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Salud(i)Ciencia

versión impresa ISSN 1667-8682versión On-line ISSN 1667-8990

Salud(i)ciencia vol.22 no.5 Ciudad autonoma de Buenos Aires mayo 2017

 

CRÒNICAS DE AUTORES

Brucella y enfermedad coronaria

Brucella and coronary artery disease

 

Ali Choukair 1

1 American University of Beirut Medical Center, Beirut, Líbano

Ali Choukair describe para SIIC su artículo editado en Journal of the Hong Kong College of Cardiology 23(2):68-74, octubre 2015

 

 

Beirut, Líbano (especial para SIIC)
Numerosos artículos publicados en las últimas dos décadas sugirieron una posible relación entre la enfermedad coronaria (EC) y algunas enfermedades infecciosas, especialmente aquellas que pueden inducir un estado de inflamación crónica. Esta hipótesis se refiere como "carga patogénica".

El objetivo de nuestro estudio fue analizar la validez de esa hipótesis en una población local, para lo cual se seleccionó como blanco patogénico la infección por Brucella, ya que este germen es común en nuestra región (en 2016, el ministerio de Salud Pública del Líbano comunicó 402 casos de brucelosis) y porque se sabe que puede ocasionar un estado prolongado de infección subclínica en algunos enfermos, a juzgar por los niveles elevados de proteína C-reactiva (PCR). Existen indicios de que las especies de Brucella pueden infectar y sobrevivir en las células endoteliales de los individuos infectados e inducir una respuesta proinflamatoria, la cual podría participar en la fisiopatogenia del daño en el sistema vascular.

Fueron estudiados pacientes que serían sometidos a angiografía en la institución. En el transcurso de un período de cuatro años (entre enero de 2006 y febrero de 2009) se reclutaron 424 enfermos. Se revisaron las historias clínicas para obtener información acerca de los factores demográficos, la presencia de factores conocidos de riesgo de EC, entre ellos los antecedentes familiares, diabetes mellitus, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, obesidad y tabaquismo, y los hábitos dietéticos. También se tuvieron en cuenta los resultados en las muestras de sangre (anticuerpos contra Brucella y niveles de PCR), los cuales se compararon con los hallazgos en la angiografía coronaria. Se excluyeron los pacientes que habían sufrido un infarto agudo de miocardio en los seis meses previos y los sujetos con enfermedad valvular o miocardiopatía no aterosclerótica.

Los pacientes se clasificaron en dos grupos: aquellos con estenosis mayor del 75% en al menos una arteria coronaria y los enfermos con coronarias normales o estenosis menor del 75%. El cociente entre hombres y mujeres fue de casi 3:1; casi el 75% de los pacientes tenían EC significativa, el 75% tenía niveles altos de PCR (PCR > 3), más del 50% fumaba y en casi el 12% se encontraron anticuerpos contra Brucella.

El estudio demostró una fuerte asociación entre la PCR elevada (PCR > 3) y el riesgo de EC significativa (valor de p = 0.01); también se encontró una asociación sustancial entre el título de anticuerpos contra Brucella y los niveles altos de PCR (p = 0.016). Sin embargo, no se observó ninguna asociación entre la serología contra Brucella y la presencia de EC significativa.

En la investigación no se registraron diferencias entre los pacientes con EC significativa y aquellos sin EC, en términos del título de anticuerpos contra Brucella (p = 0.514). El sexo masculino (p = 0.004), el tabaquismo (p = 0.001), la hipercolesterolemia (p = 0.008), la diabetes mellitus (p = 0.010), la terapia con estatinas (p = 0.001) y los niveles de PCR > 3 (p = 0.010) fueron los factores asociados con EC significativa.

Los hombres tuvieron el doble de riesgo de presentar EC oclusiva, en comparación con las mujeres; asimismo, los pacientes con diabetes tuvieron un riesgo dos veces más alto, en tanto que la dislipidemia incrementó el riesgo en 2.4 veces.

A pesar de que algunos trabajos sugirieron que las especies de Brucella pueden infectar y sobrevivir en las células endoteliales y que pueden inducir una respuesta proinflamatoria que podría participar en las manifestaciones vasculares de la brucelosis, y aunque los pacientes del presente estudio que presentaron niveles elevados de PCR (PCR > 3) tuvieron más probabilidades de tener anticuerpos contra Brucella, en comparación con los sujetos con concentración baja de PCR (14.9%, en comparación con 5.8%), no se pudo comprobar ninguna asociación significativa para la infección por Brucella como factor de contribución en la EC oclusiva.

Algunos trabajos publicados sugirieron que la infección simultánea por múltiples organismos, y no por un único germen, podría tener un papel fisiopatogénico en la aterosclerosis, un fenómeno conocido como "carga infecciosa" o "carga patogénica".

En un estudio, más del 75% de los pacientes con EC estuvieron expuestos a por lo menos tres de los cinco patógenos evaluados, un hallazgo que sugiere una posible conexión entre la mayor carga patogénica y el riesgo de EC, de manera independiente de los factores tradicionales de riesgo.

Por lo tanto, la contribución de los microorganismos infecciosos en la fisiopatogenia de la aterosclerosis podría obedecer a mecanismos, directos e indirectos, y a la participación de múltiples organismos.

En términos de las limitaciones del estudio, los autores reconocen el sesgo de selección, inherente al reclutamiento de sujetos de una población de pacientes sometidos a un procedimiento cardiovascular invasivo, motivo por el cual, los resultados obtenidos podrían no ser necesariamente aplicables a la totalidad de la población.

Otra limitación importante tuvo que ver con el intento de clasificar la cohorte del estudio en pacientes con EC oclusiva significativa (estenosis mayor del 75%) y sin EC oclusiva, independientemente de la presencia o no de EC con estrechez de la luz.

Los autores concluyen que en el presente trabajo no se pudo comprobar una asociación entre la serología positiva para Brucella y la presencia de EC oclusiva significativa, a pesar de la existencia de una correlación importante entre la positividad de anticuerpos contra Brucella y los niveles elevados de PCR.

Se requieren más estudios para analizar la relación entre la infección por Brucella y la EC, con la consideración del estado de infección aguda y crónica, la infección concomitante por otros patógenos y la interacción con otros factores conocidos de riesgo.

 

 

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