Introducción
La selección previa al servicio es el momento óptimo para evaluar a las futuras madres, anticipar su rendimiento reproductivo y potenciar la fertilidad del grupo de vaquillonas de reposición. Considerando la inversión en tiempo y recursos destinados a estos animales, es esencial maximizar su fertilidad. La elección de la hembra de reemplazo no debe determinarse únicamente por sus atributos productivos o su morfología. Es fundamental también tener en cuenta sus características reproductivas (Payan-Carreira et al. 2018).
Uno de los criterios a considerar es el grado de desarrollo reproductivo (GDR). En EE.UU., se estableció una escala que considera 5 grados (Anderson et al. 1991), sin embargo, Mihura y Casaro (1999) modificaron la escala, reduciéndose a 4 grados. Más tarde, Maciel et al. (2008) y Andreo et al. (2009) propusieron una clasificación simplificada del GDR en 3 grados.
Otro factor de selección es el peso al momento del entore. Se considera adecuado cuando los animales han alcanzado, al menos, el 67% de su peso adulto, según indican Mahecha et al. (2002) y Saravia et al. (2011). Para distinguir diferencias en las necesidades nutricionales en la vaca de carne, una herramienta de estimación visual es la escala de condición corporal (CC) varía del 1 al 9. Investigaciones indican que existe una relación entre la CC del vientre y su desempeño reproductivo (Stahringer et al. 2003, Eversole et al. 2009, Abud 2010).
La finalidad de la toma de medidas zoométricas en animales domésticos es doble, obtener datos que permitan su identificación individual y apreciación/valoración de su aptitud (Parés i Casanova 2007, Sañudo 2009).
El objetivo del estudio consistió en evaluar el desempeño reproductivo durante el primer servicio en vaquillonas de reposición, cruza cebú, con edades comprendidas entre 22 y 24 meses, provenientes de un sistema de cría bovina comercial. Para lo cual se consideraron variables morfoestructurales, como el peso vivo y la zoometría, y de desempeño reproductivo, incluyendo la clasificación en GDR y el porcentaje de preñez obtenido mediante inseminación artificial a tiempo fijo (IATF) y de servicio natural.
Material y métodos
Lugar de trabajo. El estudio se llevó a cabo en un establecimiento rural proveedor de ganado de exportación (habilitación SENASA), ubicado en el sureste de la provincia de Chaco, Argentina. En el mismo se cumplen todas las normativas éticas y de bienestar animal aplicables en la manipulación de animales para la obtención de datos.
Animales en estudio y manejo. Se trabajó con 142 vaquillonas de reposición de 22 a 24 meses de edad, cruza cebú provenientes de un sistema de cría bovina comercial con servicio estacionado de primavera. Su destete fue tradicional con un peso promedio de 160 kg y 7 meses de edad. La recría se realizó sobre recursos forrajeros naturales, con una oferta de 2.500 kg de materia seca por animal y una suplementación estratégica (energética proteica) del 0,7% del peso vivo (PV) en su primer invierno (120 días).
A fines de agosto, se seleccionaron las vaquillonas para reposición por su peso (con un mínimo del 67% de la vaca adulta del sistema), aproximadamente 30 días previo al servicio, en las que se determinaron caracteres de crecimiento, desarrollo corporal y reproductivo, clasificándolas según su GDR, por lo cual se conformaron grupos con un n desbalanceado. El servicio inició a fines de septiembre mediante IATF, y luego de 15 días ingresaron los toros que permanecieron por 45 días. El protocolo utilizado fue el convencional aplicando el día 0 dispositivo intravaginal impregnado con progesterona 0,5 g (DIB, Cronipres® 0,5, Biogénesis Bagó) y 2 mg de benzoato de estradiol (BE, Bioestrogen®, Biogénesis Bagó). El día 8 se retiraron los DIB, se administró 150 µg de D-Cloprostenol (PGF; Enzaprost® D-C, Biogénesis Bagó) y 0,5 mg de cipionato de estradiol (Croni-cip®, Biogénesis Bagó). La inseminación artificial (IA) se realizó entre las 48 a 54 horas del retiro de los dispositivos.
Variables estudiadas. Los caracteres de crecimiento y desarrollo corporal medidos fueron: peso vivo (PV) mediante balanza individual mecánica, condición corporal (CC) escala del 1 a 9 (Herd y Sprott 1986) y medidas zoométricas: largo corporal (LC), perímetro torácico (PT), perímetro de la caña anterior (PC), ancho anterior de grupa (AAG) según Parés i Casanova (2009). La alzada a la cruz (AC) y a la grupa (AG) se tomaron utilizando una cinta métrica adaptada a un travesaño dispuesto sobre la última tabla de la casilla de operar, determinando así la distancia a la cruz y a la grupa. Luego la AC y a la AG de cada animal se calculó entre esta medida y la distancia al piso.
El GDR fue evaluado por única vez al inicio del ensayo, mediante palpación transrectal y ultrasonografía del aparato reproductor femenino (Mindray DP-30 Vet con sonda de 7.5 MHz) usando la escala de 1 a 3, adaptada de Anderson et al. (1991) por Maciel et al. (2008). Concluida la determinación del GDR quedaron conformados los grupos en: GDR1 (conformando un grupo de n=19): con folículos
> a 10 mm de diámetro y presencia de cuerpo lúteo; GDR2 (anovulatorias-útero con tono) (conformando un grupo de n=38): presencia de folículos entre 8 y 10 mm de diámetro; GDR3 (conformando un grupo de n=85): sin la presencia de folículos en el ovario. A pesar del desbalance entre grupos se continúa con el estudio ya que es una práctica común en los establecimientos ganaderos en la categoría vaquillona de primer servicio.
El diagnóstico de gestación se realizó por ultrasonografía en dos momentos diferentes, a los 32 días de la IA determinando el porcentaje de preñez por IATF y a los 35 días de retirado los toros obteniendo el porcentaje de preñez por servicio natural. Los signos de gestación se basaron en la identificación de distintas estructuras, tales como la membrana corioalantoidea, vesícula amniótica, placentomas y/o la presencia del embrión o feto (Sice et al. 2022).
Diseño y análisis estadístico. El estudio fue observacional siguiendo las prácticas de rutina del establecimiento sin ningún modificador que pueda influir en el bienestar de los animales. La unidad de análisis fue cada animal. Al comprobar los supuestos de normalidad y homogeneidad, se realizó ANOVA considerando como variable independiente GDR, las comparaciones entre grupos se llevaron a cabo mediante el test de Tukey, con un nivel de significancia del 5% respondiendo al siguiente modelo: γij = µ + τi + єij (γij valor observado, µ media poblacional, τi efecto del tratamiento y єij error aleatorio). Para las variables no normales PV, CC, PC, AAG y AG se ejecutó Kruskal Wallis con un nivel de significancia del 5%. Además, se evaluó el porcentaje de preñez mediante el análisis de la distribución de χ2, según GDR y tipo de servicio. Todos los análisis estadísticos fueron realizados por el programa de cómputos InfoStat-Statistical Software, versión 2018/P (Di Rienzo et al. 2018).
Resultados y discusión
Los resultados del ANOVA y Kruskal Wallis para las variables de crecimiento y desarrollo de las vaquillonas para cada tratamiento se presentan en la Tabla 1.
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Tabla 1. Variables de crecimiento y desarrollo según grado de desarrollo reproductivo (GDR) de vaquillonas en su primer servicio, en el sureste del Chaco, Argentina.
En el presente estudio, se encontró una mayor proporción de vaquillonas clasificadas como GDR3 (60%), seguidas por GDR2 (27%) y una proporción mínima en la categoría GDR1 (13%). Estos resultados difieren de los hallazgos de Corgniali et al. (2019), quienes informaron una distribución en orden de GDR2, GDR1 y GDR3 en el momento del pre-servicio. Al analizar la distribución de los grupos GDR 1 y 2 se observó que ambos representaron el 40%, con un PV promedio de 360 kg y una diferencia de 26 kg a favor de las vaquillonas con mejor GDR. Estos resultados contrastan con los de Maciel et al. (2008), que informaron que el 69% de su población de vaquillonas tenían un GDR 1 y 2, con un PV mayor de 342 kg y una diferencia de 30 kg. El PV de las vaquillonas GDR1 fue un 10% superior a las GDR3, lo cual está en línea con hallazgos previos de Holm et al. (2009) y Dickinson et al. (2019), quienes establecieron una correlación positiva entre PV y GDR. La mayor proporción de hembras clasificadas como GDR3 se podría atribuir a la época del diagnóstico ginecológico, realizado al salir del periodo invernal. Las hembras pudieron experimentar una mejora en su GDR debido a la transición estacional, vinculada a una mayor calidad y cantidad del pasto natural en primavera durante el periodo de servicio.
Además, se detectaron diferencias de 0,55 y 0,62 puntos en CC y 5,18 y 6,47 cm en PT en las hembras GDR1 en comparación con las GDR 2 y 3, respectivamente. Esto coincide con investigaciones anteriores de Gutiérrez et al. (2014) y Dickinson et al. (2019), que también encontraron una relación positiva entre un desarrollo reproductivo óptimo en vaquillonas y un grado de reservas corporales igual o superior a 5. Utilizando un sistema de tres puntos (lista, intermedia y problema), otros autores, consideran como ideal aquellas clasificadas como “listas”, las que presentan un adecuado PV, CC ≥5 y se encuentran cíclicas (Larson et al. 2016, Thomson et al. 2023).
En lo que respecta a AC se observó 3,6 cm de diferencia entre GDR 1 y 2. Estos resultados concuerdan con Pötter et al. (2010), quienes informaron que vaquillonas Nelore con un PV más elevado presentaban una mayor AC y mejores puntajes de CC. Sin embargo, en cuanto a la AG, nuestros resultados difieren de los de Maciel et al. (2008), quienes encontraron 1,7 y 4 cm más de alzada en vaquillonas GDR1 que en las de GDR 2 y 3. Es importante destacar que Pereira et al. (2010), al evaluar correlaciones genéticas, concluyeron que la altura de la grupa tiene un impacto limitado en la eficiencia reproductiva, respaldando estos hallazgos.
En vaquillonas Nelore, Abud (2010) evaluó medidas morfométricas para determinar el inicio de su vida reproductiva, lo que resultó en una edad y PV promedio de 28,74 meses y 333,83 kg. Encontrando diferencias con valores de 127,71 y 121,39 cm para LC, y 36,04 y 33,50 cm para AAG, en vaquillonas preñadas y no preñadas respectivamente, pero no para PC, lo cual concuerda con nuestro estudio en los distintos GDR.
Los resultados de preñez según tipo de servicio se detallan en la Tabla 2.
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Tabla 2. Porcentaje de preñez según grado de desarrollo reproductivo (GDR) y tipo de servicio en vaquillonas cruza cebú, en el sureste del Chaco, Argentina.
No se encontró asociación en el porcentaje de preñez por IATF, a diferencia de lo observado en este estudio, Ocampo (2020) reveló un efecto significativo del GDR en relación con la tasa de preñez en la IATF. Según sus datos, las vaquillonas con GDR3 tuvieron una tasa de preñez de solo 21,7%, cifra que difiere de las GDR 1 y 2, que registraron tasas del 47,4% y 43,7%, respectivamente. En concordancia con Gutiérrez et al. (2014) quienes obtuvieron un mayor porcentaje de preñez en la IATF en las GDR1.
Debido a que la prueba de independencia mostró asociación entre el porcentaje de preñez por toros y el GDR, se realizó la comparación de a pares, y las diferencias fueron entre GDR 2 y 3 (p=0,0004) al igual que la preñez general (p=0,0031). La elevada tasa de preñez por toro detectada en las vaquillonas con un GDR2 en el presente estudio puede atribuirse al tiempo transcurrido entre el diagnóstico ginecológico para evaluar el GDR en las vaquillonas, efectuado antes del servicio al finalizar su segundo invierno de recría, y la IATF. Este período generalmente coincide con una fase de mejora en cantidad y calidad de los recursos forrajeros de la zona donde se llevó a cabo el trabajo (Sampedro y Calvi 2018, Verdoljak et al. 2023).
Por lo general, la evaluación del GDR se realiza de cuatro a seis semanas antes del inicio de la primera temporada de reproducción, y se ha convertido en una herramienta para indicar la preparación reproductiva en vaquillonas de carne (Moorey y Biase 2020). Es importante destacar que la combinación de un protocolo de IATF con servicio natural en vaquillonas mejora la eficiencia reproductiva. Siendo esperable que, la exposición a la progesterona favorezca la culminación de la maduración del sistema nervioso central y genital (Sales et al. 2012, Gutiérrez et al. 2014).
Prieto et al. (2014) no han encontrado diferencias en cuanto al tipo de servicio IATF y toro, al evaluar distintas estrategias de suplementación en vaquillonas para alcanzar el peso de entore. Al igual que Dickinson et al. (2019), cuando se incorporaron hembras de reemplazo con GDR 4 y 5 (escala de Anderson et al. 1991).
La consistencia en los resultados entre nuestro estudio y los mencionados previamente por Holm et al. (2009) y Dickinson et al. (2019) respaldan al GDR como un indicador útil para predecir la eficiencia reproductiva en vaquillonas.
En las condiciones en las que se llevó a cabo este estudio, se puede concluir que, para la selección pre-servicio en vaquillonas de reposición, es importante considerar no solo el peso vivo, sino también el grado de desarrollo reproductivo y variables morfométricas. Lo que sostiene la idea de que, un enfoque integral, que tenga en cuenta múltiples factores, es esencial para la gestión eficiente de los sistemas de cría bovina. Además, se recomienda continuar en la línea de investigación, incrementando la población de estudio y considerando una muestra más amplia.