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Historia de la educación - anuario

On-line version ISSN 2313-9277

Hist. educ. anu. vol.24 no.1 Ciudad autonoma de Buenos Aires.  2023  Epub Sep 07, 2023

 

Reseñas

Giménez, J. C. (2021). Virado a Sepia. Política y educación en Santa Fe de los años treinta. 1ª edición. Rosario: Prohistoria, 300 pp. ISBN 978-987-809-023-8

1Universidad Nacional del Litoral. Argentina. Contacto: [javier.rodrigo20@gmail.com].

Giménez, J. C.. 2021. Virado a Sepia. Política y educación en Santa Fe de los años treinta. 1ª edición, Rosario: Prohistoria, 300p. ISBN: 978-987-809-023-8.

Desde que la educación adquirió el carácter de política de Estado en la Argentina, sus actores e instituciones han quedado supeditados, en gran medida, al ritmo de los cambios políticos. Tal vez por este motivo, el campo educativo ha sido comprendido en clave política tanto para el diagnóstico como para condensar las aspiraciones y los deseos de gobiernos y oposiciones.

En su reciente libro, Virado a Sepia: Política y educación en Santa Fe de los años treinta, el historiador Juan Cruz Giménez indaga magistralmente en el conflictivo diálogo de ambos campos en el espacio santafesino en una década demarcada por los golpes de Estado de 1930 y 1943. Junto con Auroras en Provincia (2011) y La política en las tramas educativas (2017) ―en coordinación con Bernardo Carrizo―, se trata del tercer proyecto en que el autor aborda la educación santafesina desde la lente de la política. En esta oportunidad, buscó condensar -aquí en solitario- las reflexiones obtenidas de la prolífera investigación para su tesis de maestría abocada a las políticas educativas en la década de los treinta. Es también, como todo buen libro, una obra que bebe de la experiencia, en este caso de la trayectoria de Giménez como docente y funcionario en el Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe.

A partir de estos antecedentes, el autor contribuyó con otro aporte ante la amplia vacante en la historia de la educación en el caso santafesino, especialmente si se tiene en cuenta que se trata de un campo relativamente joven en la historiografía argentina ―solo recientemente cohabitado por historiadores junto con sociólogos, pedagogos e investigadores de Ciencias de la Educación―. De esta forma, el investigador retoma exponentes de la historia de la educación a nivel nacional, con figuras como Adriana Puiggrós, Pablo Pineau e Inés Dussel; al igual que contribuciones más recientes sobre el caso santafesino de Adrián Ascolani, María del Carmen Fernández y Diego Mauro, entre otros.

Similares consideraciones deben hacerse respecto al otro acervo bibliográfico retomado en la obra: los recientes aportes de la nueva historia política sobre Santa Fe. En este punto sobresalen los estudios, ya clásicos, de Darío Macor y Susana Piazzesi. Formado con ambos historiadores, Giménez continúa sus observaciones sobre la política santafesina que contribuyeron a romper con la imagen de la Década Infame. Lejos del estereotipo centrado en fraude y corrupción, el libro permite recomponer la mirada sobre un periodo de tensiones entre diversos actores políticos acerca del sistema democrático y su relación con el orden institucional republicano. Así ocurre con el caso selecto, en que tales disputas se expresaron en las intervenciones federales de 1930-1932 y 1935-1937. Ambas fueron una suerte de prólogos de dos singulares experiencias políticas: el gobierno demoprogresista de Luciano Molinas (1932-1935) y los gobiernos antipersonalistas de Manuel María de Iriondo (1937-1941) y Joaquín Argonz (1941-1943). Con buena parte de sus políticas enfocadas en el sistema educativo, los gobiernos del Partido Demócrata Progresista (PDP) y de la Unión Cívica Radical Antipersonalista (UCRA) destacaron por sus ensayos reformistas en el campo educativo.

Al pasar al análisis de la obra, Virado a Sepia comete una excelente herejía historiográfica: no deja que la simple cronología imponga su orden temático, sino que se adentra y sale de los cuatro momentos institucionales mencionados en torno a ciertos nudos problemáticos que se exploran a lo largo de sus páginas. El criterio diacrónico permite a su autor navegar por los tiempos múltiples y discordantes de la política y la agenda educativa, rompiendo con ello el corsé de un criterio exclusivamente institucionalista.

Por supuesto, los ejes se encuentran ligados entre sí en torno a ciertos hilos conductores. El principal de ellos, fundamental para evitar que los aspectos netamente políticos o educativos monopolicen el argumento, se encuentra en el concepto de culturas políticas. Al utilizar su versión heredera de la academia francesa, Giménez recuerda que la política no se compone solo de partidos, dirigentes y programas, sino que también de prácticas, discursos y representaciones muy variados y rara vez demasiado cohesionados. Ante todo, el autor deja claro que necesariamente debe usarse el plural del concepto al referirse a Santa Fe en los años treinta, especialmente porque el hilo argumental del libro recorre el decurso de las culturas políticas demoprogresista y antipersonalista santafesinas, expresadas a través de sus representaciones y reformas ante la cuestión educativa, y que son abordables, por un lado, a partir de las propuestas demoprogresistas fundamentadas en la tradición reformista y liberal-republicana que se remontan a las primeras experiencias de la Liga del Sur y, por el otro, a partir de las reformas del antipersonalismo, especie de cocktail de nuevo nacionalismo, viejo catolicismo provincial e ―sin aparente contradicción― innovación y experimentación pedagógica.

Acorde con el criterio diacrónico comentado, el texto se organiza en tres partes que dialogan de diferente forma con las culturas políticas en disputa. Así ocurre con la primera, Política y educación en los años treinta, donde se las presenta en torno a un problema común: la crisis de legitimidad política, surgida tanto del inédito gobierno demoprogresista como del fraude electoral de las gestiones antipersonalistas. La problemática continúa en el segundo capítulo, pero a partir de la detallada descripción de las principales instituciones de la política educativa provincial, el Ministerio de Instrucción Pública y Fomento y el Consejo General de Educación. Finalmente, en el tercer capítulo se pone en discusión al demoprogresismo y al antipersonalismo ante los avances de la Iglesia y la cultura católica en la opinión pública del país, que, no obstante, en Santa Fe, pareciese presentar más continuidades que rupturas.

A continuación, en la segunda parte, Políticas educativas y tensiones pedagógicas, Giménez aborda algunos hitos de la agenda educativa y los conflictos en el terreno pedagógico que generaron. Mientras que en el capítulo cuatro explora el problema del analfabetismo y las estrategias elaboradas para combatirlo.

En el quinto realiza un trabajo de historia intelectual acerca de la nave del escolanovismo, sus paradójicas influencias en el debate pedagógico y su puesta en práctica ―de modo experimental― en algunas escuelas durante la gestión antipersonalista. Por último, en el capítulo seis se desarrolla la temprana consolidación de los mecanismos de centralización e intervención estatal practicados por estas gestiones en las áreas salud y educación.

Para terminar, en la tercera parte, Ensayos reformistas en la educación, Giménez concentra en los capítulos siete y ocho los programas educativos demoprogresistas y antipersonalistas. Pese a que se trata de una constante, aquí se desarrollan en profundidad los procesos de virados a sepia que titulan la obra. Se trata de un elegante concepto por el cual, con la analogía del fenómeno químico de envejecimiento de la apariencia de las fotografías a una tonalidad sepia, el autor aborda el proceso de construcción de legitimidades sustitutivas por los gobiernos santafesinos de la década del treinta a partir de la reinterpretación y puesta en escena de elementos de un pasado idealizado ―particularmente, porque las políticas educativas y culturales fueron netamente coloreadas de este sepia―. De esta forma, ante la crisis de legitimidad, el novel gobierno del PDP fundamentó su ley de educación de 1934 y la creación de los Consejos Escolares de Distrito en los proyectos liguistas de descentralización política de Lisandro de la Torre e, incluso, en la tradición federalista norteamericana.

Por su parte, en el capítulo ocho se indaga en la gestión de Manuel de Iriondo. Aquí, los virados a sepia del iriondismo se fundamentaron ante el pecado original del fraude electoral. El gobierno, en cambio, optó por legitimarse desde la agenda educativa y las instituciones culturales ―como museos o la Junta Provincial de Estudios Históricos― y por ampararse en aniversarios y celebraciones de figuras patricias del pasado provincial ―como Estanislao López, Simón de Iriondo (padre de Manuel), Domingo Silva o Rodolfo Freyre―. Junto con el intento de legitimación esbozado en forma de un republicanismo de tono aristocrático que miraba al pasado, el gobierno opuso exitosamente a su falta de legitimidad de origen otra de ejercicio mediante una sorprendente proliferación de obras públicas.

A modo de cierre, Virado a sepia constituye un excelente trabajo historiográfico para todo tipo de académicos interesados en el estudio de la política y la educación en la primera parte del siglo XX argentino. Aunque la obra se concentra en las especificidades de la educación santafesina, se trata sin dudas de un caso de comparación relevante para analizar en relación con otras provincias, tanto durante la década del treinta como en periodos anteriores y posteriores.

Al salir de lo que Halperín Donghi ha llamado la cofradía de los historiadores, resulta refrescante una obra que se permita un análisis tan riguroso del sistema educativo. Aunque sea en tiempos pasados, procura no caer en respuestas fáciles en términos de efectividad o resultados. En momentos en que la educación se encuentra en el debate público como uno de los signos de la decadencia del país, resulta tanto más valiosa una obra que indague sobre los diagnósticos y políticas a inicios de siglo ante un contexto que también se percibía en crisis.

REFERENCIAS

Giménez, J. C. (2021). Virado a Sepia. Política y educación en Santa Fe de los años treinta. 1ª edición. Rosario: Prohistoria, 300 pp. ISBN 978-987-809-023-8 [ Links ]

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