Introducción
La aptitud física se define como un estado de bienestar que permite realizar actividades diarias con vigor y reducir el riesgo de problemas de salud relacionados con la falta de ejercicio.1 Su evaluación se efectúa por medio de pruebas físicas específicas y debe de llevarse un control periódico de dicha actividad.2,3
Los niveles de aptitud física en los niños son indicadores del estado de salud y de los estilos de vida. Se relacionan con comorbilidades y enfermedades crónicas.4 Esto muestra que la falta de ejercicio y los bajos niveles de aptitud física determinan la presencia de afecciones como obesidad, osteoporosis, dolores de espalda, enfermedades cardiovasculares, alteraciones del metabolismo de los glúcidos y lípidos, problemas psicosociológicos,5 entre otros.
En países como Chile, donde existe prevalencia de sobrepeso, obesidad y sedentarismo,6,7 es necesario llevar un control adecuado de los niveles de aptitud física. Para ello, es necesario disponer de pruebas físicas de campo que permitan evaluar las dimensiones de la aptitud física (morfofuncional, motora, muscular y cardiovascular).8 Estos controles podrían contribuir a la prevención y el mejoramiento de los niveles de aptitud física en diversas etapas de la vida.
Esta información puede servir para describir la profundidad de las investigaciones que se han efectuado según la temporalidad (transversal, longitudinal o de ambos tipos) y la manipulación de variables (experimental);9 además, los profesionales de las ciencias de la actividad física y de la salud podrán identificar las pruebas físicas que más se suelen utilizar en niños y adolescentes chilenos.
En consecuencia, en un país como Chile, según el informe de aptitud física realizado en las escuelas en 2013, el 71% de los estudiantes en octavo grado (entre 13 y 15 años, principalmente) tenían niveles de aptitud aeróbica insatisfactorios y vivían vidas predominantemente sedentarias.10 Además, en el informe de 2014, se informó que el 97% de estos escolares requiere mejorar su función muscular, y el 72%, la capacidad aeróbica.11
Estas cifras son alarmantes, puesto que durante el proceso de crecimiento y desarrollo estas deficiencias perjudican notablemente el estado de salud durante la etapa escolar y universitaria. De hecho, recientemente algunos estudios han confirmado que el exceso en el índice de masa corporal (IMC) y la circunferencia de cintura perjudican el desempeño de los escolares chilenos12 en el salto horizontal (SH), al igual que en otras regiones del mundo.13,14
En ese contexto, con el afán de analizar los tipos de estudio y las pruebas físicas que más se utilizan en escolares chilenos, este trabajo pretende dar respuesta al siguiente interrogante: ¿Cuáles serán los tipos de estudios y pruebas físicas que más se han utilizado y se han aplicado en niños y adolescentes chilenos?
Esta información es relevante puesto que, hasta donde se sabe, no existe un estudio de revisión sistemática ni metanálisis que haya abordado esta temática. Por lo tanto, los objetivos del trabajo son: determinar los tipos de estudio que se han efectuado según año y región, y verificar las pruebas físicas empleadas de acuerdo con las dimensiones de la aptitud física durante 2010 a 2018, utilizando PubMed como base de datos.
Metodología
Tipo de estudio
Se efectuó un estudio de revisión sistemática sobre la aptitud física en niños y adolescentes de Chile. Se consideró la búsqueda de información entre los años 2010 y 2018. Se tuvieron en cuenta estudios publicados en idiomas inglés y español que se hubieran efectuado en Chile. Las palabras clave utilizadas fueron, en español: aptitud física, niños y adolescentes, Chile, y en inglés: physical aptitude, children and adolescents, Chile. Se excluyeron investigaciones llevadas a cabo en otros países cuyos autores tuvieran filiación de instituciones chilenas. Se han considerado estudios efectuados en Chile teniendo como límite desde enero de 2010 hasta diciembre de 2018.
Técnicas e instrumentos
Se utilizó la técnica de la observación para sistematizar los tipos de estudio y las pruebas físicas que se han utilizado en niños y adolescentes chilenos. El instrumento en el que se registró la información fue una ficha, en la que se registraron los indicadores de cada uno de los estudios analizados.
Búsqueda bibliográfica
Se utilizó la base de datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (PubMed, https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/), cuyas temáticas están asociadas con el campo de las ciencias de la salud. Este período de búsqueda de información tuvo como duración desde agosto hasta diciembre de 2018. El proceso de selección de estudios se basó en las sugerencias descritas por Liberati y colaboradores,15 siguiendo las cuatro fases del flujograma denominado PRISMA. La Figura 1 muestra todo el proceso desarrollado.
En la primera etapa se identificó un total de 30 artículos, los que fueron considerados como posibles estudios potenciales. En la segunda etapa (cribado o tamizaje) se procedió a la lectura del total de 20 los resúmenes y el lugar donde se efectuaron los estudios. En la tercera etapa se identificaron los trabajos como elegibles, los cuales pasaron a la última etapa (inclusión). En general, se incluyeron los trabajos que mantenían un rango de edad máximo de 18 años y efectuados solo en Chile, los que, finalmente, se redujeron a 17 estudios.
Análisis de estudios
El análisis de la síntesis de la revisión sistemática se basó en procedimientos cuantitativos y cualitativos. En el primer caso se organizaron los datos por medio de frecuencias, rangos y porcentajes (%), y en el segundo, por medio de análisis de contenido de los indicadores considerados en la ficha de registro de información.
Resultados
En la Tabla 1 se describen los 18 estudios sistematizados durante los últimos nueve años. Se observa que, de un total de 18 investigaciones, 16 (88.9%) son descriptivas y de corte transversal, y dos (11.1%) son cuasiexperimentales. También se destaca que, en su mayoría, estos estudios fueron efectuados en la región metropolitana: 38.9% (n = 7), y en la región del Maule: 33.3% (n = 6). Luego, el porcentaje disminuye a 11% (n = 2) para la Araucanía y a 5.6% (n = 1) para cada una de las demás regiones (Los Lagos, Ñuble y no especificada).
En la Figura 2 se pueden observar las pruebas físicas más utilizadas en los estudios durante los últimos nueve años. Por ejemplo, en la dimensión muscular se identificaron siete investigaciones (38.9%) que utilizan la fuerza de prensión manual (FPM), y nueve que evaluaron el SH (50%). En la dimensión cardiorrespiratoria, la prueba de Course-Navette fue aplicada en cinco trabajos (27.8%), seguida por la prueba de caminata de 6 minutos, con tres estudios (16.7%). En la dimensión motora, la prueba de 100 metros fue aplicada en dos estudios (11%). En general, de un total de 16 pruebas físicas, cinco de ellas fueron las que más se utilizaron durante los últimos nueve años.
Discusión
Los resultados de la revisión sistemática indican que la mayoría de los estudios han llevado a cabo investigaciones de tipo descriptivas transversales (88.9%), y uno (11.1%), una investigación cuasiexperimental.
Estos hallazgos muestran que los investigadores de Chile, en el área de la aptitud física en poblaciones escolares, al parecer prefieren realizar estudios descriptivos transversales antes que investigaciones experimentales y longitudinales. Evidentemente, este tipo de investigación, por lo general, presenta algunas ventajas, como el bajo costo de inversión, la evaluación en un determinado momento y con grandes muestras.9 Tal vez estas ventajas fueron las razones principales para la realización de estudios transversales durante los últimos nueve años en la base de datos PubMed aunque, independientemente de los objetivos de los trabajos sistematizados, las investigaciones transversales por lo general se limitan a describir a una población o un subgrupo de una población en un determinado contexto,32 cuyo foco principal es la evaluación de una o más variables en un momento coyuntural puntual.
El hecho de observar un bajo porcentaje de estudios experimentales sin duda llama la atención, puesto que en Chile, a pesar de estar atravesando un proceso de transición nutricional,33 también en los últimos años se han informado una elevada prevalencia de sobrepeso y obesidad6 y bajos niveles se actividad física.34 Entonces, era de suponer un elevado número de estudios experimentales, que apuntarían a la propuesta de programas de intervención de niños y adolescentes sedentarios.
Sin duda, estos resultados observados en Chile deberían motivar a los profesionales de las ciencias de la salud y de la actividad física a proponer intervenciones por medio de estudios experimentales, aunque según Ross y colaboradores,35 los procedimientos estandarizados que se utilizan en los diseños experimentales requieren el control riguroso de fuentes de validez interna y externa. Tal vez, debido a esta complejidad metodológica o por desconocimiento, varios investigadores optan por la realización de estudios trasversales.
De hecho, las investigaciones transversales a menudo se llevan a cabo para estimar la prevalencia de resultados de interés para una población determinada, los cuales se utilizan comúnmente para la planificación de la salud pública,32 y pueden servir de línea de base para los estudios experimentales y longitudinales.
En cuanto a los tipos de pruebas físicas, se ha verificado que, al parecer, la prueba de mayor preferencia por los estudios es la del SH: 50%, seguidas de la FPM (38.9%), la prueba de carrera de ida y vuelta (Course-Navette) (27.8%) y la prueba de caminata de 6 minutos (16.7%). Esto pone en evidencia que el mayor interés por parte de los investigadores está centrado en las dimensiones muscular y cardiorrespiratoria.
Aunque es ampliamente conocido que la aptitud física puede considerarse como una medida integrada de múltiples dimensiones (morfológica, motora, muscular, cardiorrespiratoria)8 que se interrelacionan mutuamente entre ellas. En ese sentido, cuando se evalúa la aptitud física, el estado funcional de todos los sistemas, como el musculoesquelético, el cardiorrespiratorio, el hematocirculatorio, el psiconeurológico y el endocrinometabólico está involucrado en el desempeño físico del ser humano, lo que se refleja a través de los niveles de actividad física.12
Por lo tanto, estas son las razones por las que aptitud física actualmente es considerada como uno de los más importantes marcadores de salud, así como un predictor de morbilidad y mortalidad por enfermedad cardiovascular (ECV) y por todas las causas.35
En ese contexto, dado que los componentes de la aptitud física se relacionan de diferentes maneras con los resultados de salud,13 los investigadores deben incorporar en sus trabajos no solo pruebas de las dimensiones musculares y de aptitud cardiorrespiratoria, sino también pruebas de flexibilidad, así como pruebas motoras de velocidad y agilidad, pues estas dimensiones son ampliamente desarrolladas y trabajadas por medio de actividades físicas en el currículo escolar de la educación física.
Por ejemplo, la flexibilidad es importante para facilitar el aprendizaje de movimientos, evitar lesiones, mejorar el rango de movimiento y permitir el desarrollo de las demás capacidades físicas.37 La agilidad permite dirigir y controlar movimientos a alta velocidad y con máxima precisión en espacio y tiempos determinados.38 Por su parte, la velocidad es importante para realizar una serie de movimientos o acciones más o menos complejas de forma cíclica en el menor tiempo posible.39
En general, una población escolar físicamente activa debería tener una adecuada aptitud física y, en consecuencia, su estado de salud y calidad de vida deben verse incrementados,4,5,40-42por lo que su mejoramiento debe servir fundamentalmente para garantizar un adecuado proceso de crecimiento y desarrollo somático durante la niñez y la adolescencia.
De esta forma, los bajos niveles de aptitud física durante la infancia y la adolescencia se asocian con importantes resultados relacionados con la salud, tales como mayor riesgo de padecer obesidad y ECV, así como alteraciones arteriales y problemas de la salud esquelética.43,44Por ello, es importante que, en Chile, los investigadores se interesen por los estudios no solo trasversales y experimentales, sino también por los análisis longitudinales, puesto que, a partir de este enfoque, es posible verificar los cambios y variaciones durante el tiempo,9 los cuales se pueden comprobar a partir de continuas y repetidas medidas durante períodos prolongados.45
En esencia, a pesar de que se ha reflejado un elevado número de investigaciones desde 2010 hasta 2018 (18 estudios), se destaca que estas publicaciones aún no son suficientes para atender la demanda escolar de Chile, puesto que las regiones investigadas se centralizan en cinco regiones del país (Metropolitana, Maule, Bío-Bío, Araucanía y Los Lagos). Estudios futuros deben interesarse en investigar otras regiones de Chile, aunque también es necesario que el gobierno promueva la formulación de proyectos de investigación en poblaciones escolares del país poco exploradas.
Este estudio concluye que durante 2010 a 2018, en la base de datos PubMed, se identificó un elevado número de investigaciones descriptivas (transversales), en las cuales las pruebas físicas más utilizadas fueron el SH y la FPM en la dimensión muscular, y la prueba de carrera de ida y vuelta (Course-Navette) y la prueba caminata de 6 minutos en la dimensión cardiorrespiratoria. Estos resultados sugieren la necesidad urgente de lleva a cabo estudios experimentales y longitudinales, en cuyos protocolos se incluyan no solo dimensiones musculares y cardiorrespiratorias, sino también dimensiones morfológicas y motoras.