EDITORIAL

A partir del presente volumen Argos será co-editada por la AADEC y la Universidad Nacional del Litoral, merced a un convenio que acaban de firmar las respectivas autoridades y que es motivo de alegría para quienes estamos a cargo de elaborar la revista. Esta co-edición supone que los gastos se solventarán por partes iguales, lo que le permitirá a la AADEC reducir sensiblemente el esfuerzo económico que supone mantener la regularidad y la calidad de la publicación. Tal vez este desahogo económico permita pensar en nuevos emprendimientos editoriales. De hecho estamos trabajando en un proyecto que esperamos elevar a la Mesa Ejecutiva de la AADEC para que se trate en la próxima Asamblea de socios.

Tal como lo veníamos previendo, hemos debido reprogramar el plazo de recepción de colaboraciones para el vol. 38 (2015): en esta ocasión venció el 31 de octubre de 2014; ya no el 31 de marzo del año de tapa, como fue para los últimos volúmenes. En adelante el 31/10 de cada año será la fecha límite del plazo en que recibiremos las colaboraciones para el volumen del año inmediato sucesivo. Esta decisión ha obedecido no solamente a la cantidad de material recibido (que, para nuestra satisfacción, sigue creciendo), sino también a sugerencias de organismos de evaluación, que nos han señalado la inconveniencia de que el año de portada coincida con el año de recepción y aprobación de las colaboraciones. En adelante cada número contendrá, al menos mayoritariamente, material recibido el año inmediato anterior al de portada.

Otra observación de cierta entidad que se nos ha hecho es que Argos, en su versión impresa, contiene una proporción demasiado alta de material no científico, como reseñas, semblanzas, memorias de eventos y otras informaciones institucionales. Siendo Argos el órgano de una institución, ese tipo de material es irrenunciable; pero al mismo tiempo cabe destacar que el contenido científico de nuestros volúmenes (del cual, a nuestro criterio, forman parte las reseñas) va incrementándose de número en número, de modo que ya hemos podido alcanzar por evolución natural los parámetros requeridos.