La escritora argentina María Elena Walsh nos recordaba, hace alrededor de 50 años, que “quien no fue mujer ni trabajador piensa que el de ayer fue un tiempo mejor. Y al compás de la nostalgia hoy bailamos por error.” El errado baile que, con la coreografía hiriente de las ultraderechas recientes, esgrime un nostálgico orden natural contra las reivindicaciones de género, le da un marco de urgencia a este volumen. Pero aunque ese elemento en particular lo haría importante, la multilateralidad y horizontalidad de perspectivas en los trabajos que componen este esfuerzo internacional lo hace imprescindible. En los tiempos del cólera, la colaboración creativa por encima de fronteras y muros funciona no sólo como antídoto en el presente, sino como guía de lo que una sociedad (o una institución educativa) debe desear para mantenerse sana en el futuro.
En este volumen, la heroína tiene, en lo temático, mil caras: desde la reflexión teórica sobre el género a partir de la estructura épica de Joseph Campbell hasta el análisis de las protagonistas heroicas en el cine, la fotonovela o la historieta recientes, pasando por la perspectiva de hacedoras de camino recogidas en las historias orales y la indagación de casos históricos de gestas de igualdad. Y mil caras más en cuanto a contextos: desde la construcción del feminismo durante dictaduras latinoamericanas hasta la especificidad de lo heroico según géneros en el cine y televisión norteamericanos, pasando por la ruptura de modelos de género clásicos en el arte reciente japonés y las luchas de mujeres nativas contra el extractivismo.
Esta pluralidad de enfoques es facilitado por lo que creo que es la manera productiva y justa de encarar la internacionalización entre instituciones, y lo que guía a la Universidad de Palermo y a Columbia College Chicago en su joven pero intensa colaboración: la multilateralidad y la horizontalidad de una relación entre culturas diferentes que intentan inicialmente comprenderse, y finalmente enriquecerse mutuamente. Otro escritor argentino, Jorge Luis Borges, dijo alguna vez que “felizmente no nos debemos a una sola tradición; podemos aspirar a todas”. Me permito agregar que buenas raíces en la tradición propia, la disciplina de recordar que en un mundo justo y democrático los elementos de una tradición, como alguna vez sugirió Alexis de Tocqueville, son sólo una opinión más, y el abandono de la soberbia de toda imposición cultural en pos de la horizontalidad, son ingredientes indispensables para que esa aspiración sea honesta y enriquecedora.
Quiero felicitar fervientemente a la Facultad de Diseño y Comunicación de la Universidad de Palermo, y en particular a su Decano, Oscar Echeverría, por la iniciativa de la publicación de estos volúmenes donde la reflexión sobre el diseño, el arte y los medios toman vuelo de la mano de los ingredientes multilaterales y horizontales. También quiero agradecer a las coeditoras y los coeditores del volumen, Carolina Posse Emiliani, Gabriela Diaz de Sabatés, Gabriel Los Santos y Tomás Stiegwardt, no sólo por el fenomenal esfuerzo sino también por el rotundo éxito. Finalmente quiero destacar el apoyo institucional de los Directores de los Departamentos de Artes Cinematográficas y Televisivas, y de Humanidades, Historia y Ciencias Sociales de Columbia College Chicago, Eric Scholl y Rich King respectivamente, y del Consulado Argentino en Chicago.