Vivimos en un mundo totalmente interconectado. Más allá de las diferencias económicas y culturales, es indudable la influencia de otras sociedades. Sin duda, la realidad de enfermedades como el mal de Chagas y la cardiopatía reumática es muy distinta en el hemisferio norte respecto del sur. Sin embargo, ellos necesitan de nuestra experiencia y nosotros de su apoyo en este y otros temas. En un mundo globalizado todos necesitamos de todos, y el conocimiento, la necesidad de aprender y de dar lo mejor de nosotros no reconoce fronteras.
Los congresos son eventos en los cuales la relación con sociedades de otras latitudes adquiere mayor relevancia. En la actualidad, no sería imaginable un congreso sin la participación de colegas de otras partes del mundo.
La SAC ha llegado finalmente a las puertas de un nuevo congreso, retornando a la presencialidad. El desafío del que habláramos en el primer número de la revista se ha hecho realidad con gran participación de todos: de nuestros miembros, que esperan con marcado entusiasmo el evento que solíamos tener y con la calidad de siempre, y también de las sociedades con las que mantenemos una relación activa y que formarán parte de nuestro programa científico.
Hemos diseñado un Congreso basado en cardiología clínica, con el apoyo de más de 900 oradores y la presencia de más de 40 representantes de las más destacadas sociedades de cardiología que formarán parte de mesas redondas, discusiones con expertos y conferencias. Participarán colegas de sociedades de Latinoamérica, con quienes compartimos problemáticas similares, y de sociedades internacionales como la Federación Mundial de Cardiología, la Sociedad Europea de Cardiología, el American College of Cardiology, la American Heart Association, la Sociedad Interamericana de Cardiología y la Sociedad Sudamericana de Cardiología, entre otras, que nos ayudarán con su visión en un mundo globalizado en el que la salud se construye entre todos.
Se presentarán más de 280 trabajos de investigación en los que podremos compartir y aprender de la experiencia de otros.
En pocas palabras, el Congreso nos espera para esta experiencia renovada pospandemia, y en él podremos incrementar nuestro crecimiento individual y grupal, aprendiendo de otros y ayudando a otros a aprender.