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vol.19 issue2MAQUIEIRA, Helena y FERNÁNDEZ, Claudia (eds.) Traducción y tradición clásica en América Latina. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. UNLP. La Plata, 2012, 439 pp. ISBN 978-950-34-0859-9GALÁN, Lía Margarita y BUISEL, María Delia (eds.) La adivinación en Roma. Oráculos, vaticinios, revelaciones y presagios en la literatura romana Ediciones Al Margen - Buenos Aires, 2014, 300 págs. ISBN 978-987-618-200-3 author indexsubject indexarticles search
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Circe de clásicos y modernos

On-line version ISSN 1851-1724

Circe clás. mod. vol.19 no.2 Santa Rosa Dec. 2015

 

RESEÑAS

LUDUEÑA, Ezequiel (Introducción, traducción y notas)
Platón. Banquete
Editorial Colihue, Buenos Aires, Argentina, 2015, 379 pp. ISBN 978-950-563-077-6

por Paola I. Druille
[CONICET / UNLPam - paodruille@gmail.com]

El Banquete de Platón es una de las obras que mayor repercusión ha tenido en la historia del pensamiento occidental. Compuesto en la etapa de madurez de la producción del ateniense, la originalidad del Banquete se pone de manifiesto en que no se trata de un diálogo en el sentido usual del término, con el típico método socrático de preguntas y respuestas, sino de un gran debate sobre un tema determinado: el eros. Los diferentes discursos que aparecen en la obra perfilan y matizan el desarrollo más completo de la teoría erótica de Platón.
A pesar de las problemáticas que suscita la crítica moderna y la interpretación personal de un diálogo platónico de conocido renombre, Ezequiel Ludueña, especialista en textos de la tradición platónica y neoplatónica de la Antigüedad tardía y del Medioevo, docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires y el CONICET, no solo traduce, introduce y anota el Banquete de Platón para la editorial Colihue, sino también un diálogo considerado durante largo tiempo espurio por la mayoría de los investigadores modernos: Amantes. Solo la contratapa de la edición nos informa sobre el contenido real del libro y de una novedad para las traducciones a las que nos tiene acostumbrados la editorial. Tanto para la traducción del Banquete como para la de Amantes, Colihue ha decidido publicar los textos griegos originales en la edición de J. Burnet (Platonis Opera, vol. II, OCT, Oxford University Press, 1901), con los que, a modo de espejo, el lector puede comparar la traducción con el texto utilizado para esta labor. La edición se convierte así en bilingüe y, por esto, de interés para el público en general, y, fundamentalmente, para el erudito que busca seguir el texto platónico en su lengua de origen.
La extensa "Introducción" (pp. VCXXXIV) que abre el Banquete es una verdadera aportación al estudio de la obra de Platón. Ludueña propone un análisis hermenéutico, la mayoría de las veces filológico, de la obra platónica, desentrañando las dificultades que surgen alrededor de los conceptos sympósion, épainos y enkómion, y especialmente, éros, philía y daímon, sin abandonar la tarea emprendida por la mayoría de los traductores consistente en determinar la fecha de composición de la obra y de la acción dramática y el lugar que ocupa en el corpus platónico, siguiendo para ello las distintas interpretaciones modernas que ha recibido el Banquete, en especial las lecturas de Nietzsche, Strauss, Cornford y Robinson. Esto obliga al traductor, por una parte, a revisar la forma en que estos autores construyen a Platón y su obra, y, por otra, a enfrentar las vicisitudes que surgen en el momento de afrontar la tarea personal de reconstruir la estructura de la obra y el mensaje que encierra en su interior. De hecho, el traductor dedica buena parte de su "Introducción" (pp. XL-CVII) a estudiar los discursos y los personajes del Banquete, pues considera que ninguna palabra está puesta de manera azarosa, sino que sigue un plan muy preciso y para nada improvisado que esconde un mensaje específico que puede ser descubierto por el lector.
Una interpretación que propone Ludueña para revelar el núcleo del pensamiento de Platón es la que se funda en el sexto discurso, el de Sócrates y Diotima. Este discurso es el que mejor se adecua al ámbito del lógos, es decir, de lo filosóficamente discursivo, mientras que los cinco restantes pertenecerían a la dóxa, al terreno afilosófico, por lo que podrían ser entendidos como meros ejercicios retóricos que el escritor compuso con el doble fin de resaltar la intervención de Sócrates. Según esta lectura, el Banquete habría sido pensado para transmitir "un ‘dogma’ acerca del eros" (p. CXVI). Otra interpretación es la que, si bien coincide en que el discurso de Sócrates y Diotima encierra el pensamiento de Platón, advierte que los demás cumplen una función más filosófica. El ateniense habría retomado con Sócrates varias ideas presentadas en los discursos anteriores y les habría dado un nuevo significado bajo la luz de la doctrina de Diotima. Por último, el traductor refiere a la lectura "perspectivista" (p. CXVII), según la cual no existiría una sola verdad sobre el eros sino un abanico de perspectivas. Platón habría querido escribir un diálogo sobre el eros y no un tratado, por lo que se encarga de presentar la problemática erótica como un tema abierto. De ahí, la variedad de formas de considerar un mismo tema: cada una encerraría una verdad parcial pero no indiscutible.
A lo largo de su "Introducción", Ludueña defiende la segunda interpretación mencionada. Para él, los elogios de los cinco primeros discursos crean un contexto indispensable para comprender las palabras de Sócrates y Diotima, precisamente por contraposición. Ambos personajes se habrían servido de aquellos discursos con el fin de exponer una "experiencia erótica" (p. CXVI) distinta a las anteriores. Sin embargo, el traductor no desecha las otras interpretaciones como superfluas. Por el contrario, estima que, sea cual sea la lectura que se adopte, el Banquete resulta siempre mucho más rico sin el intento de encerrar su contenido en una sola interpretación posible.
La "Introducción" del Banquete concluye con un comentario sobre "La presente edición y traducción" (pp. CXVII-CXIX), y con una "Bibliografía" (pp. CXX-CXXXIV) que se divide en varias secciones dada la gran cantidad de referencias utilizadas durante el análisis de la obra: "Ediciones y traducciones del Banquete", "Literatura secundaria consultada", que se subdivide en "General" y "Específica". Por su parte, una vez finalizada la traducción de la obra platónica, la edición incluye un copioso "Anexo" (pp. 259-373), donde la edición agrega dos apartados bien diferenciados escritos también por el traductor: a) "Influencia y recepción del Banquete en Occidente" (pp. 259- 328), y b) la traducción, introducción y notas a los "Amantes. Diálogo atribuido a Platón" (pp. 329-373).
En el primer apartado, Ludueña hace una reseña de la repercusión que tuvo el Banquete desde el momento inmediatamente posterior a su aparición hasta Nietzsche, pasando por la literatura y la filosofía griega, por Plutarco, Apuleyo y Alcinoo, también por el primer neoplatonismo, especialmente Plotino, por los Padres de la Iglesia (griegos y latinos), y siglos más tarde, por Ficino y Lorenzo de Medici, llegando inclusive a Cervantes y Lope de Vega, Spencer, Champier, Rabelais, Shelley y Kierkegaard, entre otros. El traductor no se aventura en recuperar la influencia que el Banquete pudo haber tenido en los pensadores del siglo XX, tarea que él mismo califica de "ardua" (p. 328). Por su parte, el segundo apartado se inicia con la "Introducción" (pp. 329-335) a los Amantes de Platón, donde Ludueña primero defiende la interpretación que sostiene de una manera casi concluyente que Amantes es uno de los primeros diálogos escritos por Platón, y para esto se ampara en las tesis de autores reconocidos como Guthrie y Julia Annas, quienes habrían presentado teorías que superarían la de Souihlé, editor y traductor del diálogo para la colección Belles Lettres, que le adjudicó al diálogo un lugar casi definitivo entre las producciones espurias de Platón. Luego analiza la obra platónica en relación con dos conceptos filosóficos claves: sophrosýne y justicia. Según Ludueña,"la identificación entre sophrosýne y justicia estaría por primera vez explícitamente afirmada en Amantes 137b-139a" (p. 334), y en esto también sigue la tesis de Annas. Si bien esta identificación carece en Amantes de argumentos que la apoyen, se trataría de una "intuición" (Annas 1985: 124) cuya justificación teórica habría sido elaborada por Platón en sus diálogos posteriores, especialmente en Cármides, República y Alcibíades I, aunque en alguno de estos casos de manera implícita, pues en Alcibíades I, la sophrosýne solo se identifica con la justicia tácitamente. El traductor concluye la "Introducción" con una concisa "Bibliografía" (p. 336), que contiene las ediciones, las traducciones y la literatura secundaria utilizada para su traducción.
En las páginas finales de la edición se ubica el "Índice" (p. 375-376), con un detallado recuento y paginación de los títulos y subtítulos de cada parte del libro, y un glosario con las obras y los autores clásicos ya publicados por Colihue.
No podemos dejar de mencionar el gran trabajo de erudición que Ludueña imprime en cada nota al pie, donde, además de discutir los problemas de traducción que muchos pasajes suscitan, establece conexiones que explican los aspectos míticos, históricos, literarios, lingüísticos y filosóficos de las ediciones del texto griego utilizadas o revisadas (J. Burnet, R. G. Bury, K. Dover y Ch. Rowe), y de las traducciones consultadas, principalmente tres versiones que, según el traductor, fueron de particular ayuda: la versión francesa de L. Robin, la española de M. Martínez Hernández y, principalmente, la argentina de Victoria Juliá.
Solo resta decir que la calidad de la traducción de Ludueña deberá ser calificada por cada lector que decida comparar su versión con el texto griego original. Pero no hay dudas sobre una cuestión fundamental: Ludueña ha conseguido mantener un estilo cuya fluidez y sonoridad hacen agradables las lecturas del Banquete y de los Amantes de Platón, y ha impreso en el análisis de cada obra y en las notas al pie de cada página una mirada original y erudita que demuestra la dedicación y profundidad con que han sido estudiadas y traducidas las dos obras del corpus platónico. El trabajo de Ludueña se convierte así en un estudio que supera los análisis que sobre las obras de Platón existían en Latinoamérica y, por este motivo, en un documento de lectura imprescindible para actualizar la investigación académica sobre el Banquete y los Amantes de Platón.

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