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Anuario de investigaciones
On-line version ISSN 1851-1686
Anu. investig. vol.16 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Jan./Dec. 2009
TÉCNICAS Y PROCESOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
Escala de Desesperanza BHS (A. Beck, 1974): estudio de las propiedades psicométricas y baremización de la Adaptación Argentina
Beck Hopelessness Scale BHS (A. Beck, 1974): psychometric study and standardization of Argentinian Adaptation
Mikulic, Isabel María1; Cassullo, Gabriela Livia2; Crespi, Melina Claudia3; Marconi, Araceli4
1 Mikulic, Isabel María; Prof. Titular Regular Teoría y Técnicas de Exploración y Diagnóstico. Módulo I, Cátedra I. Directora del Proyecto UBACyT
P055 "Inteligencia Emocional, Resiliencia y Calidad de Vida: Estudio de la Percepción de Riesgo desde una Perspectiva Integrada con el
Modelo de Ecuaciones Estructurales". E-mail: mikulic@psi.uba.ar
2 Cassullo, Gabriela Livia; Investigadora formada UBACyT P055 "Inteligencia Emocional, Resiliencia y Calidad de Vida: Estudio de la Percepción de
Riesgo desde una Perspectiva Integrada con el Modelo de Ecuaciones Estructurales". Profesora Adjunta Interina Facultad de Psicología-UBA
3 Crespi, Melina Claudia; Investigadora becaria UBACyT P055 "Inteligencia Emocional, Resiliencia y Calidad de Vida: Estudio de la Percepción
de Riesgo desde una Perspectiva Integrada con el Modelo de Ecuaciones Estructurales". Docente Facultad de Psicología-UBA.
4 Marconi, Araceli: Investigadora formada UBACyT P055 "Inteligencia Emocional, Resiliencia y Calidad de Vida: Estudio de la Percepción de
Riesgo desde una Perspectiva Integrada con el Modelo de Ecuaciones Estructurales" .Docente Facultad de Psicología-UBA.
Resumen
El presente estudio se propone presentar los resultados
obtenidos en la adaptación, validación y estandarización
de la Escala de Desesperanza-BHS (A. Beck, 1974;
Adaptación Argentina: I.M. Mikulic, 1998). La adaptación
se realizó mediante la técnica de "back translation"
y en el proceso de validación participaron 377 participantes
de Capital Federal y Gran Buenos Aires, entre
las edades de 18 y 50 años (M: 28; SD: 7,9). Se analizó
la consistencia interna de la escala, así como su validez
concurrente, predictiva, diferencial y factorial. El coeficiente alpha de confiabilidad del instrumento fue aceptable.
Los coeficientes de correlación de la BHS con la
adaptación argentina del Inventario de Depresión de
Beck (BDI-II) demuestran ser significativos, sobre todo
con aquellos ítems del BDI que evalúan pesimismo. El
análisis de regresión realizado advierte que el 16% de la
variabilidad en los puntajes de la prueba BDI pueden
ser atribuidos a la variable desesperanza. El análisis
factorial realizado con la técnica de Componentes Principales
y rotación Varimax identificó tres factores que
explican el 54,8 % de la varianza. Al considerar la validez
diferencial de la BHS, se evidencia que no existe
asociación entre desesperanza y género, y que las correlaciones
con nivel educativo y edad son muy bajas.
Con el fin de disponer de normas locales, se han elaborado
las tablas de equivalencia para Capital Federal y
Gran Buenos Aires. Los resultados obtenidos en el presente
estudio permiten concluir que la Escala BHS
adaptada evalúa un constructo psicológicamente significativo en nuestro medio y puede ser usada con propósitos
de "screening" en diversos contextos.
Palabras claves: Desesperanza; Escala de Desesperanza de Beck; Adaptación; Propiedades Psicométricas
Abstract
Present study aims to show adaptation process, validation
procedures and standardization norms for Beck
Hopelessness Scale BHS (A. Beck, 1974; Argentinian
Version: I.M. Mikulic, 1998). Argentinian Adaptation underwent
a "back translation" process and it has been
validated in an intentional sample of 377 participants
residing in Buenos Aires Province and Federal District
ages between 18 and 50 years old (Mean: 28; SD: 7.9).
Internal consistency has been analyzed, also factorial,
predictive, differential and concurrent validity have been
demonstrated. Alpha coefficient of reliability has shown
to be acceptable. Correlations with Argentinian Adaptation
Beck Depression Inventory (BDI-II) have proven to
be significative, especially with items assessing pesimism.
Regression analysis was performed and 16% of
the BDI variance were explained. Factorial Analysis with
Principal Components and Varimax Rotation identifies
three factors explaining 54.8% of the total variance. Low
correlations or none were found regarding education
level, age and gender. Local norms are presented for
Buenos Aires Province and Federal District. According
to preliminary results obtained with this BHS adaptation,
it is possible to support that this Scale assesses a psychologically
significant construct for our social context
and it can be used with "screening" purposes in different
applied psychological fields.
Key words: Hoplessness; BHS Scale; Psychometric Properties; Adapted Version; Psychometric Studies
Introducción
La desesperanza puede ser entendida siguiendo a Stotland
(1969) como un sistema de esquemas cognitivos
en los cuales la expectativa negativa sobre el futuro a
mediano y largo plazo es el denominador común. Los
sujetos desesperanzados creen que 1) nada saldrá
bien, 2) nunca serán exitosos en lo que intenten, 3) nunca
podrán alcanzar sus objetivos y que 4) nunca podrán
solucionar los diversos problemas que deban afrontar
en la vida. Si bien la desesperanza es un constructo que
se relaciona con diversos cuadros psicopatológicos, el
mismo esta fuertemente asociado a la depresión. El
DSM-IV plantea que la depresión es uno de los trastornos
clínicos con mayor prevalencia en la población general,
caracterizado por una variedad de síntomas que
suelen agruparse en cuatro tipos: síntomas afectivos
(humor bajo, tristeza, desánimo), síntomas cognitivos
(pensamientos negativos de sí, del mundo y del futuro,
baja auto-estima, desesperanza, remordimiento), síntomas
conductuales (retirada de actividades sociales, reducción
de conductas habituales, lentitud al andar y al
hablar, agitación motora, actitud desganada) y síntomas
físicos (relativos al apetito, al sueño y, en general, a la
falta de «energía», así como otras molestias) (APA,
1994). Existen varios marcos conceptuales que buscan
explicar las bases cognitivas de dicho trastorno, siendo
el modelo de Beck (1967) uno de los más reconocidos
hasta el momento. En dicho modelo, el trastorno depresivo
es explicado en función de la activación de una
serie de esquemas, entendidos como estructuras en
función de las cuales se percibe la realidad. Estos esquemas
depresógenos están constituidos por la tríada
cognitiva, consistente en (1) una visión negativa de si
mismo; (2) una visión negativa del mundo, y (3) una visión
negativa del futuro o desesperanza. De acuerdo
con la teoría de Beck (1967), el proceso de ideación y el
riesgo suicida, es propio de los individuos que exhiben
estilos inferenciales negativos acerca de su futuro, o
sea individuos que perciben su futuro con desesperanza.
Las características principales de esta actitud negativa
refieren a lo que el autor llama aplanamiento emocional,
entendido como la tendencia a establecer una
similitud o una continuidad entre el presente y el futuro,
y a la presencia de un autoconcepto negativo.
Dado que la desesperanza implica una orientación del
sujeto hacia el fracaso existe la tendencia a considerar
los problemas como irresolubles y ciertas dificultades
para poder integrar las experiencias exitosas que pueden
contradecir la visión negativa que la persona tiene
de sí misma.
A partir de esta conceptualización del constructo, Beck
y sus colaboradores construyen la Escala de Desesperanza
(Beck Hopelessness Scale, BHS, 1974), considerando
aquellos enunciados pesimistas sobre el futuro
que fueron seleccionados de las descripciones realizadas
por diferentes pacientes psiquiátricos sobre pensamientos
desesperanzados. Estas afirmaciones reflejaban
una amplia variedad de actitudes negativas acerca
del futuro que eran frecuentemente mencionadas por
los pacientes. El objetivo de tal instrumento es evaluar
las expectativas que los sujetos tienen de que ocurran
acontecimientos negativos, como también la imposibilidad
percibida por los mismos de realizar acciones para
evitar que estos acontecimientos negativos ocurran.
Esta escala representa una de las técnicas de evaluación
más utilizadas en el ámbito de la Psicología Clínica,
dado que es de simple administración y de rápida
evaluación, y en tanto posibilita una primera aproximación
a la manera en que el sujeto percibe su realidad
inmediata, permitiendo estimar las actitudes negativas
hacia el futuro en adultos y adolescentes. No solamente
ha demostrado ser útil para evaluar las expectativas
negativas hacia el futuro, sino también para la detección
de desesperanza en población general adolescente y
adulta normal y como técnica de "screening" de riesgo
suicida y depresión.
En cuanto a las propiedades psicométricas de esta escala,
diversos estudios han aportado evidencias acerca
de la validez y confiabilidad de la misma tanto cuando
se aplica en población general (sin manifestaciones clínicas)
como cuando es utilizada con pacientes psiquiátricos
(Beck, 1974; Tovar, Rodríguez, Ponce, Vereau,
2006). No obstante, son escasas las investigaciones
que han sido desarrolladas con el propósito de demostrar
la validez de esta prueba cuando es aplicada en
población local. En este sentido, cobra particular relevancia
el disponer de instrumentos validados ecológicamente
y adaptados a las características culturales del
contexto específico en el que se propone la investigación.
Dada la poca evidencia señalada en relación a las
características psicométricas de la Escala de Desesperanza
en población argentina este estudio pretende ser
un aporte en este sentido, al presentar los resultados
obtenidos en el análisis de la consistencia interna de la
prueba, su validez concurrente y factorial, y su estandarización
en población local. Por otra parte, motiva la
realización de esta adaptación y validación la utilidad
que la escala ha mostrado para ser utilizada en población
general adulta y adolescente como técnica de
screening o de detección precoz de expectativas desesperanzadas.
Método
Participantes
Para la validación del la Escala de Desesperanza a nuestra
población participaron 377 sujetos de Capital Federal
y Gran Buenos Aires. La selección de los participantes
estuvo sujeta a los siguientes criterios: a) adultos de ambos
sexos, distribuidos en forma equitativa; b) que no
presentaran diagnóstico psiquiátrico; c) que no estuvieran
bajo tratamiento psicoterapéutico. Tales criterios se adoptaron con el fin de analizar la utilidad de la escala
como técnica de "screening" en población general.
Respecto a las características de los participantes, en
su totalidad son de nacionalidad argentina y edades
comprendidas en el rango 18 a 50 años, la media obtenida
es de 28 años (SD=7,9). La variable género se
distribuye en: 49% hombres, 51% mujeres, siendo la
media de edad para cada grupo: mujeres 28 años
(SD=8,1), hombres 28 años (SD=7,7). En relación al
nivel de instrucción, el mayor porcentaje se concentra
en el nivel universitario incompleto (39,8%), seguido de
secundario completo (29,4%), universitario (13,9%),
primario completo (7,8%), terciario (8,6%) y primario incompleto
(0, 5%). El estado civil de los participantes alcanza
su mayor porcentaje entre los solteros (73,4 %),
seguido por los casados (20,4%)
Instrumento
Se utilizó la Escala de Desesperanza de Beck (BHS)
Adaptación: Mikulic, I. M. (1998). Dicha escala fue construída
por Aaron T. Beck y sus colaboradores en el Centro
de Terapia Cognitiva (CCT) del Departamento de
Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad
de Pennsylvania, para evaluar el pesimismo en los pacientes
psiquiátricos con riesgo de suicidio, pero a posteriori
se la utilizó con poblaciones normales de adultos
y adolescentes (Greene, 1981; Johnson y Mc Cutcheon,
1981). La Desesperanza es un constructo psicológico
que ha sido tenido en cuenta en el momento de definir
una serie de desórdenes mentales. Después de revisar
la bibliografía referida a este constructo, Stotland (1969)
llega a la conclusión de que a pesar de que muchos
clínicos creen que la desesperanza es muy difusa como
para evaluarla sistemáticamente, hay suficiente consenso
para construir un instrumento que evalúe las actitudes
negativas que se refieren al sí mismo y al propio
futuro. Beck y sus colaboradores construyen un instrumento
a partir de enunciados pesimistas sobre el futuro
que fueron seleccionados de las descripciones realizadas
por pacientes psiquiátricos sobre pensamientos
desesperanzados. Estas afirmaciones se seleccionaron
para reflejar un amplio espectro de actitudes negativas
acerca del futuro que los pacientes mencionaban frecuentemente.
Las veinte proposiciones se administraron
a una muestra al azar de pacientes depresivos y no
depresivos. Se informaba a los pacientes del objetivo de
la prueba y se les pedía que evaluaran la claridad y relevancia
de cada proposición. Las proposiciones eran
revisadas por varios clínicos para asegurar que fueran
válidas y comprensibles antes de realizar una prueba
piloto con esta escala a la que denominaron Escala de
Expectativas Generales (GES; Minkoff, Bergman, Beck
y Beck, 1973). En 1974, se cambiaron algunas palabras
en ciertas proposiciones y se presentó en forma definitiva
la actual versión de la Escala de Desesperanza BHS.
La misma está compuesta por 20 proposiciones definibles
por verdadero o falso que evalúan el alcance de las
expectativas negativas referidas al futuro inmediato y a
largo plazo. La evaluación se realiza con una clave de
corrección que permite sumar los puntos de coincidencia
con el protocolo que reciben un punto. Las respuestas
que no son contestadas o que son contestadas en
ambos sentidos reciben un puntaje 0 y la sumatoria de
los puntajes brutos puede oscilar entre 0 y 20.
Procedimiento
Para este estudio se utilizó la adaptación argentina del
BHS (Mikulic, 1998). Dado que el cuestionario fue elaborado
en idioma inglés la primer etapa del proceso de
adaptación consistió en generar una versión que se corresponda
con el idioma local y los estilos lingüísticos
propios del contexto en que se va a aplicar en nuestro
país. Se realizó una evaluación lingüística y conceptual
del significado de los ítems considerando la terminología
que más se adecuaba a nuestro contexto cultural,
y al mismo tiempo a los aspectos que el cuestionario
evalúa. Se utilizó el método de traducción inversa o
"backward translation", que implicó una traducción inicial
del idioma original al castellano y luego una traducción
inversa. Los ítems que no presentaban una equivalencia
perfecta con el original fueron analizados por el
equipo de investigación y los traductores hasta llegar a
una versión adecuada y aceptada por consenso. Se
solicitó a un grupo de tres personas bilingües valorar el
grado de equivalencia entre el original y la versión en
castellano y también se administró el instrumento a una
muestra de 40 participantes voluntarios que valoró la
comprensión de cada uno de los ítems. Los resultados
obtenidos de la valoración de las personas bilingües y
de la prueba de comprensión en participantes de población
general, fueron satisfactorios ya que todos los
ítems mostraron una equivalencia adecuada. El análisis
de comprensión se realizó valorando los ítems en una
escala de 1 a 7 siendo 1 no equivalente y 7 equivalencia
perfecta, obteniéndose una media de 6.02 (SD 1.44)
Los participantes respondieron a la prueba en forma
voluntaria y se les aseguró la confidencialidad y el carácter
anónimo de la evaluación realizada.
Análisis de Datos
Con el fin de analizar la confiabilidad de la versión adaptada
de la BHS se realizó el análisis de consistencia interna
de la misma a partir del coeficiente alpha de
Cronbach. La validez del instrumento se evaluó considerando:
a) La validez concurrente, a través de la correlación con
el Inventario de Depresión de Beck (BDI) y con los ítems
de esta prueba que evalúan pesimismo. Este criterio
externo es ampliamente utilizado en diversas investigaciones
(Beck y cols., 1974; Beck y Steer, 1988; Maruish,
2000; Steele, 2003; Tovar, Rodríguez, Ponce y Vereau,
2006) al estudiar la validez concurrente de la BHS.
b) La validez predictiva, estimada mediante un análisis
de regresión, con el fin de establecer en qué medida la
desesperanza predice la depresión
c) La validez diferencial, a partir de determinar la relación
que existe entre BHS y las variables demográficas:
sexo, edad y nivel educativo.
d) La validez factorial, en función del método de Componentes
Principales y rotación Varimax. Previamente
para determinar si los datos se ajustaban al análisis
factorial se consideraron los valores obtenidos en la
prueba de esfericidad de Bartlett y en el Indice de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO). En relación a éste último, se
decidió que si el índice era mayor a 0.8 se justificaba el
análisis factorial. Para la consideración de una escala
como representativa de un factor se tomó como criterio
una carga igual o superior a .40 como punto de corte,
según las recomendaciones de Tabachnick y Fidell
(1989). Para la estandarización de la prueba se transformaron
las puntaciones originarias obtenidas en puntajes
T (M=50; SD=10). Los análisis de datos se han
realizado con el programa estadístico SPSS versión
11.5.
Resultados
Estadísticos Descriptivos y Consistencia Interna
En la Tabla 1 se presentan los estadísticos descriptivos
obtenidos con la muestra total de participantes en la
escala total del BHS, así como los resultados obtenidos
por género, presentándose por separado para hombres
y mujeres. Se calculó el coeficiente alpha como coeficiente de fiabilidad basado en la consistencia interna de
los elementos. Tal como se observa en la Tabla 2 se
calcularon los coeficientes alpha de Cronbach para la
prueba total, y según género. Los coeficientes obtenidos
en cada caso se consideran aceptables.
Tabla 1
Estadísticos Descriptivos BHS
Tabla 2
Consistencia Interna BHS
Validez Concurrente del BHS
De acuerdo a Hogan (2004) la validez concurrente consiste
en establecer el vínculo entre el desempeño en la
prueba y en algún otro criterio que se toma como indicador
importante del constructo de interés. Un método
para establecer este tipo de validez implica demostrar la
correlación entre la prueba que se validará y algún otro
instrumento que se sabe es un indicador válido del
constructo objeto de estudio. Con el fin de establecer la
validez concurrente de la Escala de Desesperanza
(BHS), se utilizó como criterio externo su correlación
con la adaptación argentina del Inventario de Depresión
de Beck (BDI-II, Adaptación Brenlla, 2005). Se trata de
un cuestionario autoadministrable que evalúa a través
de 21 ítems un amplio espectro de síntomas depresivos.
Tal como se observa en la Tabla 3, la correlación
del BHS con el BDI es significativa (p<0.05), sobre todo
con los ítems del BDI que evalúan pesimismo (p<0.01),
lo que significa que el BHS mide en apreciable comunalidad
la desesperanza (o pesimismo) que también evalúa
el BDI, y que por otro lado, el BHS se asocia con la
depresión, aspecto teóricamente señalado por Beck
(1974) en su modelo de la depresión basado en la tríada
cognitiva. Los resultados obtenidos son coherentes con
estudios realizados en otros países (Beck y cols., 1974;
Beck y Steer, 1988; Maruish, 2000; Tovar, Rodríguez,
Ponce, Vereau, 2006) en los que se evidencian correlaciones
significativas - con coeficientes similares a los
obtenidos en este estudio- entre BHS y BDI.
Tabla 3
Correlaciones entre BHS y BDI-II
Validez Predictiva
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos mediante
el análisis de correlación entre el BDI y el BHS, y con el
objeto de profundizar en el estudio de la validez de la
prueba se realizaron estudios de regresión lineal considerando
la relación entre la desesperanza y la depresión.
Los resultados obtenidos, indican que la proporción de
varianza de depresión que es explicada por la desesperanza
es del 16 % (F= 6,5; p<.01; R²= .16). La desesperanza
predice de forma positiva la depresión.
Validez Diferencial
Se evaluó la capacidad del BHS para apreciar diferencias
en la manifestación de la desesperanza según las
variables demográficas: género, nivel educativo y edad.
En la tabla 4 se observa que no existe correlación entre
el sexo y la desesperanza, aspecto observado también
en otros estudios (Beck y Steer, 1988; Greene, 1981;
Tovar, Rodríguez, Ponce, Vereau, 2006).
Las asociaciones entre la desesperanza y las variables
nivel educativo y edad demuestran ser negativas
(p<0.05). No obstante, en ambos casos, la correlación
aún siendo significativa es muy baja (Elorza Pérez Tejada,
2000).
En función de los resultados obtenidos, es posible inferir
que no resulta necesario el ajuste de las puntuaciones
en la BHS según el sexo, el nivel educativo y la edad, tal
como señalan los estudios previos mencionados.
Tabla 4
Correlaciones entre BHS y las variables sexo,
nivel educativo y edad
Análisis de la Dimensionalidad del BHS Para evaluar la estructura factorial del BHS se llevó a
cabo un análisis factorial exploratorio, empleando como
método de extracción de factores el análisis de Componentes
Principales con rotación Varimax, dado que resulta
una de las estrategias analíticas más ampliamente
empleadas para analizar la estructura factorial de escalas
compuestas (Hair, Tatham y Black, 1999; Tabachnick
y Fidell, 1989). La validez factorial hace posible determinar
la validez de constructo del BHS analizando qué proporción de la varianza de las puntuaciones de los
sujetos que responden la prueba se puede atribuir a la
variable que mide. Para efectuar este análisis previamente
se determinó la adecuación de realizar un análisis
factorial a la matriz de correlaciones de los ítems del BHS, a través de la prueba de esfericidad de Bartlett y
de la medida de adecuación de Kaiser-Meyer-Olkin
(KMO). En la prueba de esfericidad de Bartlett se obtuvo
un Chi Cuadrado de 4030,85 y una p de .000, indicando
que la matriz de correlación se diferencia de forma
significativa de la matriz unidad. Asimismo considerando
la medida de adecuación de Kaiser-Meyer-Olkin, basado
en la comparación de los coeficientes de correlación
observados con la magnitud de los coeficientes de correlación
parcial, se obtuvo un valor KMO=.878, indicando
la adecuación general de la matriz.
Realizando el análisis factorial con el método de componentes
principales y rotación Varimax, se empleó el criterio
de retener el factor con un eigen value o valor
propio igual o superior a 1.0, así como también se consideró el test de la pendiente de Cattell. Ambos métodos,
permitieron identificar una matriz estructural de tres
factores que explican el 54,8 % de la varianza. El primer
factor explica el 32, 8% de la varianza, el segundo el
14,4 % y el tercero el 7,6%. En la tabla 5 se exponen las
saturaciones factoriales de cada variable, las mismas
varían entre .93 y .42.
En relación a los factores identificados, el primer factor
está constituido por los ítems 16, 9, 20, 17, 11, 12, 14, 2
y 7; el segundo factor por los ítems: 15, 5, 1, 18, 8, y 10;
y el tercero por los ítems: 3, 13, 6, 19 y 4. El factor 1 se
corresponde con lo que Beck (1974) llama "falta de motivación";
el segundo con la variable "expectativas futuras" y el tercero con la variable "sentimientos respecto al
futuro". La estructura encontrada es similar a la obtenida
en varios estudios realizados con diferentes poblaciones
clínicas. Así, un análisis de Componentes Principales
del BHS realizado con una muestra de 294 sujetos
reveló los tres componentes mencionados (Beck y cols.,
1974).
Tabla 5
Estructura Factorial del BHS
Estandarización de la Escala BHS
La adaptación de un instrumento incluye la traducción
del mismo, su adaptación cultural e idiomática y la comprobación
de las características psicométricas de fiabilidad
y validez, así como la obtención de normas de estandarización
que se ajusten a las características de la
población meta. Para poder realizar interpretaciones
comparativas de los puntajes individuales es necesario
contar con tablas de equivalencia que permitan la comparación
de los resultados respecto del grupo de referencia
y por lo tanto, es necesario realizar un proceso
de baremación. Este proceso supone, siguiendo a Torninbeni,
Perez, Olaz y Fernández (2004):
a. Seleccionar una muestra representativa de la población meta para la cual se elaboró el instrumento (muestra
de estandarización)
b. Administrar el test a esa muestra.
c. Obtener las puntuaciones originarias de los sujetos
de esa muestra
d. Trasformar esas puntuaciones originarias en puntuaciones derivadas que indican la posición relativa de
los puntajes directos o brutos.
El producto de este proceso son las normas o baremos
de los test, que pueden definirse como tablas de equivalencia
entre puntuaciones originarias y transformadas
que permiten la comparación de los resultados individuales
con los del grupo de referencia, homogéneo en
características socio-demográficas (Grasso, 1999). Con
el fin de disponer de normas locales para el análisis de
las puntuaciones obtenidas en la adaptación de la Escala
de Desesperanza de Beck se han elaborado las tablas
de equivalencia contando con la participación de
377 sujetos de Capital Federal y Gran Buenos Aires. A
partir de la administración de la Escala a la muestra de
estandarización se obtuvieron las puntuaciones originarias
correspondientes a la escala total del BHS, las
cuales fueron posteriormente transformadas en puntuaciones
estándar o z. Debido a las dificultades que ocasionan
la presencia de valores negativos y de decimales,
se realizó una segunda transformación obteniendo
las correspondientes puntuaciones derivadas o puntajes
T (media=50; desvío estándar=10). La Tabla 6 presenta
las puntuaciones originarias obtenidas con los
correspondientes puntajes T y las interpretaciones de
los mismos, para lo cual se tomó en consideración los
criterios de corte propuestos por el autor de la prueba
(Beck, A.T., Weissman, A., Lester, D., Trexler, L. ,1974)
Tabla 6
Tabla de Conversión de puntajes brutos de BHS a puntajes T
Discusión
La Escala de Desesperanza de Beck es una prueba
creada para evaluar expectativas de ocurrencia de
acontecimientos negativos y de no poder hacer nada
por evitarlos. Ha sido ampliamente utilizada en investigaciones
que relacionan la desesperanza con depresión
y con la ideación suicida, pero también en estudios
que se proponen evaluar su uso como detección de
desesperanza en población general adolescente y adulta
normal. Dada esta utilidad del instrumento, este estudio
se centró en la adaptación y validación del mismo,
destacando la importancia de contar con pruebas sensibles
a las particularidades del contexto al que se aplican.
Entendemos que avanzar en el conocimiento del
constructo desesperanza implica, entre otros aspectos
de relevancia, avanzar en torno a la construcción y
adaptación de instrumentos de recolección de datos, a
través de estudios que demuestren el grado en el que la
evidencia empírica y la lógica teórica apoyan la concepción
y conveniencia de las inferencias y acciones que se
realizan con tales instrumentos. De los diferentes tipos
de evidencia que se pueden recolectar para establecer
la validez y confiabilidad de un instrumento, en el caso
de la Escala de Desesperanza de Beck se recolectó información
valiosa sobre su estructura interna, a través
del análisis factorial, su validez concurrente, predictiva,
diferencial y el análisis de consistencia (Hogan, 2004). A
partir del análisis de consistencia interna efectuado puede decirse que la adaptación de la prueba es confiable.
Los coeficientes de consistencia obtenidos si bien son
un poco inferiores a los valores reportados por el autor
de la prueba (Beck, 1974) resultan adecuados, lo que
nos permite utilizar con garantía la adaptación realizada
de este instrumento. En cuanto a la validez de la prueba,
la adaptación del BHS realizada ha demostrado correlaciones
significativas al 0,05 y 0,01% con el Inventario
BDI, en particular con los ítems que miden pesimismo.
Por lo que pone en evidencia su grado de correspondencia
con otro criterio que se considera indicador importante
y válido del constructo desesperanza. Al mostrar
también una correlación significativa con el BDI en
su totalidad, es posible inferir asimismo la asociación
positiva que existe entre el constructo desesperanza y
la depresión, aspecto considerado en el modelo cognitivo
que Beck (1967) propone para explicar la depresión.
El análisis de regresión lineal realizado, advierte que el
16% de la variabilidad en los puntajes de la prueba BDI
pueden ser atribuidos a la variable desesperanza.
Al considerar la validez diferencial de la versión adaptada
de la prueba BHS, se evidencia que no existe asociación
entre la desesperanza y el sexo, y que las correlaciones
entre este constructo y las variables nivel
educativo y edad son muy bajas. Por tal motivo, se considera
innecesario el tratamiento diferencial de las puntuaciones
en la BHS en relación a las variables mencionadas,
cuando la prueba se administra a población
general.
En el análisis factorial efectuado la solución obtenida
explicó un 54,8 % de la varianza y estuvo conformada
por tres factores con pesos factoriales comprendidos
entre .93 y .42. Los tres factores encontrados reproducen,
la solución factorial reportada por Beck (1974) a
través de la distinción entre falta de motivación, expectativas
futuras y sentimientos respecto al futuro, como
dimensiones centrales en la evaluación del constructo
desesperanza.
Por último se han aportado a través de este estudio los
datos normativos que corresponden a la distribución del
constructo estudiado en población general, que puede
ser útil para su uso con población de Capital Federal y
Gran Buenos Aires.
A modo de conclusión, destacamos que si bien estos
aportes resultan relevantes en tanto demuestran las
garantías científicas de la adaptación efectuada, los
mismos no agotan el espectro de inferencias que pueden
establecerse en este sentido. Por ello, es necesario
continuar con los correspondientes análisis de confiabilidad
y validez que permitan verificar la utilidad de este
inventario en nuestro entorno sociocultural. Recientes
técnicas de análisis englobadas bajo el término de modelos
SEM (Modelos de Ecuaciones Estructurales) resultan
particularmente relevantes por su capacidad para
poner a prueba modelos teóricos y para realizar inferencias
de naturaleza causal a partir de los datos obtenidos
en investigaciones empíricas. En este sentido su aplicación
al estudio de la desesperanza y en la validación de
la escala BHS, representa la próxima meta a seguir.
Referencias bibliográficas
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