Después de gran expectativa, llegó el 19 de octubre, el esperado día del reencuentro para compartir el maravilloso mundo de la cardiología. El evento más fascinante y concurrido de la cardiología argentina y del mundo de habla hispana. Con él, la Sociedad complementa su objetivo primordial de la educación médica. La vuelta a la presencialidad nos permitió el intercambio dinámico y enriquecedor con cada uno de los participantes. El aprendizaje en sociedad sin duda nos beneficia y nos ayuda a crecer en el camino del ejercicio profesional.
Porque repitiendo palabras de un reconocido pedagogo, el conocimiento se construye socialmente y conduce hacia un desarrollo cognitivo más avanzado. Aun en tiempos de la inteligencia artificial una de las habilidades que marcarán la diferencia será la capacidad de vivir aprendiendo.
El Congreso Argentino de Cardiología llena todas estas necesidades.
En este año en particular, hemos superado todas las expectativas más optimistas. El gran trabajo del Comité Científico nos brindó un programa equilibrado y actualizado con el foco puesto en la práctica cotidiana. El mismo se desplegó en 131 Mesas Redondas, además de sesiones de Casos Clínicos, Conferencias, Controversias, Diálogos con expertos, Talleres etc. Se presentaron, además, 279 temas libres y 6 consensos lo cual pone de manifiesto la gran actividad desarrollada por nuestros miembros. Esto, sumado a la presencia de personalidades destacadas del ámbito nacional e internacional, atrajo a más de 12 000 profesionales del ámbito de la cardiología, principalmente médicos, enfermeros y técnicos, y, como ha sucedido en otros años, con una fuerte participación de colegas varios países de América. Contamos con el apoyo de las más destacadas sociedades de cardiología como la American Heart Association, American College of Cardiology, Capítulo New York ACC, European Society of Cardiology, Organización Panamericana de la Salud, Sociedad Interamericana de Cardiología, Sociedad Sudamericana de Cardiología, Word Heart Federation, etc.
El entusiasmo y las ansias de aprender que se reflejó en todos los participantes es contagioso e impulsa a renovar el compromiso de la SAC con la Educación médica continua.