SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.48 issue2THE YUNGAS AND EASTERN VALLEYS OF NORTH SALTA AND JUJUY IN THE INTERACTION SPHERES OF THE PREHISPANIC ARGENTINE NORTHWEST (ca.900 AC-1300 AC)CLV3, AN INITIAL LATE HOLOCENE BURIAL IN CERRO DE LOS VIEJOS (CALEU CALEU DEPARTMENT, LA PAMPA PROVINCE). BIOARCHAEOLOGICAL AND CONTEXTUAL ANALYSIS author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Relaciones

Print version ISSN 0325-2221On-line version ISSN 1852-1479

Relaciones vol.48 no.2 Buenos Aires Dec. 2023

http://dx.doi.org/10.24215/18521479e087 

Articulos

Nuevas investigaciones en el sur del valle del Cajón extienden el área de ocupaciones Formativas (1000 a.C.-1000 d.C., Catamarca)

NEW RESEARCH IN THE SOUTHERN CAJÓN VALLEY EXPANDS THE AREA OF FORMATIVE PERIOD OCCUPATIONS (1000 B.C.-1000 A.D., CATAMARCA)

Leticia Inés Cortés1 

1 Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)-Instituto de las Culturas (IDECU), Universidad de Buenos Aires-CONICET. E-mail: leticiacortes@gmail.com

RESUMEN

Se presentan los resultados de los trabajos arqueológicos llevados a cabo en las localidades de Chiñucán, Agua Amarilla, Volcán y El Alto (departamento de Santa María, Catamarca), en el extremo sur del valle del Cajón. Las tareas efectuadas constituyen las primeras investigaciones sistemáticas en el área e incluyeron prospecciones, planimetría de sitios y la excavación parcial de un recinto en el sitio Corral de Goyo en Volcán. Un fechado radiocarbónico de 1766 ± 23 AP lo ubica cronológicamente en los primeros siglos d.C., lo cual es coincidente con los estilos cerámicos recuperados durante la excavación y presentes en la superficie del sitio. La información obtenida muestra semejanzas y diferencias con las aldeas formativas vecinas Cardonal, Bordo Marcial y Yutopián, ya estudiadas extensivamente. Como resultado se tiene ahora una imagen regional más completa de las ocupaciones del período Formativo en el sur del valle del Cajón.

Palabras clave: paisaje agrario; aldeas prehispánicas; valle del Cajón; Período Formativo; Noroeste argentino

ABSTRACT

This article presents the results of the archaeological work carried out in the localities of Chiñucán, Agua Amarilla, Volcán and El Alto (Dept. of Santa María, Catamarca), in the southern end of the Cajón Valley. These are the first systematic investigations in the area, which included surveys, site planimetry and the partial excavation of a structure at Corral de Goyo site, located in Volcán. A radiocarbon dating of 1766 ± 23 BP indicates that it belongs to the first centuries AD, which is coincident with the ceramic styles recovered during the excavation and present on the surface of the site. The information obtained shows similarities and differences with the neighboring formative villages of Cardonal, Bordo Marcial and Yutopian already extensively studied. As a result, there is now a more complete regional picture of occupations in the southern Cajon Valley during the Formative Period.

Keywords: agrarian landscape ,pre Hispanic villages; Cajón Valley; Formative Period; Northwest Argentina

INTRODUCCIÓN

El valle del Cajón se extiende en sentido norte-sur a lo largo de 90 km; en su vertiente occidental alcanza los 3.200 m s.n.m y se distingue por sus características ambientales de transición, esto es, constituye un escalón intermedio entre las regiones de puna y valles mesotermales (figura 1). Se ha planteado que este emplazamiento debió haber cumplido un rol fundamental en el tránsito entre varias regiones ecológicas, siendo, tal vez, punto obligado de paso en la ruta hacia otras áreas geográficas (Scattolin et al., 2007, 2009a y b).

Figura 1: Ubicación geográfica del valle del Cajón, localidades y sitios mencionados en el texto

El Cajón ha sido objeto de interés arqueológico desde fines del siglo XIX. El primer expedicionario que recorrió el valle fue Herman Ten Kate (1893), quien visitó Huasamayo, Minas Yaco, Pampa Grande, San Antonio y La Hoyada. A principios del siglo XX, Carlos Bruch (1911) transitó el poblado de Famabalasto en su vertiente oriental. Desde este mismo sitio partió luego Rudolph Schreiter (1919) y llegó hasta El Mishito. Tres años después, en 1922, como parte de la IV Expedición Benjamín Muniz Barreto, Vladimiro Weiser llevó a cabo excavaciones y prospecciones en las localidades de Famabalasto, Cerro Colorado, Peñas Azules, Pampa Grande y Ovejería Chica, entre otras.

Solo estos dos últimos -Vladimiro Weiser y Rudolph Schreiter- se adentraron en la porción más meridional del valle, visitando el área que ocupa a este trabajo, dejando, sin embargo, un somero registro de ello. Weiser ingresa al Cajón por el extremo sur y se dirige al norte pasando por las localidades de Valde, Chafiñán, Chiñucán, Agua Amarilla y Volcán (Weiser, 1922, p. 22), lugares donde registra evidencias de ocupación prehispánica. Siendo su principal interés recolectar objetos de alto valor “estético”, se ocupa casi exclusivamente de detectar y excavar sepulcros -lugares más propicios para su hallazgo-. Muy a su pesar, los resultados no son buenos ya que las pocas tumbas que excava en Chiñucán, Agua Amarilla y Volcán poseían solo restos humanos “en mal estado de conservación” (Weiser, 1922, pp. 22-25). Afortunadamente, dejó algunos croquis de estas tumbas (figura 2).

Años más tarde, Rudolph S chreiter, recorrió el valle del Caj ón al menos en tres oportunidades. Schreiter fue un ávido impulsor de la arqueología, a la vez que coleccionista y comerciante de piezas arqueológicas; incluso llegó a desempeñarse como director del Instituto Miguel Lillo de la Universidad Nacional de Tucumán (Palamarczuk y Grimoldi, 2016, p. 71). En 1930 vende un total de 397 piezas arqueológicas del Noroeste argentino al Museo de las Culturas del Mundo de Gotemburgo (Varldskulturmuseet) (Stenborg y Muñoz, 1999). De acuerdo con los registros de dicho museo, entre los objetos que cuentan con indicación de procedencia, trece1 son del valle del Cajón y once de ellos, específicamente de “Agua Amarilla”2. Lamentablemente, Schreiter no registró otros datos de contexto como puede constatarse en catálogo y en las fichas del Museo (figura 3).

Ya en la segunda mitad del siglo XX, Eduardo Cigliano (1956-57, 1958) estudia en profundidad el poblado de Famabalasto, mientras que María Delia Arena, bajo la dirección de Alberto Rex González, realiza prospecciones en Pampa Grande y Peñas Azules (Arena, 1975). En la década de 1990, María de Hoyos centra su atención en el estudio de sitios de época incaica (de Hoyos, 1994a y b, 1996, 1999; de Hoyos y Williams, 1994) y el arte rupestre del sector medio y septentrional del valle (de Hoyos y Lanza, 2000; de Hoyos et al., 2000). Más recientemente, María Fabiana Bugliani emprende nuevas investigaciones en Ovejería Chica, llevando a cabo un estudio pormenorizado del sitio Loma l’Ántigo -antiguamente descripto por Weiser- que fue ocupado entre los siglos XIII y XV d.C. (Bugliani, 2012, 2015, 2018).

Es así entonces que, hasta la década de 1990, el conocimiento de las poblaciones prehispánicas que habitaron este valle se limitaba, casi exclusivamente, a los períodos Tardío (1000-1500 d.C.) e Inca (ca. 1500 d.C.). Las épocas previas -aquellas en que poblaciones cazadoras-recolectoras y las primeras sociedades agrícolas habitaron el Cajón- eran prácticamente desconocidas, algo similar a lo ocurrido en el vecino valle de Santa María (Tarragó y Scattolin, 1999; Scattolin, 2000, 2003, 2007a). La breve mención de Arena (1975) de una tumba colectiva con cuatro vasijas de estilo Candelaria en Campo del Fraile, constituía, hasta ese momento, el único registro certero de una tumba del período Formativo en el área. No obstante, no se conocen esquemas o dibujos del sepulcro ni los objetos acompañantes.

Esta situación comienza a revertirse a partir de mediados de 1990, cuando María Cristina Scattolin y Joan M. Gero realizan prospecciones en la porción sur del valle, específicamente en la localidad de La Quebrada. Allí detectan dos sitios del período Formativo previamente inexplorados: Yutopián y Cardonal. En primer lugar, Yutopián y posteriormente, Cardonal, fueron objeto de investigaciones sistemáticas y pormenorizadas durante más de dos décadas, a las que luego se sumaría la aldea de Bordo Marcial (Gero y Scattolin, 1994; Scattolin y Gero, 1999; Scattolin et al., 2007, 2009a, 2000b, 2015; Gero, 2015; Scattolin, 2019). Como resultado de estos trabajos, hoy conocemos en profundidad distintos aspectos de la vida de estas primeras aldeas agrícolas, con numerosos fechados que indican que fueron prácticamente contemporáneas entre sí, con cronologías de ocupación que se extienden entre 1900 y 1600 años AP. Sus modos de organizar el espacio residencial y productivo (Scattolin, 2010; Scattolin et al., 2015), las maneras de hacer en distintas materias primas (Bugliani, 2010; Videla, 2011; Pereyra Domingorena, 2012; Sentinelli, 2012; Cortés y Scattolin, 2017; Pereyra Domingorena y Bugliani, 2019; Sentinelli y Scattolin, 2019), su relación con otras regiones ecológicas establecida a partir de estilos y recursos compartidos (Lazzari et al., 2009, 2017, 2019), la alimentación y aprovechamiento de recursos domesticados y silvestres (Izeta, 2006; Calo, 2010, 2013; Calo y Pereyra Domingorena, 2013; Killian Galván et al., 2021), las prácticas funerarias (Cortés, 2010, 2011, 2012, 2013, 2020) y posibles lazos de parentesco genético (Cortés et al., 2019; Parolin et al., 2019), entre otros, dan cuenta de la particularidad de estas sociedades dentro de un entramado mayor de relaciones cercanas y distantes (Scattolin et al., 2009a, 2009b). Hallazgos fortuitos de restos humanos, además, mostraron una gran profundidad temporal en la ocupación del área de La Quebrada, previamente insospechada. Los fechados radiocarbónicos revelaron que esta porción del valle ya estaba ocupada hace 6000 años y lo estuvo hasta, por lo menos, 1300 años AP.

Figura 2: Reproducción de la libreta de campo de Vladimiro Weiser de la IV Expedición Benjamín Muniz Barreto. Repositorio original: Archivo de la División de Arqueología del Museo de La Plata, Facultad Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata. Argentina. Redibujado del original por la autora

Figura 3: Algunos objetos y sus fichas originales de la Colección Rudolph Schreiter (1930.39) del Museo de las Culturas del Mundo (Varldskulturmuseet), Gotemburgo, con procedencia de Agua Amarilla: (a) pieza 1930.39.13 “mortero con forma de animal. Encontrado al aire libre entre otras rocas”; (b) 1930.39.21 “Escultura de piedra, cabeza de depredador. Muy probable encontrado en la tierra”; (c) 1930.39.26 “hacha de piedra”. Fotos y traducción de la autora

NUEVAS PROSPECCIONES Y EXCAVACIONES AL SUR DEL CAJÓN

Con el objetivo de continuar con un enfoque de investigación regional y de larga duración, durante el año 2017 se extendieron las investigaciones hacia el sur de La Quebrada, al área comprendida por las localidades de El Alto, Volcán, Agua Amarilla y Chiñucán, distantes entre 4 y15 km en línea recta de aquella (figura 1). Como se mencionó, se trataba de un área prácticamente inexplorada, cuyos únicos antecedentes disponibles consistían en sucintas referencias hechas por Weiser y Schreiter, así como un breve recorrido realizado por Scattolin y Gero en la década de 1990.

Las tareas arqueológicas que son objeto de este trabajo comenzaron con la prospección de estas cuatro localidades en compañía de algunos pobladores. En todas ellas se registraron evidencias de diversa índole y estado de preservación. Posteriormente, los trabajos se centraron en dos asentamientos prehispánicos compuestos por varias decenas de estructuras, denominados Corral de Goyo y Agua Amarilla 1, los cuales de describen a continuación. Seguido a ello se mencionan otras evidencias de interés relevadas durante las prospecciones en la región. Finalmente, se discuten similitudes y diferencias con las otras aldeas formativas ya estudiadas del valle del Cajón -Cardonal, Bordo Marcial y Yutopián- en términos de organización espacial, patrón de asentamiento y materiales recuperados.

Corral de Goyo

Corral de Goyo (S26°47’20.2” y O 66°28’58.10”) se emplaza en la desembocadura de una pequeña quebrada en la localidad de Volcán (figura 1). Ocupa una superficie aproximada de 12 ha, donde se distribuyen 38 estructuras circulares y subcuadrangulares, de paredes simples de bloques redondeados, sin relleno (figura 4). La densidad de superficie edificada es de tres recintos por hectárea.

Figura 4: Sitio Corral de Goyo (imagen satelital tomada de Google Earth, 2023). El recuadro rojo indica la ubicación del núcleo constituido por los recintos R15 (excavado) y R16. Plano realizado mediante el uso de cinta métrica y brújula

Las estructuras circulares (n= 32) presentan gran estandarización en cuanto a su tamaño, pueden distinguirse dos modas bien diferenciadas: una que incluye a los recintos de mayor tamaño, y otra, a los de menor tamaño. El primer agrupamiento, el de los recitos circulares de mayor tamaño, se compone de 17 estructuras, de las cuales un 58% (n= 10) tienen un diámetro de 20 m. Las siete estructuras circulares restantes presentan un diámetro mínimo de 15 m y máximo de 27,5 m, pero hay que destacar que más de la mitad (n= 5), tienen extensiones muy cercanas a los 20 m de diámetro, 22,5 m (n= 3) y 25 m (n= 2).

El segundo agrupamiento corresponde a 15 recintos circulares de tamaños mucho más pequeños con relación a los anteriores. Nueve de ellos se agrupan entre sí formando tres “núcleos” (figura 4). El Núcleo 1 está compuesto por dos recintos de 4 m y 6 m de diámetro, respectivamente.

El Núcleo 2 también se compone de dos recintos adosados con diámetros de 7,5 m y 10 m. El Núcleo 3 reúne cinco estructuras de 5 m y 6 m de diámetro. El resto de los recintos circulares (n= 5), son los más pequeños de todos y se adosan individualmente a una estructura circular grande con la que a veces comparten pared. Sus diámetros son consistentes, entre 2,5 m y 4 m. Su funcionalidad es desconocida pero es posible que hayan sido puestos temporales para el cuidado de los animales o los cultivos. Por el contrario, las estructuras subcuadarangulares (n= 6), no muestran estandarización en cuanto a sus dimensiones, con superficies variables entre 10 m2 y 48 m2.

Los recintos circulares chicos, agrupados en núcleos y a veces conectados entre sí por puertas flanqueadas por jambas verticales, se ubican dispersos entre los recintos agrarios de mayor tamaño. Tamaño y forma han sido, en efecto, propuestos como diacríticos para la distinción de funcionalidad de los recintos -agrarios, habitacionales- durante el período Formativo en áreas cercanas (Scattolin, 2007b, p. 137). Como ha planteado Scattolin para la Falda Occidental del Aconquija, probablemente estas “unidades nucleadas” hayan sido “residencias o viviendas usadas de un modo más o menos continuo” (Scattolin, 2007b, p. 137), mientras que los recintos circulares de grandes dimensiones, así como los subcuadrangulares, habrían funcionado como corrales para el ganado o áreas de siembra, esto es, como estructuras agrarias (Scattolin, 2007b). Si consideramos la baja proporción de núcleos habitacionales sobre recitos agrarios (3/23), es probable que Corral de Goyo no haya funcionado como un asentamiento de habitación permanente, sino más bien como un sitio fundamentalmente dedicado a tareas agrícolas, con recintos de vivienda temporales.

En su paso por la quebrada de Volcán, Weiser registra la presencia de “muchos corrales y algunas viviendas indígenas” (Weiser, 1922, pp. 24-25). A juzgar por la ubicación y la descripción entre la proporción de viviendas y corrales, existe una alta probabilidad de que corresponda al sitio Corral de Goyo. Asimismo, menciona que en el área hay “sepulcros con esqueletos, pero sin otros objetos” (Weiser, 1922, pp. 24-25), pero sin datos más precisos de su ubicación. Esta área de entierro no fue detectada durante la estadía en el campo.

Uno de los recintos del Núcleo 1 (R15) fue elegido para realizar una excavación a fin de conocer la estratigrafía, los materiales y otros rasgos presentes. Se trata de una estructura circular de aproximadamente 4 m de diámetro, de paredes simples de piedras, sin relleno. Este recinto se conecta por medio de una abertura flanqueada por dos jambas verticales, orientadas en sentido este-oeste con otra estructura circular de 6 m de diámetro (R16) con iguales características constructivas (figura 5).

El planteo de la excavación se inició con la división del R15 en cuatro cuadrantes orientados en el sentido de los puntos cardinales. Se eligió el cuadrante noreste para comenzar y luego se amplió el área de excavación anexando el cuadrante noroeste. Cada cuadrante fue segmentado en cuadrículas de 1 x 1 m, lo que equivale a unos 10 m2 de superficie. Las unidades de excavación se delimitaron por niveles artificiales de 10 cm, registrando la ubicación tridimensional de cada hallazgo. Se extrajeron muestras para flotación de 6 kg de sedimento por cuadrícula y por nivel, tamizando el sedimento restante. El nivel de ocupación se estableció a los 40 cm de profundidad y la roca de base se alcanzó a los 50 cm. Los hallazgos fueron muy escasos en comparación con otros sitios formativos del valle. Se recuperaron tiestos, restos de talla lítica, un objeto de adorno, huesos de fauna y un instrumento de piedra pulida. Como único rasgo presente se identificó un posible hoyo de poste.

El conjunto cerámico se compone de un total de 74 fragmentos, de los cuales la mayoría corresponde al tipo Ordinario Alisado (n= 64); el resto corresponde a los tipos Ordinario Pulido (n= 5), un fragmento gris pulido con diseños incisos (La Manga Inciso), un Ante Inciso y Modelado, un borde Gris Pulido, un tiesto Ante Pulido y otro Gris Pulido (figura 6: a, b, c). Asimismo, se identificaron partes de una olla ordinaria tiznada con hollín cercana a la puerta. Por fuera de la excavación, en la superficie del recinto R31, se destaca el hallazgo de tres fragmentos de estilo Vaquerías, de posible manufactura local, que se asemejan a otros identificados en el valle del Cajón (Pereyra Domingorena et al., 2020) (figura 6: e).

Figura 5: Corral de Goyo. Excavación en proceso del recinto R15; atras, recinto R16 conectado por una puerta en sentido este-oeste flanqueada por jambas verticales

El material lítico incluye un núcleo de cuarzo, desechos de talla de cuarzo (n= 18), basalto (n= 5) y otras materias primas indeterminadas (n= 11) (Juan Pablo Carbonelli, comunicación personal). Se recuperaron también huesos de camélido fragmentados y una mano de moler de piedra pulida. Como rasgo relevante se destaca un hoyo rodeado por piedras cercano a la puerta, posiblemente correspondiente al cavado de un pozo para fijar un poste de sostén. Finalmente se recuperó una cuenta circular fracturada, de aproximadamente 13 mm de diámetro, cuya materia prima aún no ha sido identificada (figura 6: d).

Figura 6: Algunos hallazgos procedentes de la excavación del R15: (a) Gris Pulido Inciso (La Manga Inciso); (b) Ante Pulido con modelado inciso; (c) borde Gris Pulido y Ante Pulido y (d) cuenta fragmentada. (e) fragmentos de cerámica estilo Vaquerías de posible manufactura local, procedentes de recolección superficial del R31

Una muestra de carbón del recinto R15 fue fechada por AMS y se obtuvo un resultado de 1766 ± 23 años AP (AA11436, carbón; ¿13 = -23.8 %Q, esto es, 249-372 cal d.C. (p= .998) y 380-382 cal d.C. (p= .002) (calibrado 2 sigma con el programa CALIB 8.1 [Stuiver y Reimer, 1986-2020]). Su cronología, asignada a los primeros siglos d.C., es concordante con las características del sitio y los fragmentos cerámicos presentes en superficie y obtenidos en excavación. Asimismo, confirma la contemporaneidad de Corral de Goyo con las aldeas de Cardonal, Bordo Marcial y Yutopián de La Quebrada.

Agua Amarilla 1

Distante unos 3 km en línea recta al sur de Corral de Goyo, en una planicie al final de una pequeña quebrada, se emplaza el sitio Agua Amarilla 1 (S26°47’44.49” y O66°29’1.14”, 1.350 m s.n.m.) (figura 1). Se trata de un conjunto de estructuras de piedra de forma circular, subcircular y subcuadrangulares de paredes de bloques de piedra simples (figura 7). El sitio se halla parcialmente cubierto por algunas de las construcciones actuales de la localidad de Agua Amarilla (departamento de Santa María, Catamarca). Los recintos antiguos pueden observarse en los alrededores de La Capilla “San Isidro Labrador”, el camino al Calvario, la Escuela Primaria N°442 y la Escuela Secundaria N°33, entre otros.

Figura 7: Sitio Agua Amarilla 1 (línea negra) y construcciones actuales de la localidad de Agua Amarilla

El sitio, hasta donde se observa en la actualidad, abarca aproximadamente 40 ha. Se mapearon 33 estructuras, no obstante, muy probablemente existan otras por debajo de las construcciones actuales. Asimismo, la alta circulación en el área de gente y vehículos, pudo acelerar la destrucción de algunas estructuras. Por la misma razón, casi no se detecta material arqueológico en superficie. Las construcciones de Agua Amarilla 1 son más variables en forma y tamaño que las de Corral de Goyo. A excepción de cuatro recintos de dimensiones reducidas, las estructuras circulares y subcirculares (n= 14) son de tamaños mayores a 17 m de diámetro y llegan a medir hasta 92 m de diámetro. En Corral de Goyo, este tipo de estructuras no excedía los 27 m de diámetro, con una media cercana a los 20 m. También los recintos subcuadrangulares (n= 7) muestran una gran diversidad, variando entre 10 m2 y 135 m2 , lo cual contrasta también con Corral de Goyo, en donde la superficie máxima de este tipo de estructuras no supera los 48 m2.

En cuanto a su disposición en el espacio, los recintos aparecen aislados o agrupados de dos, tres y hasta seis estructuras. Estos últimos, sin embargo, no guardan similitudes con los denominados “núcleos habitacionales” de Corral de Goyo o de otros sitios formativos del Cajón. La diferencia radica, fundamentalmente, en el tamaño de las estructuras -demasiado grandes para considerarlas viviendas de acuerdo a los parámetros aquí tratados-, en su forma irregular y en la ausencia de aberturas que las conecten entre sí permitiendo el paso de una a otra. Si bien existen estructuras circulares de tamaño pequeño -entre 4 y 6 m de diámetro- estas son del tipo que se adosan individualmente a un recinto de grandes dimensiones -estructuras agrarias- a veces compartiendo una pared interna o externa.

Al norte-noreste del cementerio actual de la localidad de Agua Amarilla, sobre un área medanosa de arena blanca y fina, se detectaron fragmentos muy deteriorados de hueso humano y algunos fragmentos cerámicos en superficie, así como restos ya perturbados de estructuras circulares de piedra. La combinación de estos vestigios y su emplazamiento sobre un arenal, indica que se trata de un área de cementerio (Cortés, 2012, 2020; ver abajo). La cerámica diagnóstica presente en la superficie del médano (figura 8) es de tipo fino, con estilos característicos del período Formativo: La Manga Inciso (figura 8: a), gris con círculo con impresión de punto central (fragmento directamente asociado a tres metatarsos y un tarso humano de un individuo adulto) (figura 8: b), así como parte de una posible pieza Condorhuasi Monocromo rojo o Condorhuasi Polícromo (figura 8: c). Esta última guarda similitudes con los genitales de las vasijas efigies masculinas de estilo Condorhuasi Polícromo (figura 8: d)3. Finalmente, otros restos de alfarería son del tipo Tosco Ordinario y Tosco Alisado.

Muy probablemente, este sea el mismo cementerio mencionado por Weiser en sus libretas de campo durante su paso por Agua Amarilla: “Al Oeste parece cerca del actual cementerio un grande cementerio indígena” (Weiser, 1922, p. 22, grafía original). Allí excava dos sepulcros, pero sin hallazgos, ya que afirma que habían sido cavados previamente.

Figura 8: Cerámica procedente del cementerio de Agua Amarilla 1: (a) cuatro fragmentos estilo La Manga Inciso; (b) fragmento gris con círculo con impresión de punto central (asociado a restos humanos); (c) posible fragmento de una pieza estilo Condorhuasi Monocromo rojo o Polícromo; (d) vasija efigie estilo Condorhuasi Polícromo, colección Paz Posse del Instituto de Arqueología y Museo (FCNelML-UNT), pieza IAM-MA0018 (modificado de Isasmendi 2023: figura 1).

Como se discute a más adelante, el cementerio al norte de Agua Amarilla 1 constituye otro ejemplo de una práctica funeraria recurrente -la del entierro de los difuntos en terrenos medanosos o arenales- tradición compartida en distintas regiones del sur de los Valles Calchaquíes (Cortés, 2012, 2020).

Otros hallazgos y áreas de interés

Unos 5 km en línea recta al norte del sitio Corral de Goyo, en la localidad de El Alto -lugar donde actualmente viven dos familias- se registró gran cantidad de cerámica y algunos materiales líticos en la superficie de un bordo, así como unas pocas estructuras aisladas. Denominamos a este sitio El Alto-Bordo. La cerámica corresponde mayormente grandes fragmentos de tipo Tosco Alisado de paredes gruesas, pertenecientes a piezas de gran tamaño, así como otros fragmentos que estilísticamente pueden asignarse al período Tardío (Santa María Bicolor y Tricolor y Loma Rica Bicolor). En menor medida aparece cerámica fina de estilos característicos del período For-mativo: Ante Pulido, Gris Inciso, Gris Pulido con aplicaciones al pastillaje e incisión y Vaquerías (figura 9: a).

Cercano a este bordo, se encuentra otra zona de médano donde pueden distinguirse fragmentos de huesos humanos muy deteriorados y una gran cantidad de cuentas de mineral (aún no determinado a nivel específico) y de valva (Dr. Sergio Miquel, comunicación personal) aflorando entre la arena blanca (figura 9: b). Hay también restos de algunas estructuras circulares de piedra perturbadas. Nuevamente se detecta aquí la asociación de médanos y restos humanos, cuentas, fragmentos de cerámica que indican que se trata de un cementerio al que denominamos El Alto-Médano.

La última región en ser prospectada fue Chiñucán, localidad distante unos 5 km en línea recta al sureste de Agua Amarilla (figura 1). Allí los pobladores nos guiaron a un sector de terreno muy plano -al que llamamos Pampa de Chiñucán- que presenta numerosos recintos de gran tamaño, posiblemente utilizados para el ganado o la siembra. El material en superficie es muy escaso y consiste en fragmentos cerámicos de tipo Tosco, Tosco Pintado y estilo Santa María Bicolor y Tricolor, sin presencia de alfarería formativa (figura 10: a).

Figura 9: Fragmento de cerámica estilo Vaquerías procedente de El Alto-Bordo: (a) superficie externa; (b) superficie interna; (c) cuentas de mineral y (d) cuentas de valva del cementerio El Alto-Médano

Se reitera aquí también la presencia de unos pocos fragmentos de restos humanos en malas condiciones en una zona de suelo arenoso blanquecino. Alrededor de los huesos se distinguía un círculo de piedras semi destruido deslizándose por una por una ladera del arenal, probablemente correspondiente a la estructura del sepulcro. Uno de los pobladores relató que tiempo atrás, esos huesos pertenecían a un esqueleto entero que se deterioró. Aunque no hay mayores datos para confirmarlo, es probable que este lugar se trate de un área de cementerio que ya había sido registrada por Weiser “en la cuesta Norte del arroyo Chiñucán” donde encuentra “dos trojas con esqueletos de adultos pero sin otro objeto” (Weiser, 1922, p. 23, grafía original).

Cruzando el médano, se alcanza un sector con algunas lomadas cuya superficie exhibe gran cantidad de cerámica asignable al período Tardío. En este sector se detectaron más fragmentos de hueso humano, pero en un estado muy pobre de conservación. Nuestro guía, un poblador local, contó que de esta zona extrajo hace muchos años “una urna que tenía huesitos adentro y un puquito pintado tapándola”. Aún conserva la urna en su casa, pero no así el puco ni los huesos. Se trata de una olla restringida de pasta ordinaria, sin cuello, contorno subcónico inverso, bordes invertidos, con dos asas en arco y base subcónica, la cual, muy posiblemente date de esta época (figura 10: b).

Figura 10: (a) Fragmentos de cerámica asignables al período Tardío procedentes de Pampa de Chiñucán; (b) olla funeraria recuperada por uno de los pobladores

CORRAL DE GOYO Y AGUA AMARILLA 1 ENTRE OTROS ASENTAMIENTOS FORMATIVOS DEL VALLE DEL CAJÓN

La vivienda junto con sus parcelas y corrales han sido definidos como “los componentes arquitectónicos esenciales” de los primeros aldeanos en el noroeste prehispánico (Scattolin, 2010, p. 15). Los sitios formativos ya estudiados del valle del Cajón, Cardonal, Bordo Marcial y Yutopián, se ajustan -con ciertas variaciones- a esta definición. Corral de Goyo y Agua Amarilla 1 exhiben semejanzas con las aldeas de La Quebrada, pero también algunas diferencias notables.

En primer lugar, se observa que los modos constructivos empleados en los dos asentamientos son semejantes entre sí. Las estructuras están formadas por paredes simples de bloques piedra, sin relleno. Esta técnica de construcción también es propia de Cardonal, Bordo Marcial y Yutopián, al igual que la presencia de aberturas flanqueadas por jambas verticales que comunican los recintos adosados entre sí conformando núcleos (Scattolin et al., 2009, figura 4a). No obstante, la excavación del R15 de Corral de Goyo mostró también ciertas diferencias. En los sitios de La Quebrada, la roca de base de los recintos habitacionales fue cavada, de modo que, al entrar, se desciende respecto del nivel de la superficie exterior (Scattolin et al., 2009, figura 4a; Scattolin, 2010). Las casas actuales en la localidad de La Quebrada aún conservan este rasgo tecnológico que está relacionado con la conservación de la temperatura. Esta particularidad no se observó en el R15 de Corral de Goyo, al menos en la mitad excavada. Desde una perspectiva puramente economicista, se podría aventurar que hubo una mayor energía invertida en la construcción de las viviendas en La Quebrada, lo cual a su vez reforzaría la idea de que el R15 pudo haber sido un lugar de habitación temporal. No obstante, esta hipótesis no agota las explicaciones posibles, siendo que otras variables interceden en las elecciones culturales y los modos de hacer, más allá de los cálculos costo-beneficio.

Recintos circulares, semicirculares y subcuadrangulares de distintos tamaños son comunes a las cinco aldeas (figura 11). La distribución y grado de agrupamiento, no obstante, presenta variaciones. Corral de Goyo y Agua Amarilla 1, exhiben una organización espacial más abierta y dispersa, esto es, los recintos están más espaciados entre sí y se observan grandes áreas libres entre ellos. Cardonal y Bordo Marcial, por su parte, presentan una organización espacial prácticamente idéntica, que adquiere un patrón más abigarrado y dividido en “sectores” discretos (Scattolin et al., 2015). Otra clara diferencia radica en que, en Corral de Goyo, el número de núcleos habitacionales es muy escaso -tan solo tres- (figura 4) y, a la inversa, la cantidad de recintos de amplias dimensiones, de tipo agrarios, es mayor que en las aldeas “gemelas” de Cardonal y Bordo Marcial. En Agua Amarilla 1, no se identificaron agrupamientos de estructuras que por su tamaño pudieran ser definidas como núcleos habitacionales de acuerdo con los parámetros antes establecidos. Debemos considerar, no obstante, que en este caso las comparaciones se ven limitadas ante la posibilidad de que haya estructuras tapadas por las construcciones actuales, lo cual impide conocer la organización del sitio en su totalidad.

Figura 11: Planimetría de los sitios formativos del sur del valle del Cajón: (a) Corral de Goyo; (b) Agua Amarilla 1 (en naranja: construcciones actuales); (c) Bordo Marcial (modificada de Scattolin, 2009a, figura 2); (d) Cardonal (modificada de Scattolin, 2010, figura 10); (e) Yutopián (modificada de Scattolin, 2010, figura 8)

Si bien en Yutopián también se distinguen núcleos habitacionales y estructuras amplias de tipo agrarias, esta aldea exhibe una configuración arquitectónica y emplazamiento completamente diferente a las otras aldeas del valle del Cajón y a otros sitios formativos conocidos (Gero y Scattolin, 1999; Scattolin, 2010, 2019, p. 74, figura 11e). Yutopián se emplaza en lo alto de una loma flanqueada por muros de contención, y en el llano se ubican los campos de cultivo, algo que se asemeja más a los sitios del período de Desarrollos Regionales (Scattolin, 2019, p. 92). En cambio, Corral de Goyo, Cardonal, Bordo Marcial y Agua Amarilla 1, siguiendo un esquema común del período Formativo, se ubican a lo largo de mesadas de fácil acceso surcadas por pequeños cursos de agua, o en el llano de una pequeña quebrada. La planimetría de Yutopián muestra un patrón abigarrado de estructuras, sin espacios libres entre sí, ni estandarización en cuanto a la forma y tamaño de los recintos (Scattolin, 2019, p. 74). Es posible que esta particular configuración sea resultado de un palimpsesto dado que se trata de un sitio que presenta dos componentes temporales, uno temprano y otro tardío (Gero y Scattolin, 1999; Scattolin, 2010, 2019).

A una escala de análisis menor, los hallazgos resultado de la excavación de la estructura R15 de Corral de Goyo apuntan a que se trataría de una habitación donde se realizaron actividades domésticas. Una olla tiznada con hollín, una mano de moler y huesos de fauna fracturados indican que probablemente se habrían llevado a cabo tareas de procesamiento y cocina. Asimismo, la presencia de un núcleo de cuarzo y lascas de cuarzo y basalto señalan la realización de actividades de talla en el interior de esta habitación. El hoyo de poste permite pensar que al menos una parte del recinto habría estado techado. Estos hallazgos y rasgos son compartidos con las aldeas de La Quebrada, no obstante, la cantidad de material recuperado en estas últimas es muy superior a la hallada en Corral de Goyo.

La cerámica procedente de excavación, si bien escasa, muestra estilos que también se encuentran representados en Cardonal, Bordo Marcial y Yutopián. Al igual que en aquellas, hay gran mayoría del grupo ordinario y en menor medida grises pulidos y grises incisos con motivos geométricos (Scattolin et al., 2007, 2015, p. 439; Bugliani, 2010). Las materias primas líticas, cuarzo (predominante) y basalto, son también usuales en los otros sitios formativos del Cajón (Videla, 2011; Sentinelli, 2012; Scattolin, 2019)4. La obsidiana, por su parte, solo se encuentra representada por unos pocos hallazgos de superficie.

Tanto en Corral de Goyo como en El Alto, se recuperaron algunos fragmentos de cerámica estilo Vaquerías, cronológicamente asignado a los primeros siglos d.C., y de amplia dispersión geográfica en el Noroeste argentino. Al momento, su presencia en el valle del Cajón estaba representada por fragmentos procedentes de los sitios Cardonal, Bordo Marcial y Yutopián (Scattolin y Gero, 1999; Bugliani y Pereyra Domingorena, 2012; Scattolin, 2019, p. 74). Asimismo, existe una breve mención de una vasija de estilo Vaquerías procedente de Agua Amarilla, que estuvo alojada en el Instituto de Arqueología y Museo de la UNT, la cual fue robada en la década de 1990 (Korstanje, 1998, p. 87). Análisis tecnológicos de las pastas de este estilo procedentes los sitios de La Quebrada permitieron identificar tanto la procedencia alóctona de esta cerámica (Valle de Lerma y/o Quebrada del Toro, en Salta), así como su manufactura local emulando diseños Vaquerías (Pereyra Domingorena et al., 2020). El hallazgo de fragmentos cerámicos “Vaquerías” en Corral de Goyo y en El Alto confirman el alcance de este estilo a la región más meridional del valle del Cajón. Ambos sitios se suman, por tanto, a una red de relaciones entre distintas regiones, por donde habrían circulado piezas y/o fragmentos, pero también “ideas y formas de representación, materializadas en la presencia de formas y diseños” (Pereyra Domingorena et al., 2015, p. 567).

Finalmente, las prácticas funerarias se destacan también entre los modos de hacer que ahora sabemos fueron compartidos por las poblaciones tempranas del valle del Cajón. La elección de zonas de arenales y médanos para el entierro de los difuntos ya había sido registrada en Cardonal, Bordo Marcial y el sitio Cementerio Duna. Como se discutió en otro lugar, la asociación entre estas topografías particulares y los cementerios prehispánicos parece haber sido una práctica recurrente en distintas regiones del sur de los valles calchaquíes (Cortés, 2012, 2020).

El propio Weiser ya conocía la asociación entre terrenos arenosos y cementerios prehispánicos, tal como se deduce de las numerosas menciones en sus diarios y libretas de campo. Tras su llegada a Agua Amarilla, deja asentado que manda a sus peones a excavar en los médanos y arenales en busca de sepulcros. Si bien no en todos los casos obtiene resultados positivos, repite las prospecciones y excavaciones “en la arena fina y blanca” (Weiser, 1922, p. 23, grafía original) de las distintas localidades que visita. En su diario del 16 de enero de 1922 registra su paso por Chafiñán, localidad contigua a Chiñucán, donde se lee: “Hoy se cava en la quebrada Chafiñan, en la orilla derecha. Aqui un lugar arenoso con señas de piedras. Se excavan algunos esqueletos muy podridos y una chica lamparita” (Weiser, 1922, p. 20; grafía original, resaltado de la autora). Y otra vez, al día siguiente: “Se terminan hasta el mediodía las excavaciones en el arenal. [...] Yo mismo reviso al campo hasta la loma negra en la idea que posiblemente los grandes arenales tendrán un cementerio, pero no encuentro ni tejos.” (Weiser, 1922, p. 20, 17 de enero de 1922; grafía original, resaltado de la autora).

Las nuevas investigaciones efectuadas en 2017 mostraron que, efectivamente, esta práctica funeraria se extiende por el valle del Cajón, más al sur de La Quebrada, habiéndose detectado en el sitio Agua Amarilla 1, en El Alto-Médano y en la región de Chiñucán. Agua Amarilla 1, Cardonal y Bordo Marcial, además, comparten un plan de disposición idéntica de los cementerios-médano en relación con las áreas de vivienda. Como se puede apreciar en las figuras 11b, c y d, en las tres aldeas, el área de cementerio se ubica al norte de las viviendas y recintos agrarios. No obstante, siendo que la topografía no fue modificada por el accionar antrópico, lo correcto sería decir que las estructuas de vivienda y agrícolas se ubican al sur de los cementerios. Esto plantea la hipótesis de que la localización de los médanos debió determinar el emplazamiento de las viviendas, y no al revés. La referenciación del área habitacional está, por tanto, directamente asociada al lugar que ocupan los difuntos.

Un fechado radiocarbónico obtenido del rescate de un individuo sepultado en el Cementerio Duna de La Quebrada ubicó cronológicamente esta práctica en los primeros siglos d.C. (ca. 1900 años AP). La presencia de cerámica de estilo Formativo (figura 8) asociada a restos humanos en el cementerio-médano de Agua Amarilla 1, si bien debe ser tomada con cautela dado su contexto superficial, reforzaría la cronología asociada a este modo de entierro en la región. No se descarta, sin embargo, dada la gran cantidad de evidencias y menciones de la asociación entre médanos y difuntos (Cortés, 2020), que esta haya sido una práctica de larga duración al sur de los valles calchaquíes.

CONCLUSIONES

Hasta el momento, el conocimiento sobre estilos de vida de las primeras poblaciones agrarias en el valle del Cajón provenía de las extensas y minuciosas investigaciones de varias décadas en localidad de La Quebrada. Pero ¿qué pasaba en otras zonas de este valle? Esta pregunta llevó a expandir las investigaciones a otros lugares que pudieran aportar a construir una imagen regional.

Con dicho objetivo, se inició la exploración arqueológica del área comprendida por las localidades actuales de Chiñucán, Agua Amarilla, Volcán y El Alto, ubicadas al sur de La Quebrada, área que permanecía prácticamente inexplorada. A partir de tareas de prospección, planimetría y excavación, se pudieron observar ciertas similitudes en las maneras de hacer entre los sitios Corral de Goyo y Agua Amarilla 1 y las aldeas de Cardonal, Bordo Marcial y, en menor medida, Yutopián. Siendo además contemporáneas y cercanas, sus habitantes debieron establecer probablemente contactos directos entre sí, compartiendo ideas, saberes y recursos. No obstante, también se detectaron ciertas particularidades que ponen de manifiesto la variabilidad del uso del espacio y la organización arquitectónica.

Estas semejanzas y diferencias en las maneras de construir y organizar el hábitat, el uso de materiales y estilos semejantes y la elección de topografías específicas para el entierro de los difuntos indican que dentro del mismo valle del Cajón existieron recursos y elecciones compartidas, pero con variaciones locales, lo que confiere a estas aldeas del período Formativo una identidad propia.

A futuro, será necesario profundizar los trabajos de campo en el área para ampliar la información obtenida hasta el momento, así como expandir las comparaciones del paisaje agrario de esta región con otros asentamientos del primer milenio d.C. allende el valle del Cajón.

AGRADECIMIENTOS

Agradezco a todos los pobladores y los maestros por el buen recibimiento y la hospitalidad durante nuestra estadía. A los colegas que participaron de las tareas de campo: María Cristina Scattolin, María Fabiana Bugliani, Lucas Pereyra Domingorena, Sofía Fernández Sancha y Leda Moro. A Juan Pablo Carbonelli por su ayuda con la identificación del material lítico. A Henrik ''Quike'' Lindskoug por darme una mano con la traducción del sueco. Los trabajos fueron realizados con el consentimiento escrito del Cacique Ingamana, Señor Julio E. Arnedo, el Presidente de la Comisión de la Capilla de Agua Amarilla, Señor Julio Guitián y de los Señores Rosario Cruz y Anatolio Cruz, propietarios de la tierra donde se emplaza el sitio arqueológico Corral de Goyo. Las investigaciones fueron solventadas con fondos de los proyectos ANPCyT-PICT Raíces 633 y CONICET-PIP 486 dirigidos por María Cristina Scattolin. Al CONICET, por financiar a través de una Beca para Investigadores la estadía en el Museo de las Culturas del Mundo de Gotemburgo, Suecia. A Adriana Muñoz y al director de dicho Museo, Karl Magnusson, por permitirme el estudio de la Colección Rudolph Schreiter, y a todos los miembros del Departamento de Colecciones y Archivo por su cálido recibimiento. A los/as evaluadores anónimos que ayudaron a mejorar sustancialmente la primera versión de este trabajo. Cualquier error u omisión es mi exclusiva responsabilidad.

NOTAS

1 Se cuenta como una unidad un lote de 80 brazaletes de cobre procedentes de un cementerio de La Quebrada. Contados individualmente, las piezas del valle del Cajón de la Colección Schreiter de Gotemburgo alcanzarían los 93 objetos.

2 Las colecciones reunidas por Rudolph Schreiter se encuentran diseminadas por distintos museos del país y del exterior, razón por la cual no se descarta que existan otros materiales provenientes de Agua Amarilla.

3 Existe una breve mención de “piezas Condorhuasi” provenientes de la localidad de Agua Amarilla que se encontraban depositadas en el Instituto de Arqueología de la UNT (Korstanje, 1998, p. 72).

4 Las materias primas que Sentinelli (2012) identifica como basaltos oscuros o Basalto 1, son referidas como vulcanitas oscuras por Videla (2011).

Fecha de recepción: 4 de agosto de 2023

Fecha de aceptación: 28 de octubre de 2023

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Arena, M. D. (1975). Arqueología del Campo del Fraile y aledaños (valle del Cajón, dpto. Santa María, Catamarca). Actas y trabajos del I Congreso de Arqueología Argentina (pp. 43-96). [ Links ]

Bugliani, M. F. (2010). Códigos estéticos, expresiones plásticas y modos de representación en la cerámica del Formativo en Yutopián (Valle del Cajón, Noroeste argentino). Revista del Museo de Antropología, 3, 22-32. [ Links ]

Bugliani, M. F. (2012). Loma l’Ántigo: Consideraciones sobre la arquitectura de un poblado tardío en el Valle del Cajón (Catamarca, Argentina). Comechingonia, 16, 71-84. [ Links ]

Bugliani, M. F. (2015). Modos de vida durante el Período Tardío en el Valle del Cajón: Conociendo el poblado Loma l’Ántigo y otros sitios cercanos. En R. del V. Rodríguez (Ed.), Arqueología y Paleontología de la provincia de Catamarca (pp. 99-108). Fundación de Historia Natural Félix de Azara. [ Links ]

Bugliani, M. F. (2018). Evidencias del Tardío en el valle del Cajón (Catamarca). Una mirada desde el sitio Loma LAntigo. Relaciones, 43(1), 35-54. [ Links ]

Bugliani, M. F. y Pereyra Domingorena, L. (2012). Una aproximación estilístico-tecnológica a la cerámica polícroma ‘Vaquerías’ del Noroeste argentino. EstudiosAtacameños, 43, 121-138. https://dx.doi.org/10.4067/ S0718-10432012000100007 [ Links ]

Bruch, C. (1911). Exploraciones arqueológicas en las provincias de Tucumán y Catamarca. Revista del Museo de La Plata, 19(1), 1-209. [ Links ]

Calo, C. M. (2010). Plantas útiles y prácticas cotidianas entre los aldeanos al sur de los Valles Calchaquíes (600 a.C.-900 d.C.). Tesis Doctoral inédita, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata. [ Links ]

Calo, C. M. (2013). Archaeobotanical remains found in a house at the archaeological site of Cardonal, valle del Cajón, Argentina: a view of food practices 1,800 years ago. VegetationHistory and Archaeobotany, 23(5), 577-590. https://doi.or/10.1007/s00334-013-0406-2 [ Links ]

Calo, C. M. y Pereyra Domingorena, L. (2013). El ambiente y los recursos: un estudio sobre la recolección en La Quebrada (Catamarca, Argentina). Revista Española de Antropología Americana, 43(1), 133-154. [ Links ]

Cigliano, E. M. (1956-57). Investigaciones arqueológicas en la zona de Famabalasto (Prov. de Catamarca). Runa, 8(II), 241-269. [ Links ]

Cigliano, E. M. (1958). Arqueología de la zona de Famabalasto. Departamento de Santa María (Provincia de Catamarca). Revista del Museo de La Plata, Nueva Serie 5(24), 29-122. [ Links ]

Cortés, L. I. (2010). Cuerpos en contraste: reflexiones sobre el tratamiento de los difuntos en dos entierros de 3000 años (valle del Cajón, Noroeste argentino). Revista del Museo de Antropología, 3, 5-12. https://doi. org/10.31048/1852.4826.v3.n1.5443 [ Links ]

Cortés, L. I. (2011). Paisaje funerario al sur del valle del Cajón: cuerpos, contextos y trayectorias históricas. Tesis Doctoral inédita. Departamento de Antropología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. [ Links ]

Cortés, L. I. (2012). Bajo los médanos: paisaje funerario y tradiciones compartidas al sur de los valles Calchaquíes, primer milenio de la Era. Estudios Sociales del NOA, Nueva Serie 12, 59-80. [ Links ]

Cortés, L. I. (2013). A través del paisaje, a través de los cuerpos. Contextos funerarios del sur del valle del Cajón (Noroeste argentino, 6000-1300 AP). Relaciones, 38(2), 293-319. [ Links ]

Cortés, L. I. (2020). On heat and dryness: landscape, death and materiality in early agricultural societies of the southern Calchaquí valleys (Northwest Argentina, first millennium AD). Time andMind, 13(2), 165-190. https//doi.org/10.1080/1751696X.2020.1749446 [ Links ]

Cortés, L. I. y Scattolin, M. C. (2017). Ancient metalworking in South America. A 3000-year-old copper mask from the Argentinean Andes. Antiquity, 91(357), 688-700. https//doi.org/10.15184/aqy.2017.28 [ Links ]

Cortés, L. I., Parolin, M. L., Fregel, R., Scattolin, M. C., Shapiro, B., Green, R. E., Basso, N. G. y Bustamante, C. (2019). La máscara y los ancestros. Análisis de parentesco a través de ADN antiguo sobre dos individuos procedentes de una tumba colectiva de 3000 años (valle del Cajón, Catamarca). En A. Laguens, M. Bonnin y B. Marconetto (Comps.), Libro de Resúmenes del XX Congreso Nacional de Arqueología Argentina (pp. 1253-1254). Universidad Nacional de Córdoba. [ Links ]

de Hoyos, M. (1994a). Un centro de producción agrícola en el Valle del Cajón (Provincia de Catamarca). Actas y Memorias del XI Congreso Nacional de Arqueología Argentina. Revista del Museo de Historia Natural de San Rafael, 14(1/4), 139-141. [ Links ]

de Hoyos, M. (1994b). La Hoyada. Un enclave estatal de producción agrícola (Valle del Cajón- Catamarca). Actas y Memorias del XI Congreso Nacional de Arqueología Argentina. Revista del Museo de Historia Natural de San Rafael, 14(1/4), 142-144. [ Links ]

de Hoyos, M. (1996). Centros de producción agrícola en el Valle del Cajón. Revista del Museo de Historia Natural de San Rafael, 24(3/4), 295-317. [ Links ]

de Hoyos, M. (1999). Asentamiento inka en San Antonio del Cajón (Dpto. de Santa María-Catamarca). Actas del XII Congreso Nacional de Arqueología Argentina, Tomo I (pp. 194-198). [ Links ]

de Hoyos, M. y Lanza, M. (2000). Arte rupestre en San Antonio del Cajón. Provincia de Catamarca. Relaciones, 25, 119-144. [ Links ]

de Hoyos, M., Lanza, M. y Horlent, L. (2000). Bloques con grabados en San Antonio del Cajón, Catamarca. En M. M. Podestá y M. de Hoyos (Eds.), Arte en las rocas (pp. 83-93). Sociedad Argentina de Antropología e Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano. [ Links ]

de Hoyos, M. y Williams, V. (1994). Un patrón de asentamiento estatal para propósitos especiales. Actas y Memorias del XI Congreso Nacional de Arqueología Argentina. Revista del Museo de Historia Natural de San Rafael, Tomo 14(1/4), 177-182. [ Links ]

Gero, J. M. (2015). Yutopian: Archaeology, Ambiguity, and the Production of Knowledge in Northwest Argentina. University of Texas Press. [ Links ]

Gero, J. M. y Scattolin, M. C. (1994). Hacia la comprensión del desarrollo de la jerarquización: un estudio en el Valle del Cajón (Catamarca, Argentina). Actas y Memorias del XI Congreso Nacional de Arqueología Argentina (1 parte), (p. 136). [ Links ]

Isasmendi, M. V. (2023). Identidades performativas en los cuerpos-soporte Condorhuasi: Propuesta teórico-metodológica para el estudio iconográfico desde perspectivas de género, feministas y queers. Relaciones,48 (Especial 1), 242-267. https://doi.org/10.24215/18521479e055 [ Links ]

Izeta, A. D. (2006). Zooarqueología del sur de los Valles Calchaquíes. Estudio de conjuntos faunísticos del Período Formativo. B.A.R. International Series S1612. John and Erica Hedges. [ Links ]

Killian Galván, V., Cortés, L. I. y Rabuffetti, N. (2021). Composition of pre-Hispanic diets from stable isotope analysis in human remains of the Southern Calchaquíes Valleys, Northwest Argentina (3600-1300 years BP). Latin American Antiquity, 32(2), 350-367. https://doi.org/10.1017/laq.2020.101 [ Links ]

Korstanje, M. A. (1998). Desempolvando antigüedades: consideraciones sobre el repertorio cerámico Vaquerías. Mundo de Antes, 1, 69-120. [ Links ]

Lazzari, M., Pereyra Domingorena, L., Scattolin, M. C., Cecil, L., Glascock, M. y Speakman, J. (2009). Ancient social landscapes of northwestern Argentina: Preliminary results of an integrated approach to obsidian and ceramic provenance. Journal of Archaeological Science, 36, 1955-1964. https://doi.org/10.1016Zj. jas.2009.05.005 [ Links ]

Lazzari, M., Pereyra Domingorena, L., Stoner, W. D., Scattolin, M. C., Korstanje, M. A. y Glascock, M. D. (2017). Compositional data supports decentralized model of production and circulation of artifacts in the pre-Columbian south-central Andes. PNAS, 114(20), E3917-E3926. https://doi.org/10.1073/pnas.1610494114 [ Links ]

Lazzari, M., Pereyra Domingorena, L., Stoner, W. D., Scattolin, M. C., Korstanje, M. A. y Glascock, M. D. (2019). Social Interaction and Communities of Practice in Formative Period NW Argentina: a Multi-analytical Study of Ceramics. En M. D. Glascock, H. Neff y K. J. Vaughn (Eds.), Ceramics of the Indigenous Cultures of South America: Studies of Production and Exchange through Compositional Analysis (pp. 209-214). University of New Mexico Press. [ Links ]

Palamarczuk, V. y Grimoldi, M. S. (2016). Un manuscrito inédito de Rudolf Schreiter sobre arqueología del noroeste argentino. Relaciones entre coleccionismo e investigación científica a comienzos del Siglo XX. Revista del Museo de Antropología, 9(2), 67-80. https://doi.org/10.31048/1852.4826.v9.n2.14360 [ Links ]

Parolin, M. L., Cortés, L. I., Basso, N. G. y Scattolin, M. C. (2019). New evidence of ancient mitochondrial DNA of the Southern Andes (Calchaquí Valleys, Northwest Argentina, 3600-1900 years BP). Human Biology, 91(4), 225-247. https://doi.org/10.13110/humanbiology.9L4.02 [ Links ]

Pereyra Domingorena, L. (2012). Manufacturas alfareras al sur de los Valles Calchaquíes entre el siglo primero al quinto D.C. Relaciones, 37(2), 387-412. [ Links ]

Pereyra Domingorena, L. y Bugliani, M. F. (2019). Las vasijas de Bordo Marcial: una caracterización integradora de un conjunto alfarero del Período Formativo en el Noroeste argentino. Intersecciones en Antropología, 20(2), 255-266. [ Links ]

Pereyra Domingorena, L., De Feo, M. E. y Bugliani, M. F. (2015). La variabilidad de un estilo. Avances y discusiones en torno a la cerámica Vaquerías del Noroeste argentino En En A. Korstanje, M. Lazzari, M. Basile, M. F. Bugliani, V. Lema, L. Pereyra Domingorena y M. Quesada (Eds.), Crónicas materiales precolombinas. Arqueología de los primeros poblados del Noroeste argentino (pp. 549-573). Sociedad Argentina de Antropología. [ Links ]

Pereyra Domingorena, L., De Feo, M. E. y Bugliani, M. F. (2020). Vaquerías: A techno-stylistic study regarding the earliest polychrome pottery in the Argentine Northwest. Antiquity, 94(373), 62-75. https:// doi.org/10.15184/aqy.2019.239 [ Links ]

Scattolin, M. C. (2000). Santa María durante el Primer Milenio A. D. ¿Tierra Baldía? Árstryck, 95-98, 63-83. [ Links ]

Scattolin, M. C. (2003). Los ancestros de Calchaquí: una visión de la colección Zavaleta. Cuadernos, 20, 51-79. [ Links ]

Scattolin, M. C. (2007a). Santa María antes del año mil. Fechas y materiales para una historia cultural. En V. Williams, B. Ventura, A. Callegari y H. Yacobaccio (Eds.), Sociedades Precolombinas Surandinas: Temporalidad, Interacción y Dinámica cultural del NOA en el ámbito de los Andes Centro-Sur (pp. 203-219). Instituto de Arqueología, FFyL, UBA. [ Links ]

Scattolin, M. C. (2007b). Un examen del espacio residencial y productivo en el Aconquija. Shincal, 7, 135-149. [ Links ]

Scattolin, M. C. (2010). La organización del hábitat precalchaquí (500 a.C.-1000 d.C.). En M. E. Albeck, M. C. Scattolin y M. A. Korstanje (Eds.), El hábitat prehispánico. Arqueología de la arquitectura y de la construcción del espacio organizado (pp. 13-51). EdiUNJu. [ Links ]

Scattolin, M. C. (2019).Yutopián, donde los objetos se sublevan. Revista del Museo de La Plata, 4(1), 69-102. [ Links ]

Scattolin, M. C. y Gero, J. M. (1999). Consideraciones sobre fechados radiocarbónicos deYutopián (Catamarca, Argentina). Actas del XII Congreso Nacional de Arqueoloía Argentina 3 (pp. 352-357). [ Links ]

Scattolin, M. C., Bugliani, M. F., Cortés, L. I., Calo, C. M., Pereyra Domingorena, L. e Izeta, A. D. (2009a). Pequeños mundos: hábitat, maneras de hacer y afinidades en aldeas del valle del Cajón, Catamarca. Relaciones, 34, 251-274. [ Links ]

Scattolin, M. C., Bugliani, M. F., Pereyra Domingorena, L., Cortés, L. I., Lazzari, M., Izeta, A. D. y Calo, C. M. (2015). Habitar, circular, hacer. El punto de vista de La Quebrada. En A. Korstanje, M. Lazzari, M. Basile, M. F. Bugliani, V. Lema, L. Pereyra Domingorena y M. Quesada (Eds.), Crónicas materiales precolombinas. Arqueología de los primeros poblados del Noroeste argentino (pp. 427-464). Sociedad Argentina de Antropología. [ Links ]

Scattolin, M. C., Cortés, L. I., Bugliani, M. F., Calo, C. M., Pereyra Domingorena, L., Izeta, A. D. y Lazzari, M. (2009b). Built landscapes of everyday life: a house in an early agricultural village of Northwestern Argentina. WorldArchaeology, 41(3), 396-414. [ Links ]

Scattolin, M. C., Pereyra Domingorena, L., Cortés, L. I., Bugliani, M. F., Calo, C. M., Izeta, A. D. y Lazzari, M. (2007). Cardonal: una aldea formativa entre los territorios de valles y puna. Cuadernos, 32, 211-225. [ Links ]

Schreiter, R. (1919). Distintas clases de sepulturas antiguas observadas en los Valles Calchaquíes. Sociedad Científica Alemana. [ Links ]

Sentinelli, N. (2012). Tecnología lítica en una “cocina” del Valle del Cajón (Dpto. Santa María, Pcia. de Catamarca). Una perspectiva microescalar. Tesis de Licenciatura inédita. Escuela de Arqueología, Universidad Nacional de Catamarca. [ Links ]

Sentinelli, N. y Scattolin, M. C. (2019). Para usar en la cocina. Adquisición, producción y uso de artefactos líticos en la Estructura 1 de Cardonal (valle del Cajón, Catamarca). Arqueología, 25(1), 69-93. https://doi. org/10.34096/arqueologia.t25.n1.6003 [ Links ]

Stenborg, P. y Muñoz, A. (Eds.). (1999). Masked histories: A reexamination of the Rodolfo Schreiter Collection from North-western Argentina. Etnologiska Studier, 43. Etnografiska Museet I Goteborg. [ Links ]

Stuiver, M. y Reimer, P. J. (1986-2020). Radiocarbon calibration program CALIB REV8.2. [Aplicación] http://calib.org/calib/calib.html [ Links ]

Tarragó, M. N. y Scattolin, M. C. (1999). La problemática del Período Formativo en el valle de Santa María. Actas del XII Congreso Nacional de Arqueología Argentina (Tomo I) (pp. 142-153). [ Links ]

Ten Kate, H. (1893). Rapport sommaire sur une excursion archaologique dans les provinces de Catamarca, de Tucumán et de Salta. Revista del Museo de La Plata , 5, 331-348. [ Links ]

Videla, M. V. (2011). Distribución y consumo de materiales líticos tallados en una vivienda del Período Formativo del Valle del Cajón, Catamarca. En: A. D. Calisaya, V. Erramouspe y V. B. Martin Silva (Eds.), Arqueogasta. Estudiando elpasado...repensando el futuro (pp. 82-84). Universidad Nacional de Tucumán. [ Links ]

Weiser, W. (1922). Diario de viaje y libreta de campo de la Colección Muniz Barreto depositada en el Departamento Arqueología, Museo de La Plata. Ms. [ Links ]

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons