Introducción
La cría bovina históricamente ha sido considerada una de las actividades de menor rentabilidad financiera y por tanto con poca incorporación de tecnología. Dada la creciente demanda mundial por comodities agrícolas tales como maíz, caña de azúcar y soja, en Argentina la frontera agrícola se ha expandido dejando las áreas marginales, para actividades de bajo retorno económico 28 .
La baja eficiencia reproductiva de los vientres (50%) en los sistemas de cría, está determinada por la duración del anestro post-parto y la elevada edad al primer entore 32 . La optimización de los parámetros reproductivos contribuye a la mejoría del retorno económico, sin lugar a dudas la tasa de preñez y sobre todo su distribución, tienen un impacto muy importante.
Lograr el primer objetivo de la cría, significa que restando a los 365 días del año, 283 días del período de gestación, las hembras deberían estar nuevamente preñadas a los 82 días de paridas 2,3 .
La inseminación artificial (IA) comenzó a ser usada en la década del 50 en EEUU y actualmente es una de las tecnologías más utilizadas en el mundo para el avance genético de los rodeos de cría 22 . Además permite aumentar la producción de kilos por vaca/vaquillona inseminada y emplear toros de bajo peso al nacer en el caso de hembras púberes.
El éxito de la aplicación de la técnica depende de varios factores como: categoría del animal, condición corporal, nutrición, calidad seminal, estrés y manejo 30. Cuando se trata de vacas posparto para carne, el grado de anestro será clave en el éxito del resultado, estando la tasa de preñez directamente relacionada a la CC y ciclicidad 17.
Las principales limitaciones para el empleo de la IA en el ganado manejado en condiciones pastoriles son fallas en la detección de celo, anestro post-parto y pubertad tardía. Este problema es mayor en ganado Bos índicus o sus cruzas debido al particular comportamiento reproductivo y la dificultad de la observación de celos 17.
Alternativamente, los tratamientos que sincronizan tanto la emergencia de una nueva onda folicular como la ovulación, ya emplean IA a tiempo fijo (IATF) sin detección de celos y pueden resultar en un rendimiento reproductivo satisfactorio porque todos los animales son inseminados, demuestren o no celo 5.
Es un método utilizado para concentrar anticipadamente los partos y aumentar los kilos de terneros destetados por las distintas categorías, independiente del mejoramiento en el genotipo de los mismos 22.
Para ello se dispone de un conjunto de hormonas, tales como estrógenos y progestágenos, gonadotrofina coriónica equina (eCG), análogos de hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH), prostaglandina F2α (PGF) natural o análogos sintéticos, que utilizadas en protocolos permiten controlar farmacológicamente el ciclo estral (9.
Uno de los protocolos más utilizados consiste en administrar 2 mg IM de benzoato de estradiol (BE) en el momento de la inserción de un dispositivo intravaginal con progesterona (P4) (DIB), con el objetivo de sincronizar el desarrollo folicular 4.
En el día 7 u 8 se retira el dispositivo y se administra prostaglandina (PGF) para inducir la luteólisis, 24 horas más tarde se aplica 1 mg de BE para sincronizar la ovulación que sucede entre las 66 y 70 horas después de retirado el dispositivo 16, la IATF se lleva a cabo a las 52 o 56 horas posteriores al retiro del DIB. Este protocolo se simplificó utilizando cipionato de estradiol (CE) como inductor de ovulación el día del retiro del DIB 15.
En los últimos años se han desarrollado tratamientos con el propósito de modificar la duración del proestro, los cuales se basan en alargar este intervalo de 48/54 horas (tratamiento convencional) o 50/66 horas (Co-Synch + DIB 7 días) a 72 horas. La idea se fundamenta en que pro-estros más largos logran mejor tamaño y desarrollo del folículo pre-ovulatorio, altos niveles de estradiol, mejor preparación del ambiente uterino y concentraciones superiores de progesterona por producción del cuerpo lúteo en el ciclo subsiguiente 19.
En Argentina se ha desarrollado un protocolo basado en estradiol con una exposición reducida a la progesterona y un pro-estro alargado, llamado J-Synch 6,21. Éste tiene la ventaja de que no se requiere un tratamiento inicial de GnRH y, posteriormente, dos inyecciones de PGF. El uso de un protocolo de 6 días (J-Synch) ha dado como resultado una mayor preñez/IA en vaquillonas que el protocolo convencional de 8 días basado en cipionato de estradiol 6,19.
En los tratamientos de sincronización para IATF, puede utilizarse gonadotrofina coriónica equina (eCG), sobre todo en situaciones donde los vientres se encuentren con baja CC 29, produciendo a nivel ovárico mayor crecimiento del folículo dominante, aumento de la tasa de ovulación y del área del cuerpo lúteo, provocando a nivel sanguíneo aumento en los niveles de progesterona 11.
El objetivo de este estudio fue evaluar el desempeño reproductivo en dos categorías de hembras (vaquillonas y vacas secas) cruza índica con un protocolo convencional y uno de proestro alargado (con y sin eCG), considerando además el efecto de la expresión de celo, en un sistema de cría bovina de la Provincia de Chaco.
Material y métodos
Lugar de trabajo. El ensayo se llevó a cabo en un establecimiento ubicado a unos 45 km al norte de la localidad Los Frentones, departamento Almirante Brown, en el oeste de la provincia de Chaco, distante a 320 km de la capital provincial, cuyas coordenadas geográficas son 26°08´34.1¨S 61°17´58.2¨W.
Animales. Se utilizaron 500 vientres constituidos por vacas multíparas secas (n = 264) y vaquillonas cíclicas (n = 236) de 25 a 27 meses de edad provenientes de un sistema de cría comercial, cruza índica (tipo braford y brangus negro y colorado), con condición corporal moderada (4 a 6 en la escala del 1-9) 25, que fueron distribuidas al azar a cada tratamiento, manejadas en un sistema silvo-pastoril de panicum máximum cv. gatton panic en pastoreo continuo. Fueron inmunizados con vacuna reproductiva (Bioabortogen H®, Biogénesis Bagó), dos y una dosis en vaquillonas y vacas respectivamente y recibieron además por vía parenteral un suplemento vitamínico-mineral (Selfos Plus®, Agro Insumos).
Tratamientos. En el día 0 se realizó la aplicación del dispositivo intravaginal impregnado con progesterona 0,5 g (DIB, Cronipres®, Biogénesis Bagó) y 2 mg de benzoato de estradiol (BE, Bieoestrogen®, Biogénesis Bagó). Luego, los animales fueron distribuidos en dos grupos de manera aleatoria para recibir el tratamiento convencional o J-Synch. En el protocolo convencional (Figura 1) (n=243) (vaca n=138 y vaquillonas n=105), el día 8 se retiraron los DIB, se administró 150 µg de DCloprostenol (PGF; Enzaprost®, Biogénesis Bagó) y 0,5 mg de cipionato de estradiol (Croni-cip®, Biogénesis Bagó). La inseminación artificial (IA) se realizó entre las 48 a 54 horas del retiro de los dispositivos.
En el protocolo J-Synch (n=257) el día 6 se retiraron los DIB, se aplicó 150 µg de PGF y en ese momento en este tratamiento se conformaron dos grupos en cada categoría recibiendo o no eCG de manera aleatoria, vaquillona (n=131) y vaca (n=126) 300 y 400 UI de eCG-PMSG (Ecegon®, Biogénesis Bagó) 26, respectivamente, resultando el grupo con eCG (n=117) vaquillonas (n=62) y vacas (n=55) (Figura 2) y sin eCG (n=140) fueron vaquillonas (n=69) y vacas (n=71) (Figura 3).
En este tratamiento se aplicó pintura Celo-test® (Biotay) en la región sacro-coxígea, para determinar de manera subjetiva la manifestación de celo. Se realizó control de pintura a las 60 y 72 horas, en el primer control las hembras despintadas fueron inseminadas, y las restantes recién a las 72 horas.
Aquellas hembras que aún presentaban pintura intacta (no celo) recibieron 10 µg de acetato de buserelina (GnRH, Buserelina®, Zoovet).
Las dosis de semen utilizadas provenían de reproductores de probada fertilidad y de centros de inseminación habilitados. Las mismas fueron evaluadas previamente a su utilización, analizando la movilidad y la cinética espermática.
Adicionalmente, se evaluó la morfología normal y la vitalidad espermática mediante la tinción con eosina-nigrosina (1, usando un microscopio E200 (Nikon, Japón).
Diagnóstico de gestación. El diagnóstico de gestación se efectuó a los 40 días post-IA, mediante ultrasonografía trans-rectal, con equipo Aloka 500 (Aloka, Tokio, Japón) con un transductor lineal de 7,5 MHz.
Diseño experimental, estadísticas. Se utilizó un diseño en bloques completos aleatorizados. Se comparó el efecto del tratamiento (Convencional vs J-Synch sin eCG) y categoría (vaquillona y vaca) sobre el porcentaje de preñez. En J-Synch se evaluó el efecto del tratamiento (sin vs con eCG) sobre el porcentaje de preñez general, según categoría y manifestación de celo. El análisis estadístico de los datos se realizó con tabla de contingencia y prueba de Chi2 con un alfa del 5%, mediante software InfoStat 24.
Resultados y discusión
Los resultados del efecto tratamiento con protocolo convencional y J-Synch por categoría en el desempeño reproductivo, se observan en la Tabla 1.
Los efectos protocolo y categoría, no demostraron asociación con el desempeño reproductivo, pero las vacas secas tendieron a mejorar el porcentaje de preñez en un 11% con J-Synch, mientras que las vaquillonas un 8% con convencional.
Otros autores encontraron diferencias significativas (p<0,05) en vaquillonas tratadas con el protocolo convencional y J-Synch al día 38 (65,8 vs 55,7%) y al día 103 (65,4 vs 53,2%) 8 y 61,1 y 55,5% 23. Resultados superiores fueron informados en vaquillonas de 15 a 24 meses de edad de 59,7% en J-Synch e inferiores de 53,1% en convencional 20.
En tratamiento de proestro prolongado con 7 días de progesterona, en vaquillonas Bos índicus de 22 a 6 meses de edad con CC entre 2,5 a 3,5 (escala 1-5), alcanzaron 52% en J-Synch y 45% en convencional 14.
En Uruguay sobre un total de 2.349 vaquillonas Bos taurus que recibieron 300 UI de eCG en el momento de la remoción del DIB, se encontró una preñez significativamente mayor (p=0,01) a favor del J-Synch (56,1%) en comparación con el convencional (50,7%) 6.
En la categoría vaca, con respecto a lo obtenido en este ensayo, otros investigadores lograron resultados similares en J-Synch de 53,3%, pero superiores en convencional 51,9% 12. También alcanzaron una mayor tasa de preñez (p<0,05) con protocolo de proestro prolongado de 7 (52%), 6 días (41%) y convencional (37,1 %) 13.
En la Tabla 2 se presentan los resultados del protocolo J-Synch donde se evaluó el efecto de la eCG (con y sin), en el porcentaje de preñez general y por categoría.
El uso de eCG no se asoció con un mayor porcentaje de preñez, sin embargo, en la categoría vaca se evidenció una tendencia positiva con la utilización de esta hormona que aumentó la preñez en un 8%, en cambio en vaquillona estos valores fueron muy similares.
Estos datos difieren de otros autores quienes trabajaron con el protocolo J-Synch en 311 vaquillas que recibieron o no 300 UI de eCG, a su vez se subdividieron para recibir GnRH y fueron a IATF el día 9 (60 o 72 horas después de la extracción del DIB), la administración de eCG logró mejorar los porcentajes de preñez (57,1%), en relación a las que no recibieron dicha hormona (53,1%) 27. También se ha registrado este efecto con tasas de preñez (59 vs 43,7%) (p<0,001), respecto al tratamiento sin eCG 23.
Estos resultados coinciden con otras líneas de investigación (58,6 vs 67,1%; p>0,05) en tratamiento sin y con eCG 31. Por otro lado se han reportado en vacas y vaquillonas sincronizadas con J-Synch, bonsmara cruza y puras, una preñez general del 62,4%, superior a lo encontrado en este ensayo.
Cuando compararon las diferentes categorías, las vacas secas cruza y las vaquillonas tuvieron una mayor (p<0,05) tasa de preñez que las vacas secas puras (69; 57,3 y 50%, respectivamente). También encontraron diferencias significativas al analizar el efecto de la eCG en vaquillonas (c/eCG: 66 vs s/eCG: 46%) 7.
En la Tabla 3, se presentan los resultados de preñez en protocolo J-Synch con y sin eCG según manifestación de celo (despintadas) a las 60 y 72 horas y sin celo (pintadas), en cada categoría.
Al evaluar el efecto de la eCG en el desempeño reproductivo en función de la manifestación de celo, no se observaron diferencias significativas entre tratamientos. Sin embargo, en general las que presentaron celo a las 72 horas tuvieron una tendencia a lograr mejores índices de preñez (12% superior). La relación celo/preñez de los animales que presentaron (60 y 72 horas) no celo, fue del 55 y 44%.
Resultados superiores, pero no estadísticamente significativos, fueron descritos en otros estudios con tasas de preñez mayores en vaquillonas con celo a las 60 y 72 horas (62,7 vs 69,2 y 63,6 vs 69%) y no celo (25 vs 28,6%) en los grupos sin y con eCG, respectivamente 31.
Sin embargo, la relación celo/preñez evaluada en protocolos con cipionato de estradiol, han demostrado diferencias significativas en grupos con y sin manifestación de celo, a favor de las primeras 18,20, por otro se han reportado menores tasas de preñez en animales que no se despintaron con respecto a los que sí se despintaron (26,7 vs 61,8%) (p<0,05) 10.
Conclusiones
En las condiciones en las que se realizó el presente ensayo, los protocolos convencionales y de proestro alargado, no ejercieron asociación en el desempeño reproductivo evaluado a través del porcentaje de preñez.
Cuando se consideró el efecto categoría dentro de cada protocolo, las vacas secas se desempeñaron mejor en el protocolo J-Synch, manifestándose en las vaquillonas resultados opuestos, ya que la tendencia numérica porcentual superior en este caso se logró en el tratamiento convencional.
Con la utilización de eCG, los resultados no mostraron asociación con el porcentaje de preñez general en los vientres cruza índica. Cuando los efectos fueron evaluados por categoría, en las vacas se mostró una tendencia positiva con su uso, logrando incrementar la preñez.
El desempeño reproductivo en relación a la manifestación de celo, no se afectó por la utilización de eCG, pero las hembras que presentaron celo más tarde al momento de la IA (72 horas), tuvieron tendencia a alcanzar mayores preñeces.