Lo siento mucho. Mis condolencias. Mi pésame. Una tristeza enorme. Un gran dolor.
Frases que usamos para despedir y consolar a las familias que perdieron un ser querido. La verdad es que son frases que parecen vacías. No alcanzan, en este caso, para despedir a un súper héroe, gran persona, gran profesional y gran hombre de familia. Y como todo súper héroe, insuficientemente reconocido.
La primera sensación es que nos deja un vacío enorme, imposible de volver a llenar. Es una manera de honrarlo; yo elijo llenar ese vacío con recuerdos hermosos, afecto y conocimientos aprendidos de un gran maestro. Ese vacío se hace más pequeño cuando agregamos los trabajos publicados, la infinidad de pacientes y todo el respeto y la admiración de los colegas que trabajamos junto a él.
Las lágrimas, necesarias e imprescindibles en este momento tan difícil, con el tiempo se irán y perdurará su legado dentro del cual destaco su paciencia, tranquilidad y amor por el trabajo.
Gracias totales.
Vuela alto, Dr. Carlos Legarreta (QEPD)