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Anuario de investigaciones
versión On-line ISSN 1851-1686
Anu. investig. v.15 Ciudad Autónoma de Buenos Aires ene./dic. 2008
PSICOANÁLISIS
El estatuto del obstáculo
Delgado, Osvaldo Leonardo1
1 Profesor Titular Regular de la primera Cátedra Psicoanálisis: Freud. Facultad de Psicología, UBA. Director del Proyecto UBACyT P820 "La Adquisición de la Aptitud de Analista en el Marco de la Segunda Tópica Freudiana".
RESUMEN
En continuidad con la investigación que venimos realizando,
abordamos la cuestión del obstáculo.
El obstáculo es inherente tanto a la práctica como a la
elaboración doctrinaria en psicoanálisis, hasta tal punto
que lo podríamos llamar una teoría del obstáculo.
El obstáculo es inherente a la problemática de la satisfacción
pulsional, y se presenta a lo largo de toda la
producción de Freud.
Esta satisfacción, a su vez, adquiere diferentes nombres,
y al final de la doctrina freudiana se va a presentar
como el obstáculo a la conclusión de las curas y el advenimiento
de nuevos analistas.
Palabras clave: Obstáculo; Satisfacción; Analista
ABSTRACT
In keeping with the research we have been conducting,
we are going to tackle the question of the obstacle.
The obstacle is inherent in both psychoanalitic practice
and doctrine, to the extent we could speak of a theory of
the obstacle.
The obstacle is inherent in the issue of drive satisfaction,
and can be seen throughout Freud's production.
This satisfaction, in turn, takes on different names, and
towards the end of the Freudian doctrine, it is presented
as the obstacle to the conclusión of the cures and the
advent of new analysts.
Key words: Obstacle; Satisfaction; Analysts
S. Freud en el Capítulo VII del texto "Análisis terminable e
interminable" (1937), sitúa en un mismo lugar, un obstáculo
en la práctica clínica y en la formación del analista.
No es la única vez, que se presenta de este modo tal
cuestión, pero el obstáculo en la conclusión de la cura y
el advenimiento de un nuevo analista, en este texto alcanza
una dimensión especial, ya que da cuenta del
punto culminante de su elaboración doctrinaria al respecto.
Lo que alcanza el estatuto de obstáculo, son los mecanismos
de defensa.
Pero ¿qué es un obstáculo?
El texto clásico en epistemología respecto a la cuestión
del obstáculo es "La formación del espíritu científico"
((1948) Ed. Siglo XXI) de Gastón Bachelard.
Para Bachelard, el obstáculo es obstáculo epistemológico,
por lo tanto no se puede plantear el problema del conocimiento
científico si no es en términos de obstáculo. Este se manifiesta como impedimento y como inercia.
Si toda nueva producción de conocimiento se realiza
"contra" conocimientos anteriores, la inercia dará cuenta
de un uso abusivo de esos productos anteriores.
La tesis filosófica que despliega Bachelard es: "El espíritu
científico debe formarse en contra de la naturaleza,
en contra de lo que es, dentro y fuera de nosotros, impulso
y enseñanza de la naturaleza, en contra del hecho
coloreado y vario" (pág. 27).
Bachelard diferencia tajantemente la posición del educador,
de la del investigador.
El educador manda, se cree un maestro; el investigador
es el que se enfrenta al obstáculo.
Los educadores están gobernados por una voluntad de
poder, a diferencia de los investigadores que se orientan
por una voluntad de razón.
"Los profesores reemplazan los descubrimientos por
lecciones. A su vez el paso del tiempo, transforma a las
verdades racionales en hábitos intelectuales".
A los fines de nuestra tarea, es importante destacar lo
que denomina "masoquismo intelectual".
Padecen de tal masoquismo aquellos científicos que no
pueden "gozar tranquilamente" con un conocimiento
bien encerrado en sí mismo y siempre atestiguan que
hay algo que se les escapa.
Friederich Nietzsche, en "Sobre verdad y mentira en
sentido extramoral" (Tecnos - Madrid Año: 1873), afirma
que no hay ninguna posibilidad de un conocimiento bien
encerrado en sí mismo.
Se pregunta, por el contrario, si hay alguna concordancia
entre las cosas y las designaciones. Es más, el creer
que se posee una verdad, es al precio de un olvido. De
olvidar de que sólo tiene estatuto de verdad lo que posea
"consecuencias agradables para la vida", ya que la
"cosa en sí" es absolutamente inalcanzable.
De un modo luminoso afirma que los conceptos sólo se
forman eliminando los rasgos singulares y asemejando
por equiparación.
"Por lo tanto, el concepto, se funda en la omisión de lo
real y lo individual" (Friederich Nietzsche)
Precisamente el psicoanálisis da cuenta de que el Universal
no reabsorbe al Particular, sino por lo contrario,
da cuenta de la originalidad del caso por caso.
Para el filósofo alemán, no hay verdad alcanzable, atrapable,
sino meras ilusiones que se olvidan que son tales.
Son sólo metáforas consolidadas, que se las trata como
a las cosas mismas.
La radicalidad del pensamiento de Nietzsche lo lleva a
afirmar que ni las matemáticas, ni las representaciones
del espacio y el tiempo son meras imitaciones sobre la
base de metáforas.
Si no hay verdades, los hombres mienten de acuerdo a
un estilo vinculante para todos.
¿Cuál es el estatuto de esta mentira, cuál es su necesidad,
podríamos formular?
La construcción conceptual es una protección para el
hombre, respecto a las "fuerzas terribles que constantemente
lo amenazan"
Por lo tanto, no hay ninguna posibilidad de "percepción
correcta", ni de adecuación sujeto - objeto, ya que son
"dos esferas absolutamente distintas"
¿Entonces? Lo que hay a lo sumo "es una conducta
estética, un extrapolar alusivo, un traducir balbuciente,
a un lenguaje completamente extraño, para lo que, en
todo caso, se necesita una esfera intermedia y una fuerza
mediadora, libres ambas para poetizar e inventar"
(Friederich Nietzsche).
Para Francois Dagonet en "Bachelard y la epistemología
francesa" (Bs. As. 2006 Ed. Claves), la idea de ruptura
caracteriza toda la epistemología "bachelardiana",
en la medida en que no hay nada inmutable ni inmóvil.
La contemporaneidad, como cuarta época de la historia,
marca una ruptura de la razón y de la técnica.
A su vez, este pensador destaca que para Bachelard la
posibilidad de "curarse" del obstáculo es renunciando a
la cultura solitaria, el pensar con "otro" abre una dimensión
nueva en la posibilidad de traducción.
Para Dagonet, la ciencia contemporánea no se distingue
de la técnica. Este anclaje produce como consecuencia
que la "riqueza y fecundidad de la ciencia se
produzca felizmente racionalizada" (Dagonet).
Por otra parte, la axiomática que se presenta como causa
primera, sin embargo es una mera repetición. "Se
axiomatiza lo que ya se conoce" (Dagonet).
En el mismo texto, Bernard Barsotti formula: "Es el desconocimiento
del papel de las matemáticas en el pensamiento
científico, lo que impide a la filosofía pensar las
ciencias como proceso histórico de producción de conocimientos".
Es justamente a partir de la categoría matemática que
Bachelard tendrá un pie en la filosofía crítica y otro en la
física matemática.
Al mismo tiempo formula tanto la ruptura absoluta como
una "pro funda discontinuidad".
Pero lo fundamental, a mi criterio, que va a destacar
Barsotti es el estatuto del sujeto racionalista, aquel que
toma a las matemáticas como nuevas formas de juicio.
Dice: "Es un sujeto que padece la división de sí. La división
de la razón no obedece sólo a la regionalización fenomenológica
de la experiencia (como formula Dagonet),
sino a la voluntad de dividirse al dividir, en tanto sujeto
de los valores epistemológicos".
La orientación freudiana es otra al respecto, basta citar
el último párrafo de "Duelo y melancolía" (1917 (1915)):
"Sabemos ya que la íntima trabazón en que se encuentran
los intrincados problemas del alma nos fuerza a interrumpir,
inconclusa, cada investigación; hasta que los
resultados de otra puedan venir en su ayuda".
Pero debemos destacar que para Bachelard el descubrimiento
lo es sólo cuando produce una rectificación
subjetiva, una "modificación espiritual".
Paul - Laurent Assoun, afirma en "Introducción a la epistemología
freudiana" (1982) que: "Si es verdad que todo
saber científico tiene su régimen, debe haber una reflexión sobre las condiciones de posibilidad de tal saber,
no forzosamente externa, sino actuando al mismo tiempo
que ese saber, en ese saber".
Por eso Freud va a teorizar su práctica en una disciplina
que Assoun nombra como "sui generis" y que lo lleva a
producir el neologismo "metapsicología".
Se va a denominar, entonces, epistemología freudiana,
a aquella investigación que da cuenta de las condiciones
de ese saber psicoanalítico.
Freud, tanto subvierte el lenguaje de su época, como da
cuenta de una fidelidad a los dichos de los que reconoce
como maestros.
La originalidad del objeto epistémico freudiano es llamado
entonces: "metapsicología". Ésta es el núcleo teórico
del psicoanálisis como así también, el otro nombre del
mismo, según el mismo Assoun en "La metapsicología" ((Siglo XXI México - 2002), en la medida de que el "inconsciente"
es un "objeto" que rebasa a la psicología.
La metapsicología a su vez, es el operador y el testimonio
de la elevación de la práctica clínica a la altura de un
saber.
Este neologismo: "metapsicología", da cuenta de una
ruptura con la literatura, la filosofía, la psicología, la neurología,
dando cuenta de los procesos que conducen
más allá de lo consciente, siendo así una reforma de la
razón.
En verdad el adjetivo "metapsicológico" se presenta por
vez primera, según Assoun, en León Daudet en "L'heredo"
(1916).
La metapsicología no se ocupa sólo de la "hipótesis del
inconsciente", sino también de todas las consecuencias de
esa hipótesis, para una nueva concepción de la psique.
Para Paul - Laurent Assoun el psicoanálisis "Es un método
de investigación de los procesos inconscientes, un
modo de tratamiento de las perturbaciones neuróticas y
una seria de concepciones psicológicas que tienden a la
categoría de ciencia".
Para el psicoanálisis la formación del analista comporta
una mutación subjetiva (sin que esto tenga exactamente
el mismo estatuto que la modificación espiritual "bachelardiana",
(pero no deja de hacer eco).
Desde la enseñanza de Lacan, se puede afirmar que la
práctica clínica comporta un real desprendido de lo racional,
y que por lo tanto no posee ni regularidad ni ley.
Lo real es una categoría que se invalida a sí misma y
que a su vez invalida las demás construcciones teóricas.
Pero es un real que da lugar a la defensa y por lo
tanto a la posibilidad de la interpretación. Cuestión de
ocasión, de la coyuntura azarosa, y de inesperado que
la diferencia de una deducción o una explicación. Dice
Michel Foucault en "Nietzsche, Freud, Marx" (Ed. El
cielo por asalto, Argentina 2006), "... de la misma manera
Freud no interpreta signos sino interpretaciones. En
efecto, bajo los síntomas ¿qué es lo que descubre
Freud? El no descubre, como se dice, traumatismos; él
pone al descubierto fantasmas, con su carga de angustia,
es decir, un núcleo que es ya en su ser mismo una
interpretación".
Es esta formulación lo que lo llevará a plantear que en
Freud encontramos una interpretación de una interpretación.
Siendo esto válido para la cadena de representantes
psíquicos inconscientes, ese saber de otra especie que
el de la consciencia; pero Freud formuló muy tempranamente
el ombligo de los sueños y el factor compulsivo
del síntoma, como límite a la interpretación.
Lacan recomendaba anular el saber en el espacio de la
experiencia, como condición para que pueda surgir la sorpresa,
para "hacerle lugar a lo real en tanto imposible de
preveer, imposible de saber previamente" (J. A. Miller).
Según J. A. Miller, en su curso de los años 2001/ 02,
llamado "El desencanto del psicoanálisis" (Inédito); "Lo
que la experiencia de un siglo de psicoanálisis enseña,
a saber, que esta experiencia, se demostró animada por
una dinámica, que no permitió en definitiva a ninguna
teoría del psicoanálisis, estabilizarse de un modo durable
en un estado de ortodoxia".
Aún siendo primero la herejía y la ortodoxia una reacción
frente a ella. Esta última no es más que la colectivización
de una opinión verdadera (tal como lo explica
Friederich Nietzsche).
La herejía nombra la ruptura y la ortodoxia a la continuidad,
ya que trata de suturar la distancia entre teoría y
práctica. Para Michel Foucault, en "El orden del discurso"
(Tusquets, Bs. As. 2005), "La herejía y la ortodoxia
no responden a una exageración fanática de los mecanismos
doctrinales; les incumben fundamentalmente".
A su vez, los individuos quedan vinculados a ciertas
enunciaciones y con la prohibición de otras, de acuerdo
a la doctrina.
Por este motivo, los sujetos quedan sometidos a los
discursos, y estos discursos al grupo mismo. Esta es la
doble sumisión que opera la doctrina.
La elaboración de Freud ilustra en la dimensión de la
ruptura cómo en cada nueva producción teórica se requiere
de una operación contra la represión, contra la
defensa y contra el sentido asegurado.
J. A. Miller, en el curso citado va a decir: "El psicoanálisis,
según el último decir de Lacan, tenía que ser reinventado
por cada uno, apelando al desplazamiento de
discurso, algo por lo demás, a lo que asistimos con Lacan:
una dinámica propia del significante que escapa a
todo control autorizado".
Por su parte Paul Bercherie en "Génesis de los conceptos
freudianos" (Paidós - Bs. As. 1983), aborda la cuestión
de la teorización de Freud, formulando en principio
que no es posible lograr una síntesis que pueda cubrir el
conjunto de tan basta obra.
Justamente este autor da cuenta de cómo Freud arma
una construcción teórica y en la etapa siguiente la cuestiona
totalmente.
Según el autor, podemos encontrar en la elaboración
freudiana dos polos de construcción teórica.
Un polo clínico, donde se ubicarían los complejos de Edipo
y castración, el estadio sádico anal, etc. Un polo especulativo,
las tópicas, las teorías de las pulsiones, etc.
Pero Bercherie, da cuenta que en verdad los conceptos
mas generales, las construcciones especulativas, siempre
se orientan a interrogar lo real del psicoanálisis.
Podríamos agregar, que justamente, el concepto de
pulsión de muerte es paradigmático de esa reflexión.
En "Génesis de los conceptos freudianos" afirma: "El nacimiento
de la ciencia en el inicio de la época clásica fue
en efecto acompañado por una partición del campo de lo
real. A la razón científica, a la investigación del mundo
material a través del juego de fuerzas y de las cosas que
lo constituyen, se opuso el mundo oscuro de aquello que
por cierto después de Freud nos resulta fácil señalar
como el mundo de la realidad psíquica, con todo el cortejo
barroco que en él despliegan sus figuras..."
Para Bercherie, así como lo plantea Assoun, lo que
constituye el núcleo de la teoría psicoanalítica es la metapsicología,
y es a partir de ella que el psicoanálisis se
"imbrica en las grandes corrientes de la psicología".
PUNTO B
Diferentes lecturas de la obra de Freud, ubican la problemática
de la satisfacción en relación a la segunda
tópica (yo - ello - superyó).
La dimensión económica que nombra tanto un inconsciente
libidinal, como al síntoma referido ya no a un
querer decir, sino a la satisfacción que implica, van a
marcar los obstáculos mayores para las conclusiones
de los análisis.
El incremento del padecimiento, cuando se esta por
ceder un modo paradójico de satisfacción, cuyo paradigma
es la reacción terapéutica negativa, expresa esto
contundentemente.
Si los síntomas son la practica sexual de los neuróticos
¿cómo se presentan estos en los inicios del psicoanálisis?
¿Que anticipaciones encontramos en la cuestión de la
satisfacción, incluso antes de formular el inconsciente
dinámico?
Tomemos con estas preguntas, a esa inicial casuística
del Capitulo II de "Estudios sobre la histeria": Ana O.,
Emmy von N., Lucy, Katharina, Elisabeth von R.
Esta pequeña investigación no sustituye la lectura del
texto freudiano, sino que por el contrario la presupone.
Comencemos con Ana O., trabajado junto con Breuer.
Lo primero que hallamos es que un rasgo de carácter, la
bondad compasiva de Ana, era una vía para satisfacer
una intensa pulsión.
Aquí ya hay un nudo que preocupara a Freud, en los
tramos finales de su obra.
Luego hallamos una descripción de las perturbaciones
corporales de la paciente, simultáneamente con la llamada
"doble conciencia". Escisión psíquica y cuerpo
recortado por malestares.
Si la hipnosis permitía "recuperar" el suceso traumático
y con ello disolver el síntoma, el texto encarnado revela
un cuerpo distinto del organismo, y la palabra es fuente
de excitación, dolor, parálisis, etc.
El llamado "estado segundo", lo no - consciente, que es
comparado con el sueño y las alucinaciones, que se
expresan y orientan la satisfacción, revela su paradoja
en la operación terapéutica misma.
El párrafo central de este caso, ejemplar para revelar la
conexión amor de transferencia - resistencia, es el que
dice: "También aquí se observaba de manera regular
que "apalabrado" el síntoma, emergía con renovada intensidad
mientras se lo relataba. Así, en el análisis del
no - oír, la enferma se volvió tan sorda que a veces debí
entenderme con ella por escrito".
Recordemos que el síntoma de no - oír, se relaciona
directamente con el padre y con el espiar.
Este no - oír revela una zona histerógena y su paradójica
presentación durante la cura.
Incremento del padecimiento sintomático (sordera) cuando
se esta a apunto de desembarazarse de el.
Tengamos presente que se trata de la "Talking Cure", la
cura por la palabra. Dejaba de oír la voz de quien conducía
la cura.
Solo tengamos presente aquí, la primer teoría pulsional,
y el conflicto pulsional del Yo - Pulsiones sexuales, para
dar cuenta del recorte de ese agujero de borde pulsional
llamado oído.
¿Cuándo en Ana se produjo el síntoma de la tos?
Cuando le sobrevino el conflicto entre cuidar al enfermo
y estar en el baile.
Conflicto que se produjo cuando escucho "los sones de una música bailable".
Pasemos ahora a Emmy von N., que es el primer caso
en donde es Freud quien aplica el método hipnótico.
También es el caso inaugural de lo que posteriormente
se va a llamar "Asociación Libre".
Vemos con toda la frescura de esos momentos primeros,
que es la paciente misma quien lo produce: "me
dice, con expresión de descontento, que no debo estarle
preguntando siempre en donde viene esto y esto otro,
sino dejarla contar lo que tiene para decirme".
Vemos presentarse el concepto de "falso enlace", antecedente
del desplazamiento y la transferencia motor;
como así también el concepto de "compulsión a asociar",
que va a remitir tanto al "analista como obstáculo
externo" en Psicoterapia de la Histeria como a la transferencia
como obstáculo, posteriormente.
Una de las primeras cuestiones que Freud destaca en
este caso, es el asco. Cuestión que va a ocupar un lugar
prevalente en la sintomatología histérica.
En Emmy von N., el asco va a referir a lo oral y en la
referencia a sus dos hermanos.
Lo patológico va a referir a la cantidad y a su destino
conversivo.
Con una salvedad muy importante, también por el destino
que tendrá en elaboraciones posteriores.
No toda la "suma de excitación" se transpone en conversión
en el cuerpo, una parte permanece como talante
(angustia, depresión melancólica, fobias, abulias, inhibiciones
de la voluntad), por lo tanto fracaso de la defensa
y no realización de la "bella indiferencia histérica".
Si el asco revela el conflicto pulsional y la relación particular
de la histeria con la satisfacción, el fracaso de la
defensa, aquí igual a represión, va a dar cuenta de un
concepto mas abarcativo (siendo la represión solo uno
de los métodos de la defensa) que permitirá establecer
el mas allá del síntoma como carácter.
Este ultimo expresa claramente, un modo de satisfacción
pulsional, sostenido en una zona erógena.
En Miss Lucy R., encontramos un detalle ordenado y
resumido, de las modificaciones técnicas del proceso
terapéutico, dispensado por Freud.
La nota "1", de la pagina 127, de la Edición de Amorrortu,
expresa la historia de esas modificaciones.
También es el caso clínico, en donde la teoría del conflicto, da un paso mas bajo la formula: "Puedo aseverar
que ese olvido es a menudo deliberado, deseado".
Aquí el síntoma conversivo, es la perdida de la percepción
olfativa.
La cuestión del olfato va a ser retomada por Freud mucho
mas tarde, cuando hable de una represión orgánica,
que produce como efecto en la constitución subjetiva,
una importante perdida del sentido olfatorio.
Miss Lucy R., además de esa perdida, sufría de unas
sensaciones olfatorias que la perseguían.
Por lo tanto, respecto al olfato, un menos y un mas de
sensaciones.
Freud, se pregunta respecto a los sucesos traumáticos
¿Por qué fue elegido como "símbolo justamente un
olor?"
El olor, es un resto que "liga las escenas traumáticas",
pero lo que se resalta especialmente es la vividez plástica
de los recuerdos de esta paciente denominada "visual".
Sus asociaciones son en principio, imágenes a ser miradas.
Esas imágenes portan la resonancia de los términos
Auffahren (sobresalta) y Anfahren (atropellar), núcleo
de la dimensión traumática.
Es en Katharina, donde más avanza en la dimensión de
la satisfacción articulada a la resonancia fónica.
Esta muchacha, presentaba como síntoma conversivo,
la falta de aire y el sentimiento culpable respecto a la
separación de sus tíos.
Aufkommen: Destapo.
Kommen: Llego.
Heraufkommen: Ascendido allá.
Herauskommen: Enseguida salieron.
Hinaufkommen: El subió.
Las declinaciones del "Kommen", van articulando el
conjunto de la trama, donde podemos verificar un sentido,
mas allá de los efectos de las significaciones de las
escenas de la trama.
Vamos a entrar ahora en el ultimo caso, el ejemplar y
paradigmático de Elisabeth von R.
Esta joven que padecía dolores en la pierna y caminaba
mal, nos aporta las anticipaciones teóricas más importantes
para esta pequeña investigación.
Muy tempranamente Freud se ve precisado de diferenciar
dolores orgánicos, neurastenia e histeria de conversión.
Sabemos que son "Tres cuerpos", el orgánico, el
afectado por ausencia de falso enlace, el que padece de
un falso enlace reprimido.
En el desarrollo de la cura que se emprende, puede localizarse
una zona histerógena sensible a "voluptuosas
cosquillas".
El cuidado del padre enfermo y los deseos respecto al
cuñado van enhebrando la trama.
La pierna derecha dolorida articulaba los recuerdos respecto
al padre y al compañero de juventud; y la izquierda
a los dos cuñados.
Comienzan a ser recortados por Freud, los representantes
psíquicos encadenados en la trama de la dialéctica
subjetiva.
Stehen: Estar en pie
Gehen: Caminar.
Aufstehen: Se levanto.
Hinaufgehen: dirigió sus pasos.
Alleinstehen: Soledad, que remite a su desvalimiento,
la sensación de no avanzar un paso.
Stillstehen: Se quedó parada.
El caso revela como "mediante una simbolización (symbolisierung)
así, pueden generarse síntomas somáticos
de la histeria".
Tenemos el efecto de significación, la trama de sentido,
y un término destacado que anuda al conjunto de todos
los otros: Alleinstehen.
Recordemos aquí tanto el dolor de las piernas, como la
expresión de placer, que la llevaba a proferir unos chillidos
cuando se la pellizcaba.
La soledad, el desvalimiento com "no avanzar un paso"
en su metaforización conversiva, sitúa tanto una trama
deseante como un modo de satisfacción en su articulación
misma. Se satisface, con una satisfacción paradójica
(porta también dolor) en las modalidades repetitivas
de la partícula "Stehen", que es lo invariante.
Tengamos presente que en este caso, aparecerá por
primera vez el concepto de resistencia.
Se trata de la introducción anticipada del inconsciente
dinámico y del efecto retardado (Nachtraglich).
A su vez se presenta el fundamento de la irrupción en la
conciencia de un deseo en contradicción con el "ser
moral", deseo que "debe" ser reprimido.
Pero observamos la paradoja de ese "ser moral", que se
presenta en el incremento cruel de los dolores cuando
se le es comunicado el deseo respecto a su cuñado.
Antecedente patético de la reacción terapéutica negativa.
Freud establece el núcleo del cuadro clínico: "Ella
reprimió la representación erótica de su conciencia y
transmudó su magnitud de afecto a una sensación de
dolor somático".
¿Pero aquí se agota todo?
¿Por que justamente los dolores en las piernas tomarían
sobre si la subrogación del dolor anímico?
¿A que viene esa pregunta en Freud al final del desarrollo
del caso, cuando ya justifico suficientemente el poder
de la simbolización en la conversión histérica?
La modalización del "stehen" da cuenta de toda la trama.
Habla de una base orgánica, "dolor originariamente reumático
pasó a ser en la enferma el símbolo mnémico de
sus excitaciones psíquicas dolientes".
Pero más allá de lo que llama orgánico y del poder de la
palabra al que también lo ilustra con Cecilie y con Rosalia
H, nos habla de que "una de sus piernas doloridas
(base orgánica) entraba en contacto con la pierna hinchada
del padre a raíz del cambio de vendaje".
Acontecimiento que creo "una zona histerogena artificial", sobre la que se monto la trama de la representación
erótica reprimida. Vemos destacarse el lugar prevalente
del padre impotente en la histeria, a la cual esta
le consagra el sacrificio de su vida. Su deseo para sostenerlo
y sus condiciones de satisfacción articuladas a
la privación.
Pero trama que incluyo, anudó el efecto de ese acontecimiento,
trama que fue un "tratamiento" de esa satisfacción
contingente. Opaca más allá del símbolo.
Satisfacción opaca, que se revela en el dolor cruel de la
comunicación del deseo reprimido, en la medida en que
cae esa significación.
No todo símbolo en la satisfacción.
Un símbolo se repite, un símbolo comanda una red que
procura satisfacción, pero algo excede al símbolo en
poder dar cuenta de lo que no anda (parafraseando a
Elisabeth), o mejor dicho, de lo que solo anda de ese
modo. Ya que no hay "enlace verdadero", hay fijación y
falso enlace.
PUNTO C
El primer modo en que aparece la cuestión del obstáculo,
en la obra de Freud, es bajo las especies de una incompatibilidad
entre un pensamiento y el yo. Una contradicción,
un conflicto.
¿Ahora bien, por que esa incompatibilidad?
Por cobardía moral el paciente no quiere saber.
Esta el método de defensa y una elección del sujeto.
Son métodos de defensa del yo, pero este mismo se
halla infiltrado por el trauma. Nuevo obstáculo en los
inicios mismos. El traumatismo es esa incompatibilidad
misma.
Si la escisión de la conciencia, explícitamente parece
referir a una intencionalidad, como acto volitivo, en verdad
la noción de resistencia, lo compulsivo del síntoma,
la fuente independiente de displacer, y el incremento del
padecimiento en la cura; desbordan ese argumento.
¿Qué es lo que Freud, en esos momentos iniciales, va a
llamar directamente "obstáculo"? ¿Precisamente "obstáculo
externo"?
A la persona del medico.
Punto de detención de la emergencia de los recuerdos, vía
la rememoración y los comentarios sobre el analítico.
Precisamente, el caso inaugural, Ana O., da cuenta de
ese obstáculo, que posteriormente va a hallar su estatuto
conceptual, en la articulación transferencia - resistencia.
En este punto, debemos destacar que la transferencia
negativa, va a dar cuenta de un obstáculo fecundo mayor.
Si nos guiamos por esta perspectiva, el psicoanálisis es
una teoría del obstáculo.
¿Pero es sólo lo incompatible y la transferencia negativa
los nombres del obstáculo? No.
Otro nombre del obstáculo es el carácter.
Podríamos decir que el carácter es aquello del síntoma
integrado a la personalidad, que se expresa como conducta.
Aunque respecto a la cuestión, el desarrollo mayor de
Freud, va a ser en relación a la neurosis obsesiva, muy
tempranamente, cuando no toda la idea incompatible
inerva el cuerpo en la histeria, sino que se expresa
como "talante personal", va a dar cuenta de la misma
cuestión.
La conversión se expresa, quiere decir, se presenta
como disfunción; el talante se satisface en sí mismo. Es
el equilibrio neurótico mismo como obstáculo.
Perturbar ese equilibrio, sintomatizar el carácter, volver
egodistónico lo que es egosintónico, hace emerger necesariamente
la transferencia negativa.
La desidentificación de los síntomas integrados a la
personalidad, los vuelve cuerpos extraños que interrogan
al sujeto.
¿Pero este equilibrio a qué responde?
¿Disolviendo los síntomas se concluye la tarea analítica?
En los albores, si.
Pero ya en la etapa media de su elaboración, se va a
responder, que de ese modo, resta la capacidad para
formar nuevos síntomas.
¿Entonces?
Entonces las fantasías y de ellas las tres primordiales -
las que llenan las lagunas del recuerdo - las filogenéticas
- que son tres respuestas que arman un sentido.
Pero de las fantasías, también a una, la que queda por
fuera del contenido de las neurosis: Pegan a un niño. El
monótono equilibrio fantasmático.
A partir de aquí, el obstáculo ya asume los nombres de:
masoquismo primario, necesidad de castigo, reacción
terapéutica negativa.
Por lo tanto, Freud primero habla de trauma como acontecimiento.
Al darle el estatuto del "para todos" en la
neurosis se pierde como acontecimiento. Luego ubica
que en la fantasía no se trata de lo acontecido, sino de
la realidad psíquica no histórica, de todos modos el fantasear
nos revela la práctica masturbatoria. A pesar del
estatuto de la fantasía como causante del síntoma, el
fantasear encubre un goce solitario, autístico y este es
el problema del psicoanálisis. Y es el problema en todo
análisis porque lo que está en juego es cómo hacer para
que la modalidad de satisfacción del sujeto que es autística
entre en el campo de la transferencia, cual es la
maniobra, el acto del analista que lo hace pasar del síntoma
vulgar al analista como objeto, inscribiendo al
analista en la serie de los objetos de la fantasía, para
que se instale la neurosis de transferencia. De este
modo el analista pasa a ser el objeto de esa neocreación.
La transferencia analítica implica ya un tratamiento
de la modalidad de satisfacción pulsional, es la formula
misma del amor en tanto implica la perdida de satisfacción
autística y el intento del sujeto de ir a buscar ese
objeto de la pulsión parcial vía la transferencia. Pero
aquí hay un obstáculo más, ya que no toda la libido
pasa a los objetos.
En el marco de la Segunda Tópica, en "El yo y el ello",
Freud articula: reacción terapéutica negativa-necesidad
de castigo-superyó. Finalm ente, el sentimiento inconsciente
de culpa está articulado con un resto de ligadura
erótica, en la misma línea que "Totem y tabú".
Recordemos que:
"La necesidad de castigo es una parte del impulso a la
destrucción interna que posee el yo, y que utiliza para
establecer un vínculo erótico con el superyó". (S. Freud)
Pero este obstáculo habla de lo ligado.
El otro obstáculo como resistencia del ello, es el de los
mecanismos de defensa. De la relación de estos obstáculos
se ocupa esta tesis. Abriendo la perspectiva de
que más allá de estos dos, que dan cuenta de la fijación
y la ligadura pulsional, algo resta. Freud lo llama "Fragmento
de agresión libre".
¿Qué hacer con esa cantidad irreductible?
La resonancia interpretativa; la construcción que realiza
el analizante; el encuentro con la castración estructural,
el saber sobre el modo singular de satisfacción, alrededor
de un objeto de la pulsión parcial; deja un resto.
Resto siempre desviado de todo ideal.
Resto que presentándose como disfuncionamiento,
nombra lo irrepetible, lo original de cada sujeto.
En verdad este disfuncionamiento, es un funcionamiento
al que llamamos sujeto.
PUNTO D
Nuestra propuesta es interrogar aquí, cómo se presenta
el lugar del analista en la obra de Freud y en la de Lacan
en relación al obstáculo, ubicando la dimensión ética del
acto analítico. Tomaremos para ello el texto de Jacques
- Alain Miller "El hueso de un análisis" debido a que el
mismo, puede ser leído estableciendo un doble vector:
Lugar del obstáculo en la Dirección de la Cura / La dimensión
del obstáculo en la elaboración de Freud y
Lacan.
Hay un entrecruzamiento en la dimensión del obstáculo
en la dirección de la cura, y las distintas elaboraciones
que Freud y Lacan hacen en relación con la pregunta y
el lugar del obstáculo que ha sido para ambos un lugar
fecundo, un lugar de interrogación principal. No se lo
deshecha, sino que se lo hace comparecer, se lo cita
con todo lo que ello implica; incluso - como dice Freud
- aunque ese obstáculo pueda hacer caer el conjunto de
la teoría elaborada hasta ese momento. Esa hiancia
permanente que hay en psicoanálisis entre teoría y
práctica, imposible de suturar, aparece bajo la forma del
obstáculo y del mismo modo se procede en la dirección
de la cura, ya que el curso de un análisis el obstáculo
también es el lugar fecundo y marca las diferentes conceptualizaciones
de la dirección e la cura en Freud y
Lacan.
Reconocemos en el Capítulo 3 de "Más allá del principio
del placer" de Freud, los tres grandes movimientos que
sitúa en el transcurso de su teorización en lo que hace a
la dirección de la cura: 1) El arte de la interpretación, 2)
El trabajo sobre las resistencias, 3) El levantamiento de
las resistencias estructurales. Y ello coincide con un ordenamiento
y una producción teórica. Podemos ubicar
en la primera época: "La interpretación de los sueños",
"Psicopatología de la vida cotidiana", "El chiste y su relación
con lo inconsciente", los grandes textos de la
apertura del inconsciente. La segunda época coincide
con los llamados escritos técnicos y las dificultades que
se presentan articuladas a la transferencia: "Dinámica
de la transferencia" "Puntualizaciones sobre el amor
transferencia", etcétera. Textos en los que se encuentra
la posición del analista como lugar del levantamiento de
las resistencias. Se ubica el cierre del inconsciente y las
vicisitudes de la acción del analista respecto a la pregunta
ética sobre ese cierre. Finalmente, el trabajo con
las resistencias estructurales que se articula con el cambio
del modelo pulsional freudiano, con la nueva teorización
de la regulación del aparato psíquico donde aparecen
las resistencias mayores del ello y el superyó.
En Lacan hay un camino similar dividido en tres momentos:
1.
Inflación del campo de lo simbólico que implica redituar el descubrimiento freudiano, situando lo abierto
por Freud a partir del debate de Lacan con los posfreudianos.
En los grandes textos del desarrollo del
campo de lo simbólico, la dirección de la cura se enmarcaba
en el atravesamiento del plano imaginario y
en el lugar de la producción de la verdad articulada a
la dimensión de lo simbólico. Era el encuentro de la
verdad inconsciente a la que sólo se arribaba dándole
un estatuto jerarquizado al registro simbólico. La dimensión
pulsional, por otro lado, aparece como un
verdadero obstáculo. Lacan tiene que hacer el mismo
camino hecho por Freud como si no se hubiera enterado
noticias de las formulaciones del último Freud y
tuviera que volver a abrir el camino. Esto es contemporáneo
al debate en el marco del psicoanálisis mundial
donde se había producido un efecto de cierre del
descubrimiento freudiano del inconsciente psicoanalítico.
La dimensión pulsional aparece como inercia, lo
que obstaculiza en el registro a - a', obstaculiza la relación
del sujeto con la palabra verdadera.
Al comienzo hay todo un despliegue de Lacan de la
dimensión de lo simbólico; y la dimensión de lo imaginario
tiene un verdadero lugar de obstáculo. Lo pulsional
queda referido - en el grafo de "Subversión del
sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano"
- a una dimensión significante como demanda.
Un primer Lacan corre el eje de lo imaginario y deja
fuera el cuerpo con la prevalencia del campo del signi-
ficante y el significante queda situado en su carácter
de aquello que viene al lugar de mortificar la Cosa,
aquello que viene produce y deja al sujeto muerto, el
significante tiene carácter de mortificante.
2. Recién en "El Seminario 11: Los cuatro conceptos
fundamentales del psicoanálisis" - con el antecedente
de "El Seminario 10: La angustia" - es donde produce
la formulación del campo del objeto que estaba anticipado
en "El Seminario 7: La ética". Pero aún se confunde
el objeto de la pulsión, el objeto del deseo y el
objeto de la demanda. En "El Seminario 10" - seminario
eminentemente clínico - hay deslizamientos ya que
llama objeto oral a tres cuestiones diferentes: Una es
el objeto (a) como una nada recortada - en cierta equivalencia
con el objeto perdido freudiano -; otra es el
objeto petit (a) en su dimensión de plus de goce, como
una sustancia episódica de goce que coincide con el
objeto de la pulsión parcial freudiana y; otra diferente,
el objeto como el pecho en tanto representación imaginaria
i (a).
En "El Seminario 11: Los cuatro conceptos fundamentales
del psicoanálisis"; Lacan centra las cuestiones
como primer quiebre - referencia fundamental con la
que Miller comienza "El hueso de un análisis" - ya que
allí Lacan se "anoticia" del "Más allá del principio del
placer". En el capítulo "Tyche y automaton" rescata la
insistencia significante como automaton y ubica la tyche
como lo que causa el eterno retorno de lo igual, la
insistencia significante. Ahí se despliega y formaliza el
estatuto del objeto y la dimensión pulsional cobra el
lugar que Lacan denomina la dimensión de lo real articulada
al objeto.
Esto se modificará posteriormente. Todo este movimiento
lo lleva a la producción de diferentes concepciones
de la dirección y el final de la cura del mismo
modo que en Freud había diferencias entre interpretación,
resistencias, resistencias al levantamiento de las
resistencias, etcétera. En "El Seminario 11: Los cuatro
conceptos fundamentales del psicoanálisis", formaliza
el objeto (a) - dándole estatuto de real - y sitúa la dirección
de la cura como atravesamiento del fantasma.
Queda, de todos modos, una pregunta abierta que
retomará al final de su obra: una vez atravesado el
fantasma fundamental ¿cómo vivirá el sujeto la pulsión?
Y esto es absolutamente freudiano ya que en
"Análisis terminable e interminable" Freud habla de la
roca de base de la castración y al final del tratamiento
se encuentra con un fragmento de agresión libre, no
ligada, un quantum pulsional no ligado fantasmáticamente.
3.
Finalmente, la otra gran ruptura en la enseñanza de Lacan en "El Seminario 20: Aún", en el que pone en
juego dos cuestiones: por un lado, el objeto (a) deja de
ser real para ser semblante. El lugar que le había dado
como orientador fundamental para su trabajo, se desvanece
en su misma teorización, deviniendo como
semblante articulado entre lo simbólico e imaginario.
De este modo, se corre el lugar donde anclar el síntoma
y el final de una cura. Y, por otro lado, el significante ya
no es mortificador sino vivificador, el significante queda
situado produciendo goce, será causa de goce. Es por
eso que Lacan se tiene que preguntar cómo resuelve el
impasse en el que había quedado su concepto de sujeto
barrado, en tanto sujeto dividido por el significante ya que el sujeto es un efecto conceptual de concebir el
significante en su dimensión mortificante.
En este punto, Lacan tiene que construir otro concepto
que va a ocupar el lugar de la fórmula del fantasma. Ya
no se trata de que el análisis implique la asunción hegeliana
del ser para la muerte, no se trata de que lo
único en juego sea la palabra plena en relación con la
dimensión de la verdad, ni del estatuto de la verdad en
tanto queda como ficción. Todo esto se desvanece
¿Cómo resuelve Lacan lo que había construido con la
fórmula del fantasma, un sujeto dividido por el significante más la dimensión de goce articulada al objeto
(a)? ¿Cómo hacer entrar al cuerpo? Elabora el concepto
de parlêtre, hablanteser. Decae al final de su
obra la categoría de sujeto, el significante es vivificador,
el objeto (a) es un semblante y surge la pulsión.
Nuevamente ubica la dimensión freudiana y - en su
última enseñanza - coloca en el lugar mismo de la
pulsión al síntoma, el síntoma viene a ocupar el mismo
lugar lógico que la pulsión en Freud.
Del mismo modo, Freud primero habla de trauma como
acontecimiento relativo. Al darle el estatuto del "para
todo" en la neurosis se pierde como acontecimiento.
Luego ubica que en la fantasía no se trata de lo acontecido,
sino de la realidad psíquica no histórica, de todos
modos el fantasear nos revela la práctica masturbatoria.
A pesar del estatuto de la fantasía como causante
del síntoma, el fantasear encubre un goce solitario, autístico
y este es el problema del psicoanálisis. Y es el
problema en todo análisis porque lo que está en juego
es cómo hacer para que la modalidad de satisfacción
del sujeto que es autística - que no necesita del Otro,
que implica el goce del Uno - entre en el campo de la
transferencia, cuál es la maniobra, el acto del analista
que lo hace pasar por el Otro. Porque esa es la operación
analítica hacer pasar el goce autoerótico por el
campo del Otro. La transferencia analítica implica ya un
tratamiento de la modalidad de satisfacción pulsional,
es la fórmula misma del amor en tanto implica la pérdida
de goce autístico y el intento del sujeto de ir a buscar
ese objeto de goce en el campo del Otro.
La gran pregunta de Lacan en la última parte de su
enseñanza es qué hacer con lo que insiste eternamente
para un sujeto que va más allá de la articulación
significante que no remite a la interpretación
¿Qué hacer con ese resto pulsional, ese resto de goce
que insiste más allá de que hayan caído las identificaciones,
más allá de que hayan caído los significantes
amos que tienen la dimensión de significación para un
sujeto? Una vez que se opera sobre el Ideal del yo y
su envés, el superyó, ¿qué hacer con ese resto pulsional,
con la dimensión del síntoma que ya no es articulación
significante? La respuesta de Lacan es la identificación
al síntoma, lleva la cosa a la fórmula "yo soy
como gozo" - como sostiene Miller - en la que el sujeto
se identifica con su modalidad de goce. Esto implica
un cambio profundo de conceptualización de lo que es
el síntoma.
La cuestión del obstáculo, se va a presentar de un modo
particular en Jacques Lacan, en "El seminario 20", cima
de su segundo clasicismo, tal como lo formula Jean-
Claude Milner en "La obra clara" (Ed. Bordes Manatial.
Buenos Aires 1996) respecto al obstáculo lógico que
Aristóteles refiere en "Tópicos" y en "Retórica".
Lacan en el capítulo VI de dicho Seminario, se va a referir
al texto "El Título de la letra" de Jean - Luc Nancy y
Philippe Lacoue - Labarthe (Ed. Galilee. Paris, 1973),
específicamente a la Nota "3" de la página 27.
Estos dos autores realizando una pormenorizada lectura
del escrito "La instancia de la letra o la razón desde
Freud", formulan que la instancia de la letra sería pues
también, en este sentido, su insistencia, algo así como
la suspensión del sentido. "Todo lo cual no deja de complicar,
por cierto, la interpretación del subtítulo de la primera
parte".
Es en este punto donde los autores mencionados ubican
la Nota "3", (página 27), refiriéndose a que en esos
dos textos de Aristóteles, el estagirita da cuenta de que
la "instancia" designa "... en la teoría de la refutación, al
obstáculo, que consiste en particular, en que la excepción
se oponga a una predicación universal".
El ejemplo que da Aristóteles en "Tópicos" es: "En ciertos
lugares, está bien sacrificar al padre, como por
ejemplo en la vida tribal; pero esto no quiere decir en
absoluto que sea un bien".
Es en relación a esta cuestión que Lacan va a decir en
su "Seminario 20", que él va a reintegrar en Aristóteles
sus cuatro fórmulas de la sexuación, comenzando por el
existe un equis que no es fi de equis.
Estas objeciones o refutaciones pueden suscitarse de
cuatro maneras según la "Retórica": "... o bien a partir
del mismo entimema (razonamiento retórico que trabaja
sobre premisas probables) que ha propuesto su oponente,
o de uno semejante, o del contrario, o de decisiones
previamente tomadas".
Dejaremos para un trabajo futuro en relación a este
tema, la cuestión de esta "reintegración" y el estatuto
del obstáculo, en la perspectiva que señala Milner en el
texto citado a partir de que "El Seminario 20" constituye
la cima y a su vez "desencadena el mecanismo de su
deconstrucción".
PUNTO E
Hemos partido de la cuestión del obstáculo en la conclusión
de la cura y en el advenimiento de un nuevo analista.
Las coordenadas del capítulo VII del texto "Análisis
terminable e interminable", sitúan ese obstáculo en los
mecanismos de defensa.
Estos mecanismos, que articulan inéditamente en la
obra de Freud, a dos conceptos distintos, esto es: la
defensa y la resistencia, son el soporte de los llamados
saldos lamentables del análisis del analista, que tienen
consecuencias en la práctica clínica y en la investigación
analítica.
El advenimiento de la "aptitud" de analista, como lo llama
Freud, implica una operación respecto a los mecanismos
de defensa y los puntos de fijación. Operación
que está en el fundamento del llamado "estado original"
en la economía psíquica efecto del análisis.
Este advenimiento se produce en dos tiempos, señala
Freud, debido al estatuto de ese obstáculo y su relación
con la angustia de castración y la resistencia estructural
del ello.
Siendo este trabajo sólo una parte de una investigación
en curso mucho más vasta, en el presente texto nos
ocupamos solamente de la cuestión del obstáculo.
Esta cuestión, que lo llevó a decir a Paul Laurent Assoun,
que se puede decir que el psicoanálisis es una
teoría del obstáculo, se halla presente no sólo en la elaboración
doctrinaria sino en cada cura. Conocemos
además el nudo que implica el proceso de cada análisis
y la investigación analítica.
Partimos del llamado obstáculo epistemológico, luego el
estatuto de la verdad y el concepto de Nietzsche, la relación
del obstáculo con la "modificación espiritual" y la
"voluntad de dividirse".
Continuamos con la originalidad del "objeto epistémico
freudiano" tal como lo formula Assoun, y el "impasse" de
Foucault, en tanto nombra al psicoanálisis como una
interpretación de la interpretación.
Lacan, siguiendo la perspectiva de Freud, va a situar un
real desprendido de lo racional, que va a nombrar al
fundamento epistémico del obstáculo, cuestión que está
en el núcleo de la imposibilidad de que pueda estabilizarse
cualquier ortodoxia.
Por este motivo citamos a J. A. Miller afirmando que
para el "último Lacan, el psicoanálisis tenía que ser reinventado
por cada uno...". Este "último Lacan" se inicia
con las fórmulas de la sexuación.
Hemos ubicado, siguiendo esta perspectiva, las diferentes
épocas doctrinarias de Freud y de Lacan y el estatuto
del obstáculo en cada una.
Finalmente, ampliando la perspectiva de la investigación,
hemos querido dar cuenta de cómo se presenta el
obstáculo al inicio de la obra de Freud y la cuestión de
la satisfacción paradójica, que muchos autores la sitúan
recién a partir del giro freudiano de 1920.
La compulsión a asociar y el analista como "obstáculo
externo", revelan el nudo fundamental que es necesario
atravesar para alcanzar esa mutación subjetiva, que se
halla más allá (del principio de placer), de la "modificación
espiritual" y "la voluntad de dividirse. Se trata de
una conmoción de los puntos de fijación que son soporte
de los mecanismos de defensa. Conmoción bajo
transferencia. Mutación que no elimina la "injerencia
"pulsional, pero que implica un cambio de posición respecto
de ella.
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Fecha de recepción: 4 de abril de 2008
Fecha de aceptación: 30 de junio de 2008