INTRODUCCIÓN
El estudio de los procesos tafonómicos involucrados en contextos arqueológicos de Patagonia argentina estuvo enfocado inicialmente en conjuntos arqueofaunísticos (Borrero, 2001). Con el incremento de los estudios bioarqueológicos surgió el interés por la tafonomía de restos humanos, lo cual da cuenta de la relevancia de esta disciplina para la interpretación de la evidencia (e.g., Mendonça et al., 1984-1985; Crivelli Montero et al., 1996; Zangrando et al., 2004). Estas contribuciones estuvieron restringidas a escala de sitio o localidad (e.g.,Goñi et al., 2002; Martin et al., 2004; Barrientos et al., 2007; Borella et al., 2007; Guichón Fernández, 2017), o a problemáticas particulares (Gordón, 2009). La acumulación de evidencia permitió plantear la necesidad de una tafonomía regional (Borrero, 2001) para describir patrones en una escala adecuada y dar cuenta de cómo actúan ciertos procesos geomorfológicos y ecológicos que inciden en el registro arqueológico. Este enfoque solo es posible de manera integrada con otras disciplinas, a una escala regional o suprarregional. Desde esta perspectiva se realizaron algunos aportes principalmente en sectores meridionales de Patagonia (e.g.,Guichón et al., 2000; Guichón et al., 2001; Suby y Guichón, 2004; Martin, 2006).
La provincia del Neuquén cuenta con una extensa historia de investigaciones bioarqueológicas realizadas a partir del estudio de numerosos sitios con restos humanos, pertenecientes a grupos cazadores-recolectores que habitaron esa región durante el Holoceno. Una compilación de esas investigaciones fue publicada en un libro por Gordón y colaboradores (2017). Los estudios tafonómicos de muestras bioarqueológicas se realizaron a escala de sitio con objetivos y métodos descriptivos y exploratorios (Mendonça et al., 1984-1985; Crivelli Montero et al., 1996; Gordó n et al., 2013; Vazquez y D´Abramo, 2013; Vazquez et al., 2013, 2014; Della Negra et al., 2014; Vazquez, 2014, 2019; Vazquez et al., 2016). Hasta ahora no se había planteado un abordaje que contemplara escalas geográficas y temporales amplias que incluyan ambientes contrastantes, a partir de una perspectiva multidisciplinaria, que permita evaluar el efecto de los procesos tafonómicos, tal como lo señaló Borrero (2001).
La preservación de los restos a escala regional se explica a partir de factores geoambientales, intrínsecos, culturales y/o por el tiempo de exposición a dichos factores. Cabe resaltar que es en la escala regional en la que se observan importantes variaciones en los factores geoambientales. Se plantea como primera hipótesis que la preservación de los restos óseos humanos del noroeste de Patagonia está asociada a las condiciones generadas por los factores geoambientales. A su vez, en tanto los fenómenos tafonómicos actúan a lo largo del tiempo, se plantea como hipótesis que los restos más antiguos presentarán mayores grados de deterioro, al menos ante condiciones similares. No obstante, no puede descartarse la influencia local de factores culturales e intrínsecos. Finalmente, corresponde considerar que los factores geoambientales pueden presentar cambios durante el período de tiempo considerado. Esto, sumado a eventuales cambios en las prácticas de enterramiento y mortuorias, configura una complejidad solamente abordable desde un enfoque múltiple y complejo.
En este trabajo se aborda la tafonomía de los restos óseos humanos del noroeste de Patagonia a partir de un enfoque teórico-metodológico multidisciplinario regional, detrás del objetivo de explorar los factores (i.e., geoambientales, culturales o intrínsecos) relacionados con su preservación. Así, se busca contestar preguntas como ¿la ausencia o escasez de sitios con entierros humanos en una región se debe a que esta no fue elegida como área de entierro por las poblaciones del pasado, o a una combinación de factores que no favorecieron la preservación?
EL ÁREA DE ESTUDIO Y LA MUESTRA
El área estudiada comprende a la provincia del Neuquén. Se distinguen dos sectores: el oeste, de paisaje montañoso y clima húmedo, cuyas condiciones geológicas y ambientales cambian transicionalmente hacia el segundo de los sectores; y el este, de relieve mesetiforme y clima árido (Pereyra et al., 2011).
La muestra de estudio está conformada por restos óseos humanos de 30 sitios arqueológicos (Figura 1), cuya distribución incluye diferentes contextos geoambientales y cronológicos (7000 hasta 200 años AP; Tabla 1). Se trata mayoritariamente de sitios a cielo abierto, con entierros primarios y sin estructuras funerarias asociadas, a excepción de dos sitios en cuevas (Cueva Ruka y Cueva Haichol) y dos en aleros (Moro I y Chorriaca), dos sitios con entierros secundarios (Aquihuecó y Loma de La Lata) y uno con estructura funeraria (Remeco) (más detalles en Vazquez, 2020).
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Figura 1 Ubicación de sitios analizados. Las referencias numéricas de cada sitio se encuentran en la Tabla 1.
MÉTODOS
Variables tafonómicas (VT)
El relevamiento de las variables tafonómicas (VT) tuvo como finalidad evaluar el estado de preservación ósea de la muestra estudiada. Se calcularon medidas de cuantificación ósea, tales como: total de especímenes óseos (NSP), número de especímenes óseos identificables (NISP), número de especímenes óseos no identificables (NUSP), número de elementos óseos esperados (NEE), número mínimo de elementos (MNE) y número mínimo de individuos (MNI) (Lyman, 2008; Mengoni Goñalons, 2010; Guichón Fernández, 2016; Vazquez, 2020). Luego, a partir de las medidas anteriores, se calcularon el índice de representación ósea (IRO) (Bello et al., 2006) y una versión modificada del índice de fragmentación ósea (IFO) de Mondini (2002), que hemos definido como índice de fragmentación 2 (IFO2; Tabla 2). IFO2 es un índice de fragmentación diseñado para este trabajo, calculado mediante la fórmula MNE/NSP, que permite describir la dimensión real de la fragmentación ante una proporción grande de especímenes no identificados (NUSP). IRO e IFO2 fueron utilizados para los análisis estadísticos.
Se evaluó la presencia de doce variables, organizadas de acuerdo con cuatro tipos de modificaciones (Fernández-Jalvo y Andrews, 2016) (Tabla 2): 1) las modificaciones por pérdida ósea (MPO), referidas a la destrucción parcial del tejido así como a la pérdida total de un elemento óseo; 2) las modificaciones que afectan la forma (MAF), tales como abrasión (ABR), pulido o redondeamiento (RED) o deformación (DEF); 3) las modificaciones que penetran el tejido cortical (MPTC), que incluyen el agrietamiento (AGR), escamación (ESC), que es la pérdida de tejido óseo que resulta en la exposición de hueso subperiostial a diferentes profundidades, y corrosión (CORR), esta última referida a aquellas modificaciones superficiales por acción de agentes químicos; y 4) las modificaciones superficiales (MS), que incluyen líneas rectas y paralelas (LP), líneas con patrón dendrítico (LPD), referidas a un patrón de ramificación irregular, hoyos (H), perforaciones (P) y cambios en el color del hueso (COL). Todas las modificaciones se relevaron a ojo desnudo, con lupa de mano y de pie con luz fría (con aumento de hasta 10X), y se cuantificaron de acuerdo con el porcentaje de superficie del hueso afectada: 0%, 1-25%, 26-50%, 51-75% y 76-100%.
Los restos hallados superficialmente en los sitios Aquihuecó y Hermanos Lazcano no fueron incluidos en el análisis de las modificaciones óseas, en tanto que sus historias tafonómicas son de otra naturaleza ontológica (i.e., bioestratinomía posdiagénesis).
Variables contextuales (VC)
A los efectos de explicar los patrones de preservación tafonómica se seleccionó un conjunto de variables que permiten caracterizar el entorno de los restos hasta su recuperación. Estas VC se agruparon en variables sedimentológicas, ambientales (Tabla 2) y arqueológicas (cronología, Tabla 1). Las variables sedimentológicas se analizaron en 15 sitios, de los que se obtuvieron 36 muestras. En 12 sitios, las muestras fueron extraídas del entorno inmediato al esqueleto o del interior de la cuadrícula; y en los tres restantes, por tratarse de sitios excavados con anterioridad (Chorriaca, Chacra Bustamante y Caepe Malal), se tomaron de las inmediaciones del lugar en el que se hallaron los restos. Para los sitios de los que se contó con más de una muestra, los análisis se realizaron a partir del promedio. De los sitios restantes no se contó con muestras por ausencia de información sobre su ubicación precisa o por imposibilidad de acceder al lugar en la actualidad (e.g., edificación sobre el área del hallazgo).
La textura se obtuvo con una tamizadora de ensayo con seis tamices de diámetros de entre 2 y 0,062 mm. Se utilizó como variable el intervalo de tamaño de grano más abundante en una muestra (ver Tabla 2), que fue codificado con números, de 1 para la granulometría menor (L/A: limo y/o arcilla) hasta 7 (G: grava). La variable selección hace referencia a la variación en los tamaños de grano de una muestra, y se definió de acuerdo con una escala ordinal: 3, mal seleccionada (alta variabilidad); 2, pobremente seleccionada; y 1, bien seleccionada (baja variabilidad). La caracterización química incluyó pH, contenido de materia orgánica (MO), disponibilidad de fósforo (P) y porcentaje de carbonato de calcio (CaCO.) (se realizó en el Laboratorio de Servicios Agrarios y Forestales, Gobierno de la Provincia del Neuquén).
Respecto de las variables ambientales, los valores de temperatura anual media, mínima y máxima se obtuvieron de los promedios de las medias mensuales registradas entre los años 1982 y 2012 (Climate-data.org, 2020). La precipitación media anual se calculó a partir de la sumatoria de las medias mensuales registradas entre los mismos años. Las clasificaciones de clima, vegetación, suelo y geomorfología se obtuvieron de Pereyra et al. (2011). La altura sobre el nivel del mar, distancia lateral y vertical a un cuerpo de agua se obtuvieron con el programa Google Earth Pro-2019, tomando como referencia la ubicación del sitio.
La información cronológica de los sitios se obtuvo de trabajos previos. En aquellos sitios con más de un fechado se utilizó el punto medio entre el valor mayor y el menor, calculado como el promedio entre el fechado más antiguo y el más reciente. Para los análisis a nivel individuo intersitios se utilizó la datación existente o se completaron los casos con el punto medio entre las dataciones máxima y mínima de los individuos datados del mismo sitio. En los análisis intrasitio (i.e., Aquihuecó) se utilizaron solamente individuos fechados. A los sitios con cronologías poscontacto se les asignó el valor 0. El punto medio utilizado representa la medida de tiempo de exposición de los restos a las condiciones que alteraron sus características (tiempo en diagénesis). Los fechados de los dos sitios en cuevas no fueron incluidos en los análisis multivariados debido a que son controversiales, muy disímiles para Cueva Ruka (dos fechados de 96 ± 32 años AP y 5147 ± 37 años AP, Gordón et al., 2019a) y muy variados para Cueva Haichol (varios fechados entre 7020 AP y 225 años AP).
Análisis de datos
Los datos obtenidos fueron abordados con métodos estadísticos uni, bi y multivariados. Se trabajó sobre tres bases de datos, una para los sitios, otra para los individuos y una tercera para los individuos del sitio Aquihuecó. En este último caso, el elevado número de individuos adultos y subadultos de ambos sexos (MNI = 64) inhumados en un espacio físico acotado, depositados durante la transición Holoceno medio-Holoceno tardío (Della Negra y Novellino, 2005; Della Negra et al., 2009; Gordón et al., 2019) permitió que se realizaran análisis particulares para evaluar la incidencia de sexo, edad y antigüedad en el conjunto de datos más homogéneo y completo con que se cuenta. Con la base de datos de sitios se evaluó la relación entre la preservación de los restos y las variables contextuales. La relación entre los aspectos tafonómicos y las variables intrínsecas (edad, sexo) se realizó con las bases de individuos y de Aquihuecó. La relación entre la antigüedad de los restos y su preservación se evaluó con las tres bases de datos. Para el caso de los sitios con más de un individuo, los valores de las variables fueron promediados primero por individuo (i.e., promedio de todos los restos óseos evaluados) y luego por sitio. Con las tres bases de datos se realizaron ordenamientos multivariados con el método de escalamiento multidimensional no métrico (nMDS) en dos dimensiones con distancia de Manhattan (Legendre y Legendre, 2012; Greenacre y Primicerio, 2013). El nMDS es un método de ordenamiento multivariado, que persigue el objetivo de sintetizar en unos pocos ejes –normalmente dos– la información contenida en muchas variables, en este caso, las tafonómicas. El método preserva el orden en las distancias entre los elementos a ser ordenados, y funciona apropiadamente con la matriz de distancia de Manhattan (Greenacre y Primicerio, 2013). Los sitios o los individuos, según corresponda, fueron ordenados a partir de las siguientes variables tafonómicas (VT): modificaciones por pérdida ósea (MPO), líneas con patrón dendrítico (LPD), líneas paralelas (LP), cambios en la coloración del hueso (COL), agrietamiento (AGR), escamación (ESC), corrosión (CORR), IRO e IFO2. La medida del aporte de cada VT al ordenamiento se evaluó por medio del cálculo de índices de correlación por rangos de Spearman entre cada variable y los ejes. Del mismo modo, la covariación entre las VT se evaluó también con correlaciones de Spearman, en ambos casos acompañadas por la prueba de significación correspondiente. En el análisis de los sitios, los ejes del nMDS se compararon con las variables geoambientales por medio de correlaciones y análisis de la varianza, a los efectos de inferir asociaciones entre patrones tafonómicos y sus posibles causas. A los efectos de facilitar la interpretación de la relación entre las VT y el patrón de ordenamiento, las primeras fueron proyectadas sobre el gráfico del nMDS. La significancia de las variables geoambientales con respecto al ordenamiento se evaluó a partir de una prueba de permutaciones (función envfit del paquete vegan; n = 999). Se realizaron comparaciones multivariadas basadas en las VT con PERMANOVA (Anderson, 2001) con la función adonis del paquete vegan para las variables sitio, sexo y edad. Las comparaciones pareadas se realizaron con la función pairwise.adonis (Martínez Arbizu, 2020). En los análisis bivariados en los que se detectó un patrón no lineal, se transformaron los datos antes de calcular las correlaciones. Finalmente, en las VT se aplicó la transformación del arcoseno de la raíz cuadrada del valor de la variable.
Las comparaciones univariadas se realizaron por medio del análisis de la varianza (ANOVA). Ante apartamientos menores de la normalidad en presencia de homocedasticidad se utilizó el mismo método, dado que es bien conocido que el ANOVA es robusto con respecto a desviaciones de la normalidad (Wackerly et al., 2008). En los casos en que los datos presentaron apartamientos importantes de los supuestos se utilizó el método de Kruskall Wallis con la prueba de Dunn utilizando la corrección de Bonferroni para las comparaciones pareadas. El nivel elegido para el rechazo de las hipótesis nulas es de 0,05, aunque se contemplaron valores p entre 0,05 y 0,10 como marginalmente significativos. Los análisis estadísticos se hicieron con los programas PAST (Hammer et al., 2001) y R (R Core Team, 2021).
RESULTADOS
Se contabilizaron 19.582 especímenes óseos humanos (NSP), de los cuales 10.580 (54,02%; 30 sitios) provienen de excavaciones, y 9002 (45,97%; tres sitios), de recolecciones superficiales. El MNI es de 130, 109 de excavaciones y 21 de recolecciones superficiales, de categorías etarias desde perinatos hasta adultos seniles, de ambos sexos (ver Vazquez, 2020). El sexo pudo ser asignado para el 44% (n = 56) y la edad para el 98% (n = 127) de los individuos (Material suplementario 1). El cálculo del índice de representación ósea (IRO) para el total de la muestra de estudio arrojó un valor igual a 0,19; en tanto que para el índice de fragmentación ósea 2 (IFO2) arrojó un valor de 0,28. Con respecto a las modificaciones, la más prevaleciente registrada en la muestra estudiada fue la modificación por pérdida ósea (MPO). Las modificaciones de tipo líneas rectas y paralelas y de tipo líneas dendríticas se atribuyeron a marcas de roedores y de raíces, respectivamente. Redondeamiento, deformación, hoyos y perforaciones no fueron observados. En los elementos óseos, cambios en el color (COL) se observaron como depósitos de CaCO. (n = 421), decoloración (n = 57) y tinciones (n = 154). Los resultados del relevamiento de las variables tafonómicas se detallan en el Material suplementario 2 y 3 por sitio, y Material suplementario 4 y 5 por individuo. Por su parte, los resultados del análisis de las variables contextuales geoambientales por sitio (Material suplementario 6) reflejan una variedad de características geológicas y ambientales presentes en el área de estudio.
Resultados a nivel de sitio
El ordenamiento multivariado de los sitios muestra una dispersión compatible con diferentes tipos de preservación (Figura 2). Esta observación coincide con el hallazgo de diferencias significativas en las VT entre sitios (PERMANOVA, p<0,001) calculadas a partir de la matriz de individuos. Se encontraron variables que fluctúan de manera asociada. Las correlaciones significativas y positivas se dieron entre pérdida ósea-corrosión (r = 0,48; p = 0,004), líneas dendríticas-escamación (r = 0,409; p = 0,016), líneas dendríticas-IFO2 (r = 0,398; p = 0,02), agrietamiento-escamación (r = 0,375; p = 0,029), y agrietamiento-IRO (r = 0,343; p = 0,047), y significativas y negativas entre: pérdida ósea-IFO2 (r = -0,534; p = 0,001), líneas rectas y paralelas-IFO2 (r = -0,386; p = 0,024), cambios en el color-corrosión (r = -0,369; p = 0,032), y corrosión-IRO (r = -0,434; p = 0,01). Entre las VT utilizadas para ordenar los sitios, todas menos IRO y líneas rectas y paralelas presentan correlaciones significativas con alguno de los ejes (i.e., aportan significativamente al ordenamiento) (Figura 2). El eje 1 presenta una correlación significativa y positiva con líneas dendríticas (r = 0,354; p = 0,040), escamación (r = 0,354; p = 0,040) y corrosión (r = 0,758; p = 0,000), y significativa y negativa con cambios en el color (r = -0,659; p = 0,000). En tanto que el eje 2 presenta una correlación significativa y positiva con pérdida ósea (r = 0,434; p = 0,010), cambios en el color (r = 0,651; p = 0,000), agrietamiento (r = 0,348; p = 0,044) y escamación (r = 0,607; p = 0,000), y significativa y negativa con IFO2 (r = 0,470; p = 0,005). Se observó una dispersión de sitios a lo largo del eje horizontal, relacionada principalmente con un incremento de la corrosión hacia la derecha del gráfico. Los sitios Rco, Mil, SB, Cay, VC, EP y ChM conforman un agrupamiento caracterizado por altos niveles de corrosión, escamación, pérdida ósea y líneas dendríticas. Los sitios ubicados en la parte superior del gráfico se caracterizan por altos valores de cambios en el color y escamación especialmente, y en menor medida, de pérdida ósea y agrietamiento, cuyas correlaciones, si bien fueron significativas, son bajas. Los sitios distribuidos hacia la parte inferior del gráfico presentaron valores altos de IFO2 (i.e., niveles bajos de fragmentación).
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Figura 2. nMDS por sitios a partir de las variables tafonómicas (estrés = 0,171). Los vectores corresponden a las proyecciones de las variables tafonómicas. En los márgenes se agregaron los valores de correlación entre variables y los ejes del nMDS. Abreviaturas en Tablas 1 y 2.
Los sitios distribuidos hacia la izquierda del gráfico de la Figura 2 presentan mayores valores de pH (r = -0,465; p = 0,045) y contenido de CaCO. (r = -0,651; p = 0,003), mientras que, hacia la derecha, mayor contenido de fósforo (r = 0,421; p = 0,073) y sedimentos mejor seleccionados (r = 0,423; p = 0,071), aunque con correlaciones marginalmente significativas. Los sitios ubicados en la mitad superior del nMDS presentaron valores mayores de pH. En síntesis, los sitios con pH más alcalino se ubican hacia la parte izquierda superior del ordenamiento, en concordancia con valores mayores de pérdida ósea, cambios en la coloración, agrietamiento y escamación, y menores corrosión, líneas dendríticas e IFO2 (i.e., mayor grado de fragmentación). Los sitios con altos niveles de CaCO. se asociaron con altos niveles de cambios en el color y bajos de líneas dendríticas, escamación y corrosión.
Las variables temperatura mínima anual, temperatura mínima y temperatura máxima presentaron correlaciones significativas inversas con respecto al eje 1 (Figura 2); i.e., mayores temperaturas se asocian con menores niveles de líneas dendríticas, escamación y corrosión, y mayores de cambios en la coloración. La variable precipitación media anual no se asoció a ninguno de los ejes. La cronología de los sitios (Cron) presentó una correlación significativa e inversa con respecto al eje 1, es decir que los sitios con los restos más antiguos presentan menores niveles de pérdida ósea, líneas dendríticas, escamación y corrosión, y mayores de cambios en la coloración.
A lo largo del eje horizontal del ordenamiento de sitios se observó una variación significativa con respecto al clima (Kruskall Wallis, p = 0,002; Figura 3a), vegetación (ANOVA, p = 0,036, particularmente entre Estepa arbustiva y Bosque denso; Tuckey p = 0,024) (Figura 3b) y geomorfología (ANOVA, p = 0,037, particularmente entre fluvial y glacial; Tukey p = 0,024) (Figura 3c). Estas diferencias permiten identificar, hacia la izquierda, un conjunto de sitios con bajos valores de pérdida ósea, IFO2, escamación, agrietamiento y cambios en la coloración, en coincidencia con climas áridos a semiáridos, en zonas de estepa arbustiva o herbácea arbustiva y de ambientes volcánico-fluviales. Hacia la derecha, se observa otro conjunto de sitios con altos valores de pérdida ósea, líneas dendríticas, escamación y corrosión y bajos de cambios en la coloración, en coincidencia con climas húmedos a perhúmedos, en zonas de vegetación densa y de ambientes glaciares.
Ninguno de los dos ejes del ordenamiento presentó correlaciones significativas con las variables tipo de suelo, metros sobre el nivel del mar y distancia horizontal y vertical a cuerpos de agua.
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Figura 3 nMDS por sitios con la adición de polígonos convexos. Cada punto corresponde a un sitio. Los sitios estarán diferenciados en distintos símbolos de acuerdo con la pertenencia a diferentes valores de las tres variables abordadas: a) tipo de clima. b) tipo de vegetación. c) ambiente geomorfológico.
Resultados a nivel de individuo
El ordenamiento multivariado con nMDS para los individuos fue significativo para las variables incluidas sitio, sexo, edad y cronología (función envfit del paquete vegan, p<0,001 en los cuatro casos). Los sitios presentan una importante dispersión en el análisis (Figura 4a), con algunos de ellos relacionados con mayores niveles de corrosión, como Rco, ChM, EP, VC y otros. Aqh y HL, en el sector opuesto, se caracterizan por altos valores de cambios en la coloración, agrietamiento y líneas rectas y paralelas y bajos valores de corrosión. Los especímenes femeninos están desplazados hacia la parte superior del gráfico, asociados con mayores valores de corrosión y menores de agrietamiento y líneas rectas y paralelas (Figura 4b). No obstante la significancia de sus diferencias, la superposición entre las elipses es importante. La prueba pareada indicó que no hay diferencias entre masculinos y femeninos (p = 0,264), por lo que la significancia se explica por la incidencia de indeterminados y no determinados. En la Figura 4c se puede observar que los adultos se encuentran desplazados con respecto a los subadultos hacia mayores valores de corrosión, escamación y líneas dendríticas. Finalmente, la variable cronología, también significativa, se asocia a los niveles más bajos de corrosión, y altos de agrietamiento, líneas paralelas y cambios en la coloración, característicos de sitios como Aqh y HL (Figura 4d).
El análisis de nMDS para el sitio Aquihuecó (n = 40) se puede ver en la Figura 5. La proyección de las variables sexo y edad fueron significativas (p<0,001), mientras que cronología solo lo fue marginalmente (p = 0,070). No se encontraron diferencias entre masculinos y femeninos (PERMANOVA, p = 0,312; la significancia se explica por los no determinados y los indeterminados), mientras que edad resultó significativa (PERMANOVA, p = 0,002). Los individuos adultos se distribuyen hacia mayores valores de escamación, líneas dendríticas, agrietamiento e IRO, mientras que los subadultos se asocian con mayores valores de IFO2, cambios en la coloración y pérdida ósea (Figura 5a). Por su parte, los especímenes más antiguos están asociados con mayores valores de líneas dendríticas, agrietamiento, IRO y escamación, y menores de líneas rectas y paralelas, pérdida ósea, cambios en la coloración e IFO2 (Figura 5b).
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Figura 4 nMDS por individuos (estrés = 0,171) con la proyección de las variables tafonómicas en color rojo. a) Las etiquetas enmarcadas corresponden a los sitios, mientras que las restantes, a los individuos; b) elipses a partir de la desviación estándar para la variable sexo. Solamente se incluyeron las elipses correspondientes a sexos identificados; c) elipses a partir de la desviación estándar para la variable edad. Solamente se incluyeron las edades que fueron estimadas; d) vector que indica la dirección e intensidad de asociación de la variable cronología con el ordenamiento. Consultar abreviaturas en Tablas 1 y 2. Las elipses fueron graficadas con el comando ordiellipse del paquete vegan del programa R, con la configuración por defecto (type = “sd”).
DISCUSIÓN
Los estudios tafonómicos comprenden el análisis de procesos acontecidos luego de la muerte y hasta el sepultamiento, etapa denominada bioestratinomía, y/o entre el sepultamiento y la exhumación, en lo que se conoce como diagénesis (Fernández-López y Fernández-Jalvo, 2002). En tafonomía bioarqueológica, los procesos bioestratinómicos en el caso de inhumaciones son muy breves, al contrario de lo que se observa en el caso de otros mamíferos (véase, por ejemplo, Behrensmeyer, 1978), en los que predominan los procesos de meteorización. En el caso de inhumaciones, los fenómenos bioestratinómicos pueden vincularse a prácticas mortuorias previas al enterramiento y/o a acciones antrópicas en contexto sistémico durante la historia tafonómica de un conjunto óseo (como entierros secundarios). A su vez, la ocurrencia de exhumaciones naturales o antrópicas retornan los restos a la fase bioestratinómica. En la muestra analizada, los procesos bioestratinómicos mencionados están documentados (Hajduk et al., 2000; Della Negra y Novellino, 2002, 2005; Della Negra et al., 2014; Béguelin et al., 2015; Béguelin y Vazquez, 2015; Cúneo et al., 2016; Béguelin et al., 2017; Gordón et al., 2019b). Estos fenómenos no fueron incluidos en los análisis debido a que su incidencia es baja en la muestra. Se infiere que, en tanto los restos pasaron la mayor parte de su historia tafonómica enterrados, su preservación está vinculada principalmente a fenómenos diagenéticos.
La evaluación de los patrones de preservación de los restos óseos humanos de Patagonia, así como los eventuales sesgos en el registro bioarqueológico demandan un análisis del efecto de variables en abordajes a escala regional (Borrero, 2001). Los aspectos geológicos, climáticos, las características del suelo, la flora y la fauna involucrados en estos patrones varían en una escala regional, de manera que es esperable encontrar contrastes en los modos de preservación solamente si se trasciende lo local. Simultáneamente, este enfoque requiere de la disponibilidad de evidencia a escala de sitios, i.e., local, de manera que estos abordajes son posibles luego del desarrollo de investigaciones sistemáticas, tal como se observó en la provincia del Neuquén en las últimas décadas (Gordón et al., 2017).
Un resultado destacado de este trabajo es que los efectos tafonómicos observados no varían de manera homogénea. El análisis multivariado a nivel de sitio muestra que las variables corrosión, escamación, marcas de raíces y pérdida ósea varían de manera similar entre ellas y de modo diferente a otros efectos, tales como agrietamiento, representación ósea y cambios en la coloración, todo ello asociado a diferentes condiciones geoambientales. El conjunto de sitios que presentaron en sus restos la primera combinación de alteraciones se asocia significativamente con clima húmedo, bajas temperaturas, suelos ácidos, abundante vegetación y zonas de geoformas glaciales (Tabla 3). Estos sitios se incluyen en el patrón de preservación que denominamos de diagénesis destructiva (DD), y se ubican hacia el oeste de la distribución geográfica de este estudio, a lo largo de las fajas precordillerana y cordillerana (e.g., El Panteón, Millaín, Kilca, Campo Ayoso, Remeco, Vía Christi), aunque los restos de Alonqueo, Pocaullo y Huechulafquen, aun ubicados al oeste, no presentaron corrosión. La asociación entre un medio ácido y húmedo con cobertura vegetal abundante y la degradación de los restos en términos de corrosión y acción de raíces coincide con las expectativas de preservación para ese tipo de medio diagenético (e.g.,Nicholson, 1998; Fernández-Jalvo et al., 2010; López-Costas et al., 2016).
Otro conjunto de sitios que presentaron el segundo conjunto de combinaciones de alteraciones (cambios en la coloración, escamación, agrietamiento, pérdida ósea y fragmentación) están asociados con regiones de climas más áridos, mayores temperaturas, suelos alcalinos y alto contenido de carbonato de calcio, vegetación muy baja y rala y geoformas fluviales, y se incluyen en el patrón de preservación que denominamos dediagénesis no destructiva (DnD; Tabla 3). Estos sitios se ubican al este de la faja cordillerana, y cubren las fajas centro y este de la distribución geográfica del presente estudio (e.g., Aquihuecó, Hermanos Lazcano, Cochico Márquez, Retamal, Grande, Chacra Bustamante).
Tabla 3 Síntesis de los patrones de preservación observados en este estudio
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NotaLa intensidad de la birrefrigencia es un indicador del estado de preservación de las fibras de colágeno, y/o de la orientación de los cristales de hidroxiapatita.
Las alteraciones por escamación y pérdida ósea son compartidas por ambos patrones de preservación (Tabla 3), lo que sugiere que serían resultado del accionar de distintos agentes tafonómicos geoambientales.
La evaluación de la asociación entre el sexo y las VT se vio dificultada por la baja proporción de individuos con sexo estimado (51,37%; n = 56), y por la dispar representación de individuos masculinos y femeninos de diferentes sitios, del mismo modo que la edad, por la dispar representación de individuos caracterizados como adultos y subadultos en los sitios. No obstante, los resultados sugieren diferencias consistentes en subadultos con menores niveles de corrosión y escamación, y mayores frecuencias de marcas de raíces, agrietamiento y cambios en la coloración. El análisis del sitio Aquihuecó, por su parte, sugiere mayores grados de cambios en la coloración, fragmentación y pérdida ósea; y menores de representación ósea, agrietamiento, marcas de raíces, escamación y marcas de roedores para los subadultos.
En un estudio histotafonómico reciente sobre restos óseos de los mismos sitios estudiados aquí, Vazquez et al. (2021) identificaron dos patrones de preservación, uno caracterizado por una buena preservación histológica y otro caracterizado por un deterioro histológico. Estos patrones se asociaron con características geoambientales semejantes a las abordadas en el presente trabajo, lo que permite afirmar que los patrones de preservación macroscópicos descritos son coherentes con aquellos identificados a nivel microscópico.
El tiempo es un factor crucial y necesario para que los restos experimenten los fenómenos tafonómicos. Los patrones de preservación tafonómicos identificados en el área de estudio (DD y DnD) se asociaron con la cronología de los sitios. En este sentido, el patrón DD se asoció principalmente con sitios de cronologías poscontacto, y el patrón de DnD, con sitios más antiguos (de 600 a 4000 años AP). De manera aparentemente contraintuitiva, nuestros resultados no muestran que los huesos más antiguos se encuentren peor preservados (aunque es esperable que bajo iguales historias tafonómicas eso suceda). Los restos de los sitios más antiguos inscritos en el patrón DnD presentan mejores o iguales condiciones de preservación que los restos de los sitios tardíos del patrón DD. Por ejemplo, los restos del sitio poscontacto Remeco muestran niveles de deterioro importantes, mientras que en Aquihuecó la preservación es macroscópicamente muy buena, y sus restos están datados en alrededor de 4000 años.
La evidencia obtenida en este trabajo sugiere que en sitios de diagénesis destructiva los procesos tafonómicos detectados operan en una escala temporal menor al milenio, luego de lo cual se desintegran. Esta observación es coherente con los resultados alcanzados a nivel de individuo, donde los restos más antiguos se caracterizan por menores niveles de corrosión y mayores de coloración, agrietamiento y líneas paralelas, entre otros. La observación de que en los restos más antiguos y mejor preservados de patrón DnD haya menor evidencia de corrosión y marcas de raíces sugiere que el conjunto de agentes tafonómicos que provocan estas alteraciones resultan factores determinantes en la probabilidad de supervivencia de un resto. Por lo tanto, se infiere que, en condiciones geoambientales que propicien el desarrollo de patrones de preservación de DD, los restos no sobrevivirán más que unos pocos cientos de años. Una consecuencia de esta propuesta es un sesgo evidente en contra del hallazgo de sitios en áreas con estas características geoambientales. Se espera que este sesgo se refleje en la presencia de restos muy deteriorados y en la ausencia de restos antiguos. A su vez, considerando la observación de que los restos expuestos a la intemperie luego de haber pasado por una etapa diagenética se deterioran rápidamente, aún luego de diagénesis no destructivas (Vazquez et al., 2020), la ventana temporal que permite hallar este tipo de restos es muy reducida, con consecuencias en el registro de restos óseos humanos de origen arqueológico.
Por su parte, los restos relacionados con los patrones tafonómicos de diagénesis no destructiva presentan un espectro más amplio de edades. Existen numerosos sitios que no se ajustan estrictamente al modelo de los dos patrones descriptos, i.e., DD y DnD. Surge de ello que la interacción entre los agentes tafonómicos y el tiempo (del mismo modo que con los aspectos culturales y los factores intrínsecos) se caracteriza por una gran complejidad que se contrapone al ensayo de predicciones. Por ejemplo, el sitio Chacra Álvarez presenta restos con un estado avanzado de deterioro, aunque se encuentra en el sector este del área, asignado a DnD, y es reciente (ca. 330 años AP). Este sitio, emplazado dentro del valle del río Neuquén, pudo haber estado cubierto de agua o en contacto con la napa freática frecuentemente, lo que habría propiciado su actual estado de preservación, peor que el esperado.
CONCLUSIONES
Este trabajo aborda por primera vez la complejidad de un estudio tafonómico bioarqueológico regional en 30 sitios de antigüedades y contextos geoambientales diferentes de Norpatagonia con un marco teórico-metodológico multidisciplinario, que permitió obtener un corpus de información contundente sobre factores incidentes en el estado de preservación ósea de cada sitio.
El abordaje de las características intrínsecas presentó dificultades debido a que los sitios tienen cantidades dispares de individuos. La evidencia sugiere que no hay diferencias marcadas entre sexos en términos de la preservación. La comparación entre individuos adultos y subadultos resultó un poco menos controvertida: los subadultos presentan peor preservación en general.
Se identificaron dos patrones de preservación tafonómicos, asociados con características geoambientales definidas, en un espacio multivariado complejo. El patrón denominado de diagénesis destructiva está caracterizado por sitios con restos mal preservados, en climas húmedos de pH ácido y bajas temperaturas, que no superan pocos cientos de años de antigüedad. Por su parte, los sitios del patrón de diagénesis no destructiva se caracterizan por un grado menor de deterioro y mayor persistencia ósea dentro de la matriz sedimentaria, en climas típicamente áridos, de pH alcalino y temperaturas más altas.
Este modelo permite hipotetizar que las condiciones geoambientales de la diagénesis destructiva causan destrucción ósea principalmente por corrosión en pocas centurias, por lo cual ofrece un límite temporal en la preservación.
Existen excepciones al modelo propuesto, que se explican por la alta complejidad de la interacción entre las variables que influencian la preservación. Con todo, este modelo mejora la comprensión de los patrones de preservación de los restos óseos humanos arqueológicos de Norpatagonia.