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Revista argentina de cardiología

versión On-line ISSN 1850-3748

Rev. argent. cardiol. vol.91 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires abr. 2023

http://dx.doi.org/10.7775/rac.es.v91.i1.206012 

CARTA DEL PRESIDENTE DE LA SAC

Discurso del acto académico 2023

Claudio Majul1 

1 Presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología

Autoridades de: Academia Nacional de Medicina, Sociedad Argentina de Cardiología, Fundación Car diológica Argentina, Revista Argentina de Cardiología, Colegas, familia, amigos.

Hoy, asumo la presidencia de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), enorme responsabilidad que confió a cabo satisfactoriamente.

Agradezco esta oportunidad, a todos los que me apoyaron para desempeñar esta difícil pero honorable tarea, y me propongo no defraudarlos.

Les contaré una breve historia sobre mis orígenes, que ayudará a que comprendan el honor y la alegría que me invaden al asumir este cargo.

Mis raíces son muy humildes. Mi abuelo, inmigrante sirio, empezó a obtener su sustento vendiendo “beines beinetas” y termino quemando basura en la quema de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Quizás por eso, mi abuelo, aun con su mala pronunciación, cantaba “la marchita”.

Mis padres, Zulema y Enrique, no tuvieron otra oportunidad que vivir en la casa tipo chorizo en el barrio de Boedo junto a mis abuelos. Ahí nació mi hermana Victoria, después el que suscribe; cada familia tenía solo una habitación.

Mi escolaridad se caracterizó por un pésimo com portamiento, con nula aplicación para el estudio. Con mis entrañables amigos de entonces, Tito, Rubén y veinte más, solo queríamos jugar a la pelota y como vivíamos a solo cinco cuadras del Club de San Loren zo, ejercíamos con ansias la función de trapito cuando jugaba “El Ciclón”.

Actualmente, admiro el gran esfuerzo y la nutrida argumentación que esgrimía mi viejo, para lograr que mi actitud cambiara.

Mi padre clasificaba cartas en el correo Central, y después ingresó como cobrador de una empresa de cosméticos. Solía insistirme sobre concurrir al club San Lorenzo para realizar actividades diferentes y más productivas que a las que me dedicaba entonces. Final mente, le hice caso y elegí judo, práctica que tenía la gran ventaja de poder aprender a pelear, lo cual ansiaba en esa época, especialmente ganarles a los más grandes.

En esa etapa, aparte de practicar judo conocí otros amigos -Napia, Ovich, Rafa, Beto, el Fasu, el Caru- y mágicamente empecé a estudiar, y logré pertenecer al cuadro de honor en la secundaria. Ingresé a la facultad de medicina y luego de graduarme, fui residente y jefe de residentes, en una institución que se localizaba justo a la vuelta de este edificio, es más, dependía de la Academia Nacional de Medicina, la entrañable Fundación Pombo.

Mi tributo, por haber logrado mi carrera a mis viejos y a este país que da la posibilidad de formarse a las clases emergentes.

Empecé en la SAC hace mucho tiempo con el curso bianual de cardiología, y créanme, me asombró enton ces ver esta estructura. En 2000 inicie mi participación en el Consejo de Hipertensión Arterial, (CAHTA) ca racterizado en ese entonces por ser muy selectivo, lo cual no resultaba bueno para muchos. Nos propusimos cambiarlo por un consejo inclusivo, junto a Alejandro Delucchi, Olga Páez, Pablo Rodríguez, Marquitos Marín, Laura Brandani y Diego Fernández. Mientras era director del CAHTA, el Dr. Tajer me encargó un curso internacional para la Organización Panameri cana de la Salud (OPS) sobre manejo de hipertensión arterial en equipos de atención primaria. Con esta tarea aprendimos mucho sobre el tiempo y la calidad de la exposición en cursos virtuales, así como lograr la conexión internacional.

Posteriormente, recuerdo y agradezco la genero sidad de Guillermo Fábregues, que me ofreció entrar como protesorero en la Mesa Directiva. Eran momentos económicamente álgidos para nuestra sociedad, pero en esos dos años trabajamos grupalmente para sanearla.

Siguió la propuesta de Miguel González y Ricardo Migliore para que coordinara el Área de Distritos y llevar a cabo una reforma. Realizamos “la regionali zación” junto a Fabiana y Rodrigo, representada por jornadas en cada distrito rotativas, para que cada re gión creara su propio programa y lograra sustentarse individualmente; fue un éxito, hoy existen 10 jornadas.

Inmediatamente fui Coordinador de Áreas, durante un año, y antes de finalizar esta función, mi amigo Héctor Deschle me ofreció el cargo de Coordinador General del Congreso 2020, un enorme desafío.

Empezamos bien, y cuando apareció la COVID 19 nadie creía en esa gripecita, así que continuamos con el programa del Congreso. Lo terminamos entero para junio, pero debimos rehacerlo en su totalidad ya que debió ser transformado en virtual.

Luego, fui elegido vicepresidente primero, confiaron en mí los últimos doce expresidentes de la institución.

Todo el relato previo es en función de lo que deseo transmitirles: la SAC no limita a nadie, cada individuo -esta fue mi experiencia- puede conocer gente, cambiar estructuras, aprender y a la vez divertirse. Los limites los tiene uno. La SAC es de los socios.

La intención principal de nuestro equipo es conti nuar e impulsar el Instituto Universitario como eje de la educación médica, fortalecer los consejos, columna vertebral de nuestra estructura, y los distritos, que hoy en día son 35, el ultimo creado este año, el de Santa Fe. Hace unos años la participación de los distritos en el Congreso anual era del 9 %; es en la actualidad del 30%. El secretario técnico del Congreso desde hace 3 años es de los distritos, al igual que el director del curso insignia, PROSAC, que es oriundo de La Rioja.

La concepción y el lema que nos caracteriza es de una SAC inclusiva y de puertas abiertas.

Estamos creando un fondo para solventar investi gación propia.

Es nuestra obsesión la mayor participación de profesionales jóvenes, proyectamos una SAC futura a 10 años.

También somos conscientes de que la relación con las sociedades de otros países y del nuestro es un ida y vuelta, por lo cual la propuesta es afianzar estas rela ciones, pero estar atentos a la reciprocidad.

Otro objetivo pendiente es mejorar nuestras con diciones de trabajo interactuando con el colegio de Cardiólogos y dando apertura a las políticas de salud.

Además, debemos mejorar la parte administrativa haciéndola más eficiente y profesional.

Quiero mencionar de manera especial a mis cinco hijos Yamila, Federico, Emiliano, Sebastián y Julián por ser representantes del milagro de la vida. Cuando los vi por primera vez mi corazón no tenía límites, gracias por hacerme el aguante en esta profesión. También, por conocer a Olga, y haberme llevado con su insistencia a no decaer, por su sagacidad, así como por su apoyo incondicional y estar a mi lado para transitar este camino que me llevó a la presidencia.

Finalmente, quiero decir: Muchas gracias, espero tengamos un año espectacular, saludar a la comisión que se va, los voy a extrañar, especialmente a Héctor con el que trabajamos en la Mesa Directiva de 2016, 2021 y 2022 y de quien aprendí muchas cosas, al igual que de Alejandro Hershon el año anterior.

Me despido también de Verónica Wolberg y Héctor Santa María quienes participaron en forma excelente de nuestro proyecto.

Agradecer al personal de la Sociedad por su labor, y a Marina en particular por su eficacia y dedicación.

Gracias, y ojalá que ganemos el domingo.

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