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Estudios - Centro de Estudios Avanzados. Universidad Nacional de Córdoba

On-line version ISSN 1852-1568

Estud. - Cent. Estud. Av., Univ. Nac. Córdoba  no.33 Córdoba June 2015

 

BIBLIOGRAFICAS

GRIMSON, Alejandro y TENTI FANFANI, Emilio, (2014), Mitomanías de la educación argentina. Crítica de las frases hechas, las medias verdades y las soluciones mágicas. Buenos Aires: Siglo XXI. 272 pp.

 

Gabriela Closa1

Los mitos son creencias que cumplen la función de explicar de manera sencilla aquellas cuestiones que se relacionan con situaciones complejas de la vida social. Estas argumentaciones se convierten en abrigos seguros, libres de relatividades y condicionantes históricos, sociales y políticos porque simplifican y esquematizan la polifonía que caracteriza a los procesos sociales. Los mitos tranquilizan a quienes los construyen y utilizan, ya que dan respuestas certeras y cerradas, válidas para todo tiempo y lugar, las que lejos de abrir el debate, lo clausuran. Naturalizan, lo que debe ser desnaturalizado, aquello que es necesario desmenuzar, cuestionar y relativizar. Contra este tipo de explicaciones se levantan los argumentos que sustentan este libro. Desde la posición de los científicos sociales que analizan, explican, interpelan e interpretan, los objetivos de los autores giran en torno a la necesidad de cuestionar esas creencias porque "constituyen obstáculos para una mejor comprensión y un debate de calidad sobre la educación que tenemos y la que necesitamos."

Alejandro Grimson es doctor en Antropología por la Universidad de Brazilia, investigador del CONICET y profesor en la Universidad de San Martín. Su área de especialidad es la comunicación y la cultura sobre la que ha desarrollado importantes trabajos que han merecido la distinción de centros de estudios nacionales e internacionales. Entre otros libros, es autor de Mitomanías Argentinas. Cómo hablamos de nosotros mismos (2012), anterior al que es objeto de este comentario, en el que inaugura esta línea de análisis que tiende a identificar, primero, y a cuestionar, después, aquellas "verdades" o frases hechas a las que se atribuye un amplio y determinante poder explicativo, en este caso sobre la "argentinidad". Emilio Tenti Fanfani es especialista en Sociología de la educación. Nacido en Italia, llegó al país a la edad de cinco años y afirmó, en un reportaje concedido a La Nación, en 2014, que su propia experiencia es un ejemplo del mito fundante de la escuela en la Argentina: "ahí aprendí el idioma oficial, los símbolos patrios; aprendí a ser ciudadano…" Es licenciado en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional de Cuyo y obtuvo el Diplôme Supérieur d'Etudes et Recherches Politiques (Tercer ciclo de la Fondation Nationale des Sciences Politiques de Paris, 1968-1971). Se ha desempeñado como consultor en organismos panamericanos en el área de educación y ha sido investigador del CONICET y docente en universidades del país y del extranjero. Asimismo, su producción bibliográfica ha sido intensa e insoslayable para abordar los problemas de la educación.

En este trabajo, los autores se proponen "usar y sugerir la duda como un mecanismo protector contra las verdades absolutas que acechan en todas las mitologías". Fruto de un exhaustivo relevamiento, que da cuenta de una aguda capacidad de observación para captar las opiniones, creencias y propuestas, presentes en la sociedad sobre la educación y su institución emblema: la escuela, este libro recoge una gran cantidad de mitos que con seguridad, muchos de nosotros, los lectores, alguna vez hemos escuchado y/o pronunciado. Como se afirma en la Introducción, la escuela y por extensión la educación, no queda al margen del debate social porque todos, de alguna manera, están o han estado vinculados a ella y tienen algo para decir. En consecuencia, el paso por la escuela y/o la participación en ella desde distintas posiciones (alumnos, docentes, padres de alumnos, funcionarios, expertos), habilita la palabra porque, en las sociedades actuales, la escuela es uno de los sistemas más incluyentes. Además, en nuestro país existe una generalizada concepción de la educación como un derecho que promueve la igualdad y la movilidad social ascendente: "se trata de un derecho que el Estado debe garantizar para que no existan excluidos y para que la formación de los ciudadanos sea la base de una sociedad democrática con mejor calidad de vida para todos."

El libro está organizado en diez capítulos que recorren de manera ágil y aguda los mitos que circulan sobre distintos aspectos de la educación argentina en relación a los actores involucrados, las prácticas que ellos sustentan, las políticas educativas implementadas desde el Estado y la enseñanza universitaria. En el conjunto de mitos seleccionados y en la particular organización que le dan al libro y al contenido de los capítulos, se pueden visualizar tres áreas temáticas. Una primera, se relaciona con el contrapunto entre pares dicotómicos: pasado y presente, lo público y lo privado, los ricos y los pobres. En esta se inscriben los mitos sobre la decadencia educativa, sobre los alumnos, los docentes y el orden, la disciplina y la violencia escolar. En ellos se contrasta una realidad pasada en la que se describía a la escuela como una institución inclusiva, que integraba distintos sectores sociales, promotora de la movilidad social ascendente, que garantizaba una educación de calidad y en la que imperaban el orden y la disciplina, con la escuela presente que recoge los retazos de una sociedad desgarrada por la inequidad, la falta de integración social, el bajo nivel de formación que alcanzan los alumnos y la falta de formación y vocación por parte de los docentes, sobre todo después del embate de las políticas neoliberales de los años noventa. El eje se ubica en los actores, los cuales son puestos en tensión al introducirse la dimensión del tiempo porque se parte del contrapunto entre el pasado y el presente pero, no obstante, queda abierta la pregunta o la incertidumbre acerca del futuro de la escuela y de la educación. En este sentido, se recuperan los cambios operados en la política del Estado hacia la educación en lo referente a la formación docente, la dotación presupuestaria y la concepción de la misma como medio de inclusión social, desde 2003.

Una segunda dimensión se refiere a la función esencial de la escuela: la transmisión de conocimientos, lo que se enseña y se aprende en las aulas, los contenidos que se imparten y se desarrollan. En ese sentido, los autores trabajan los mitos que ponen en cuestión qué saberes transmite la escuela, en qué tipo de formación se debe poner el acento, a quiénes se debe enseñar y para qué. En definitiva, se interrogan sobre los efectos transformadores de la educación en el marco de una sociedad fragmentada y desigual. En esta dimensión podemos ubicar el conjunto de mitos sobre lo que la escuela debe enseñar, sobre la relación entre la educación y la igualdad y sobre las soluciones mágicas para la educación.

Por último, en tercer lugar, se recogen los mitos que circulan sobre las políticas educativas, el papel del Estado y el federalismo. En este punto se reflexiona sobre la tensión entre el papel que le corresponde al Estado nacional y a los Estados provinciales, al debate en torno a la relación entre lo que se invierte y la calidad de la educación, a la composición del gasto en educación y a los resultados. También en esta parte hay un capítulo destinado a la educación superior y a las universidades, en el cual se parte de un conjunto de mitos que nacen de la comparación entre las universidades nacionales y las extranjeras y se señala lo inconducente que resulta comparar en base a estándares predeterminados por los organismos internacionales cuando no se tienen adecuadamente en cuenta particularidades importantes de nuestro país como el ingreso irrestricto, la gratuidad de la enseñanza en la universidad pública y el reconocido nivel académico de sus producciones y egresados.

Finalmente, el capítulo destinado a las conclusiones lleva el sugerente título de agenda para el futuro: cierre y aperturas. En esta parte los autores enuncian diez proposiciones que son definidas como "criterios para alcanzar una política educativa justa", que se pueden sintetizar de la siguiente manera: es necesario reformar el sistema educativo argentino para subsanar errores, mejorar la calidad de la enseñanza, incluir a los que aún permanecen excluidos, enriquecer las instituciones y sus agentes, rediseñar las instituciones educativas, enriquecer y diversificar la formación profesional de los docentes, replantear las condiciones de acceso, progreso, oportunidades de formación permanente y remuneraciones del trabajo docente. Buena parte de los obstáculos (no todos) para acceder al cambio, provienen de aquellos que idealizan el pasado y por ende piensan a la educación en términos decadentistas y de los que consideran la situación actual como óptima. Ambas posiciones se presentan como aparentemente antagónicas pero son políticamente conservadoras porque impiden echar una mirada crítica sobre el estado de la educación y sobre los problemas que es necesario resolver. Desde la perspectiva sostenida por los autores, se entiende a la educación como el "derecho al acceso a la cultura y al conocimiento" y no es posible pensar la educación en términos de derechos sin destacar la necesaria presencia del Estado. En este proceso el conflicto que se presenta es político porque hay que traducir los principios y las ideas, en políticas y programas de acción para que la escuela posibilite la formación de ciudadanos y la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y democrática.

Por último, los autores afirman que lo peor que le podría pasar a un discurso educativo es la indiferencia y que, por el contrario, el objetivo de ellos al escribir este libro ha sido promover el debate, despertar el interés, generar interrogantes… Entonces, con satisfacción podemos expresar que no sólo el libro promueve lo que sus autores se plantearon sino también constituye una invitación y un compromiso para seguir pensando y trabajando para construir un sistema educativo más justo.

Notas:

1 Magister en Partidos Políticos por el Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba, Profesora y Coordinadora Académica de la Maestría en Partidos Políticos del CEA - UNC. Investigadora del Programa de Historia Política del CEA-UNC. Contacto: gabrielaclosa@hotmail.com.

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