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Archivos argentinos de pediatría

versión impresa ISSN 0325-0075versión On-line ISSN 1668-3501

Arch. argent. pediatr. vol.121 no.5 Buenos Aires nov. 2023

http://dx.doi.org/10.5546/aap.2023-10134 

Comentario

Una pandemia de abuso infantil

Miguel Javier Indart De Arza1 

1 Vicepresidente 1°. Sociedad Argentina de Pediatría. Correspondencia para Miguel Javier Indart De Arza: migueljavierindart@gmail.com

Quizás los lectores estén ya hastiados de escuchar o leer sobre temas relacionados con la pandemia; sin embargo, una consecuencia “invisible” de esta tragedia es la exposición de los niños, niñas y adolescentes (NNyA) a situaciones de abuso con consecuencias aún desconocidas.

La pandemia y las medidas que se adoptaron para enfrentarla generaron notables efectos adversos sobre la salud de los NNyA. Se destacan la caída en la cobertura de inmunizaciones, los problemas de salud mental y otras consecuencias del aislamiento social prolongado, y la dificultad para recibir atención profesional adecuada.

El año pasado, Park y Walsh publicaron un interesante artículo que titularon “COVID-19 y la pandemia invisible del abuso infantil”.1 En él, los autores describen los efectos de las medidas de aislamiento en el aumento de casos de diferentes formas de maltrato infantil. También mencionan cómo las Naciones Unidas describieron que la respuesta de los Estados a la pandemia aumentó los factores de riesgo para el abuso infantil: el maltrato aumenta en las situaciones de emergencias sanitarias; existe asociación entre las medidas de aislamiento y un pico de consultas a organismos de protección infantil; el aislamiento aumenta la cercanía de los niños con los abusadores; hay dificultades para acceder a la ayuda comunitaria que puede reconocer y denunciar el abuso, y generalmente las tasas de abuso infantil se estabilizan en niveles mayores que antes de la pandemia por persistencia de los factores sociales de riesgo (desempleo e inseguridad financiera). También remarcan cómo aumentaron las situaciones de maltrato infantil en diferentes países que tomaron medidas de aislamiento sanitario, incluida la suspensión de clases, a diferencia de Suecia, donde no se suspendieron las clases ni existieron medidas de aislamiento, y no se registró un aumento de casos de abuso infantojuvenil ni merma en la calidad de aprendizaje.

Por otro lado, datos sobre maltrato del Centro de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) del 2020 mostraron un aumento respecto al año 2013. Más del 11 % de los adolescentes encuestados experimentaron abuso físico y más del 55 % experimentaron abuso emocional; el registro del año 2013 fue del 5,5 % y del 13,9 % respectivamente.2

En nuestro país, UNICEF recientemente informó que 6 de cada 10 niñas, niños y adolescentes son criados con prácticas violentas: gritos, humillaciones y castigos físicos, y al menos 300 000 niñas y niños de 0 a 3 años se quedan solos o al cuidado de un hermano o hermana menor de edad.3

Las dificultades socioemocionales experimentadas por las niñas y los niños en su primera infancia se mantienen, aunque registraron una mejora debido a las aperturas y cambios con respecto al inicio de la pandemia. Se estima que en el 3 % de los hogares persisten situaciones de violencia familiar.4

Enseñar a los niños que un determinado comportamiento origina consecuencias es una parte importante de su crianza. Las prácticas de crianza positiva incluyen proporcionar orientación sobre cómo manejar las emociones o conflictos, de manera de fomentar el juicio y la responsabilidad, y preservar la autoestima, la integridad física y psicológica de los niños. Sin embargo, con demasiada frecuencia, los niños se crían utilizando métodos punitivos, que incluyen el uso de la fuerza física o verbal, para intentar obtener los comportamientos deseados por los cuidadores. Los estudios han encontrado que exponer a los niños a la disciplina violenta obstaculiza el desarrollo infantil, las habilidades de aprendizaje y el rendimiento escolar; inhibe las relaciones positivas; provoca baja autoestima, angustia emocional y, a veces, conduce a la toma de riesgos y a autolesiones.5

En la encuesta nacional NNyA 2019-2020, el porcentaje de madres de niños de 1 a 14 años que creen en el castigo físico como forma adecuada para criar y educar adecuadamente fue del 2,6 %.6 La encuesta también mostró que el 35,4 % de los NNyA experimentó en el último mes castigo físico y el 6,6 % lo sufrió de forma grave (golpear orejas o la cabeza, o pegar con el mayor vigor posible). El 59,4 % experimentó otro método violento de disciplina (maltrato emocional, por ejemplo).

Las conductas violentas no son innatas, sino comportamientos aprendidos. Esto nos indica que tenemos que trabajar en transmitir a los cuidadores cómo manejar la conducta infantil, desalentando la utilización de métodos violentos.

Los pediatras tenemos que saber que estas situaciones condicionantes de abusos infantojuveniles pueden cronificarse por la persistencia de factores de riesgo, como el desempleo y el temor hacia el futuro. Debemos estar preparados para informar e intervenir en los casos que se presenten a nuestra consulta.

Es importante aprender de esta lamentable experiencia para que la urgencia del momento no subestime el terrible impacto que pueden tener las decisiones adoptadas en la vida de los NNyA, especialmente cuando se mantienen crónicamente.

REFERENCIAS

1. Park WJ, Walsh KA. COVID-19 and the unseen pandemic of child abuse. BMJ Paediatr Open. 2022;6(1):e001553. [ Links ]

2. Krause KH, Verlenden JV, Szucs LE, Swedo EA, et al. Disruptions to School and Home Life Among High School Students During the COVID-19 Pandemic - Adolescent Behaviors and Experiences Survey, United States, January-June 2021. MMWR Suppl. 2022;71(3):28-34. [ Links ]

3. UNICEF Argentina. Guardavidas de la Infancia: Documento de posicionamiento. Análisis y recomendaciones. 2023. [Consulta: 1 de junio de 2023].Disponible en: https://www. unicef.org/argentina/informes/guardavidas-de-la-infancia [ Links ]

4. UNICEF Argentina. Encuesta rápida sobre la situación de la niñez y la adolescencia: 6ta ronda, informes de resultados. 2022. [Consulta: 1 de junio de 2023]. Disponible en: https:// www.unicef.org/argentina/media/15046/file/Encuesta%20 r%C3%A1pida%20sobre%20la%20situaci%C3%B3n%20 de%20la%20ni%C3%B1ez%20y%20adolescencia%20 2022%20%7C%20Sexta%20ronda.pdf [ Links ]

5. Heilmann A, Mehay A, Watt RG, Kelly Y, et al. Physical punishment and child outcomes: a narrative review of prospective studies. Lancet. 2021;398(10297):355-64. [ Links ]

6. Argentina. Ministerio de Desarrollo Social, Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Unicef Argentina. Encuesta sobre Condiciones de Vida de Niñez y Adolescencia. ECOVNA II 2019-2020. [Consulta: 1 de junio de 2023]. Disponible en: https://www.unicef.org/argentina/ media/12071/file/MICS%202019-2020.pdf [ Links ]

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