INTRODUCCIÓN
El mundo lleva varios meses afectado por una pandemia generada por un nuevo coronavirus (COVID-19) 1 de alta contagiosidad; así, el número de infectados creció de manera exponencial 2. Después de su propagación por todo el mundo en cuestión de meses, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al COVID-19 como pandemia. 3
Los primeros países afectados vieron colapsar sus sistemas de salud por una demanda excesiva de internaciones en breve tiempo, con una gran cantidad de fallecidos.
En la Argentina el primer caso de COVID-19 se registró el 3 de marzo de este año (2020). El 20 de marzo se estableció una cuarentena (aislamiento social, preventivo y obligatorio) para limitar el contagio masivo y, de esa forma, logró preparar el sistema de salud para transformarlo en continente para la pandemia. Así, los profesionales de la salud se vieron forzados a alterar drásticamente sus prácticas para enlentecer la proliferación del virus. 4
La telemedicina es una práctica con un crecimiento exponencial, pero que posiblemente permanezca subutilizada. La OMS afirma que la cibersalud consiste en “el apoyo en la utilización costo-eficaz y segura de las nuevas tecnologías en información y comunicaciones vinculadas a la promoción de la salud y los ámbitos relacionados con ella, con inclusión de los servicios de atención de la salud, la vigilancia y la documentación sanitarias, así como la educación, los conocimientos y las investigaciones en materia de salud”. 5
En esos momentos la telemedicina se transformó en tecnología crítica para llevar la atención médica a los pacientes mientras se intentaba reducir la transmisión de COVID-19 entre los pacientes, los familiares y el personal de salud. 6,7 También fue cada vez más necesario preservar los recursos escasos, como los equipos de protección personal (EPP). 8,9
Distintas plataformas digitales han contribuido para acelerar esta modalidad de atención médica. 10 En Latinoamérica existen restricciones socioeconómicas para las aplicaciones pagas y, por esa razón, las plataformas gratuitas, como WhatsApp a través de mensajes escritos, de audio, envío de imágenes o videollamadas utilizando la telefonía móvil, se transformaron en una herramienta al alcance de nuestros pacientes. 11
El objetivo de este trabajo fue evaluar la implementación de consultas utilizando la plataforma gratuita WhatsApp durante 30 días corridos, en los meses de marzo y abril de 2020, con la intención de reducir la cantidad de consultas presenciales en un servicio de electrofisiología de un hospital público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) en tiempos de pandemia. Como objetivo secundario, se compararon los resultados de la atención a distancia durante este período con la realizada de manera presencial en el mismo hospital durante igual lapso de 2019.
MATERIAL Y MÉTODOS
A partir del 20 de marzo de 2020, día de inicio de la cuarentena en la CABA, se notificó, desde el servicio de electrofisiología del Hospital Rivadavia de la CABA (Argentina) a todos los pacientes de nuestra base de datos sobre la disponibilidad de las consultas mediante la plataforma WhatsApp.
Se analizaron las consultas recibidas por esta vía durante 30 días, del 25 de marzo al 24 de abril de 2020. A cada paciente contactado se le envió un modelo de historia clínica de fácil comprensión y 5 preguntas simples para considerar sospecha de COVID-19, elaboradas por nuestro servicio. El paciente debía completar los datos solicitados y aceptar la consulta con los médicos especialistas del servicio, como inicio de la teleconsulta.
Se realizó un análisis descriptivo de las respuestas a las preguntas enviadas, como así también de los resultados de las entrevistas telefónicas.
Consideraciones éticas
Se obtuvo consentimiento verbal al inicio de la consulta telefónica. La implementación de las consultas vía WhatsApp fue de orden clínico, y autorizadas por el Directorio del Hospital Rivadavia. Se obtuvo así el consentimiento informado de cada paciente.
Se compararon los resultados con la atención recibida en igual período del año 2019.
RESULTADOS
Los resultados de esas teleconsultas fueron divididos en tres grupos:
Grupo 1: Casos resueltos vía WhatsApp que correspondía a un total de 154 pacientes.
Grupo 2: Casos derivados a un hospital zonal acorde con la residencia del paciente, que correspondió a un total de 25 pacientes.
Grupo 3: Casos derivados al Hospital Rivadavia que correspondía a un total de 26 pacientes. A los pacientes del Grupo 3 se los citó para definir la conducta futura (diagnóstico, realizar estudios complementarios o ajustar el tratamiento).
Durante la duración del estudio se realizaron 263 consultas con 205 pacientes (rango: 1-29 consultas/ paciente), de las cuales 114 fueron mujeres (55,6%). Edad media 60 (45-78) años. Respecto a la cantidad de consultas/paciente, 132 correspondían a una sola consulta, sea por observación de estudios solicitados previamente, por envío de recetas o certificados médicos vía WhatsApp, o por derivación a médicos de otra especialidad.
Un total de 15 pacientes enviaron los estudios pendientes por WhatsApp para que fueran interpretados por especialistas. Se enviaron 24 indicaciones de vacunación antigripal tetravalente.
De los 26 pacientes citados en persona al hospital, 3 se derivaron a la unidad febril de urgencia porque presentaban signos o síntomas sospechosos de COVID-19. A 5 pacientes se les recomendó aislamiento por haber llegado en fecha reciente de países considerados de riesgo y se llamó al número telefónico 107 del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME).
Se recibieron 33 teleconsultas por probable patología arrítmica; de ellas 23 pacientes se evaluaron en el consultorio de electrofisiología, 12 fueron enviados a su domicilio luego de realizarse un ECG o un ajuste de tratamiento, 11 fueron derivados para procedimientos electrofisiológicos invasivos. Se realizaron 2 estudios electrofisiológicos y 3 ablaciones por radiofrecuencia. Las 3 ablaciones fueron de aleteos auriculares típicos (AA). En 2 de estos pacientes, que eran portadores de cardiodesfibrilador, el AA provocaba choques inapropiados pese a que se optimizó el tratamiento farmacológico. El paciente restante fue resuelto por ablación debido a refractariedad al tratamiento farmacológico e inestabilidad hemodinámica durante los eventos.
De los dos estudios electrofisiológicos uno se internó por síndrome de Brugada con inducción de fibrilación ventricular durante la estimulación ventricular programada. Se solicitó un cardiodesfibrilador implantable. El otro estudio presentaba síncope considerado grave, sin diagnóstico claro. Se confirmó enfermedad del nódulo sinusal sintomática, por lo que se indicó un marcapasos definitivo.
A los pacientes portadores de dispositivos se les reprogramó la cita para la segunda quincena de mayo de 2020, por lo que no se realizaron controles de dispositivos implantables durante el período de la observación.
Se detectó que 187 de los 205 pacientes analizados no contaban con ningún tipo de asistencia médica.
La comparación de esta población con respecto a la población seguida de manera presencial durante el año 2019 en el mismo período, demostró una reducción de 283 a 205 en el número de consultas totales, con un evidente cambio en su motivación (Tabla 1). Se redujeron significativamente las solicitudes de estudios complementarios (97,5%), pero también los controles de marcapasos y los tratamientos invasivos.
Año 2019 (283) | Año 2020 (205) | P | |
---|---|---|---|
Edad | 56 (53-63) años | 60 (45-78) años | ns |
Sexo femenino | 38,5% | 55,6% | 0,001 |
Palpitaciones | 31,8% | 12% | 0,001 |
HTA | 2,1% | 10,7% | 0,001 |
Síncope | 6% | 3,4% | ns |
Mareos | 9,2% | 1% | 0,001 |
Solicitud de recetas, certificados o informes | 0% | 10,2% | 0,001 |
Consulta vacuna antigripal | 0% | 11,7% | 0,001 |
Sospecha COVID-19 | 0 | 3 | 0,001 |
Solicitud de estudios complementarios | 113 | 5 | 0,001 |
Control de marcapasos | 50 | 0 | 0,001 |
EEF | 5 | 2 | ns |
Ablación | 12 | 3 | 0,06 |
DISCUSIÓN
La implementación de una modalidad de telemedicina utilizando la plataforma gratuita WhatsApp, fue altamente efectiva para la toma de decisiones en un servicio de electrofisiología ambulatorio de un hospital público. Esto permitió una reducción significativa del número de pacientes expuestos a consultas personales que se pudieron resolver por medio de esta tecnología y sin incrementar costos (Figura 1). Asimismo, se evitaron consultas al servicio de electrofisiología de pacientes con sospecha de COVID-19. Se canalizaron de manera rápida las consultas que no correspondían a nuestra especialidad.
Mediante el uso de esta tecnología, se pudo identificar a los pacientes con patologías que requerían de la atención en nuestro servicio. Hubo una modificación en los motivos de consulta debido a esta situación epidemiológica particular. Se logró limitar los procedimientos invasivos para los pacientes que presentaban mayor complejidad.
Se redujeron sustancialmente los pedidos de estudios complementarios, atentos a las sugerencias de los distintos sectores, como ecocardiografía y electrocardiografía ambulatoria. Los controles de dispositivos implantables se cancelaron totalmente. De igual modo, se limitaron de manera significativa los procedimientos electrofisiológicos invasivos; en un 60% las indicaciones de estudios electrofisiológicos y en un 75% las de ablación por radiofrecuencia, siguiendo las recomendaciones internacionales. 12
Consideramos que la atención presencial no puede ser reemplazada en su totalidad por la atención a distancia, pero en situación de pandemia la atención médica a distancia minimiza el riesgo de contagio de pacientes, familiares y del equipo médico. 13
Por otra parte, es evidente que la implementación de plataformas digitales gratuitas reducen los costos intrahospitalarios. Lo confirman la menor cantidad de consultas ambulatorias, de estudios complementarios y de procedimientos de alta complejidad. Por el lado del paciente se reduce el gasto de movilidad en un momento de crisis económica. También disminuyeron significativamente las consultas ambulatorias, la indicación de estudios complementarios, de dispositivos implantables y de procedimientos invasivos, en comparación con igual período del año anterior.
Limitaciones
No se incluyeron pacientes de primera consulta, por lo cual no podemos sacar conclusiones al respecto. No se realizó un análisis costo-beneficio y las impresiones sobre reducción de costos son subjetivas. El corto período del tiempo medido y el relativo bajo número de pacientes podría afectar la generalización de estos resultados.
CONCLUSIONES
Durante una pandemia la telemedicina a través de WhatsApp guiada por expertos, puede ayudar al sistema de salud a disminuir las consultas y los procedimientos no considerados esenciales. Con ello se reduce el riesgo de contagio durante esta situación excepcional y se optimizan los recursos y, en consecuencia, se produce una descompresión del sistema de salud pública.