Hasta el momento, múltiples estudios (González Moraga, 2015; Paulhus & Williams, 2002; Zettler et al., 2020) han profundizado y conceptualizado aquellos factores de personalidad oscuros vinculados con comportamientos malévolos, despiadados y de desprecio por la vida ajena: maquiavelismo, narcisismo, psicopatía, sadismo, entre otros. En suma, tales investigaciones probaron que dichos rasgos específicos de personalidad tienden a presentarse en conjunto, lo significa que, si un sujeto muestra niveles elevados de uno de ellos, probablemente también presente un grado elevado de los otros. Por consiguiente, Moshagen et al. (2018) proponen un constructo integrativo denominado Dark Factor of Personality, o el Factor D de Personalidad, definida como la tendencia general de un ser humano a exhibir manifestaciones específicas de rasgos oscuros de personalidad. De esta forma, mediante el factor D, Moshagen et al. (2018) lograron conceptualizar un principio básico, el núcleo común que subyace a los factores de personalidad oscura y unificarlos en un mismo elemento.
El factor D de la personalidad es definido y conceptualizado análogamente al factor G de la inteligencia (Moshagen et al., 2020; Zetller et al., 2020). Así como el factor G se concibe como la habilidad fundamental de la inteligencia en la cual se unifican los factores S, el factor D alude a la disposición básica de la personalidad que da lugar a rasgos específicos relacionados con el antagonismo, la malevolencia y el comportamiento socialmente aversivo (Zetller et al., 2020). Como resultado, mientras que el primero simboliza la esencia de la conducta inteligente, el segundo representa el cimiento del cual proliferan los factores característicos de personalidad oscura. El factor D de la personalidad es definido como "La tendencia general a maximizar la utilidad individual de uno -despreciar, aceptar o provocar malévolamente la inutilización hacia los demás-, acompañada de creencias que sirven como justificaciones" (Moshagen et al., 2018, p. 657). Dicha predisposición a la maximización se expresa en múltiples aspectos tales como el dinero, status y metas ya que el objetivo del sujeto con altos niveles de factor D es la obtención de una ganancia emocional: sentimientos de superioridad y placer, sin importar los medios para alcanzarlo. Esto significa que tales sujetos suelen comportarse con pleno desprecio e indiferencia frente a la vida anímica y física del otro, utilizándolos a su favor o eliminándolos en caso de resultar un obstáculo. Finalmente, tales actos malévolos son contrarrestados en la mente del sujeto a partir de la presencia de creencias justificativas, ya sea implícitas o explícitas, que le permiten confiar en su comportamiento y alentar su continuación (Zettler et al., 2020). Análogamente al factor G de la inteligencia, el factor D de la personalidad constituye una propensión básica subyacente, que existe en determinados individuos, a exhibir manifestaciones oscuras. Por consiguiente, representa el núcleo extenso, independiente y elemental del cual se desprenden rasgos -oscuros- específicos y diferenciados, pero necesariamente relacionados (Diebels et al., 2018; Jonason et al., 2009; Jones & Figueredo, 2013).
El modelo que logra mayor semejanza teórica al factor D hasta el momento es aquel denominado Tríada oscura de la personalidad (Dark triad), el cual ha protagonizado la mayoría de los estudios modernos del lado oscuro de la personalidad. Desarrollado por Paulhus y Williams (2002), consiste en una perspectiva dimensional compuesta en principio por tres -luego adhiere un cuarto- rasgos de personalidad oscura socialmente aversivos, los cuales comparten la presencia de violencia psicológica, inhibición moral, insensibilidad, manipulación interpersonal, baja amabilidad y agresividad (González Moraga, 2015). Sin embargo, al evaluarse en poblaciones subclínicas (distribuciones continuas en muestras comunitarias más amplias que no suponen patología), un alto porcentaje de los individuos que exhiben niveles elevados de tríada oscura logran mantener una funcionalidad social normal, a punto tal que dichos rasgos les resultan hasta favorecedores para la adaptación a diversos contextos y situaciones (Penke et al., 2007).
Las tres dimensiones contempladas en la Tríada oscura de la personalidad son el Narcisismo (subclínico), Maquiavelismo y la Psicopatía (subclínica), consideradas como las tendencias de un sujeto a presentar insensibilidad, egoísmo y maldad en sus relaciones interpersonales, lo que implica daño y destrucción fundamentalmente para el prójimo (González Moraga, 2015). En lo que refiere a su puntuación, cada rasgo es particular y diferenciado del otro, aunque los individuos suelen presentar altos niveles en más de una dimensión. Y de los tres principales rasgos, la Psicopatía resulta la más dañina y perjudicial al incluir mayores comportamientos destructivos (Paulhus & Williams, 2002).
El modelo de la Tríada oscura de la personalidad sufrió una ampliación en su estructura al incorporar una cuarta dimensión, el sadismo (cotidiano o subclínico), renombrándose como Dark Tetrad o Tétrada oscura (Paulhus, 2014). Dicha reciente incorporación se caracteriza por la propensión a causar intencionalmente daño físico, verbal y/o psicológico y experimentar satisfacción y gratificación como resultado. A diferencia del sadismo criminal o sexual, el cotidiano refiere a eventos habituales donde el sujeto siente placer al producir u observar como otros resultan lastimados o humillados. De esta manera, los sujetos con elevados niveles de sadismo se caracterizan principalmente por la búsqueda de oportunidades para ejercer dolor -de cualquier tipo- en los demás, pudiendo ser interpretado a su vez como actos o comportamientos crueles (Buckels et al., 2013).
La incorporación del factor D como constructo integrador permite resumir las puntuaciones individuales de cada dominio en una evaluación general del factor D, cuyos niveles elevados reflejarían en consecuencia puntuaciones altas en cada específico (Moshagen et al., 2018). Asimismo, debido a que los rasgos han sido asociados a diversos comportamientos delictivos y patológicos, dicho constructo significa un importante aporte para la prevención y detección de posible psicopatología, enfermedad mental (Harrop et al., 2017; Monaghan et al., 2016), violencia, criminalidad, dominancia, insensibilidad, poder, egocentrismo u otras manifestaciones problemáticas y no éticas (Muris et al., 2017). Aunque existen muchos estudios sobre la tríada oscura de la personalidad o la tétrada (Moshagen et al., 2018), el presente modelo es distinto a los anteriores en varios aspectos. En primer lugar, no solo amplía la cantidad de dimensiones, sino que se refiere a que la personalidad oscura es un constructo fluido que se manifiesta en todos sus rasgos, esto es, una disposición general. En segundo lugar, el presente enfoque postula que los sujetos con personalidad oscura con el propósito de dañar a los demás pueden aceptar verse perjudicados (financiera o socialmente) con el fin de perjudicar a otros (Moshagen et., 2018). Por ejemplo, un ex-esposo puede llevar a cabo conductas inmorales con el fin de ser despedido de su trabajo para perjudicar financieramente a su ex-pareja e hijos. Por otra parte, todas las dimensiones tienen una convergencia de la psicopatología social aversiva: rasgos narcisistas, paranoides, antisociales y tendencias borderline (Hilbig et al., 2021).
A continuación, se mencionarán y describirán brevemente los nueve rasgos contemplados en el factor D de la personalidad y como fueron representados en el cuestionario D70 (Moshagen et al., 2020):
Egoísmo: excesiva preocupación por el alcance del propio placer o ventaja, pero a expensas del bienestar de los demás y la comunidad.
Interés propio: refiere al deseo de promover y maximizar el estado social y económico personal. Incluye la indiferencia o insensibilidad frente al sufrimiento o la necesidad de otros.
Desprecio: tendencia y voluntad a destruir o causar daño al otro por placer, incluso si esto implicase daño a uno mismo.
Maquiavelismo: comportamiento manipulador, insensible y engañoso, acompañado por moralidad pragmática, que supone la utilización de los demás para conseguir un beneficio personal.
Desconexión moral: estilo de procesamiento cognitivo, entre ellos, una deshumanización engañosa, atribución errónea de responsabilidad y culpa, que le permite y justifica su comportamiento poco ético sin sentir distrés.
Narcisismo: sentido exagerado de autoimportancia y superioridad. Focaliza principalmente en el narcisismo antagonista al ser el más relacionado con el comportamiento agresivo y explosivo, a expensas de los demás, resultando así el aspecto más oscuro de dicho rasgo y, por lo tanto, el más representativo del factor D.
Privilegio psicológico: creencia persistente y estable de que uno merece más que los demás y que debe recibir un mejor trato.
Psicopatía: se caracteriza por la dificultad o ausencia de empatía y autocontrol, acompañada de alta impulsividad.
Sadismo: placer experimentado frente al acto de infligir dolor físico o psicológico en otros, o por el beneficio que le representa. Incluye comportamientos crueles, degradantes y/o agresivos.
Con respecto a los factores demográficos asociados con la personalidad oscura, la edad y el género fueron variables estudiadas. Los estudios indicaron que los varones puntúan más alto, y que a mayor edad, menos puntaje en dichas variables (Hartung et al., 2018). A pesar de la popularidad de la personalidad oscura, pocos estudios han estudiado estas variables demográficas con respecto a un modelo complejo como el D de personalidad oscura (Hartung et al., 2018).
El constructo D recibe apoyo empírico fundamental respecto a la representación de nueve diversos rasgos de personalidad oscura, mientras que resulta paralelamente respaldado como un factor general independiente a partir del modelo bifactorial ya que, a diferencia de los dominios específicos, este sí logra predecir y explicar sustancialmente la variación incremental de una serie de medidas de criterio. Estos incluyen, fundamentalmente, resultados comportamentales, así como también la agresión, el dominio, la falta de empatía y de habilidad de brindar cuidados y protección a otros (Moshagen et al., 2018; Moshagen et al., 2020). Por ende, es de gran relevancia medir la personalidad oscura a partir del factor.
De este modo, los objetivos del presente trabajo fueron:
Explorar la consistencia interna de las escalas del D70 en una muestra de adultos argentinos.
Describir los puntajes del D70 en dicha muestra.
Determinar si el género y la edad introducen diferencias en los puntajes del D70.
Explorar a partir de un modelo estructural si los puntajes en empatía y del D70 son predictores de los problemas de conducta.
MÉTODO
Participantees
Se trabajó una muestra intencional de 565 adultos con edades de 18 a 58 años, con media de edad de 25.31 (DE = 9.38). Con respecto al género, un 34% eran varones y un 66%, mujeres. Un 53% tenía un trabajo rentado, mientras que el grupo restante, no. El 40% residía en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 50% en Gran Buenos Aires y el 10% en Paraná, Entre Ríos, Argentina. Con respecto al nivel de estudios, un 41% tenía nivel secundario, el 12%, terciario, el 44%, universitario y el 3%, posgrado. Los criterios de inclusión eran ser mayor de edad, residir en Buenos Aires o Paraná y haber asistido a la escuela secundaria.
Instrumentos
Cuestionario socio-demográfico: indagaba sobre género, edad, nivel de estudios, etc.
Factor D de la personalidad (Moshagen et al., 2018, 2020). Compuesto por 70 preguntas, las que se engloban en nueve dimensiones: maquiavelismo, narcisismo, psicopatía, privilegio psicológico, sadismo, desconexión moral, desprecio, avaricia y autointerés. Las preguntas se puntúan en una escala Likert que van de 1 = totalmente en desacuerdoa 4 = totalmente de acuerdo, teniendo a su vez varios ítems inversos que deben ser recodificados. Luego, se promedian y los puntajes más altos indican mayor nivel del constructo evaluado. Algunos ejemplos de estos ítems son: "Es inteligente guardar la información que puedes usar en contra de la gente en el futuro" (maquiavelismo con siete preguntas), "No encuentro mucho placer en ver fracasar a mis rivales" (narcisismo con seis preguntas), "No quiero que la gente tenga miedo de mí o de mis impulsos" (psicopatía con siete preguntas), "Quien me lastima no puede contar con mi compasión" (privilegio psicológico con cinco preguntas), "Odio ver a la gente lastimada" (sadismo con ocho preguntas), "Está bien tratar mal a alguien que se comporta como una basura" (desconexión moral con cinco preguntas), "A veces vale la pena sufrir un poco para ayudar a la gente que lo necesita", "Para la mayoría de las cosas, hay un punto en la que uno ya tiene suficiente" (avaricia con cuatro preguntas), "Si tuviese la oportunidad, pagaría con gusto un pequeño monto de plata para ver desaprobar un examen final a un compañero de clase que me cae mal" (desprecio con seis preguntas) y "Es difícil salir adelante sin tomar atajos de vez en cuando" (autointerés con cuatro preguntas). El instrumento demostró tanto buenas propiedades psicométricas como adecuada estructural factorial mediante análisis factoriales exploratorios y confirmatorios y satisfactoria consistencia interna, como validez de constructo con respecto a la dominancia, la impulsividad, la insensibilidad y la agresión (Moshagen et al., 2018), como validez test-retest (Moshagen et al., 2020). Dos investigadores en psicología con conocimiento de inglés tradujeron la escala del inglés al español. Luego dos hablantes nativos de inglés llevaron a cabo la traducción inversa del español al inglés. La traducción fue comparada con el original en inglés por parte de los autores del test hasta llegar a una versión al español argentino aprobada por los autores. También existen versiones breves de 16 y 35 preguntas. Antes de aplicarlo a la muestra, se aplicó el cuestionario en una muestra de 30 estudiantes universitarios de la carrera de psicología en Paraná que no mostraron problemas al responder. Aquí no se agregaron las nuevas escalas Frustralia, Crudelia y Avaricia, las cuales todavía están siendo trabajadas por los autores del test, que constituyen una versión revisada de la escala, mientras que aquí se trabajó con la escala original (Moshagen et al., 2018). Dicho instrumento en su versión argentina presenta una adecuada estructura factorial de nueve factores similares a la de los autores del test, como lo indicó un análisis factorial confirmatorio bifactorial, donde cada uno de los ítems cargaba en su respectiva dimensión como en el general (factor D), CFI = .97, TLI = .96, RMSEA = .02, SRMR = .06 (Resett & González Caino, 2023).
Escalas de Problemas Externalizantes del Autoinforme para Adultos de 18 a 59 años del Sistema Achenbach de Evaluación con Base Empírica (Achenbach & Rescorla, 2003). El Autoinforme para Adultos de Achenbach incluye ocho escalas destinadas a medir distintos síndromes. En la presente investigación se incluyeron las que evalúan tres dimensiones de los problemas externalizantes. El sujeto debe informar sobre los últimos seis meses. Todos los ítems constan de tres alternativas: No es cierto, A veces/algo ciertoyMuy cierto/muchas veces cierto que se puntúan de 0 a 2. Con relación a las propiedades psicométricas, las consistencias internas informadas por los autores fueron .83 para Conducta Agresiva, .86 para Conducta Antisocial y .72 para Conducta Indiscreta. Amplia evidencia empírica apoya la validez de la forma para adultos del ASEBA en poblaciones de Estados Unidos, Finlandia y Turquía (Achenbach & Rescorla, 2003). El primero de ellos, Conducta Agresiva, está constituido por siete ítems, tales como "Cuando me enojo, grito", "Tengo mal carácter", "Tengo cambios repentinos en el humor o en cómo me siento", etc. La segunda escala Conducta Antisocial con seis ítems, tales como "Miento o hago trampas", "He robado cosas", "No cumplo con el pago de mis deudas o de otras responsabilidades de dinero", etc. La tercera subescala es Conducta Indiscreta, constituida por los mismos ítems propuestos por Achenbach (que son cinco) por ejemplo "Me mando la parte", "Me hago el payaso", "Hablo demasiado", etc. Dicha escala presenta buenas propiedades en adultos argentinos, como adecuada estructura factorial, alfas de Cronbach adecuada y validez concurrente en adolescentes (Resett, 2014) y adultos (Facio et al., 2012). En el presente estudio las alfas de Cronbach fluctuaban entre .75 y .86.
Escala básica de empatía (Jolliffe & Farrington, 2006). Consta de nueve ítems que mide dos formas de empatía: la empatía cognitiva y la empatía afectiva. Para esto, posee una escala Likert, la cual va desde 1 = totalmente en desacuerdo a 5 = totalmente de acuerdo, indicando puntajes más altos para niveles más altos de empatía. Algunos ejemplos de ítems son: "Me pongo triste cuando veo a gente llorando" o "Los sentimientos de los demás me afectan con facilidad", para empatía afectiva. Y "Casi siempre me doy cuenta de cuándo están asustados mis amigos/as" o "A menudo puedo comprender cómo se sienten los demás, incluso antes de que me lo digan", para la empatía cognitiva. Fue adaptada al español por Merino Soto y Grimaldo Muchotrigo (2015) con buenas propiedades. Los índices de alfa de Cronbach para este estudio fueron de .78 para empatía cognitiva y .79 para la afectiva, demostrando confiabilidad interna aceptable.
Procedimiento de recolección de datos
En primer lugar, los tests se compartieron en un formulario de Google drive que se distribuyó en distintas redes sociales, como Facebook, Instagram, etc. Dicho formulario contenía una explicación del propósito del estudio, el nombre de los investigadores responsables, como su e-mail de contacto para cualquier duda o consulta, y un consentimiento informado que explicaba que la participación era voluntaria. Si el participante quería completar el test debía tildar el acepto a participar voluntariamente, de lo contrario no podía contestar el test. Se aseguró el anonimato y la confidencialidad. El presente estudio fue aprobado por un comité de ética de la facultad en la que se desempeñan los autores del manuscrito, quienes son parte también de un proyecto de esta.
Procedimiento de análisis de datos
Los datos se analizaron con el programa SPSS 25 para extraer estadísticos descriptivos (medias, desvíos típicos, etc.) e inferenciales (alfas de Cronbach para medir la consistencia interna, correlaciones de Pearson y comparaciones de medias). El género y la edad -pertenencia grupo de edad- se colocaron como factor entre sujetos y los puntajes en el D70 como variables dependientes. Los valores de asimetría iban de 0.21 a 1.37 y los de curtosis de .04 a 2.30, por lo cual pueden tomarse como valores con relativa normalidad en ciencia sociales (Kline, 2015; Tabachnick & Fidell, 2014). Sin embargo, la prueba del test de Mardia con el programa Lisrel 8 arrojó que no existía normalidad multivariante, tanto para la curtosis y la asimetría ps < .05. Por dicho motivo, se usó el programa Mplus 6 para poner a prueba un modelo estructural con el ajuste de máxima verosimilitud robusto MLR. Se colocó la empatía y el D70 como variables exógenas latentes y los problemas de conducta como variable endógena latente, esto es, el factor D y la empatía como predictores y los problemas de conducta como variable dependiente. Para evaluar el ajuste del modelo confirmatorio, se tuvieron en cuenta los índices de CFI, TLI, RMSEA y SRMR. Valores de CFI y TLI por encima de .90 y RMSEA y SRMR por debajo de .10 son adecuados (Bentler, 1992; Byrne, 2012). Aunque existen criterios más exigentes, se tomaron índices de CFI y TLI mayores de .95 y RMSEA y SRMR menores de .05 (Hu & Bentler, 1999). En la actualidad, se postulan criterios de CFI mayor de .97 y RSMEA y SRMR menores de .07 (Hair et al., 2010). Que el X 2 no sea significativo es un criterio muy exigente y depende del tamaño de la muestra (Byrne, 2012), por lo cual se sugiere dividir X 2 por los grados de libertad del modelo (Hu & Bentler, 1999). Aunque no existen criterios ampliamente aceptados del valor que debe arrojar dicho procedimiento, se postulan como satisfactorios valores menores a 3 o menos (Cupani, 2012). Debido a la naturaleza ordinal de las respuestas, para calcular la consistencia interna se empleó también el índice de Omega de McDonald realizado con el Jamovi 2.3.28.
RESULTADOS
En lo relativo a las alfas de Cronbach, estas eran .56 para egoísmo; .67 para maquiavelismo; .65 para narcisismo; .72 para psicopatía; .57 para privilegio psicológico; .55 para desconexión moral; .63 para desprecio; .81 para sadismo y .55 para autointerés. Para le escala total fue .95. Los índices de Omega eran: .57, .67, .65, 73, .58, .55, .63, 82, .57 y .95, respectivamente.
Con respecto a los estadísticos descriptivos de las nueve escalas del D70 y su puntaje total, en la Tabla 1 se presentan los resultados.
Dimensión | M | DE |
---|---|---|
Maquiavelismo |
2.72 |
0.65 |
Narcisismo |
2.61 |
0.64 |
Psicopatía |
2.21 |
0.64 |
Privilegio psicológico |
2.58 |
0.69 |
Sadismo |
1.91 |
0.66 |
Desconexión moral Desprecio Egoísmo Autointerés Factor D |
2.31 2.10 2.62 2.44 2.39 |
0.65 0.63 0.66 0.72 0.50 |
En la Tabla 2 se encuentran las correlaciones entre las distintas dimensiones de la escala de factor D y el puntaje total.
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Maquiavelismo |
- |
|||||||||
Narcisismo |
.63** |
- |
||||||||
Psicopatía |
.66** |
.55** |
- |
|||||||
Privilegio psicológico |
.50** |
.45** |
.54** |
- |
||||||
Sadismo |
.59** |
.55** |
.69** |
.48** |
- |
|||||
Desconexión moral |
.55** |
.51** |
.58** |
.50** |
.59** |
- |
||||
Desprecio |
.60** |
.48** |
.60** |
.50** |
.63** |
.56** |
- |
|||
Egoísmo |
.57** |
.45** |
.53** |
.40** |
.46** |
.50** |
.50** |
- |
||
Autointerés |
.51** |
.42** |
.58** |
.48** |
.60** |
.47** |
.49** |
.45** |
- |
|
Factor D |
.81** |
.73** |
.83** |
.71** |
.81** |
.76** |
.77 |
.70** |
.73** |
- |
Con respecto a si la edad introducía diferencias con respecto a las nueve dimensiones del D70 y en el factor general, en la Tabla 3 se muestran las medias y desvíos típicos para adultos emergentes y adultos.
Con respecto a las diferencias de edad, emergían diferencias en maquiavelismo, psicopatía y narcisismo debido a puntajes más altos en los adultos emergentes en comparación con el otro grupo, como se muestra en la Tabla 3.
En el caso de las diferencias en las dimensiones del D70 de acuerdo con el género en la Tabla 4 se presentan las medias y desvíos para varones y mujeres.
Como se muestra en la Tabla 4, los varones puntuaban más altos en todas las dimensiones con la excepción de narcisismo y privilegio psicológico en las cuales no emergían diferencias a este respecto.
M(DE) | |||||
---|---|---|---|---|---|
Adultos emergentes n= 315 | Adultos n= 250 | F(564) | |||
Maquiavelismo |
2.77(0.60) |
2.65(0.69) |
4.87* |
||
Narcisismo |
2.67(0.64) |
2.53(0.63) |
6.76** |
||
Psicopatía |
2.26(0.65) |
2.14(0.62) |
4.27* |
||
Privilegio psicológico |
2.55(0.69) |
2.63(0.69) |
1.61 |
||
Sadismo |
1.93(0.64) |
1.89(0.69) |
0.41 |
||
Desconexión moral |
2.33(0.63) |
2.29(0.68) |
0.66 |
||
Desprecio |
2.11(0.60) |
2.08(0.67) |
0.52 |
||
Egoísmo |
2.64(0.65) |
2.59(0.68) |
15.59 |
||
Autointerés |
2.48(0.70) |
2.40(0.73) |
1.70 |
||
Factor D |
2.42(0.48) |
2.35(0.53) |
2.07 |
M(DE) | |||
---|---|---|---|
Hombre n= 192 | Mujer n= 373 | F(564) | |
Maquiavelismo |
2.82(0.65) |
2.67(0.64) |
7.36** |
Narcisismo |
2.67(0.68) |
2.58(0.62) |
2.43 |
Psicopatía |
2.31(0.65) |
2.16(0.63) |
7.23* |
Privilegio psicológico |
2.64(0.69) |
2.55(0.69) |
1.96 |
Sadismo |
2.05(0.70) |
1.84(0.63) |
11.64*** |
Desconexión moral |
2.44(0.69) |
2.25(0.62) |
10.97*** |
Desprecio |
2.20(0.66) |
2.04(0.61) |
7.98** |
Egoísmo |
2.82(0.68) |
2.51(0.63) |
27.06** |
Autointerés |
2.63(0.76) |
2.35(0.67) |
19.52*** |
Factor D |
2.51(0.52) |
2.33(0.49) |
16.17*** |
Con respecto a las correlaciones entre las dimensiones del D70, la empatía emocional, cognitiva, agresividad, conducta antisocial y conducta indiscreta en la Tabla 5, se presentan las correlaciones.
Empatía afectiva | Empatía cognitiva | Conducta indiscreta | Conducta agresiva | Conducta antisocial | |
---|---|---|---|---|---|
Maquiavelismo |
-.31** |
-.11** |
.28** |
.41** |
.46** |
Narcisismo |
-.24** |
-.19** |
.30** |
.34** |
.36** |
Psicopatía |
-.40** |
-.16** |
.28** |
.40** |
.47** |
Privilegio psicológico |
-.31** |
-.19** |
.12* |
.20** |
.27** |
Sadismo |
-.46** |
-.26** |
.24** |
.29** |
.41** |
Desconexión moral |
-.34** |
-.18** |
.25** |
.28** |
.36** |
Desprecio |
-.33** |
-.15** |
.16** |
.31** |
.39** |
Egoísmo |
-.12** |
-.80 |
.31** |
.36** |
.34** |
Autointerés |
-.51** |
-.32** |
.15** |
.23** |
.32** |
Factor D |
-.47** |
-.24** |
.29** |
.40** |
.50** |
Predictores | Carga |
---|---|
Factor D Problemas de conducta Empatía Problemas de conducta Factor D Autointerés Factor D Egoísmo Factor D Desprecio Factor D Maquiavelismo |
.66*** |
.59*** | |
.70*** | |
.68*** | |
.74*** | |
.79*** | |
Factor D Narcisismo |
.67*** |
Factor D Psicopatía |
.82*** |
Factor D Privilegio psicológico |
.62*** |
Factor D Sadismo |
.82*** |
Factor D Desconexión moral |
.71*** |
Empatía Empatía afectiva |
.78*** |
Empatía Empatía cognitiva Problemas de conducta Conducta agresiva Problemas de conducta Conducta antisocial Problemas de conducta Conducta indiscreta |
.38*** .69*** .77*** .50*** |
Finalmente, se puso a prueba un modelo estructural para predecir los puntajes de problemas de conducta a partir de la empatía y el D70 como variables latentes exógenas. En el gráfico 1 se expone el modelo a poner a prueba. Como se percibe en la Tabla 6, tanto los puntajes en empatía como en el D70 eran predictores significativos. Se predecía una varianza del 18% de los puntajes de problemas de conducta con dicho modelo.
Se detectó un buen ajuste modelo X 2(74) = 202.34, p < .001, CFI = .98, TLI = .95, SRMR = 03, RMSEA = .04. Aunque el X 2 era significativo, al dividirlo por los grados de libertad se hallaba un valor que no supera el 3. En la Tabla 6 se muestran los senderos y su nivel de significatividad. La correlación entre empatía y D70 era significativa r = -.63 p < .001.
DISCUSIÓN
La personalidad oscura es un importante constructo. El D70 entiende a esta como un factor g de inteligencia. De este modo, el presente estudio es el primero en idioma español en usar un cuestionario a este respecto. Los objetivos del presente trabajo eran evaluar las alfas de Cronbach de las nueve subescalas, describir los puntajes del D70, determinar si el género y la edad introducías diferencias y poner a prueba un modelo estructural para predecir la personalidad oscura a partir de la empatía y los problemas de conducta en una muestra de adultos argentinos.
Con respecto a las alfas de Cronbach del D70, las mismas eran adecuadas para las distintas dimensiones, con excepción de egoísmo, privilegio psicológico, desconexión moral y autointerés, que se hallaban por debajo de 0.60, como indican diversos autores (DeVellis, 2012; Kaplan & Saccuzzo, 2006). No obstante, como estos autores señalan, se pueden tolerar coeficientes más bajos, como los aquí detectados, en escalas con pocos ítems -muchas de las dimensiones aquí evaluadas tienen tres, cuatro o cinco preguntas-. La consistencia para la escala total era .96 y su nivel era similar al hallado por los autores en los países del primer mundo con .97 (Moshagen et al., 2020).
Por otra parte, otro factor que puede haber introducido una baja consistencia es que algunas preguntas son invertidas y esto puede causar una confusión en las respuestas. Por ende, muchos investigadores sugieren colocarlas todas en la misma orientación (Suárez et al., 2018; Solís Salazar, 2015; Sonderen et al., 2013).
En cuanto al objetivo número 2, se han encontrado diferencias según la edad de los participantes, y son los adultos emergentes los que puntuaron más alto en maquiavelismo, narcisismo y psicopatía. Estos mismos resultados fueron encontrados en varias oportunidades, utilizando instrumentos clásicos de medición de la triada oscura de la personalidad, y mostrando que, a medida que las personas crecen, los rasgos oscuros de la personalidad comienzan a disminuir (Barlett & Barlett, 2015; Bauhr & Charron, 2020; Klimstra et al., 2020; Kawamoto et al., 2020). En el caso de las diferencias según el género de los participantes, la mayoría de las dimensiones del factor D de la personalidad puntuaron en favor del género masculino, como también el factor general. La mayoría de la literatura científica acompaña este resultado, siendo la personalidad oscura encontrada en población masculina mayor que en población femenina (Dinic & Wertag, 2018; Jonason & Davis, 2018; Pineda et al. 2018). Estos resultados están en línea con los autores del modelo que detectaron que, en muestras de más de 12.000 adultos, los varones puntuaban sistemáticamente más alto que las mujeres en los rasgos del D70 y se observaba que, al aumentar la edad, estos disminuían (Hartung et al., 2021).
En el caso de la predicción de los problemas de conducta, los resultados arrojaron a todas las dimensiones del factor D como predictores positivos, mientras que la empatía resultó ser un predictor negativo de esta conducta. La personalidad oscura ha sido utilizada como un gran predictor de distintos tipos de problemas de conducta (Goodboy & Martin, 2015; Geel et al., 2017), de la agresividad (Jones & Neria, 2015) y de la conducta antisocial (Moor & Anderson, 2019; Sijtsema et al., 2019). Por otro lado, la baja empatía es también un predictor recurrente de los problemas (Van Lissa et al., 2017). Estas características de explotación y de alta impulsividad, propias de la personalidad oscura, junto también a una baja empatía, es lo que provocaría que los individuos con estas características tendieran a experimentar muchas más conductas problemáticas.
Este trabajo tiene una serie de limitaciones que deben ser señaladas. En primer lugar, la muestra fue recolectada en forma no aleatoria, por lo cual los resultados no son generalizables a toda la población. Por otra parte, los datos fueron recogidos en forma virtual, por lo cual solo se accedió a los participantes que usan las nuevas tecnologías y, por otro lado, los investigadores no estaban presentes para aclarar las dudas que pudieran emerger. Además, la cantidad de varones era algo menor a la de mujeres, lo cual puede haber introducido un sesgo. Se utilizó el autoinforme que presenta sus limitaciones, principalmente en un tema como la personalidad oscura en la cual algunos participantes pueden haber dado respuestas socialmente deseables o haber ocultado información por su mismo patrón de personalidad aversiva. También el haber medido todas las variables con el mismo método de recolección de datos aumenta artificialmente las relaciones entre las variables por el método de datos compartido. Al tratarse de un estudio transversal, no se puede observar cómo el fenómeno cambia a través del tiempo o poder determinar la direccionalidad de la causalidad.
Futuros estudios deberían trabajar con muestras recogidas de forma aleatoria con el fin de poder generalizar los resultados. Sería deseable que investigaciones futuras recojan los datos en forma presencial y virtual con el fin de determinar si este formato introduce diferencias. Sería relevante que se lleven a cabo estudios longitudinales para determinar la estabilidad de la personalidad oscura a través del tiempo. También, futuros estudios deberían usar otras técnicas de recolección de datos con el fin de evitar las limitaciones del autoinforme –como dar respuestas socialmente deseables, brindar respuestas extremas, ocultar información o problemas de comprensión lectora-, como puede ser emplear otros informantes. Futuros estudios deberían emplear test como el Short Dark Triad de Jones y Paulhus (2014) o instrumentos que miden otros rasgos de la personalidad oscura para determinar la validez de constructo del D70. Asimismo, se deberían incorporar otras variables de relevancia a este respecto, como autoestima o conducta antisocial, por ejemplo. Del mismo modo, sería relevante usar modelos estructurales para evaluar la validez de constructo en el futuro. Sería deseable evaluar cómo funciona este instrumento en poblaciones no comunitarias, como personas privadas de la libertad. Finalmente, se debería evaluar la estructura del test con la teoría de la respuesta al ítem.