) | peso pollito bb | -0,83 | 0,38 | 0,99* | 0,05 |
uniformidad PC (promedio) | peso del huevo | -0,99 | 0,11 | 0,99* | 0,03 |
pico de producción de huevos | peso pollito bb | -0,99* | 0,04 | -0,99 | 0,06 |
pico de producción de huevos | huevos rotos | 0,99* | 0,01 | 0,70 | 0,30 |
huevos incubables | huevos doble yema | -0,80 | 0,19 | -0,96* | 0,04 |
r: coeficiente de correlación; p-value: valor de probabilidad; PC: peso corporal; GA: gallina alojada.
*valores de medias con correlaciones significativas (p<0,05). El tratamiento fue aplicado semanalmente por agua de bebida (AO = 4:1 litros; PB = 106 cfu-unidad formadora de colonia/ml). Los datos fueron registrados durante 10 semanas consecutivas (semanas 25º a 35º) y el ensayo se repitió 3 veces en un DBCA.
Otros autores han relacionado el mayor peso corporal del ave con una mayor demanda metabólica de mantenimiento de los tejidos musculares y grasos de la reproductora, haciendo que la asignación de nutrientes de la dieta sea desviada a esta ruta metabólica en lugar de destinarse a la producción de huevos 21 .
Estudios previos demuestran que el manejo de la alimentación de los reproductores pesados en términos de cantidades y modalidad de distribución es fundamental, dada la amplia brecha entre el potencial genético para un alto peso corporal y el ideal para un correcto desempeño reproductivo, lo que hace necesario utilizar prácticas de restricción alimenticia que pueden disminuir la uniformidad de los pesos corporales de los lotes, y por consecuencia, un incorrecto manejo de la alimentación 47.
Sin embargo, el grupo control mostró correlaciones negativas entre el peso corporal promedio de la reproductora y el porcentaje de huevos incubables, y también entre el pico de producción de huevos y el peso del pollito de un día cuando se los compara con el grupo tratado.
Por otro lado, se observaron correlaciones positivas entre la uniformidad del peso corporal de la semana 35 y el peso del pollito de un día, así como la uniformidad de peso corporal y el peso promedio de los huevos en las reproductoras suplementadas con ácidos orgánicos y probióticos (Tabla 1). En este sentido, la uniformidad de peso corporal más alta hace que el ajuste de la dieta a las necesidades de los animales sea más eficiente y se puedan asignar los nutrientes necesarios de manera más adecuada 10.
Adicionalmente, en el grupo control hubo una correlación positiva entre pico de producción de huevos y porcentaje de huevos rotos (Tabla 1); un hallazgo similar fue reportado por otro autor, que describe que a mayores valores de uniformidad de peso corporal la producción es más alta, aunque paradójicamente también es mayor la pro- porción de huevos clasificados como rotos. La explicación posible propuesta por el autor aclara que la mayor demanda biológica en producción puede hacer que el animal necesite mayor cantidad de nutrientes, especialmente calcio, y como su asignación es limitada se ve comprometida la calidad de la cáscara 1.
El peso corporal de los pollos al día de nacimiento está predominantemente de- terminado por el peso inicial del huevo incubado, representando entre un 62-78% del peso de dicho huevo 7. Sin embargo, el peso del pollito de un día es también influencia- do por la pérdida de peso del huevo durante el proceso de incubación, el peso de la cáscara, la línea genética y el tiempo de incubación, así como también la edad de las reproductoras y el sexo de los pollitos 28, 30.
Se ha estimado que 1 g de variación en el peso del huevo resulta en un cambio equivalente de 2 a 13 g del peso de un pollo a la edad de faena (6-8 semanas), y que este efecto está altamente correlacionado a la edad de la reproductora 44.
Por otro lado, la intensa selección genética de los pollos parrilleros, que incluyen incremento de la tasa de crecimiento, rendimiento de carne de pechuga y reducción de la conversión alimenticia, se ha transformado en una espada de doble filo debido a que estos criterios de selección tienen también correlaciones negativas sobre el desempeño productivo de los reproductores, debido a que comprometen la aptitud reproductiva 27.
Por lo dicho, programas estrictos de restricción alimenticia han sido implementados en reproductores pesados para limitar la ganancia de peso, evitar enfermedades y mantener altos parámetros de fertilidad 47, 48. Desafortunadamente, estos programas de restricción alimenticia no solo impactan en el bienestar de los animales, sino que también limitan la disponibilidad de nutrientes, aumentan el estrés y la permeabilidad intestinal, además de favorecer las disbacteriosis 19, 20, 22, 43.
Para minimizar estos efectos negativos sobre los reproductores, varios investiga- dores han reportado que la adición en las dietas de nutracéuticos tales como los prebióticos, probióticos, aceites esenciales y ácidos orgánicos, pueden incrementar el peso de la cáscara y su dureza, por ejercer un efecto mejorador de la disponibilidad de los nutrientes de las fórmulas y aumentar su absorción intestinal 3, 4, 9, 11, 17, 18, 46.
Otros reportes científicos también han revelado que la inclusión dietaria de probióticos incrementa la calidad de la cáscara, la producción de huevos, el peso y masa de huevos y la dureza de la cáscara. La utilización de probióticos también ha mostrado una mejoría en el balance de la microflora intestinal, demostrando claramente la importancia de mantener la integridad del tracto gastrointestinal mediante una manipulación positiva del microbioma de los intestinos 2, 38, 40, 45.
Los resultados obtenidos en el presente estudio están en concordancia con una extensa cantidad de reportes que describen los beneficios de probióticos y ácidos orgánicos en la reducción de la pérdida de peso huevo/pollito y modificación de otros parámetros productivos relacionados al peso corporal, la uniformidad, la cantidad de huevos por gallina alojada y el porcentaje de huevos incubables descriptos en la Tabla 1, cuando se los compara con controles no tratados.
Resulta interesante observar que en el grupo no tratado, el peso corporal incrementó y hubo una significativa reducción de la cantidad de huevos incubables. Ello pudo deberse a la relación mencionada por otros autores entre el mantenimiento de un elevado peso corporal y la baja producción de huevos en las reproductoras pesadas 34 y a que bajos requerimientos de mantenimiento posibilitan una mayor proporción de nutrientes disponibles para reproducción, correlacionando la eficiencia energética de mantenimiento con el total de huevos y pollitos obtenidos, así como su peso 35.
De manera similar, correlaciones negativas y positivas fueron observadas para el pico de producción de huevos con el peso del pollito de un día, y pico de producción de huevos con cantidad de huevos rotos respectivamente en el grupo control (Tabla 1). Por el contrario, el grupo tratado no mostró tal correlación, lo cual parecería indicar que en estos animales el tratamiento favoreció una mejor asimilación y partición de los nutrientes de la dieta, que posibilitó poder alcanzar altos índices de producción de huevos, sin que el peso del pollito se viera perjudicado.
Se menciona que las principales modificaciones de la composición corporal que las reproductoras pesadas han recibido en los últimos años, logradas por selección genética, se pueden observar en el mayor tamaño y peso de la pechuga, pero al mismo tiempo en una menor cantidad de grasa corporal al momento de comenzar la postura, por lo que el animal depende en gran medida de su consumo diario para cubrir las demandas de crecimiento y reproducción 14.
Alternativamente, la manipulación de bacterias benéficas en el intestino ha sido reportada como mejoradora del metabolismo del animal hospedador en varios sentidos, incluyendo la capacidad absortiva, el metabolismo proteico y energético, la digestión de fibra y la maduración intestinal 5, 23, 37. El mantenimiento de un balance en la microflora intestinal y la inmunoestimulación, son los principales efectos funcionales atribuidos al consumo de prebióticos 8, 32.
Algunos de los mecanismos asociados con la mejoría de la calidad de la cáscara mediante nutracéuticos, incluyen un incremento de las tasas de fermentación intestinal. Los ácidos grasos de cadena corta tienen un sorprendente efecto sobre la fisiología digestiva, tal como la reducción del pH intestinal, el incremento de la absorción de calcio y la angiogénesis, así como también la proliferación de las células del epitelio intestinal 15, 33, 41, 46 . Actualmente, los campos de la inmunología, la microbiología y la nutrición convergen de manera sorprendente.
Los componentes de la dieta tienen un profundo efecto sobre la composición de la microflora intestinal, que a su vez repercute en la fisiología de los reproductores al mejorar varias funciones metabólicas que complementan la fisiología de las aves. Los componentes nutricionales de la dieta son de una importancia crítica no solo porque cumplen con los requerimientos nutricionales de los reproductores, sino también con los de su microflora gastrointestinal 16, 24, 25.
Los resultados del presente estudio permiten confirmar que la suplementación de ácidos orgánicos y un probiótico a base de bacterias ácido-lácticas durante 10 semanas consecutivas (desde la semana 25 a la 35), mejoran los parámetros de incubación en reproductores pesados comerciales.