INTRODUCCIÓN
La deforestación, con su consecuente degra dación de tierras y los efectos derivados sobre la biodiversidad y el ambiente en general, son un grave problema para los ecosistemas (Videla et al., 2013). A principios del siglo XX, se necesita ban grandes cantidades de madera y leña para la construcción de ferrocarriles, la industria minera y la agricultura, iniciándose un uso no sostenible de sobreexplotación de los bosques de Prosopis y Bulnesia (Rojas et al., 2009; Rojas, 2013). Durante las primeras décadas del siglo XX se ha brían perdido más del 60% de todos los bosques nativos de la Argentina, y para la provincia de San Juan la disminución habría sido cercana al 75% (Agüero et al., 2018). Los antecedentes le gales de protección de los bosques nativos de la Provincia de San Juan se remontan al año 1948 con la Ley Nacional N° 13273, y con la adhesión provincial de la Ley N° 1393 en el año 1949. La falta de reglamentación y aplicación de esta ley llevó al deterioro de los bosques nativos. El Decreto 1193/1991 prohíbe la tala en verde del bosque y se promueve un censo forestal. En el año 2007, la Nación sanciona la Ley N° 26331 de Presupuestos Mínimos de Conservación de los Bosques Nativos, o Ley de Bosque Nativo, san cionándose la Ley provincial N° 8.174 (Márquez et al., 2014).
Como un elemento típico de los arbustales del Monte se destaca Bulnesia retama (Gillies ex Hook. & Arn.) Griseb., perteneciente a la fami lia Zygophyllaceae, conocida vulgarmente como “retamo”. Se han realizado estudios taxonómi cos y evolutivos del género (Palacios & Huzinker, 1984, Debandi et al., 2002; Melián et al., 2021). Existen ocho especies de Bulnesia a nivel mun dial, todas de origen sudamericano, de las cuales dos están presentes en la provincia de San Juan: B. retama y B. foliosa Griseb. (Hunziker, 1980; Palacios & Hunziker, 1984). Bulnesia retama posee una amplia distribución encontrándose en Argentina y Perú. En la Argentina se distribu ye en las Provincias de Catamarca, Santiago del Estero, La Rioja, San Luis, Mendoza, Córdoba, La Pampa y San Juan, totalizando una superficie de 6.4 millones de ha (Tinto & Pardo, 1957).
Los primeros trabajos sobre B. retama en San Juan fueron realizados por Tinto & Pardo (1957), con participación de Sattler (1978), los cuales elevaron informes técnicos sobre su uso susten table a la Dirección de Recursos Naturales de San Juan. A la fecha se han realizado numerosos trabajos focalizados en la ecología de B. retama, encontrándose que esta especie propicia la for mación de parches de vegetación e islas de fertili dad creándose bajo su canopia un microambiente con mayor concentración de nutrientes, tasa de descomposición e infiltración hídrica (Pucheta et al., 2006; Navas et al., 2018; Tapia & Martinelli, 2019). Actúa como sumideros de semillas pues bajo sus copas el establecimiento de plántulas es relativamente mayor (Ribas-Fernández et al., 2009; Quevedo-Robledo et al., 2010) y la inciden cia de herbivoría es baja en comparación a suelos desnudos, aunque de valor en la actividad de la fauna (Ontiveros, 2015). Otros estudios han eva luado los microorganismos asociados al retamo (Toro et al., 2005; Vega Ávila et al., 2010) y el efecto del estrés hídrico a distintas temperaturas sobre la germinación de sus semillas (Rodríguez Rivera et al., 2007). Se han analizado también sus patrones fenológicos, de floración y los siste mas de reproducción de la especie en la Reserva Ñacuñán, Mendoza (Debandi et al., 2002). Se co noce, además, su baja a nula palatabilidad para el ganado, lo que convierte a la especie en ideal para la restauración de áreas degradadas (Dalmasso et al., 2013). Asimismo, se estudió su reclutamien to, encontrándose que es por semillas y que su germinación se manifiesta en un rango de 18 a 32°C, con un poder germinativo de 70%, toleran do potenciales osmóticos de -0.75 Mpa. Una vez germinados, los individuos muestran un sistema radical pivotante al comienzo y luego se ramifi can de manera profusa (Dalmasso et al., 1994; Rodríguez Rivera et al., 2007).
Entre los atributos más importantes y que han generado mayor interés económico se en cuentra su gran variedad de usos y productos derivados (Vilela et al., 2009; Ladio & Losada, 2009). Si bien su uso es ilegal, es considerada uno de los principales recursos naturales del árido sanjuanino por su amplia distribución, su valor como productor de cera y la calidad de su madera empleada para diversos fines (Roig, 1971, 2001). La recolección de productos forestales no made rables, como la cera del retamo, promovería el empleo de recursos en el marco de la ley de bos ques, impactando positivamente en los lugareños en zonas marginales durante períodos de bajos ingresos. Al mismo tiempo, los campesinos con tribuyen con su arraigo a la protección del medio ambiente, el control de la desertificación y la pro tección de cuencas hidrográficas (Mogaka, 2001).
La cera de retamo ha mostrado una muy bue na calidad para la industria, siendo un produc to importante a nivel nacional e internacional (Rovira, 1962; Riqué, 1977; Ravetta et al., 2013).
La exportación e importación han mostrados in crementos y fluctuaciones en los últimos años. Para el año 2016 se exportaban 0.2 toneladas equi valentes a U$S 9000, y se importaban 142 tone ladas equivalentes a U$S 922000 (INDEC, 2016). Para el 2017 las exportaciones llegaron a las 0.1 toneladas equivalentes a U$S 5000, y las impor taciones a las 89 toneladas equivalentes a U$S 592000 (INDEC, 2017). Para el año 2019 las im portaciones de ceras vegetales alcanzaron 497919 kg, equivalentes a U$S 1267503 (INDEC, 2020).
Como consecuencia de la poda intensa (no sostenible) para la extracción de cera, hacia fines de la década de los 80, las poblaciones nativas de retamo en la Provincia fitogeográfica del Monte se degradaron en gran parte (Dalmasso & Llera, 1996; Karlin, 2017). La poda empleada en esa época consistía en un corte a ras del ejemplar, afectando gravemente su recuperación, debido a que se utilizaba como leña para la extracción de cera por el método de “cerote” (Dalmasso & Llera, 1996). Los bosques del Monte se ubican entre los más extensos y frágiles debido a su sen sibilidad a cambios ambientales y presiones ex ternas (Whitfield & Reed, 2012; Díaz Bisutti et al., 2015). En estas comunidades arbustivas de retamo en ambientes desfavorables sería adecua do aplicar una producción sustentable, con una productividad de cera sostenida en el tiempo.
La cera del retamo se obtiene de sus ramas, las cuales están cubiertas con una capa superfi cial producida como una respuesta al estrés hí drico. Cuando la planta recibe riego, el contenido de cera es prácticamente nulo, por lo que el apro vechamiento comercial se limita a lugares áridos como San Juan y La Rioja (Tinto & Pardo, 1957). La concentración de cera es mayor en las ramas de 1 a 3 años (Tinto & Pardo, 1957; Tinto, 1965; 1977; Riqué, 1977). Las propiedades fisicoquími cas de esta cera, la hacen adecuada como com plemento para la fabricación de calzado, cuero, pulido de pisos y metales, papel carbónico, tintas, pinturas, velas, cosméticos y adhesivos (Tinto, 1957).
El contenido de cera (porcentaje de peso seco) disminuye con el incremento en diámetro de las ramas, siendo mínima la producción en ramas con diámetros que superan los 12 mm por lo que la extracción de diámetros mayores no se justifi ca para la producción (Dalmasso & Llera, 1996). Los máximos porcentajes de peso seco de cera se han registrado en ramas con 3.6 mm de diámetro (7.5%). A partir de 20 mm diámetro el contenido de cera es inferior al 1% (peso seco) (Dalmasso & Llera, 1996). Se desconocen trabajos que regis tren el efecto de diferentes intensidades de poda en B. retama, una perturbación antrópica común en los retamales. En este trabajo se implementó un gradiente de poda para determinar el nivel de tratamiento que combine una producción econó micamente rentable sin afectar al individuo. La hipótesis de la cual parte este estudio es que el incremento en el nivel de intensidad de poda dis minuye el crecimiento, la producción de cera y la supervivencia de B. retama. De esta manera, el objetivo de este estudio es evaluar el efecto de di ferentes intensidades de poda en la recuperación, supervivencia y producción de cera de B. retama en su ambiente natural en la provincia de San Juan transcurridos 5 años. A partir de este estu dio se espera contar con información que pueda ser útil en planes de manejo y conservación de la especie, teniendo en consideración su dominan cia en gran parte de la provincia de San Juan.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de trabajo
La zona de estudio se encuentra en la locali dad de Bermejo, a 110 km del oasis de San Juan, en la zona de secano del Dpto. Caucete, San Juan (31°35’ S y 67°38’ O) a 570 m s.n.m (Fig. 1). Esta zona forma parte de la Reserva de Uso Múltiple de Valle Fértil (Ley provincial N° 3666/71) lo que obliga a un uso sustentable de los recursos na turales. La depresión del Bermejo presenta características áridas con valores de precipitación medios anuales de 149.1 ± 4.5 mm para 5 años de medición (2013-2018) (Fig. 2).
Las precipi taciones tienen una distribución marcadamen te estival, concentrándose el 80% desde fines de noviembre a febrero. La temperatura media anual es de 17.3°C, con máximas absolutas de 45°C (enero) y mínimas absolutas de -6°C (julio) (Poblete & Minetti, 1999). El suelo es profundo y de textura arenosa, con la presencia de lentes de carbonato de calcio en el subsuelo. El área corres ponde a la Provincia Fitogeográfica del Monte, con marcados signos de aridez y con predominio de la comunidad del retamal, acompañado por Prosopis flexuosa DC. En condiciones de acceso a capa freática (Morello, 1958; Roig, 1993; Villagra et al., 2004). La cobertura de gramíneas peren nes es escasa, abundando sólo en años lluviosos (Navas Romero et al., 2018).
Con respecto a los tipos de suelos del área de estudio, predominan Torrifluventes típicos con inclusiones de Torriortentes típicos en lugares relativamente elevados, Salortides típicos en sectores deprimidos, Fluvacuentes en sectores inundables del cauce actual del río San Juan y Torripsamentes típicos en sectores invadidos por médanos (Rocca, 1969). En general son salinos con elevados valores de conductividad (Dalmasso & Anconetani, 1993), el pH tiende a ser alcalino y la textura Franco-limosa (Tapia et al., 2020) (Tab. 1).
Para caracterizar la comunidad vegetal en el área de estudio, durante el mes de febrero del 2013 (estación húmeda) se realizaron al azar diez transectas de 30 m con intercepciones cada 0.3 m por el método Point Quadrat Modificado (Passera et al., 1983). Las transectas estaban se paradas 10 m entre sí (Daget & Poissonet, 1975; Levy & Madden, 1933; Passera et al., 1983). La caracterización fue completada con censos cua litativos. Adicionalmente se evaluó la población del retamal. Para ello, se construyeron 10 parce las de 100 m2 (10 m x 10 m), distribuidas al azar y separadas por una distancia aproximada de 10 m entre sí. Dentro de cada parcela se midió la altura de cada individuo de Bulnesia retama y se clasificaron en las siguientes categorías: adultos (> 0,5 m de altura), juveniles (< 0.5 m de altura) e individuos secos.
La comunidad de B. retama en la depresión del Bermejo estuvo representada por 12 espe cies perennes. B. retama representó el 54.4 ± 14.3% de la cobertura seguida de especies como Plectrocarpa tetracantha Gillies ex Hook. y Arn. 17.5 ± 17.2%, Atriplex argentina Speg. 12.3 ± 11.2%, Prosopis flexuosa DC. 6.5 ± 5.4%, Lycium tenuispinosum S.B. Jones y W.Z. Faust 2.6 ± 2.1%, Larrea cuneifolia Cav. 1.3 ± 1.2%, Grahamia bracteata Gillies ex. Hook. 1.33 ± 1.2%, Atriplex lampa (Moq.) D. Dietr. 0.66 ± 0.56%, A. spegazzinii A. Soriano ex Múlgura 0.66 ± 0.56%, Cyclolepis genistoides D. Don 0.66 ± 0.56%, Tricomaria usillo Hook. y Arn. 0.66 ± 0.56%, Cucurbitella asperata (Gillies ex Hook. y Arn.) Walp. 0.2 ± 0.1%. Se detectó una marcada escasez de gramíneas perennes y especies anua les en la comunidad. La manifestación de estas últimas sólo ocurre en ciclos lluviosos (Navas et al. 2018). La comunidad de retamo mostró una media de 9 ± 4 individuos adultos, 3.8 ± 2.4 in dividuos juveniles y 0.7 ± 1.05 individuos secos por parcela de 100 m2. El individuo promedio de B. retama presentó una altura de 1.92 ± 0.3 m, un diámetro mayor de copa de 2.0 ± 0.4 m y un diámetro menor de copa de 1.80 ± 0.6 m.
Para evaluar el efecto de diferentes intensi dades de poda en B. retama, el muestreo se reali zó en una antigua zona de poda para extracción de cera según registros locales. Esto fue corro borado en terreno mediante la comparación con individuos que habían sido intervenidos para la extracción. Durante el año 2013 (enero-marzo) se seleccionaron al azar 15 parcelas en el área de estudio de 20 m de diámetro, distanciadas 50 m entre sí. En cada parcela (unidad experimental) se seleccionaron y marcaron al azar 10 individuos adultos arbustivos de B. retama, sin evidencia de intervención de poda previa, de una edad prome dio de 35 años (Informante Ávila, com. pers.). A cada individuo se le midió la altura y el diámetro de copa. Posteriormente entre marzo y julio de 2013 los individuos medidos fueron sujetos a 4 niveles de intensidad de poda. Los niveles de in tensidad de poda seleccionados se corresponden con los empleados en la zona de explotación del recurso. Corte de ramas de hasta 30 mm de diá metro (T1); corte de ramas de hasta 40 mm (T2); corte de ramas de hasta 50 mm (T3); corte del fuste a ras (T4). Los diferentes niveles de poda aplicados involucraron el corte de la totalidad de las ramas de cada clase diamétrica por individuo. Los cortes en cada tratamiento fueron realizados con la herramienta de uso tradicional en la zona (hacha de mano). Cada uno de estos cuatro nive les de poda fue aplicado a tres parcelas para un total de 30 individuos por nivel (10 individuos x 3 parcelas). A su vez se seleccionaron 3 parcelas control (C) donde no se realizó ninguna poda. Los individuos en estas parcelas control fueron ne cesarios para conocer la relación volumétrica en comparación con el resto de los niveles del trata miento (Fig. 3).
La biomasa total extraída de cada ejemplar fue pesada (peso fresco) en campo y luego se rea lizó una corrección por humedad. Para ello se se leccionaron al azar 10 ramas cortadas por ejem plar, se llevaron a estufa a 60º C durante 48 horas y se les determinó el peso seco. Las ramas finas < 20 mm extraídas por ejemplar y las ramas de todas las clases diamétricas se depositaron sobre bolsas abiertas con exposición solar. Transcurrido dos meses y medio, se efectuó el golpeteo de ra mas para desprender la cera. Posteriormente la cera desprendida fue recolectada y pesada en balanza de precisión (Dalmasso & Llera, 1996). Finalmente se estimó el rendimiento de cera pro ducida por kg de ramas cosechadas (cociente en tre kg peso seco de cera / kg de ramas cosechadas) para cada nivel de intensidad de poda.
En mayo de 2018, luego de 5 años, se volvió a medir la altura y el diámetro de copa en cada individuo de B. retama en las mismas unidades experimentales. Se repitieron los niveles de poda y se efectuaron los mismos procedimientos para el secado del material y recolección de cera. Se debe aclarar, que los individuos sujetos a nivel de poda 4 no volvieron a ser podados por ausencia de rebrotes.
Con los valores de altura y diámetro de copa de cada año se estimó el volumen de cada ejem plar en función de la fórmula de un cuerpo cónico invertido
Donde h es igual a la altura mayor de la copa, r1 es igual al radio menor, y r2 es igual al radio mayor.
Finalmente, se midió la supervivencia de los individuos para cada nivel de tratamiento de poda cuantificando la proporción de individuos que continuaban vivos en 2018 luego de la pri mera poda en 2013.
Análisis de Datos
En todos los casos se aseguró la independencia estadística de los datos, la normalidad se compro bó mediante la prueba de Kolmogorov-Smirnov y la homocedasticidad mediante la prueba de Levenne. Para todos los análisis el nivel de signi ficancia fue de p = 0.05. Para evaluar los efectos de la intensidad de poda (4 niveles) sobre el volu men de los individuos luego de 5 años se realizó un ANOVA a una vía. Para evaluar los efectos de la intensidad de poda (4 niveles) y años (2 nive les: una poda versus dos podas) en la producción de cera y en la relación kg de cera / kg de ramas cosechadas, se realizó una ANOVA a dos vías. Para comparar diferencias entre tratamientos se utilizó una prueba de Tukey de separación de medias cuando los datos mostraron una distri bución normal. Cuando los datos no mostraron ese tipo de distribución, se realizó una prueba de Kruskal-Wallis y una comparación a posteriori de a pares. Para evaluar el efecto del nivel de poda en la supervivencia de B. retama entre años se realizó una prueba de Cox. El seguimiento de los contrastes se realizó mediante análisis de con trastes univariados. Para rastrear estos contras tes, realizamos un análisis post-hoc con un ajuste de Bonferroni. Los análisis se efectuaron con el software Infostat (Di Rienzo et al., 2018) y con el software SPSS versión 20 (SPSS Inc, Chicago IL, EE. UU).
RESULTADOS
Para el año 2018, el volumen de los indivi duos de Bulnesia retama no mostró diferencias estadísticas significativas entre los niveles del tratamiento. Sin embargo, sí se encontraron di ferencias significativas en el volumen de los indi viduos debido a la interacción del año con el nivel del tratamiento en los niveles de poda T2 y T3 (F= 70.98; p< 0.0001) (Fig. 4). Los individuos de B. retama del año 2018 mostraron un volumen 1.3 veces menor para el T1, 4.2 veces para el T2, y 1.9 veces para el T3 con respecto al control sin poda.
La producción de cera (kg de peso seco) obte nido de arbustos de B. retama para el año 2013 fue significativamente mayor en el nivel más in tenso de poda (T4) y fue disminuyendo a medida que la poda fue menos intensa (T4> T3> T2> T1). Todos los niveles de poda tuvieron produc ciones de cera significativamente diferente entre ellos, con la excepción de los niveles T2 y T3 que produjeron similares cantidades de cera (Tab. 2, Fig. 5). Por el contrario, en el año 2018 la pro ducción de cera fue similar para los tres niveles de poda efectuados ese año (T1, T2 y T3; Fig. 4). En línea con este resultado, se observó para la producción de cera una interacción significativa entre los niveles de poda y el año encontrándose diferencias significativas debido a la interacción del año con el nivel de poda en los valores de cera obtenidos para los niveles T2 y T3 (F= 92.35; p< 0.0001) (Tab. 2, Fig. 5).
Con respecto al rendimiento en la producción de cera medido como la relación de kilogramos de cera por kilogramos total de ramas cosecha das para el 2013 se encontraron diferencias significativas entre los niveles de poda T3 con T4 (F= 2.54; p< 0.0497) (Fig. 6). Para el 2018, por el contrario, se observó un mayor rendimiento para el nivel de poda de menor intensidad (T1), siendo similares para los niveles T2 y T3 (Fig. 6). Adicionalmente, se observó una interacción sig nificativa en el rendimiento entre los niveles de poda y el año, así en el 2018 el rendimiento fue 1.75 veces menor en T2, y 1.64 veces menor en T3 con respecto a los valores obtenidos en 2013 (Tab. 2, Fig. 6).
El porcentaje de supervivencia de los indivi duos de B. retama para el año 2018 después de la primera aplicación de los tratamientos en el año 2013 fue máximo en el nivel de poda menos intensivo (T1= 100%) y fue disminuyendo a me dida que se intensificó el nivel de poda (80% para T2; 76% para T3 y sólo el 3.33% para T4). Se en contraron diferencias significativas en la super vivencia de los individuos entre todos los niveles del tratamiento (Prueba de log-Rank; X2= 90.23; gl= 4; p< 0.0001). El T1 obtuvo mayor supervi vencia que el control, donde se registró la muerte de un ejemplar de manera natural.
DISCUSIÓN
El volumen final de los arbustos de B. reta ma, la producción bruta de cera y el rendimiento por masa de tallos mostraron algunos patrones de variación en función de la intensidad del tra tamiento poda y de la repetición del tratamiento entre años.
Transcurridos 5 años desde la primera inter vención todos los individuos sometidos a los di ferentes niveles de poda a excepción del control mostraron una disminución en su volumen. Si bien los niveles T2 y T3 mostraron una buena recuperación de rebrote, emitiendo abundante ramazón fina que favorece la recuperación de la planta y nuevas extracciones, disminuyeron significativamente su volumen. Esto indica que, pese a una poda leve, el tiempo transcurrido no es suficiente para la recuperación total de los individuos y por ende no permite establecer la fecha exacta de una futura intervención. A me dida que aumenta la intensidad de poda hay una disminución del crecimiento; esto hace suponer que inicialmente la planta tiende a recuperar el área foliar lo que se aduce a un estado mejorado del agua en la planta o a un crecimiento compen satorio con el aumento de la tasa fotosintética (Elfadl & Luukkanen, 2003). Estudios recien tes indican que a corto plazo el crecimiento no mejora con las intensidades de poda (Álvarez et al., 2013). Comportamientos similares de menor crecimiento por una mayor intensidad de poda han sido también reportados para una especie del género Leucaena (Leucaena leucocephala (Lam.) de Wit), y una especie del género Sesbania (Sesbania grandiflora (L.) Pers.) (Pinkard et al., 1999). Se ha planteado que la poda no debe redu cir el índice de área foliar por debajo del valor que pueda compensar las respuestas fisiológicas para mantener o aumentar las tasas de crecimiento (Kappel & Bauthiller, 1994). Es pues importante, conocer cuál es el valor mínimo del índice de área foliar para cada especie.
Con respecto a la producción de cera bruta para el año 2013, la mayor intensidad de poda (T4) presentó los valores más altos. Sin embargo, este nivel de poda incidió negativamente en la recuperación de los individuos siendo la supervi vencia prácticamente nula (3.3%), llevando casi a la pérdida total de los individuos para el año 2018. Transcurrido 5 años el mayor contenido bruto de cera lo presentó el T1 sin mostrar diferencias con respecto a la producción en el 2013, mientras que los niveles más intensos de poda (T2 y T3) mos traron una disminución importante y significa tiva en la producción. Estos resultados demues tran que a pesar de que los tratamientos T2 y T3 obtienen mejores niveles de producción de cera después de una primera poda, luego de 5 años, en una segunda poda, su producción disminuye considerablemente llegando a los mismos niveles que el tratamiento de menor intensidad de poda (T1). En consecuencia, el tratamiento T1 es el único que permite valores sostenibles de cosecha de cera, sin disminuir en cantidad, incluso des pués de sucesivas podas.
En cuanto al rendimiento, durante la primera poda en 2013, el tratamiento de máxima intensi dad (T4) generó la mayor relación kg de cera por kg de ramas cosechadas y el de menor intensi dad (T1) la menor. Dos aspectos clave permiten explicar estos resultados: a) ramas finas que no superan 12 mm de diámetro concentran la mayor cantidad de cera (Dalmasso & Llera, 1996) y b) una poda intensa como la de T4, contiene ramas de mayor diámetro con una ramazón que incluye gran cantidad de ramas finas. Así, mientras que T1 sólo involucró la cosecha de ramas finas (< 30 mm), el T3 y T4 involucraron ramas en orden creciente de mayor diámetro y con mayor canti dad de ramas finas. Sin embargo, el mayor ren dimiento del tratamiento T4 es insostenible en el tiempo pues implica la muerte de los individuos en el 97% de los casos. Los niveles T2 y T3 mos traron una disminución significativa en el rendi miento en el segundo evento de poda en 2018 a los niveles del tratamiento T1. Por lo tanto, así como se observa en la producción neta de cera, el T1 es el único nivel de poda que mantuvo un ren dimiento similar en los dos eventos de poda. Esta sustentabilidad en el tiempo que provee el nivel de poda T1 les otorga ventajas frente a los otros niveles, convirtiéndolo en el más apropiado.
La supervivencia de los individuos sujetos a una poda fue inversamente proporcional a la intensidad de la poda. Todos los individuos so metidos a la menor intensidad de poda (T1) so brevivieron exitosamente y fueron disminuyendo en supervivencia a medida que aumenta la inten sidad de poda, llegando a casi la nula superviven cia en el tratamiento de poda al ras (T4). La dis minución en la supervivencia de los individuos y las escaldaduras solares por incremento en las intensidades de poda de B. retama han sido ob servadas en numerosas oportunidades bajo con diciones extremas (Observaciones de campo). En diversas especies se ha observado que las podas intensas han provocado una disminución en la supervivencia en los primeros años (Hoppe & Freddo, 2003; Pérez et al., 2004). En un estudio previo de Tinto & Pardo (1957) sobre la especie B. retama, los autores mencionan que el corte de tallar bajo, a nivel de tronco y el tallar alto pro ducen el mismo efecto sobre el rebrote, obtenién dose en ambos casos la formación de un nuevo fo llaje susceptible de nuevo aprovechamiento. Sin embargo, nuestros resultados indican claramen te otro patrón de respuesta: la mayor intensidad de poda produce una mayor pérdida de biomasa y capacidad de rebrote, afectando significativa mente la supervivencia de los individuos.
La sustentabilidad en el tiempo de la produc ción de cera y la escasa transformación en vo lumen de los ejemplares para el tratamiento de poda menos intenso T1 donde sólo se involucran ramas finas, es un indicativo de la efectividad de este tratamiento para el manejo de B. retama en el desierto del Monte, sin afectar su supervi vencia y volumen. Este nivel de poda es el que presentó el mejor compromiso entre producción y supervivencia. Se considera importante el apro vechamiento de la especie con poda leve (T1), el que deberá ser monitoreado previamente antes de una nueva cosecha, un tiempo de descanso de 5 años podrá producir igual que en la poda previa. Si bien, el T2 muestra una producción de cera elevada y supervivencia alta, se recomienda el T1, ya que el objetivo es una producción de cera estable en el tiempo y la conservación de los in dividuos en condiciones climáticas extremas pro pias del ambiente. Los resultados obtenidos nos permiten aceptar en parte la hipótesis planteada dado que el incremento en el nivel de intensidad de poda si bien generó una mayor producción de cera en el primer año, esta no fue sostenida en el tiempo y transcurridos 5 años, los individuos de B. retama sometidos a los niveles más intenso de poda vieron afectado drásticamente su creci miento, supervivencia y producción de cera, sien do el de el mejor compromiso producción de cera vs supervivencia el T1.
Es recomendable que el aprovechamiento de B. retama sea realizado por lugareños. De esta manera se busca asegurar el arraigo de la población rural y puestos de trabajo durante pe ríodos de bajos ingresos, complementando así el ingreso familiar (Zapata, 2017; Andreoni, 2018). Finalmente brindar la posibilidad de transfor mar la cera en productos de valor agregado in situ. De no ser posible la producción debido a la escasez de infraestructura, será necesario bregar para que la generación de productos industriali zados se realice en San Juan. Esto último es de suma importancia si se tiene en cuenta la gran demanda de cera en el país, y el escaso valor de la materia prima para quienes realizan el mayor es fuerzo. Es necesario absorber mano de obra local y evitar la venta de cera bruta sin elaboración, la cual es una práctica común en la zona. Esto contribuirá al control clandestino existente en la explotación de medios postes y estacones para su uso en viñedos.
Los resultados sugieren que las cantidades de cera obtenida por los ejemplares de B. retama están relacionadas con el volumen de ramas cor tadas. Así una mayor cantidad de ramas corta das, implicó mayor producción de cera. Producto de este resultado en el año 2013 el nivel de poda T4 tenía mayor producción de cera que T1. Sin embargo, la intensidad de poda afectó el nivel de rebrote de los ejemplares. Así rebrotaron menos a medida que la poda inicial fue más intensa. Por esta razón el nivel T4 no rebrotó y por ende no generó cera en el año 2018, mientras T1, al ser una poda de baja intensidad, rebrotó bastante y mantuvo el nivel de producción de cera en el tiempo. Los niveles de poda T2 y T3 recibieron una poda relativamente intensa en el año 2013, y rebrotaron escasamente para el 2018, generando una baja en su rendimiento.
El manejo del retamo para la producción de cera es sustentable si se realiza una poda de ra mas que no superen los 30 mm de diámetro (T1) y que las sucesivas podas ocurran luego de trans curridos 5 años. Este nivel y frecuencia de poda mantiene constante la producción de cera y su rendimiento, asegura la supervivencia de los in dividuos y favorece el rebrote de los individuos podados, generando numerosas ramas finas pro pendiendo a un aprovechamiento sustentable. Esta estrategia de poda de los individuos de B. retama, en condiciones de tierras secas, produce valores aceptables de cera, y permite la conser vación de los individuos dentro de la comunidad vegetal. El “retamo” al requerir para la cosecha numerosa mano de obra local y técnicas conoci das de poda, podría complementar el ingreso de los campesinos en épocas con baja actividad en el campo.