BIBLIOGRAFICAS

Mateos, A. (Coord). (2018). Los españoles de América. Madrid, España: Eneida.

César Tcach¹

En la actualidad, hay casi dos millones y medio de españoles que residen en América Latina, Canadá y los EE.UU. Esta obra elaborada durante siete años por investigadores vinculados al Centro de Investigación Histórica de la Democracia Española y la Catedra del Exilio de la UNED bajo la coordinación de Abdón Mateos, catedrático de Historia Contemporánea de esa universidad y director de la revista Historia del Presente, analiza en una perspectiva de larga duración el fenómeno de los exiliados y emigrantes españoles en América. El gran tema del libro es el asociacionismo en el exilio y el fenómeno migratorio, cuyos flujos se invierten a partir del fenómeno de las dictaduras en América Latina en los años setenta y el afianzamiento de la democracia en España desde fines de esa década. El libro posa su mirada en los casos más relevantes.

En el caso argentino se distinguen cuatro etapas: la eclosión de asociaciones (1850-1930), las marcadas por la emergencia de la Segunda República y la guerra civil (1930-1940), el florecimiento organizativo nutrido por el exilio (1940-60) y el declive posterior en virtud de la combinación de varios factores: el envejecimiento de los socios, el fin de contingentes migratorios nuevos y, a partir de la segunda mitad de los años setenta, la inversión de los flujos migratorios en función del cambio de régimen político en España.

En el caso de México, el estudio se remonta al período del Porfiriato (1876-1911) y la fundación de la Cámara Española de Comercio, analiza el nombramiento del socialista Julio Álvarez del Vayo como embajador socialista en 1931, su papel de centro receptor del exilio republicano y la ruptura de relaciones diplomáticas con la dictadura del general Franco entre los hitos más destacados. Pone de manifiesto, también, la relevancia de los centros regionalistas como el Orfeó Catalá, el Centro Vasco y el Círculo Vasco Español.

El estudio sobre Brasil muestra con claridad la disputa ideológica en el interior de las comunidades españolas. Mientras sectores de derecha crearon la Junta Oficial Nacionalista en la sede misma de la Cámara Española de Comercioen Río de Janeiro, los sectores progresistas generaron el Centro Republicano Español, en San Pablo. Este capítulo muestra –en la misma línea de lo señalado para México– la relevancia de las matrices regionales. Así, por ejemplo, en el norte de Brasil, en la ciudad de Salvador, el 99% del Centro Español estaba constituido por gallegos.

La llamada “paradoja dominicana” marcó el devenir de los españoles refugiados de la dictadura de Franco en ese país centroamericano. Al contrario de lo que podría suponerse, el tirano Rafael Leónidas Trujillo, quien gobernaba desde 1930 apelando al terrorismo de Estado, abrió sus puertas al exilio español marcado por tendencias ideológicas –como el comunismo, el socialismo y el anarquismo– que eran proscriptas y perseguidas en República Dominicana. De este modo, arribaron a sus costas 4500 refugiados españoles procedentes de Francia. En rigor, el “Benefactor” aspiraba a ponerse a tono con el rechazo al franquismo que signaba la política exterior norteamericana.

También en Venezuela los primeros exiliados republicanos provenían de los campos de refugiados en Francia. Cabe destacar, la importancia de los provenientes de Euskadi y, en particular, de los partidos independentistas: Partido Nacionalista Vasco y Acción Nacionalista Vasca. El factor de atracción era la existencia previa de un entramado regionalista: en 1924 se había fundado el Centro Vasco de Caracas. Estas peculiaridades regionalistas están presentes también en el caso de Cuba, a través de la presencia de las “Hijas de Canarias”, el Ateneo Canario y otros centros regionales como el castellano y el asturiano.El análisis presta especial atención a un asociacionismo de referencia microterritorial. Tras la revolución de 1959, su relevancia tendió a menguar.

El estudio sobre Chile, relaciona el exilio español con las particularidades del proceso político en el país andino. En 1938 se instaló un gobierno de Frente Popular presidido por el radical Pedro Aguirre Cerda: el poeta Pablo Neruda y el dirigente socialista Salvador Allende fueron de los gestores de su campaña política. En ese ambiente favorable a la República se creó el Comité Chileno de Ayuda a los Refugiados Españoles. Pablo Neruda fue designado Cónsul Especial para la migración española.

El gobierno uruguayo, en cambio, en manos de la derecha, decidió la suspensión de las relaciones con el gobierno republicano español: el Partido Nacional así como una parte importante del Partido Colorado, apostaron por Franco. Ello no impidió la génesis de múltiples acciones de solidaridad, entre las que destaca la llevada adelante por Paulina Luisi, primera mujer medica del Uruguay y fundadora, junto a Emilio Frugoni, del Partido Socialista.

En definitiva, el libro coordinado por Abdón Mateos constituye un articulado trabajo de investigación que combina el análisis de los factores de política internacional con las peculiaridades de los procesos políticos nacionales en América Latina, abriendo su mirada a uno de los fenómenos que marcó la historia política española y latinoamericana del siglo XX, cuyos legados perviven en el presente de nuestras sociedades.

Notas

1.Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Córdoba. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Contacto: cesartcach@gmail.com