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Subjetividad y procesos cognitivos

On-line version ISSN 1852-7310

Subj. procesos cogn. vol.21 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires June 2017

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

El Test “Dos Personas”, su utilización en la detección de vulnerabilidad somática. Estudio de las pautas gráficas y verbales1

The Two Persons Test: its application in the detection of somatic vulnerability. Study of graphic and verbal indicators

 

Azucena Borelle2, María Florencia De Luca3 y Marianela Maida4

2 Doctora en Psicología (USAL). Profesora Titular de “Técnicas de Exploración y Evaluación Psicológica II” y “Evaluación Aplicada I” (USAL). Profesora Titular del Seminario “Actualizaciones en Técnicas de Evaluación y Diagnóstico Psicológico” en el Doctorado en Psicología (USAL). Profesora Titular del Seminario: “Técnicas Verbales”, de la Carrera de Especialización en Evaluación y Diagnóstico” de la Universidad Nacional de La Plata. E-mail: aborelle@hotmail.com
3 E-mail: mflorenciadeluca@hotmail.com
4 E-mail: marianelamaida@yahoo.com.ar

1 Agradecemos la valiosa colaboración de Julieta Serpone, Camila Serra Moledo, Carolina Blanco y Georgina Lovati, integrantes del equipo de investigación (USAL) que forma parte del presente trabajo.


Resumen

En la intención de continuar explorando la utilización de las técnicas proyectivas gráficas de diagnóstico en la detección y comprensión de la organización psíquica del sujeto con trastornos somáticos, se implementa el Test “Dos Personas”, originalmente creado para evaluar el vínculo de pareja internalizado. Por la estructura de la técnica (gráfico–verbal) ponemos, ahora, a prueba su aplicación para la captación de las particularidades de la imagen corporal y de la mentalización, aspectos decisivos en la organización psíquica del sujeto vulnerable somático. Se presentan los resultados obtenidos en 100 sujetos de 25 a 35 años con afecciones somáticas. Con un diseño exploratorio descriptivo se investigan las características del grafismo y del relato de estos sujetos, comparándolos con un grupo equivalente sin afecciones somáticas. Se siguió una metodología cuali–cuantitativa en función de categorías de análisis predeterminadas relevantes en la metapsicología psicosomática. Se arriba a resultados concordantes con la teoría psicosomática psicodinámica.

Palabras clave: Técnicas proyectivas gráficas; Test “Dos Personas”; Adultos; Psicosomática.

Abstract

In order to continue exploring the use of projective graphic diagnostic techniques in the detection and understanding of the psychic organization in individuals with somatic disorders, the present study looks into the application of the “Two Persons” Test, originally created to evaluate the internalized couple bond. Taking into account the structure of the technique (graphic–verbal) this investigation now tests the applicability of the test to capture particularities of body image and mentalization, decisive aspects in the vulnerable psychic organization of somatic individuals. Results were obtained from a sample of 100 individuals aged 25 to 35 years old with somatic afflictions. A descriptive exploratory design is applied to investigate the characteristics of the graphics and the narrative of these individuals, comparing them with those of an equivalent group without somatic afflictions. A qualitative quantitative methodology was privileged in accordance with predetermined categories of analysis relevant in psychosomatic metapsychology. The results are consistent with the psychodynamic psychosomatic theory.

Keywords: Graphic projective techniques; “Two Persons” Test; Adults; Psychosomatic.


 

Introducción

El uso de técnicas proyectivas gráficas en la investigación de sujetos con padecimiento somático no abunda en la bibliografía dedicada al tema, a diferencia de los trabajos que proponen el uso de técnicas proyectivas verbales y verbales temáticas, cuyo número y profundidad sobrepasan en mucho a las primeras. Por tal motivo y, en la intención de continuar explorando la utilización de las técnicas proyectivas gráficas de diagnóstico en la detección y comprensión de la organización psíquica del sujeto con trastornos somáticos, se implementa el Test “Dos Personas” (Bernstein, 1964). Esta técnica fue originalmente creada para evaluar la imagen de sí y del otro, el tipo particular de vínculo internalizado, la objetivación de la “pareja interna” del examinado entendida como un precipitado de los vínculos establecidos con los objetos primarios (Frank de Verthelyi, R.; Baringoltz de Hirsch, S. y Guinsbourg de Braude, M., 1985). Sin embargo, los mencionados aspectos sumados a la estructura particular de la técnica, la cual posee una parte gráfica y una parte verbal, nos han conducido a poner a prueba su aplicación para la captación de las particularidades de la imagen corporal y de la mentalización, aspectos decisivos en la organización psíquica del sujeto vulnerable somático.
Se presentan los resultados obtenidos en 100 sujetos de 25 a 35 años con afecciones somáticas comparados con 80 sujetos del mismo grupo etario sin afecciones somáticas. Con un diseño exploratorio descriptivo se investigaron las características del grafismo y del relato en ambos grupos a través de una metodología cuali–cuantitativa en función de categorías de análisis predeterminadas. Presentamos los resultados arrojados a partir del análisis comparativo de los protocolos, los cuales permitirían considerar la utilidad de la técnica a la hora de evaluar la organización psíquica del paciente con afecciones somáticas en correlato con otras técnicas que ya han mostrado su eficacia en el área de la clínica psicosomática (Cuestionario Desiderativo, Test de Apercepción Temática, entre otros). Esta perspectiva sostiene que el valor de la administración de “métodos múltiples en la evaluación” aumenta la validez clínica de las conclusiones (Meyer, G., 2008).

Justificación de la elección del Test “Dos Personas”

La presente investigación se sitúa en la zona de encuentro entre la psicosomática y las técnicas de evaluación psicológica y continúa una línea de investigación que tuvo como objetivo encontrar ítems específicos en la producción gráfica del Test Persona Bajo la Lluvia (PBLL) en niños de 6 a 12 años con trastornos somáticos (Borelle, Maida y De Luca, 2013) a partir de la exploración de otras técnicas proyectivas gráficas. El Test “Dos Personas” tiene su punto de origen en el dibujo de la figura humana como técnica proyectiva. Jaime Bernstein (1964) construye el test a partir una sugerencia de Machover quien, luego de realizado el dibujo de la figura humana, introduce la posibilidad de solicitar al examinado que se dibuje a sí mismo, a un niño o a dos personas.
A partir de las modificaciones realizadas sobre la técnica de Machover (1957), Bernstein intenta abordar los aspectos vinculares proyectados en la producción gráfica. Recordemos que la consigna del autor solicita: 1. Dibuje dos personas cualesquiera, 2. Póngales el nombre y la edad que pudieran tener, 3. Escriba una historia que relate qué les ocurre, qué piensan y sienten los personajes, 4. Póngale un título a su historia. Con esta consigna expresada en cuatro pasos, se obtiene un producto que consta de una “pareja gráfica” y una “pareja verbal”, lo que permite enriquecer el trabajo interpretativo a partir de las recurrencias, convergencias y divergencias intratest. Esta particularidad en la construcción de la técnica resultó relevante para su aplicación en la evaluación del enfermo somático desde los puntos de vista gráfico y verbal.

Desde el punto de vista gráfico

Tomando en cuenta el análisis intrafigura, el grado de humanización representado por la completud, la complejidad y la integración de las figuras humanas; las zonas significativas y áreas de conflicto, darán cuenta de la particular representación del esquema corporal y de la imagen inconsciente del cuerpo. En cuanto al análisis interfigura, el grado de diferenciación y los elementos significativos de la interrelación, pondrán en juego la posibilidad de graficar figuras con cualidades específicas, indiscriminadas o, incluso, fusionadas mostrando así los límites yo/no–yo o las fallas en la constitución temprana del psiquismo.

Desde el punto de vista verbal

En el análisis del nombre, de la edad, de la historia y del título se tendrán en cuenta el emplazamiento, la extensión, las características de escritura y del lenguaje. La causalidad y la coherencia, la capacidad para incluir a ambos personajes, las adiciones y las omisiones en la historia tanto como la creatividad, los roles asignados y el análisis secuencial. La parte verbal del test propone al sujeto el trabajo adicional de imaginar una historia a partir de un soporte material representado por su propio dibujo. El sujeto debe apelar a su acervo representacional para poner en interacción a los personajes asignándoles pensamientos y sentimientos que compondrá en una escena más o menos ficcional. De la misma manera que en el Test de Apercepción Temática (Escuela Francesa), la capacidad de historizar y fantasear permitirá valorar las posibilidades de mentalización del sujeto o, por el contrario, su adherencia a convenciones banales o adherencia sobreadaptativa a la realidad. Asimismo, la asignación de nombre y edad a los personajes pondrá de manifiesto las posibilidades aludir a personajes imaginarios o recurrir a una modalidad autorreferencial con apego a la realidad inmediata.
Finalmente, la capacidad de integrar la pareja gráfica y verbal permitirá detectar la presencia o no de mecanismos disociativos frecuentes en el funcionamiento psíquico del sujeto con afección somática. Estos aspectos resultan de interés en la evaluación de la variable mentalización de especial importancia en el campo de la investigación psicosomática.

Descripción del proyecto5

Con un diseño de investigación exploratorio descriptivo, comparación grupo–control, se analizaron 180 protocolos del Test “Dos Personas”: 100 sujetos entre 25 y 35 años con presencia de afecciones somáticas (c/a), (alergias en piel, asma bronquial, migrañas, cefaleas, colon irritable, hipertensión arterial, enfermedades autoinmunes, otras) que no se encuentran bajo tratamiento psicológico y 80 sujetos entre 25 y 35 años sin presencia de afecciones somáticas (s/a) y que tampoco están en tratamiento psicológico. El objetivo general fue comparar las pautas gráficas y verbales de ambos grupos. La muestra fue recogida entre sujetos de clase media y media alta, escolarizados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Gran Buenos Aires. La edad fue delimitada evitando incluir como variable los factores que podrían adscribirse al paso del tiempo en la aparición de afecciones somáticas. Se utiliza la expresión “afección somática” como un observable; adhiriendo a la idea de un fenómeno que involucra tanto a un tipo de funcionamiento mental, como a determinantes biológicos y ambientales. El marco teórico de la presente investigación es la Escuela de Psicosomática de Paris, especialmente los trabajos de Pierre Marty (1991). El análisis de los datos obtenidos se hizo según unidades de análisis preestablecidas, tanto en la pareja gráfica como en la pareja verbal. Tomando en cuenta el cuadro de variables de interpretación sugerido por Frank de Verthelyi, Baringoltz de Hirsch y Guinzbourg de Braude (1985):

I. Modalidad de realización de la tarea
II. Aspectos significativos gráficos
III. Aspectos significativos verbales

En lo relativo a los mecanismos de defensa en las técnicas gráficas, se han tomado en cuenta los aportes de Álvarez, N. (2015), como los de Graciela Celener (2003) y María L.S. de Ocampo (1974): Represión como defensa prevalente:
– Clara diferenciación figura–fondo
– Adecuada integración de las partes de la figura
– Gestalt conservada
– Buena delimitación de la figura respecto de la hoja
– Líneas continuas (no aberturas)
– Figuras humanas vestidas
– No confusión frente–perfil
– No fallas en la perspectiva
– No transparencias

Desmentida como defensa prevalente (tiene por finalidad ocultar la existencia de la castración):
– Figuras humanas de espaldas
– Caricaturas
– Figuras desafiantes
– Ampulosidad en las vestimentas, adornos, etc. (exceso, exageración)
– Exhibicionismo impactante (desnudos, acto sexual)
– Ojos cerrados
– Borrar
– Tachar
– Hacer correcciones
– Dibujar sobre el objeto tapando el anterior

Desestimación o Refutación de la realidad como mecanismo prevalente (desconexión con la realidad, desintegración psíquica):
– Pérdida de la gestalt (no conservada) – Mala integración de las partes de la figura
– Limites vagos
– Imprecisa separación figura–fondo
– Figuras fragmentadas
– Monigotes
– Personajes acorazados, invulnerables
– Transparencias
– Llenar hoja con “partes de objetos” o figuras desarticuladas

Resultados

En relación con nuestros objetivos, los datos más relevantes obtenidos son:

I. Modalidad de realización de la tarea: el grupo c/a presenta mayor capacidad de realización de la tarea en forma total respecto del grupo s/a (Tabla 1). Esta característica pone de manifiesto una tendencia a cumplir con las indicaciones siguiendo una modalidad sobreadaptativa. Este dato resulta convergente con otros ítems del protocolo.


Tabla 1.
Modalidad de realización de la tarea

II. Aspectos significativos gráficos: el análisis de las pautas gráficas intrafigura revela que ambos grupos mantienen conservada la gestalt humana, siendo escaso el porcentaje de distorsiones gestálticas en las dos poblaciones (Tabla 2). El grado de humanización (determinado por la completud, la complejidad y la integración de la figura humana) en ambos grupos es mayoritario el rango medio, es decir que el balance general de las tres variables mencionadas revela el logro de un adecuado esquema corporal, no observándose diferencias significativas entre la primera y segunda figura graficada en relación con este aspecto (Tabla 3).


Tabla 2.
Conservación de la gestalt


Tabla 3.
Grado de humanización (primera figura)

El ítem zonas significativas y áreas de conflicto se encuentra ligado al anterior por involucrar la vivencia del cuerpo y esquema corporal. El dato significativo que arroja nuestro estudio es que en el 49% de los sujetos c/a que evidenciaron zonas de conflicto representadas en el dibujo de la primera figura humana, la zona referida es coincidente con el área involucrada en la afección somática y de igual modo en la segunda figura graficada (Tabla 4).



Tabla 4.
Áreas de conflicto

Los aspectos formales de la pareja gráfica: emplazamiento, presión, trazo, no presentan diferencias significativas. En ambos grupos, el ítem tamaño evidencia la tendencia a realizar dibujos de tamaño pequeño y mediano. En cuanto al análisis interfigura, el ítem diferenciación resulta relevante dado que es una variable importante en el marco de los psicodinamismos yo–no yo de la teoría psicosomática. En la muestra, el 20% de los casos c/a presenta dificultades en la diferenciación de las figuras ya sea por: sexos no diferenciados, imágenes fusionadas o pegadas, trazados discontinuos en los que se pierden los límites individuales, imágenes especulares, conductas defensivas frente a la confusión de identidades (Tabla 5).


Tabla 5.
Grado de diferenciación

En ambos grupos predomina el tipo de vínculo simétrico heterosexual de tipo sexual amoroso, aunque el vínculo fraterno es prevalente en el grupo c/a, como expresión de una modalidad de vínculo desexualizado de características especulares (Tabla 6).


Tabla 6.
Roles

De los mecanismos de defensa utilizados en la pareja gráfica (Tabla 7), se destaca el uso de la desmentida en ambos grupos (c/a 87%, s/a 49%), aunque de manera altamente significativa en el grupo c/a. La disociación, esperable mayormente en el grupo c/a no aparece, sin embargo, como significativa; lo cual podría explicarse por el hecho que los procesos disociativos se hallan ya presentes en el mecanismo de desmentida. La represión surge en ambos grupos sin diferencias relevantes.


Tabla 7.
Mecanismos de defensa

III. Aspectos significativos verbales: se destaca que el ítem creatividad (Tabla 8) no arrojó diferencias entre los grupos en los que resulta prevalente la posibilidad de construir historias fantaseadas; no obstante, un examen más minucioso muestra que en el grupo c/a los afectos expresados son de tipo circunstancial, al estilo adaptativo a realidades convencionales.


Tabla 8.
Creatividad

Los mecanismos de defensa utilizados en el relato (Tabla 9) muestran que la utilización de la desmentida en el grupo c/a aparece triplicando al uso de dicho mecanismo en el grupo s/a (32% c/a, 11% s/a). Asimismo, la disociación es prevalente en el grupo c/a (23% c/a, 14% s/a). El establecimiento de nexos lógicos al servicio de la causalidad, el cuidado por la coherencia y el desenlace de la historia de buena calidad marcaría el predominio del pensamiento racional, en contraste con el grupo s/a en el que se evidencian mayores alteraciones formales, como resultado del conflicto psíquico y sus productos sintomáticos.


Tabla 9.
Mecanismos de defensa en el relato

Estos datos nos permiten arribar a las siguientes conclusiones generales: En primer lugar, por tratarse de población voluntaria sin motivo de consulta, los hallazgos mostrarían que solo un 20% presenta las características vinculadas con el funcionamiento psicosomático, mientras que el 80% restante presentaría un trastorno somático dentro de una organización con mejor calidad de la mentalización. Los protocolos de sujetos c/a se caracterizan por presentar una estructura general de producción esperable sin distorsiones y con predominio del control racional sobre la tarea. Lo convencional adaptativo predomina por sobre la expresión de conflicto, mientras que en los protocolos de sujetos s/a los movimientos intrapsíquicos se traducen en alteraciones que expresan contenidos inconscientes ligados a la conflictiva subjetiva. El rasgo diferencial más importante puede hallarse en el estilo defensivo en la medida en que la utilización de mecanismos prerepresión y la adherencia a la realidad externa aparecen privilegiados en el grupo c/a, corroborando así las principales líneas teóricas de la psicosomática psicodinámica.

Articulaciones teóricas de los resultados

Cuando D. Liberman (1962) se interesó por la comunicación y, particularmente, por la comunicación mente–cuerpo, introdujo un punto de vista singular en el amplio campo de las teorías psicosomáticas. Cambió el eje de análisis al considerar que la verdadera patología no está constituida por la somatización sino por la sobreadaptación que resulta egosintónica. Nos legó, entonces, una concepción que permitió enlazar los observables clínicos con los postulados psicoanalíticos más abstractos y delineó las características discursivas y los psicodinamismos más profundos de lo que, por entonces, llamaba “personalidad infantil”. Mostró, entre otras, una característica frecuente en las personas con afecciones somáticas consistente en una falla o alteración en la integración entre lo que siente, lo que piensa y lo que dice el sujeto. Estas apreciaciones resultan interesantes a la hora de utilizar instrumentos proyectivos de evaluación psicológica, ya que permiten detectar con bastante fineza los procesos disociativos y las dificultades en la integración. En tal sentido, el Test “Dos Personas” promueve la necesidad, por parte del sujeto, de integrar diferentes registros conductuales y con ello nos provee de una herramienta útil para la valoración de las capacidades del sujeto en dicha tarea integrativa. Ya sea desde el dibujo de cada figura humana (integración de las partes del cuerpo), pasando por la forma particular en que las dos figuras graficadas pueden o no relacionarse, hasta la correspondencia lograda o fallida entre la pareja gráfica y verbal, sin olvidar el trabajo de elaboración del título de la historia en sintonía directa con el relato o desconectado de él; el sujeto deberá esforzarse por integrar aspectos diversos en un todo armónico y con sentido. El mayor o menor éxito con que realice esta tarea, será un dato de suma importancia en el conocimiento de su organización psíquica y sobre todo, de aquellos aspectos involucrados en su padecimiento somático.
En el marco de su teoría, Liberman presenta al paciente psicosomático describiéndolo a partir de una imagen que es sello de cordura, responsabilidad y eficiencia, subsidiario de una organización mental sometida a exigencias ideales que conducen, las más de las veces, a la sobrecarga de responsabilidades y la desconexión mente–cuerpo. Se relegan las necesidades de este último y se pone en primer plano un esquema de adaptación a los requerimientos del mundo externo. No es pues de extrañar, entonces, que en el estudio que emprendimos, el grupo de personas con afecciones somáticas, haya logrado mayoritariamente cumplir con la totalidad de la tarea tal y como le fuera solicitado, sin alteraciones de ninguna naturaleza. Lo que a primera vista puede interpretarse como un producto gráfico y verbal de buen nivel de organización, riqueza y elaboración psíquicas, en un análisis más detenido, dejará ver el esfuerzo adaptativo, la carencia representacional, la adherencia a lo esperable como un “superyó externo” que opera en función de sostén, característica que hemos podido apreciar en el análisis de los aspectos formales de la historia, donde prevalecieron los relatos coherentes y con buenos nexos causales, sin interferencias del proceso primario. Sin embargo, el contenido banal, de tales historias es solidario con la idea de un mundo interno empobrecido que se sostiene en formalismos y convenciones. Esta característica puede apreciarse también en los relatos TAT de sujetos con afecciones somáticas en los cuales la serie A (control) de los procedimientos de elaboración del discurso es prevalente como defensa de control. David Maldavsky continuó la línea de pensamiento de D. Liberman ampliando y profundizando sus conceptualizaciones. El modelo conceptual propuesto en los “lenguajes del erotismo” considera los puntos de fijación pulsional, las defensas en juego y su traducción en el discurso. Los denominados inconsistentes, numéricos y catárticos son los discursos que Maldavsky atribuye a la modalidad de funcionamiento psicosomático en los que prevalece un punto de fijación preoral, intrasomático (Maldavsky, 1995). El discurso banal e inconsistente corresponde a una modalidad de sobreadaptación, caracterizado por relatos clisé, superficiales, en los cuales el interés parece estar centrado en cumplir con la tarea para adecuarse a lo que el sujeto cree que el otro espera de él. El estilo especulativo o numérico es un relato que hace referencia a cantidades, cálculos, porcentajes, cifras, volúmenes, ritmos que determinan modos de percibir la realidad sin un correlato investido de contenido. Por último, el discurso catártico consiste en un relato verborrágico que utiliza la palabra como un medio de descarga de excitación sin valor simbólico. En nuestro estudio los relatos correspondientes a la pareja verbal, son mayoritariamente del estilo inconsistente. En la perspectiva teórica sostenida por D. Maldavsky, el estado de alteración interna es previo a la apertura de zonas erógenas y se caracteriza por la circulación de cantidades de libido no procesada ni cualificada. Ubica al fenómeno psicosomático junto a otras patologías (adicciones, traumatofilias, etc.) dentro de las llamadas patologías de desvalimiento. Estas tienen en común la concordancia entre la desestimación del afecto y la fijación temprana a una erogeneidad intrasomática. Desde otra mirada teórica, los planteos de P. Marty acerca de la mentalización en pacientes somáticos, son también la apoyatura conceptual que nos permite explicar estos fenómenos. Se trata de la “capacidad que implica poder tolerar, negociar y elaborar la angustia y los conflictos intrapsíquicos, todo lo cual implica un trabajo de ligadura. Está constituido por todo lo que es pensado, imaginado, fantaseado, soñado, representado; en oposición a lo que es actuado o descargado a través de los comportamientos o la somatización” (Borelle y Russo, 2017. Pp. 49–50). En esta concepción el preconsciente, como sede funcional del trabajo psíquico, queda jerarquizado.
La funcionalidad del preconsciente está directamente vinculada con el espesor del conjunto de las formaciones sustitutivas, la fluidez de las ligaduras entre las representaciones y la permanencia del funcionamiento en el tiempo. Marty describe dos procesos de enlaces y formación de representaciones en el curso del desarrollo individual, uno corresponde a un nivel transversal de enlaces representativos correspondiente a huellas mnémicas de una misma época de la vida (espesor preconsciente). El otro tipo de enlace, de carácter longitudinal, está representado por la acumulación en el tiempo de capas transversales. Estas capas toman distintas significaciones que serán comunicables a través de representaciones de palabra. Las investigaciones realizadas con el Test de Apercepción Temática (Russo, 1999– 2000), han puesto de relieve la valiosa contribución del constructo mentalización, el cual al ser operacionalizable, se convierte en un instrumento útil para la evaluación diagnóstica en psicosomática. La mentalización pobre o parcial–pobre aparece con frecuencia en los protocolos TAT de niños y adultos con afecciones somáticas, hallazgos solidarios con nuestros resultados en las historias del Test “Dos personas”. En cuanto a los movimientos defensivos, los resultados arrojados por nuestra investigación ponen de manifiesto un estilo prevalente caracterizado por la desmentida tanto en la producción gráfica como verbal, lo que resulta concordante con las postulaciones teóricas referidas a las defensas fundantes en organizaciones que no adscriben al marco estructural de las neurosis y las psicosis. Sin embargo, en la muestra de la presente investigación, también el mecanismo de represión se encuentra presente en porcentajes elevados en ambos grupos estudiados. Solo en un 20% de los casos los mecanismos prerrepresión se evidencian como fundantes y son aquellos que corresponderían a los verdaderos funcionamientos psicosomáticos. El mecanismo de desestimación, como desestimación de la realidad, aparece en nuestros protocolos en porcentajes bajos y, llamativamente, en la pareja verbal más alto en el grupo sin afección somática (c/a 4%, s/a 15%). Este dato fortalece la hipótesis según la cual la realidad opera como sostén y está preservada en el sujeto psicosomático mientras que las distorsiones más significativas fueron halladas en el grupo control. Estas diferenciaciones responden a que el enfermar somático no siempre se inscribe en organizaciones psíquicas francamente deficitarias.
Como ya se ha señalado (Borelle y Russo, 2017), el predominio de funcionamiento psíquico deficitario y cristalizado es abordado por R. Zukerfeld y R.Z. Zukerfeld (1999): se reconoce como “enfermo psicosomático propiamente dicho” aquel que padece una enfermedad orgánica y presenta un funcionamiento psíquico vulnerable. En cambio, el sujeto llamado “vulnerable somático” presenta factores de riesgo somático sin enfermedad orgánica. Estos factores son la ansiedad difusa, la depresión esencial, la alexitimia y la sobreadaptación. Por último, los sujetos que padecen, episódicamente, una enfermedad orgánica y no es estrictamente un “enfermo psicosomático”, pues su funcionamiento psíquico sigue la línea de las neurosis clásicas, con buen nivel de simbolización. En lo referente a los vínculos representados en el Test “Dos Personas”, sabemos que la técnica explora el vínculo de pareja internalizado, lo cual aporta datos significativos respecto de la imagen de la pareja que el sujeto necesita, interpretado como la resultante de los vínculos establecidos con los primeros objetos de amor (Frank de Verthelyi, Baringoltz de Hirsch y Guinsbourg de Braude, 1985).
Nélida Álvarez (2015) ha hecho aportes novedosos para la lectura de las técnicas gráficas en el psicodiagnóstico. En relación con el tema que nos ocupa, plantea que luego de haber solicitado el dibujo de la casa y el árbol, puede sustituirse el pedido de dibujar una persona por la consigna “dibuje dos personas”, lo que implica que el sujeto deberá dibujar dos figuras que comparten el mismo espacio (Álvarez, 2015, p. 85). La historia que se solicita a posteriori, permite corroborar si existe o no un vínculo entre las personas graficadas y dar respuesta a la pregunta ¿quién comparte con quién?. Al respecto, la autora realiza una distinción psicopatológica al decir que en las estructuras psicóticas es frecuente que el sujeto no logre establecer un vínculo entre las figuras graficadas. En las organizaciones narcisistas, se acorta la distancia proyectiva al relatar hechos concretamente vividos. La posibilidad de armar un vínculo entre los dos personajes y crear una historia que plantee un conflicto y un desenlace, correspondería a las estructuras neuróticas. Los distintos autores dedicados al estudio de los pacientes somáticos destacan la presencia de vínculos de tipo anaclítico propio de las organizaciones psíquicas que han sufrido algún tipo de dificultad en los procesos de individuación. La investigación que referimos, ha puesto de manifiesto que, si bien en ambos grupos estudiados el tipo de vínculo simétrico heterosexual de tipo sexual amoroso es el mayoritariamente representado (tal como es esperable en sujetos adultos), en el grupo c/a el vínculo fraterno aparece con mayor prevalencia que en el grupo s/a. Pensamos que esta particularidad remite a la búsqueda de una paridad en la que se evita la sexualidad de tipo genital optando por una modalidad regresiva de vínculo con el otro.

Consideraciones finales acerca de la utilidad del Test “Dos Personas” en el diagnóstico de las organizaciones psicosomáticas

En la tarea psicodiagnóstica, la posibilidad de construir hipótesis que conduzcan a un juicio clínico, depende en gran medida de la recurrencia, convergencia y divergencia de los datos obtenidos a través de diferentes instrumentos de evaluación. La naturaleza específica de cada instrumento lo hace más o menos útil en la captación de fenómenos determinados. Así, las técnicas proyectivas verbales temáticas como el Test de Apercepción Temática (TAT) o el Test de Relaciones Objetales (TRO), han mostrado su capacidad de poner en evidencia las características particulares que adopta el discurso en las personas cuya organización mental se presenta deficitaria en las capacidades de simbolización y/o de mentalización. Son instrumentos altamente valorados en el diagnóstico de vulnerabilidad somática. La exigencia de elaborar un relato, historia, a partir de una lámina, impone al sujeto la necesidad de recurrir a su bagaje representacional para poder cumplir con la tarea. Este requerimiento pone en evidencia la riqueza o pobreza de su mundo fantasmático, sus posibilidades de ligar afectos e ideas y sus recursos de mentalización.
Otras técnicas proyectivas verbales como el Cuestionario Desiderativo (CD), no solicitan historia alguna; no obstante, muestran su riqueza para dar cuenta de diferentes tipos de erogeneidades, su enlace con la pulsión y la defensa subyacente. A partir del Algoritmo David Liberman (ADL), Sneiderman (2012) logró profundizar la interpretación de esta técnica tomando, especialmente las diferentes etapas del desarrollo libidinal. Sus investigaciones con el CD le permitieron identificar los símbolos desiderativos más frecuentes y su racionalización en aquellos sujetos en los que prevalece la libido intrasomática, erogeneidad presente en los pacientes con afección somática. Por su parte, las técnicas proyectivas gráficas que permiten acceder a los aspectos inconscientes menos susceptibles de control racional, nos brindan información valiosa de la imagen inconsciente del cuerpo y esquema corporal de los sujetos, no obstante lo cual, su uso en el área de la psicosomática no ha sido suficientemente explorado. La necesidad de contar con diferentes muestras de conducta de un sujeto para poder arribar a diagnósticos confiables, nos ha llevado a investigar la pertinencia y valor de estos últimos instrumentos en la clínica psicosomática y creemos estar en condiciones de afirmar que poseen un valor en sí mismos y en su complementariedad con las técnicas proyectivas verbales y verbales temáticas.
Álvarez, N. (2015) plantea rasgos característicos en los gráficos del psicosomático: esquematismo, figuras banales con escaso investimento libidinal y ausencia de marcas que las singularicen. Estas características fueron también corroboradas en nuestra investigación con la técnica Persona Bajo la Lluvia (PBLL) aplicada a niños con afecciones somáticas (Borelle, Maida y De Luca, 2013) como así también por Sneiderman (2013) al estudiar las Técnicas Proyectivas Gráficas en referencia a las Patologías del Desvalimiento. Asimismo, en el trabajo sobre criterios de evaluación para la clínica psicosomática, Borelle y Russo (2017) proponen una lectura de las técnicas proyectivas gráficas que toma en cuenta las teorizaciones actuales sobre la estructuración del psiquismo temprano, las formas particulares del desarrollo yoico, la discriminación adentro–afuera, los sistemas paraexcitatorios, los sistemas defensivos más o menos evolucionados. Se propone una lectura de la producción gráfica desde la metapsicología psicosomática. En tal sentido, sugieren criterios de análisis basados en los conceptos básicos de la psicosomática de la Escuela Francesa liderada por Pierre Marty, a saber: la calidad de la mentalización, comportamientos, conflicto, calidad de la angustia, nivel de desarrollo yoico y las defensas prevalentes. Se destacan en relación con la mentalización, la confusión adentro–afuera expresada bajo la forma de fallas en la delimitación de las figuras y copia fiel de la realidad, un grado de humanización medio o medio bajo, ausencia de elementos simbólicos, aparición de zonas con un tratamiento especial y la prevalencia de los objetos o escenario en detrimento del sujeto. En relación con los comportamientos, se señalan las descargas por la vía motriz, gestual y expresiones corporales durante la administración de la prueba como así también las preguntas hechas al psicólogo al inicio o desarrollo de la prueba. En cuanto al conflicto, las formas gráficas que dan cuenta del conflicto como las borraduras, tachados, sombreados, etc. se hacen presentes mayoritariamente al servicio de perfeccionar la producción. La angustia aparece sustituida por descargas comportamentales y el desarrollo yoico caracterizado por el ajuste al criterio de realidad, figuras humanas esquemáticas, impersonales o con fallas en la integración y desajustes en la discriminación yo/no–yo. Finalmente, en relación con las defensas se consignan el control al servicio de la sobreadaptación, la negación maníaca (frente a la angustia de desamparo) y disociación mente–cuerpo.
Muchos de los criterios que proponen los autores mencionados son jerarquizados en el Test “Dos Personas” por su particular estructura que permite analizar los distintos aspectos formales y de contenido de la pareja gráfica y su integración con la pareja verbal que brinda la posibilidad de articular las particularidades del discurso con los aspectos vinculados con el nudo argumental, el desenlace y las características adjudicadas a los personajes, por lo que resulta pertinente y útil su inclusión en un proceso que intente evaluar la organización mental de un sujeto con afección somática. La articulación de los resultados obtenidos a través de esta técnica gráfica con los provenientes de otras técnicas gráficas y verbales dará oportunidad de hacer un análisis de recurrencias y convergencias que redundará en el robustecimiento de las hipótesis diagnósticas.

Notas

5 Véase Borelle. A. (2015). El fenómeno psicosomático a la luz de las técnicas proyectivas gráficas, Proyecto de investigación: Test Dos Personas en adultos con afecciones somáticas, Revista Subjetividad y Procesos Cognitivos, 19(1), Buenos Aires.

Bibliografía

1. Álvarez, N. (2015). Técnicas Gráficas en Psicodiagnóstico. Su lectura interpretativa. Buenos Aires: Biebel.         [ Links ]

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Fecha de recepción: 30/01/17
Fecha de aceptación: 14/03/17

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