Introducción
El moquillo canino, enfermedad de Carré o distemper canino (CD) es una enfermedad infectocontagiosa causada por un agente viral (CVD) perteneciente al género de los Morbilivirus, incluido dentro de la familia Paramyxoviridae. El CD está presente en todo el mundo (1,2) y tiene un gran impacto en la salud de los animales bajo cuidado humano, siendo una de las principales enfermedades infecciosas en perros (Canis lupus familiaris) y hurones domésticos (Mustela putorius furo), con una tasa de mortalidad de casi el 100 % para estos últimos. El zorro de monte (C. thous) es una especie de cánido que se distribuye desde el norte de Colombia y Venezuela, Guayanas, Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y norte de Argentina (3). Está ampliamente distribuido por toda la provincia de Misiones. E. Massoia lo describe como el más común de los canidos misioneros que frecuenta todo tipo de ambientes como las selvas, capueras y chacras (4). Según la UINC (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) se encuentra bajo la categoría de “preocupación menor”.
El CD se reportó en un gran número de carnívoros silvestres, viéndose afectadas varias Familias de este orden, como la Canidae, Procyonidae, Mustelidae, Hyaenidae, Ursidae, Viverridae y Felidae (1, 2). A través de análisis filogenéticos se demostró que los perros domésticos son una potencial fuente de infección de CDV para la fauna silvestre. Esto se refleja en los reportes de J. Megid (5) en Brasil, en los que informa sobre un caso de CD en un zorro de monte (C. thous) y otro similar en un hurón menor (Galictis cuja), ambas especies provenientes de vida libre (6). En Argentina, el primer informe de CD en zorro de monte (C. thous) salvaje fue en la provincia de Entre Ríos, en el Parque Nacional El Palmar, en el que los estudios filogenéticos arrojaron que el CDV correspondía a la cepa encontrada en perros domésticos (7). Los autores relatan que en zonas aledañas al Parque hay un gran número de perros domésticos vagabundos, pero que, sin embargo, los reportes de zorros de monte (C. thous) con signología nerviosa e individuos muertos comenzaron a verse después de dar comienzo al plan de control de especies exóticas que se inició en el Parque. Dicho plan permitía el ingreso a cazadores autorizados con sus perros. Además, los turistas también pueden ingresar con sus mascotas al parque. Esto supone un dato importante, ya que se sabe que entre el 50% y 70% de los perros domésticos afectados por la enfermedad pueden permanecer como portadores asintomáticos (8) y servir como reservorio de CVD ( 9 ). En otras partes del mundo también se reportó CD procedente de perros domésticos en leones (Panthera leo) en el Serengeti (10), en focas de Baikal (Phoca sibirica) en Siberia (11), en focas cangrejeras (Lobodon carcinophaga) (12) y en perros silvestres africanos (Lycaon pictus) (2).
Así, las especies domesticas podrían contribuir significativamente a la disminución de la población de determinadas especies silvestres (13, 14, 15), lo que podría plantear un panorama complicado para algunas especies en situación crítica en Misiones, como es el caso del amenazado zorro pitoco (Speothos venaticus) o del aguará guazú (Chrysocyon brachyurus), recientemente registrado en cámaras trampa en la Reserva Natural Militar Puerto Península (16 )
Descripción del caso
La mañana del 18 de octubre de 2018, sobre un camino interno del Centro de Rescate “Güirá Oga” (25°37'38.81"S; 54°33'9.55"O) (Fig. 1), se encontró una hembra adulta de zorro de monte (C. thous) en decúbito lateral.
Figura 1: ZM: Lugar de hallazgo del Zorro, BO: Barrio Orquídeas, RN12: Ruta Nacional 12
Al acercarse el personal, intentó incorporarse inmediatamente, manifestando al hacerlo una marcada incoordinación que solo le permitió moverse unos pocos metros, desplomándose nuevamente sobre el suelo. Se procedió a la captura del animal, utilizando para ello un “copo” y, posteriormente, se la trasladó al Hospital del Refugio. Para poder comenzar con el examen físico, se optó por colocarla en la camilla y administrar Isofluorano al 1% a un flujo constante. Presentaba mioclonias evidentes en miembros anteriores y posteriores, una condición corporal baja (CC 1.5/5), con un peso de 3,3 kg y una marcada deshidratación (entre 10% - 12%) con mucosas orales secas, pliegue cutáneo persistente, tiempo de llenado capilar aumentado y marcado hundimiento de globos oculares con secreción mucosa en ambos. El resto de la exploración física no presentó hallazgos significativos. Se instauró un tratamiento de sostén a base de fluido terapia con Ringer lactato y Duva® y terapia antibiótica (Penicilina/Estreptomicina). Además, se colectaron muestras de sangre de la vena cefálica antebraquial. Terminado esto, se acondicionó un recinto en el área de cuarentena donde fue trasladada y se continuó con la terapia de fluidos y las observaciones (Fig. 2). Por la tarde, en una de las rondas de control, se observó que aún permanecía en de cúbito lateral aunque en un estado mayor de alerta ante nuestra presencia, con la cabeza elevada siguiéndonos con cortos movimientos y vocalizando con gruñidos si nos acercábamos. Se le ofreció una codorniz cortada en pequeños trozos, mostrándose interesada lamiéndola, pero sin consumirla. Ante esto se prefirió cambiar a una dieta más fácil de consumir, utilizando alimento húmedo (Royal Canin Recovery®), teniendo mejores resultados. Las muestras de sangre previamente obtenidas se enviaron al laboratorio con el fin de llevar a cabo las siguientes determinaciones: hemograma completo, frotis para hemoparásitos, test de Leishmaniasis (Speed Leish Virbac®), test de Distemper Canino (Speed Distemper Virbac®) y una alícuota de sangre entera con EDTA para qPCR real time de Leishmaniasis y Distemper Canino. El hecho de que se solicitasen análisis para Leishmaniasis fue debido a la alta prevalencia de esta enfermedad en perros domésticos en la zona
Figura 2: Hembra de Zorro de Monte (C. thous) internada en el área de cuarentena en Güirá Oga. Foto: Ewerton L. de Lima
Debido a su mala condición física y a la ausencia de respuesta al tratamiento instaurado, se practicó la eutanasia a las 48hs desde su ingreso. En la necropsia realizada se encontró abundante contenido purulento en pulmones, del que se tomó una muestra para cultivo y se envió al laboratorio en medio de transporte Stuart. Ambos test comerciales Virbac® y la qPCR real time para Leishmaniasis arrojaron resultados NEGATIVOS, mientras que la qPCR real time para CDV fue POSITIVA. Además, se aisló Klebsiella pneumoniae en el cultivo de pulmón.
Conclusiones
En resumen, en este informe se reporta el primer caso, en la provincia de Misiones, de infección por moquillo canino en un zorro de monte (C. thous) de vida libre. Los signos clínicos observados y los resultados obtenidos en la qPCR real time confirmaron el diagnóstico, siendo la neumonía por Klebsiella pneumoniae una complicación secundaria asociada a cuadros de CD, a pesar de que, durante la exploración clínica y los días de internación, no manifestó signos respiratorios evidentes. Además, cabe destacar que el lugar donde se encontró el zorro es una zona lindante al Barrio Orquídeas, que presenta una alta población de perros domésticos vagabundos. Esto, sumado al incremento de la urbanización y progresivo desmonte, favorece a un mayor contacto entre cánidos silvestres y perros domésticos, proporcionando estos últimos una posible fuente de infección, tal y como lo describe J. Megid (5,6). Para confirmar esto, sería fundamental la realización de estudios epidemiológicos en Puerto Iguazú. Desafortunadamente, por falta de recursos no se pudieron realizar los estudios filogenéticos para determinar el posible origen de la cepa viral. Teniendo todo lo anterior en cuenta y sabiendo el rol que cumplen los perros domésticos como reservorio de enfermedades, sería importante desarrollar más planes de manejo sanitario sobre las poblaciones de perros que contemplen vacunaciones y castraciones masivas.