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Ciclos en la historia, la economía y la sociedad

On-line version ISSN 1851-3735

Ciclos hist. econ. soc. vol.33 no.58 Buenos Aires June 2022

 

Reseñas bibliográficas

Acharya, Amitav, Melisa Deciancio y Diana Tussie, Latin America in Global International Relations, Nueva York, Routledge, 2022, 267 páginas.

 

María Florencia Delpino

 

IDEHESI/UBA-CONICET

 

Desde sus orígenes, el campo de las Relaciones Internacionales (RRII) estuvo nítidamente influenciado por las tradiciones norteamericana y europea. Con el paso del tiempo, teorías, métodos, conceptos y objetos de estudio impuestos por dichos centros hegemonizaron la disciplina, reflejando, de manera unívoca, las visiones del "Norte Global". Como premisa detrás del desarrollo de este campo, emergía la idea-fuerza de que sólo los grandes poderes son capaces de moldear -y por tanto, pensar- el acontecer internacional. Así, el conocimiento sobre la realidad internacional construido desde los puntos no-occidentales del globo fue excluido hasta quedar en los márgenes de la disciplina. Actualmente, al referirnos a maneras alternativas de analizar la política mundial, se asoman perspectivas que consolidan programas para la acción política, incluyendo reflexiones más generales respecto a las relaciones de poder. Muchas de ellas, proveen marcos teóricos novedosos desde los cuales interpretar los organismos internacionales. Otras tantas, abren paso a perspectivas transformadoras y sujetos silenciados, que invocan nuevas formas de construcción de conocimiento. Por su distancia con las categorías, premisas y teorías sobre las que la corriente principal de las RRII se ha erigido, las miradas del "Sur Global" han sido históricamente relegadas y son aún hoy resistidas.

En la presente obra, Amitav Acharya, Melisa Deciancio y Diana Tussie apuestan a la construcción de unas RRII globales, que abra camino a potenciar la agencia latinoamericana. En esa línea, las editoras y el editor de este volúmen intentan, con éxito, recuperar los importantes aportes de América Latina en áreas de la disciplina como el regionalismo, el derecho internacional y la seguridad y en temáticas específicas que brindan herramientas para analizar las relaciones de asimetría y el vínculo centro- periferia. En el capítulo I y en el capítulo final, los tres editores de este libro fundamentan la necesidad de construir una disciplina más plural y, fundamentalmente, inclusiva. No se trata de considerar los aportes de la región como "respuestas latinoamericanas a problemas latinoamericanos"


sino más bien observar el modo en que estos enfoques sientan nuevas bases para interpretar las realidades del "Sur Global".

En el capítulo II, Arie Kacowicz y Daniel Wajner invitan a hacer dialogar las lecturas sobre el escenario mundial actual realizadas desde el Norte Global y las respuestas que emergen desde América Latina al respecto. Para ello, ponen el foco en tres áreas en las que consideran que los aportes latinoamericanos son destacados: la paz y la seguridad; la economía política internacional y las formulaciones de política exterior. En sintonía con la esencia de la obra, buscan demostrar que las miradas latinoamericanas respecto al orden mundial contemporáneo son relevantes, fundamentalmente porque no existe un concepto analítico único que pueda definir con claridad el Nuevo Orden Mundial. Se trata de múltiples interpretaciones que se superponen y, en muchos casos, hasta se contradicen. Por tanto, recuperar los aportes de nuestra región resulta fundamental en la construcción de unas RRII globales, inclusivas y plurales.

Haciendo pie en los enfoques relacionales, en el capítulo III, Carsten- Andreas Schulz busca comprender la agencia de los estados no- hegemónicos, lo que implica asumir que los actores periféricos también pueden moldear el orden internacional. Para el autor, los estudios sobre la agencia de los estados no-hegemónicos permite recuperar los aportes de la Escuela de la Autonomía latinoamericana y algunos elementos de la literatura sobre los llamados "emprendedores de normas", realizando un análisis crítico sobre los conceptos de autonomía y agencia, sus límites y diferencias.

El regionalismo y la seguridad regional constituyen temáticas actuales recurrentes en la agenda de las RRII. Pero, en el capítulo IV, Matías Spektor toma distancia del mainstream para analizar la organización regional del autoritarismo político y sus consecuencias a nivel global a partir de la experiencia de América del Sur durante la Guerra Fría. Así, el autor logra evidenciar cómo las élites han utilizado los acuerdos sociales regionales (RSCs, por sus siglas en inglés) para coordinar un orden represivo común y legitimar regímenes autocráticos, abonando a los estudios del regionalismo latinoamericano de manera global.

En el capítulo V, Kristina Hinds presenta las contribuciones teóricas de la tradición intelectual caribeña durante los siglos XX y XXI. Para la autora, el aporte crítico más importante de esta tradición es demostrar que la inequidad del orden global trasciende al Estado, construyéndose sobre la base de la explotación, la raza y el género. En una línea similar, en el capítulo VI, Amaya Querejazu y Arlene Tickner retoman otras contribuciones latinoamericanas excluidas. Por un lado, recuperan la cosmología relacional de los pueblos indígenas y afrodescendientes, ambos precursores de la teoría decolonial. Por el otro lado, reconstruyen el entramado formado por la teología, pedagogía y metodología de la liberación, muchas veces denominada "investigación acción-participativa". Estas perspectivas proporcionan nuevas miradas desde las que abordar los conflictos territoriales, el cambio climático, la participación política y la pluralidad. Más importante aún, se trata de enfoques que vinculan la construcción del conocimiento a la experiencia, las emociones y la corporalidad, lo que es altamente resistido por las RRII tradicionales, en tanto poseen el potencial de transformar la práctica académica actual en su totalidad.

En línea con los debates actuales sobre el Nuevo Orden Mundial, en el capítulo VII, Oliver Stuenkel explora las contribuciones latinoamericanas al debate académico sobre el ascenso de China y el mundo post-occidental. Si bien avista que, en el presente, la combinación de crisis económica e inestabilidad política fuerza a la región a tener una postura defensiva y a centrarse en la política doméstica, reconoce que, a diferencia de lo que sucedía durante los años de la Guerra Fría, América Latina cuenta hoy con una posición privilegiada, tanto en términos acádemicos como desde el punto de vista político-estratégico.

Los feminismos latinoamericanos también fueron históricamente excluidos de la disciplina. En el capítulo VIII, Jorgelina Loza retoma dichas perspectivas y da cuenta de las contribuciones específicas de las internacionalistas feministas latinoamericanas a la construcción de una agenda de las RRII globales. Para Loza, la centralidad del conocimiento europeo en los enfoques de las RI fue pasado por alto por las teorías feministas en Occidente. En estrecho vínculo con las teorías decoloniales y poscoloniales, aunque no siempre en coincidencia, las teorías feministas latinoamericanas de las RRII lograron superar dicho obstáculo al reconocer la subalternidad y su capacidad de acción, consolidando la interseccionalidad como enfoque metodológico.

Los debates sobre el desarrollo regional como herramienta para una inserción internacional más favorable estuvieron presentes en la agenda latinoamericana de manera temprana. En el capítulo IX, Cintia Quiliconi y Renato Rivera Rhon desarrollan las contribuciones de la escuela latinoamericana de Economía Política Internacional (EPI) al campo de las RRII globales. Según los autores, en sus inicios, el estructuralismo y las teorías del desarrollo amalgamaron el incipiente campo de la EPI latinoamericana, siendo el desarrollo un tema destacado de la agenda. En la actualidad, eso ha evolucionado y el regionalismo ha pasado a ocupar dicha centralidad en tanto permite analizar la agencia latinoamericana y la inserción internacional de las regiones del Sur Global. En sintonía, en el capítulo X, Arturo Santa-Cruz analiza las prácticas e ideas que constituyeron al regionalismo latinoamericano durante la década de 1990. Luego de proveer un marco analítico que incluye la revisión del concepto de regionalismo y un contexto histórico de las experiencias regionalistas latinoamericanas durante el siglo XX, el autor pone el foco en las experiencias del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Desde una interpretación constructivista, Santa-Cruz sostiene que, en América Latina, existe una identidad regional construida a partir de la fractura cultural del continente, que explica las raíces profundas que sostienen los proyectos de integración latinoamericanos. En otras palabras, afirma que las ideas y prácticas latinoamericanas se construyen en relación a la América anglosajona, hegemonizada por los Estados Unidos.

En el capítulo XI, Stefano Palestini retoma los aportes de las tradiciones dependentistas. Para este autor, esta perspectiva no sólo complementa las teorías sobre el capitalismo y el imperialismo surgidas en la Europa de la primera mitad del siglo XX sino que, además, arroja luz sobre las características del capitalismo global partiendo de la situación de las economías periféricas. Mediante la introducción del concepto de "mecanismos causales de la dependencia", Palestini alega que es posible superar ciertos obstáculos epistemológicos que los críticos de los dependentistas señalaban, mostrando los límites pero también las potencialidades de dichas teorías para explicar la economía política mundial contemporánea.

Para Fabricio Chagas-Bastos, las RRII latinoamericanas no se caracterizan por apostar a la construcción de grandes teorías, sino que se destacan por una interesante tradición en el desarrollo de conceptos. En ese marco, en el capítulo XII de esta obra, ahonda en el estudio del concepto de inserción internacional. Según el autor, se trata de una innovación intelectual desde las RRII latinoamericanas en la medida en que constituye la pieza faltante en la teoría de la dependencia. En términos más generales, resulta central para analizar cómo el Sur Global crea espacios de acción en el marco de jerarquías globales.

Finalmente, recuperar el concepto de autonomía no sólo implica revisar los aportes de quienes han abordado dicha problemática, sino también, analizar la actualidad del concepto. A lo largo del capítulo XIII, María Cecilia Míguez retoma las teorías de política exterior del argentino Juan Carlos Puig y el brasileño Helio Jaguaribe a fin de explicar la génesis del concepto, para luego abocarse al análisis de sus derivaciones. Para la autora, estudiar el concepto desde sus raíces históricas permite diagramar estrategias que contemplen y aumenten la capacidad de agencia de los países periféricos. Así, Míguez logra dar cuenta del modo en que el estudio de dicha categoría desde América Latina contribuye a la construcción de un campo disciplinar inclusivo, como apuestan a ser las RRII globales.

Como vemos, las tradiciones latinoamericanas y los aportes de la región al campo de las RRII son de larga data. No obstante, sólo desde hace algunos años, la visibilización de enfoques históricamente marginados abrió paso a fracturas teóricas profundas al interior de la disciplina. A su vez, éstas habilitaron la posibilidad de encauzar dichas contribuciones hacia un proyecto común para la construcción de unas RRII globales. Ahora bien, la inclusión del conocimiento y las identidades periféricas en los debates del mainstream constituye una disputa permanente. Como afirman Deciancio y Tussie en el capítulo que concluye este volumen, la introducción de la diversidad y la pluralidad en las RRII implica cuestionar "sus fundamentos imperiales y la infraestructura material que permitió la producción de conocimiento" pero, esencialmente, "identificar las múltiples identidades que tiene el campo en diferentes contextos políticos y culturales" (p. 245). Y es justamente esa empresa la que se refleja en esta valiosa publicación, que llama al encuentro a especialistas de rincones diversos del globo, buscando hacer de este proyecto un menos fragmentado.

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