Introducción
La dentición mixta (transicional) es la fase de formación dental en la que existen dientes primarios y permanentes en la cavidad bucal. Por lo general termina a los 12 o 13 años con la erupción de los segundos molares permanentes o los segundos premolares permanentes en cada arco. 1, 2 Desde la dentición mixta o de transición hasta la dentición permanente, ocurre una secuencia de hechos de manera ordenada y regulada en el tiempo. Estos sucesos dan como resultado una oclusión funcional, estética y estable. Cuando la secuencia se altera surgen problemas que pueden afectar el estado final de la oclusión en la dentición permanente. 3
Un problema frecuente en la dentición infantil son los hábitos orales que pueden generar maloclusiones funcionales tales como mordidas abiertas anteriores, desviaciones de la línea media, apiñamiento dentario, mordidas cruzadas anteriores y posteriores con la posible alteración de la articulación temporomandibular. 4 Los hábitos bucales incorrectos son costumbres adquiridas por la repetición continua de una serie de actos que sirven para calmar una necesidad emocional.
Todos los hábitos anómalos modifican la posición de los dientes, la relación y la forma que guardan las arcadas dentarias entre sí. 5 El manejo de los hábitos orales se debe iniciar en el momento en que se diagnostica, y preferiblemente en edades tempranas con el fin de tratarlas en el nivel primario de prevención de manera de no llegar a tratamientos complejos. 6
La oclusión funcional debe ser tenida en cuenta desde la misma dentición infantil para prevenir alteraciones que posteriormente causarían serios problemas oclusales en el adulto, ya que la dentición en estas edades además de permitir la respiración, fonación y alimentación del niño, servirá de guía en la erupción de los dientes permanentes y permitirá el correcto desarrollo de las arcadas dentarias. 7
Es importante llevar a cabo un estudio en niños con dentición mixta, ya que al conocer la asociación entre maloclusiones funcionales y hábitos nocivos podrían detectarse a tiempo y así prevenir alteraciones de mayor gravedad en adolescentes y adultos. Además, en esta región son escasos los estudios que evalúen estas alteraciones. Por lo antes expuesto, el objetivo del presente estudio fue determinar la prevalencia de maloclusiones funcionales y su asociación con hábitos orales en niños con dentición mixta.
Materiales y métodos
Se realizó un estudio observacional, relacional de corte transversal. El protocolo de investigación fue aprobado por el Comité de Bioética de FOUNNE (ORD N° 78-2004 - 23/4/2014). La población de estudio estuvo constituida por los pacientes que asistieron a la Clínica del Módulo Atención Integral del Niño y Adolescente de la Facultad de Odontología de la UNNE en el año 2018 durante los meses de abril a noviembre para su atención integral, sobre los cuales se aplicaron criterios de inclusión y de exclusión. Criterios de inclusión: pacientes de entre 6 y 12 años con dentición mixta, quienes junto a sus padres y/o tutores aceptaron formar parte del estudio y aportaron su consentimiento para la utilización de los datos de exploración. Criterios de exclusión: pacientes que presentaron alguna patología sistémica significativa con deficiencia motriz o neurológica, o aquellos que recibieron o estaban recibiendo en ese momento cualquier tipo de tratamiento ortopédico u ortodóntico.
En base a estos criterios se conformó la población objeto, constituida por 203 pacientes entre los que se seleccionó una muestra del 30% mediante un Muestreo al Azar Sistemático cuyo resultado fue una muestra conformada por 61 pacientes.
Método de examen
El examen clínico de los pacientes se llevó a cabo en las Clínicas de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional del Nordeste. Primero, se les presentó una hoja informativa a los pacientes, padres y/o tutores respecto de los procedimientos y objetivos del trabajo; posteriormente, firmaron un consentimiento informado, en los casos en que aceptaron formar parte del estudio. El examen clínico se realizó en sillones dentales por un único examinador entrenado a tal efecto. En todos los pacientes seleccionados se evaluó la presencia de maloclusiones funcionales y de hábitos orales.
Evaluación clínica de maloclusiones funcionales
Se consideraron las siguientes manifestaciones clínicas:
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Mordida abierta anterior:
situación de oclusión en la cual uno o más dientes anteriores no alcanzan el plano de oclusión para hacer contacto con sus antagonistas, determinando con regla milimetrada: menor o igual 3 mm: mordida abierta moderada; más de 3 mm: mordida abierta severa.
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Mordida cruzada anterior:
se estableció cuando los incisivos superiores ocluyen por lingual de los incisivos inferiores. En presencia se especificó con regla milimetrada la distancia en milímetros.
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Mordida cruzada posterior (puede ser unilateral o bilateral):
cuando las cúspides vestibulares de premolares o molares inferiores estaban más hacia vestibular que las cúspides bucales de los superiores. En presencia se especificó el número de dientes afectados.
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Líneas medias desviadas:
cuando el punto de contacto mesial de incisivos centrales en la arcada superior, inferior o de ambas se alejaba hacia la derecha o izquierda del plano sagital medio.
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Apiñamiento dentario:
se consideraron las rotaciones y/o los desplazamientos de las piezas dentarias fuera de la línea de arcada. En presencia se especificó el número de dientes afectados y arcada dentaria afectada, superior/inferior o ambas.
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Resalte maxilar:
con los maxilares en cierre, se midió en milímetros la distancia entre la superficie vestibular del incisivo inferior y el borde incisal del incisivo superior más inclinado. Si los incisivos superiores e inferiores se encontraban en una relación borde a borde, se consideró ausente. En presencia se midieron los mm: menor o igual a 2 mm se consideró resalte maxilar normal; de 3 a 4 mm resalte maxilar moderado; de 5 mm o más resalte maxilar severo.
Evaluación clínica de hábitos orales
Se consideraron los siguientes:
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Hábito de succión digital:
succión del dedo o chupete. La lengua en posición baja y no se encuentra adosada al paladar.
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Interposición lingual y deglución atípica:
interposición de la lengua en el sector anterior o posterior, en momentos de reposo o función durante la deglución o fonación.
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Interposición de labios y objetos:
cuando el labio inferior se interponía entre los dientes, presentando una irritación roja y/o agrietado. En el caso de la interposición de objetos se preguntó al paciente y al padre o tutor si acostumbraba a poner objetos entre las arcadas dentarias. En caso afirmativo, el paciente especificó el objeto y su ubicación frecuente.
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Respiración bucal:
se observó si presentaba obstrucción nasal por una desviación del tabique nasal, adenoides, rinitis o falta de aseo nasal. A nivel bucal, se consideró la falta de cierre bucal, labio superior corto y compresión de los maxilares.
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Onicofagia:
Se observó a nivel bucal la presencia de desgastes dentarios y se constató las uñas del paciente.
Los valores obtenidos fueron volcados en fichas previamente confeccionadas para su posterior evaluación estadística. Se procedió a realizar un análisis descriptivo de la muestra empleando el software estadístico InfoStat Versión 2019.8 Se elaboraron tablas de contingencia entre las variables estudiadas y técnicas gráficas de análisis exploratorio de datos, y se calcularon las frecuencias y los porcentajes de cada variable diagnosticada. Para conocer la asociación entre las maloclusiones funcionales y los hábitos orales se emplearon pruebas de Chi cuadrado (nivel de significación de P ≤0,05).
Resultados
La edad de los pacientes que conformaron la muestra oscilaba entre los 6 y los 12 años, con un promedio de 7,31 años, una desviación estándar de 1,18 años y un coeficiente de variación de 16,09 años. El 50% de los pacientes de la muestra presentaron edades inferiores a los 7 años, el 25% inferiores a los 6 años y el 75% inferiores a los 8 años. Con respecto al sexo, el 49% (n=30) correspondía al sexo masculino.
El 64% (n=39) de los pacientes que integraron la muestra presentó maloclusiones funcionales. Se encontró un 20% (n=12) de pacientes con mordida abierta anterior, un 23% (n=14) con mordida cruzada, de los cuales el 64% presentó mordida cruzada anterior y el 36% posterior, mientras un 86% de mordida cruzada fue unilateral.
La desviación de la línea media se presentó en un 28% (n=17) de los pacientes, con mayor frecuencia hacia el lado derecho (59%).
La variable de mayor prevalencia fue el apiñamiento dentario, que se presentó en un 39% (n=24) de los pacientes, con un predominio del 83% en el maxilar inferior. En la figura 1 se pueden observar dichos porcentajes.
La presencia de hábitos orales fue observada en un 66% (n=40) de los pacientes. El hábito que se presentó con mayor frecuencia fue la interposición labial y de objetos, que se observó en un 39% (n=24) de los pacientes; en segundo lugar, la onicofagia en un 21% (n=13); en tercer lugar, la respiración bucal en un 16% (n=10); en menor medida el hábito de succión digital con un 15% (n=9) y, por último, la interposición lingual o deglución atípica en un 13% (n=8) de los casos. En la figura 2 se puede observar un gráfico de barra que ilustra dichos porcentajes.
La asociación entre maloclusiones funcionales y hábitos orales fue estadísticamente significativa con un χ2=6,17 y un valor de P=0,0130. En la Tabla 1, se presentan los resultados de la prueba de independencia por (χ2) para las diferentes combinaciones entre los hábitos orales y maloclusiones funcionales.
Se encontró asociación estadísticamente significativa (P ≤0,05) entre mordida abierta y succión digital, y entre mordida abierta e interposición labial; las demás variables no presentaron asociación en función del nivel de significación establecido.
Discusión
Los resultados alcanzados en el presente trabajo son similares a los descriptos en la mayoría de los estudios. Valores similares fueron hallados por Arroyo Araya et al. 9 en un estudio clínico en Costa Rica, en el cual 88 de 195 niños presentaban algún tipo de maloclusión que mostraba una prevalencia de un 45,12% de maloclusión. En un estudio realizado en la ciudad de Corrientes, Argentina, en niños escolares de entre 7 y 10 años Discacciati de Lértora et al. 10 observaron un 70% de malolcusiones. Coincidentes con el presente estudio, Mendez et al. 11 revelaron en un estudio realizado en niños con dentición mixta de 6 a 9 años, en Zipaquirá, Colombia, que la maloclusión más frecuente fue el apiñamiento dentario en 59,5%, mientras que García García et al. 12 en niños de entre 6 y 14 años de Cataluña, indicaron que la de mayor prevalencia fue la desviación de la línea media con un 30,5%. En el presente estudio la desviación de línea media se encuentra en segundo lugar con el 28% de los casos. En un estudio realizado en Mendoza, Argentina, por Vuoto et al. 13 en niños preescolares que asisten a jardín y pre-jardín en escuelas del gran Mendoza, se obtuvo un alto porcentaje de maloclusiones: 83,78% de niñas y 76% de varones.
Con respecto a los hábitos orales, en el estudio de Arias et al. 14 en Potosí, niños con edades de entre 10 y 12 años presentaron con mayor frecuencia el hábito de interposición de objetos en un 60,7% mientras que en Medellín, niños de entre 4 y 6 años lo presentaron en un 100%. Estos datos concuerdan con lo hallado en nuestro estudio. En relación con los demás hábitos, fueron muy diferentes a lo hallado por Mendoza Oropeza et al., 15 quienes encontraron en un estudio sobre 147 niños de entre 2 y 15 años de edad en México, que el hábito de mayor prevalencia fue el de interposición lingual en un 66,2%; en segundo lugar, succión labial con un 49,3%; en tercer lugar, onicofagia con un 41,9% y, por último, respiración bucal con un 31,8%. Esto puede deberse al rango de edades estudiadas ya que en el presente estudio en el que se consideraron niños de edad escolar, es muy común que adquieran el hábito de introducir el lápiz y demás objetos en la cavidad bucal (los niños estudiados por Mendoza Oropeza et al. 15 son más pequeños). Esta pudo ser una debilidad de nuestro estudio, ya que numerosos hábitos orales son adquiridos desde edades muy tempranas.
En relación con la asociación entre hábitos orales y maloclusiones funcionales, Álvarez González et al. 16 en su estudio sobre niños de entre 5 y 11 años, en Matanzas, Cuba, obtuvieron que el 42,9% de los niños con hábitos deformantes presentaban maloclusiones dentarias. En el presente estudio los valores fueron mayores: el 64% de los niños estudiados presentaron maloclusiones funcionales y hábitos orales.
Entre estas maloclusiones y hábitos orales, encontramos asociación estadísticamente significativa entre mordida abierta y succión digital; dicha asociación también ha sido estadísticamente significativa para Bailón Naupay, 17 quien estudió en 2019 en Huánuco, Perú, a 290 niños de entre 6 y 13 años de edad y determinó que los pacientes con antecedente de succión digital tienen 2 veces mayor riesgo de padecer mordida abierta.
Por ello, es muy importante detectar a tiempo y tratar los hábitos orales en etapas tempranas de crecimiento y desarrollo en los niños, dado que pueden ser uno de los factores causales de maloclusiones futuras.
La intervención oportuna de atención durante el período de recambio dentario evitará que estas alteraciones se conviertan en un problema de salud en la dentición permanente.