1. Introducción1
Como señala Víctor Infantes somos lectores porque somos herederos de una tradición cultural que nos ha ofrecido la posibilidad de conocer el mundo a través de la lectura, aun cuando nos falta entender mejor la historia de esa tradición para interpretar adecuadamente nuestra propia identidad (1998: 335). De modo que, partiendo de considerar que una Historia de la Lectura son historias de lecturas y relecturas todavía pendientes, de prácticas dinámicas en constante proceso de cambio que se transforman a partir de las particularidades de los contextos culturales y de las comunidades de interpretación, una forma de dar cuenta del entorno que nos rodea mediante esa práctica sería construir una Historia de la Edición Académica y una historia de los libros guardados en las bibliotecas de las universidades.
Esto que se asocia con las necesidades de la vida académica, desde los libros que se precisan para el estudio y la consulta hasta los que generan contenidos para la producción de conocimiento, permitiría entender desde nuevas perspectivas una Historia del Libro y de la Edición. Pero ¿cómo se construye esa historia?, ¿cómo utilizar los contenidos de las bibliotecas universitarias para comprender la cultura de la edición y la lectura?, ¿qué aportan las nuevas perspectivas teóricas dedicadas a la explicación de la lectura a estas cuestiones?, y más específicamente, ¿cuáles son las estrategias de difusión del conocimiento de los investigadores de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires?, ¿qué guardan en su memoria las bibliotecas de los Institutos y cómo a partir de ellas se puede reconstruir el testimonio de una lectura (posible) en la universidad?
De modo que tomando en consideración lo expresado, es que el propósito general del proyecto Editar y leer en la Universidad. Una historia de la edición académica de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) desde la Historia de la Lectura consiste en buscar nuevas claves de interpretación a estos planteos y cuestiones, al analizar la importancia de las producciones editoriales y el acervo bibliográfico de las bibliotecas de los Institutos de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Si como afirma George Steiner (1998) toda lectura es el resultado de presupuestos personales, de circunstancias históricas y sociales, de casualidades determinadas y determinantes, se entiende que esta aproximación es una valiosa oportunidad para iniciar el camino para repensar conceptos y categorías, desde las nuevas tendencias de la Historia de la Lectura, en torno a la toma de decisiones y la transferencia de conocimientos académicos en el cruce de distintas coyunturas económicas, políticas y culturales de la Argentina.
2. La Historia de la Civilización Impresa y de la Lectura como punto de partida
En los últimos años, en las Humanidades y las Ciencias Sociales, la Historia de la Civilización Impresa y de la Lectura, ha producido una serie de importante transformaciones teóricas y conceptuales que resulta desafiante resumir su envergadura. El principal propulsor de esta nueva orientación fue, después del trabajo pionero de Lucien Febvre y Henri-Jean Martin (1962 [1958]), Roger Chartier, cuyas numerosas contribuciones señalaron la necesidad de reparar en los modos en que los lectores se apropiaban de los textos impresos (Chartier, 1991, 1992, 1993a, 1993b, 1995, 1996a, 1996b, 1996c, 1999, 2000, 2008a, 2016), incluyendo también una reflexión sobre la edición universitaria (2007, 2008b).
Sin embargo, no fue el único en plantear la necesidad de abordar una relectura de los usos sociales y relaciones con la cultura escrita y tipográfica. Una muestra de ello son los trabajos de Mijail Bajtin (1987), Jean-François Botrel (1993), Fernando J. Bouza Álvarez (1997), Peter Burke (1993, 1996, 1998 y 2001), Guglielmo Cavallo y Roger Chartier (1998), Michel de Certeau (1996), Maxime Chevalier (1976); Robert Darnton (1982, 1988, 1990, 1996, 1998, 2000, 2003, 2008, 2010 y 2014), Elizabeth L. Eisenstein (1994 y 2010), Margit Frenk (2005), Carlo Ginzburg (1999, 2004, 2008 y 2010), Anthony Grafton (1998), François-Xavier Guerra y Annick Lempérière (1998), Lynn Avery Hunt (1989), H. J. Jackson (2009), Lisa Jardine y Anthony Grafton (1990), Karin Littau (2008), Martyn Lyons (2005, 2012, 2016), Alberto Manguel (1998 y 2007), Henri-Jean Martin (1999), Jesús A. Martínez Martín (2002, 2007), Françoise Parent-Lardeur (1999), Marina Roggero (2009), Roger E. Stoddard (1985), Emilio Torné (2001) y Jean Yves Mollier (2013) entre otros. Lo que se complejiza al sumar los aportes latinoamericanos, como los de Laura Suárez de la Torre (2001), Idalia García Aguilar y Pedro Rueda Ramírez (2010), J. Cobo Borda, (2000); Bernardo Subercaseaux (2000), Pedro Cátedra y María L. López-Vidriero (2004), Gregorio Weinberg (2006) y Marina Garone Gravier, et al. (2012), entre otros.
Nuestro país también cuenta con una significativa tradición en los estudios sobre el libro, las bibliotecas y las imprentas (Bottaro, 1964; Buonocore, 1974; Comodrán Ruiz, 1961; Cutolo, 1955; Furlong, 1944, 1947, 1953, 1969; García, 1965; Sabor Riera, 1974-1975; Sarmiento, 1930; Torre Revello, 1940 y 1965; Ugarteche, 1929). Estas contribuciones que puntualizaban los “hechos impresos” más importantes fueron enriquecidas, en las últimas décadas, con estudios que han producido una serie importante de transformaciones en el ámbito de este universo.
Dentro de ese marco comenzaron a realizarse varias investigaciones, desde el proyecto para reconstruir la Historia de la Civilización Impresa que ha encarado Alejandro E. Parada, especialmente desde el punto de vista de la historia cultural y su articulación con la Bibliotecología y la Historia de la Lectura (Parada 1998, 2000, 2002, 2003a, 2003b, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2012a., 2012b. 2012c., 2013, 2019), la reconstrucción y el devenir del mundo editorial y la figura del editor en nuestro país (De Diego, 2006, 2007, 2009; de Sagastizábal, 1995, 2002; de Sagastizábal y Esteves Fros, 2002; Sorá, 2011/12) hasta los estudios de las redes trasnacionales que tejieron los autores, los editores y otros profesionales del libro (De Diego, 2015, 2019; Dujovne, 2014, 2016; Sorá, 2002, 2011/12, 2013).
Junto a ello otros aportes señalan algunas de las formas en que es posible abordarse estas cuestiones para profundizar las historias de la edición y la lectura, empezando por los estudios de edición universitaria (de Sagastizábal, 2002, 2006; Giunti, Contardi y Ramírez, 2016; Broitman, 2012 y 2018) hasta los que discuten los problemas teóricos desde diversas tradiciones disciplinares (Ares, 2010; Aspell y Page, 2000; Batticuore, 2005, 2007, 2017; Caro Figueroa, 2002; Corbière, 2000; Cucuzza, 2002, 2007, 2012; Di Stefano, 2001; Fraschini, 2005; García López, 2003-04; Giuliani, 2018; González, 2010; Gutiérrez y Romero, 1995; Invernizzi y Gociol, 2002; Maggio Ramírez, 2008; Malosetti y Gené, 2009; Planas, 2017; Peire, 2008; Pierini, 2004; Piglia, 2005; Prieto, 1988; Rípodas Ardanaz, 1989, 1994, 1996 y 1999; Romano, 2004; Saferstein, 2013; Szir, 2007; Tarcus, 2007 y 2016; Valinoti, 2016 y Zanetti, 2002).
La aparición de estas orientaciones ha implicado una reelaboración integral de la Historia de la Lectura ampliando sus campos de estudio a nuevas perspectivas antes no consideradas. Un aporte significativo se materializó con la presencia de la Microhistoria en el ámbito de la civilización impresa (Ginzburg, 1999, 2008, 2010; Levi, 1990 y 1993). Además, el incremento de los estudios de Género, la Historia de las Imágenes y la Historia Oral (Havelock, 2008; Necoechea Gracia y Pozzi, 2008; Ong, 1993), han enriquecido las formas de identificación y de interpretación del universo de las lecturas en el pasado.
Es necesario señalar la presencia de otras dos orientaciones que han redefinido los ejes temáticos del acto de leer y escribir en el momento de la edición: la Sociología de los Textos y el nuevo posicionamiento de la Paleografía. En el primer caso destaca D. F. McKenzie (2005), cuyos estudios, a partir de la Bibliografía analítica, han sido decisivos para señalar cómo los editores construyen a los lectores en el momento de imprimir los libros. En el segundo caso, será Armando Petrucci (1999, 2003, 2013), quien revolucione la Paleografía al estudiar los fenómenos culturales de leer y de escribir con las Ciencias Políticas y la Sociología.
En consecuencia y tomando esto como punto de partida, se abren nuevas perspectivas de comprensión de las prácticas culturales, de modo que la edición y la lectura en la Universidad, y más específicamente en la Facultad de Filosofía y Letras, pueden dar cuenta de cómo el autor y sus textos, el editor y sus libros y los lectores construyen cultura a partir de estos objetos que son modelos de producción académica de significados.
3. Objetivos e hipótesis de Investigación
Durante el desarrollo de este proyecto se analizará uno de los temas de mayor interés en el campo de los estudios culturales: la historia de los artefactos tipográficos y de las prácticas que permiten apropiarse de sus significados textuales, la lectura. Esta esfera multidisciplinar articula una gran diversidad de gestores de la civilización impresa: autores, diseñadores gráficos, editores, libreros, pedagogos, bibliotecarios y, sobre todo, los lectores y sus representaciones.
Su objetivo principal consiste en estudiar parte de ese universo del libro identificando y analizando tanto las ediciones, a partir del año 1896 hasta la actualidad, como los libros y prácticas de lecturas en la esfera de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. En la actualidad, la necesidad de implementar una relectura de las formas y usos con que los lectores se relacionan al capturar los textos escritos, es un tema que atraviesa y vincula a todas las tendencias de los estudios culturales.
Así, esta investigación posibilitará no solo continuar con el programa de investigaciones realizado hasta el momento sino que permitirá delimitar nuevos tópicos en este campo de estudio pudiéndose alentar, por otra parte, el debate de la cultura impresa como un importante marco teórico y comparativo para la articulación de diferentes disciplinas de las Humanidades y Ciencias Sociales.
En consecuencia para lograr nuevas explicaciones de procesos que se complejizaron, se proponen como objetivos generales:
Estudiar el universo de la edición, la lectura y los lectores en el ámbito de las Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Trazar la Historia de la Lectura como un proceso de larga duración con el aporte de grandes líneas multidisciplinarias de las Humanidades y las Ciencias Sociales.
Y como objetivos específicos:
Analizar las representaciones y las prácticas de lectura en la Facultad de Filosofía y Letras a partir del acervo bibliográfico de sus Bibliotecas y de sus ediciones.
Historiar y describir el desarrollo bibliográfico de los Institutos de investigación con las prácticas de lectura universitaria.
Realizar una localización y relevo de la actividad editora y gestora de conocimiento de la Facultad de Filosofía y Letras.
Contextualizar y jerarquizar las ediciones de la Facultad de Filosofía y Letras.
Estudiar el grado de visibilidad de las ediciones de la Facultad de Filosofía y Letras.
Profundizar el marco teórico de la Historia de la Lectura en la temática que propone el proyecto.
Dentro de este panorama se espera demostrar la importancia, tanto cuantitativa como cualitativa, de las producciones editoriales y el acervo bibliográfico de las bibliotecas de los Institutos para la toma de decisiones y la transferencia de conocimientos académicos y su articulación con la sociedad en el contexto de las nuevas tendencias de la Historia de la Lectura.
4. Metodología
La elaboración de una Historia de la Cultura Impresa y de las prácticas de lectura en y desde la universidad, sin duda, exige la aplicación de métodos cualitativos e interpretativos para el tratamiento y el análisis de la documentación identificada (Denzin y Lincoln, 2000). En este proyecto de investigación se aplicarán procedimientos propios de la indagación histórica: relevamiento crítico e interpretativo de las fuentes primarias y secundarias. Esta elección, por otra parte, se articulará con otras metodologías que se consideren apropiadas al tema elegido y al logro de sus objetivos. Además, cuando el análisis así lo requiera, se instrumentará el método cuantitativo.
El uso de metodologías cualitativas, en particular las de observación y de comparación, provistas por las Ciencias Sociales que han estudiado temáticas vinculadas a la edición y la lectura, así como las que instrumenta el método histórico, y dentro del método interpretativo, el método indiciario que propone Carlo Ginzburg (2004, 2008), constituyen una manera muy pertinente de reunir información sobre circunstancias complejas o situaciones en las cuales se quiere profundizar el análisis al estudiar los documentos impresos y, particularmente, como una herramienta para detectar los mecanismos de apropiación de los discursos por los lectores. Se propone, entonces, llevar a cabo una metodología de acercamiento progresivo e interpretativo a los documentos (libros y ediciones de la Facultad de Filosofía y Letras disponibles en la Biblioteca Central y las bibliotecas de los Institutos).
En este contexto el desarrollo de la argumentación de investigaciones, fundadas en datos cuantitativos, empíricos e interpretativos, vinculadas al área de las Humanidades y las Ciencias Sociales, permitirán un acercamiento a los conceptos característicos de la reflexión teórica y epistemológica que determinarán, en el futuro, la construcción de estudios culturales propios de la Historia de la Lectura.
A partir de ello se considera pertinente desarrollar un análisis de las siguientes dimensiones:
un estudio histórico-académico que dé cuenta de la edición en el ámbito de la Facultad de Filosofía y Letras
un estudio de los libros y las transformación de las lecturas que se dieron en la Facultad de Filosofía y Letras
la discusión crítica de los conceptos teóricos de la Historia de la Lectura a partir de los corpus documentales trabajados
Definición del universo de estudio
Para el análisis cualitativo y cuantitativo, el universo de estudio está constituido por fuentes bibliográficas y documentales, presentes y editadas, en las distintas bibliotecas de los Institutos de la Facultad de Filosofía y Letras que permitirán establecer el punto de partida para el análisis sistemático posterior.
5. Avances en la investigación
Para realizar las actividades programadas se establecieron una serie de reuniones del equipo de investigación, con el objetivo discutir la diversidad de las fuentes bibliográficas, intercambiar ideas y compartir los resultados que se van obteniendo.
Así se definieron como temas de trabajo los siguientes ejes temáticos:
Entre lo editado y lo leído en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Una aproximación a su marco teórico-metodológico y a sus fuentes documentales desde la Historia de la Lectura. Alejandro E. Parada y Beatriz C. Valinoti.
Este trabajo plantea una aproximación conceptual y metodológica del proyecto FILO:CyT (FC19-031) Editar y leer en la Universidad. Una historia de la edición académica de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) desde la Historia de la Lectura. En primera instancia, el texto intenta dar respuesta a varios interrogantes de importancia central para estos estudios: ¿cuáles son los aspectos teóricos necesarios para analizar la Historia de la Lectura y la historia de las publicaciones en la esfera académica de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA)?, ¿con qué elementos definir una cronología para su abordaje?, ¿a través de qué concepciones metodológicas debe instrumentarse?, ¿mediante qué prácticas, representaciones, procedimientos, usos y apropiaciones se implementaron?, y ¿cuáles son las fuentes documentales existentes para llevar a cabo un proyecto de esta índole?
En un segundo momento, se procura establecer una discusión sobre la complejidad de las articulaciones dialécticas que comparten la Historia de la Lectura y la Historia de la Edición, atendiendo en particular a la edición universitaria, sin perder cada una de ellas su propia identidad. Para ello se fundamenta que ambos campos integran dinámicamente una macrodisciplina: la Historia de la Cultura Escrita.
Durante el desarrollo de esta línea de investigación se debaten las temáticas siguientes: el recorte temporal de las publicaciones de la FFyL, los diferentes movimientos filosóficos y de estética de diseño editorial que influyeron en determinados momentos, los aportes de “espacialidad y territorialidad” tanto en el ámbito de los lectores como en el marco de la edición, la importancia de la Historia Política y de las Instituciones en el entramado de estos estudios, las problemáticas de los “nuevos giros” culturales y su incidencia en esas áreas, las pugnas por las construcciones de los campos disciplinares y sus identidades, la participación de la totalidad de las Ciencias Sociales en cuanto a sus fortalezas y debilidades (fragmentaciones de los objetos de estudio) en la Historia de la Cultura Escrita, los entrecruzamientos de las diversas metodologías que emplean dichas ciencias para acceder a su interpretación reconstruyendo algunas de los múltiples mediaciones entre el texto y su contexto de producción, circulación y recepción, a partir del encuentro con los acercamientos cuantitativos y cualitativos. Este abordaje que combina aspectos técnicos y materiales de los textos con un análisis de las prácticas de lectura y formas de apropiación permitirá la puesta en valor de una gran variedad de documentos que, hasta hace poco tiempo, no poseían la categoría de fuentes primarias, entre otros muchos tópicos.
De este modo, se pretende proponer una serie de conclusiones preliminares que aspiren no solo a sustentar el marco de ideas del proyecto FILO:CyT (FC19-031) Editar y leer en la Universidad. Una historia de la edición académica de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) desde la Historia de la Lectura sino, además, a contribuir en la gestación de un contexto teórico –general y panorámico– de estas investigaciones que caracterizan a la Nueva Historia Cultural.
Dos momentos significativos: análisis de los libros publicados en las décadas de 1980 y de 2010. Graciela M. Giunti, Silvia Contardi e Ivalú Ramírez Ibarra
La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires asumió la tarea y el compromiso de publicar libros desde su fundación en 1896 y fue construyendo un catálogo de más de 1.400 títulos en toda su trayectoria. Esta cuantiosa producción de más de un siglo conforma un capital intelectual y cultural valioso para la investigación de la institución. En este sentido nos proponemos analizar los libros de dos décadas –la de 1980 y la de 2010- desde distintos enfoques y aspectos que nos permitan relatar una historia de la Cultura Impresa de la Facultad. Las variables que se estudiarán están agrupadas en tres perspectivas: la creación intelectual, la materialidad, la difusión y circulación. En el primer grupo se determinarán los tipos de autoría (monoautoría, multiautoría y autoría colaborativa) y el contenido mediante el estudio de los títulos, de los peri-textos y de las temáticas abordadas. En el segundo grupo de variables referidas a la materialidad, se estudiarán las ediciones y co-ediciones, las dimensiones y los soportes. Y, finalmente, a través de una muestra representativa se intentará indagar la difusión, circulación y recepción de las obras, mediante el estudio de los epi-textos en anuncios y reseñas, entrevistas, catálogos de bibliotecas, sitios web y redes sociales y académicas.
Se usarán métodos cuantitativos e interpretativos que permitan, con datos concretos, aproximar una respuesta a los supuestos surgidos de una mirada general de la problemática. El retorno a la democracia en 1983 determinó la elección de la primera década en estudio y la de 2010 fue elegida por ser una de las décadas más impactada por las nuevas tecnologías y nuevas formas de comunicación académica. Se pretende obtener resultados que den indicios de tendencias e hitos de importancia en el devenir del quehacer universitario de esta Facultad. Y, de máxima, se aspira a generar un cúmulo de información que otras investigaciones utilicen para sumar conocimiento en el estudio de las Universidades.
Las reseñas de la revista Filología durante la dirección de Frida Weber de Kurlat (1968-1973): un abordaje desde la Historia de la Lectura y la historia intelectual. Faustino Chirino
El tema a desarrollarse en este trabajo se centrará en el análisis de las reseñas de la revista Filología, órgano de difusión de las investigaciones del Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas “Dr. Amado Alonso”, en el período 1968-1973, coincidente con la dirección de Frida Weber de Kulart. La elección de este período se debe no solo a la profusa documentación disponible referida a él sino, además, al hecho de que durante la gestión de Weber de Kurlat existió gran preocupación en la formación de investigadores y se impulsó fuertemente a las publicaciones del Instituto, especialmente a la revista a la que refiere el trabajo, de la que aparecieron seis números.
En tanto la investigación se aborda desde la Historia de la Lectura, adquirirá especial relevancia la figura del reseñador, polifacética y compleja en la medida en que implica, simultáneamente, competencias de lector y autor. Para la evaluación de sus rasgos de lector se hará uso de la categoría lector ideal, de Umberto Eco. La idea de un lector que devela plenamente las intenciones del autor entra en tensión con la arista escrituraria de la reseña, que exige la presentación de posiciones teóricas e institucionales de los escritores dentro de su comunidad conjuntamente con cierta objetividad propia del discurso académico. Se procurará analizar, además, la vinculación de la reseña, del reseñador y del material reseñado con el tendido de redes intelectuales.
La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires ha editado a lo largo de su historia una extensa lista de publicaciones que dan cuenta de la producción de sus múltiples Institutos; por otra parte, algunas colecciones han perdurado en el tiempo desde su fundación en 1896. De modo que la propuesta es analizar la serie Documentos para la Historia Argentina que, editada desde 1913 hasta 1988, evidencia los cambios formales y técnicos que atravesaron algunas de las publicaciones de la FFyL. Estos Documentos… comenzaron siendo editados por la Sección de Investigaciones Históricas de la Facultad y luego Instituto de Investigaciones Dr. Emilio Ravignani, y muestran desde los números realizados en casas impresoras, como la Compañía Sudamericana de Billetes, hasta los impresos por la Facultad, cambios conceptuales y formales en la tipografía, el diseño y las artes gráficas que acompañan las transformaciones en esas áreas en los últimos dos siglos en nuestro país. De este modo y, sin descuidar cómo se tomaron las decisiones económicas, estéticas y técnicas a la hora de encarar la diagramación e impresión del material, el objetivo planteado es reconstruir la historia de los medios técnicos y humanos con que se contó para la realización editorial de esa colección. Partiendo del relevamiento de la colección, en el Instituto de Historia Argentina y Americana “Doctor Emilio Ravignani”, se revisará la bibliografía de la historia de la facultad así como la historia de las imprentas y el diseño editorial en Buenos Aires. También se realizarán entrevistas a responsables de las publicaciones pasadas y actuales de Filosofía y Letras, y a historiadores del diseño en la Argentina, lo que nos permitirá tomar contacto con las historias más íntimas que existen detrás de las publicaciones de la FFyL.
Pensadas para aprender. La edición de las fichas de cátedra en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Magalí Figus.
El presente trabajo se propone reconstruir desde una mirada editorial la historia de la edición universitaria en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Se analizará la necesidad de la creación de una oficina de publicaciones, los objetivos buscados y los reglamentos de la Secretaría de Publicaciones haciendo hincapié en los requisitos para publicar, los contenidos permitidos, su evaluación por parte del Comité Editorial y las disposiciones de depósito legal, como así también las políticas editoriales impulsadas en cada periodo. Se realizará un catálogo razonado de las distintas colecciones y materiales publicados, destacando las características materiales y editoriales que los definen. Particularmente se estudiará la colección “Fichas de Cátedra”, entendida como materiales pensados para el proceso enseñanza-aprendizaje (aunque no necesariamente constituyen un libro), analizando su materialidad y las diferencias que muestran a través de los años.
La hipótesis de trabajo es que estos materiales que comenzaron siendo traducciones de fragmentos de libros, de los principales referentes de las humanidades, que no estaban traducidos al castellano, o de literatura y obras de teatro en lengua materna, que les permitieron a los estudiantes acercarse a esos textos, se fueron transformando hasta convertirse, al día de hoy, en producciones de los distintos departamentos, análisis de temas de estudio y recopilaciones de materiales inéditos que se incluyen como bibliografía obligatoria en las cátedras.
6. A modo de conclusión: desde una Historia de la Edición Universitaria hacia una Historia de la Lectura
Investigar y reflexionar sobre estas cuestiones muestra que hay una gran cantidad de tareas por hacer para construir una Historia del Libro, de la Edición y de la Lectura en la Argentina. Debido a que somos contemporáneos de grandes cambios en la producción, distribución y recepción de la escritura, es importante estar atentos a las diversas formas de la cultura escrita y a las maneras en que esta circula de modo que los libros y los impresos adquieren nueva vida cuando son recuperados no solo en su significación textual sino según las condiciones de producción de sujetos históricamente situados. Este enfoque ofrece argumentos para estudiar los textos en múltiples dimensiones, desde su textualidad hasta los fenómenos de apropiación, lo que implica pensar en los usos, en esas prácticas que otorgan condiciones de legibilidad, y que aportan elementos para la reconstrucción de los lazos sociales a la vez que discute la distribución del poder instituido.
Darle forma a una Historia de la Lectura desde los libros de una biblioteca universitaria o de los libros editados en la universidad, sugiere e invita a repensar un proyecto que se orienta a alcances mayores ya que, el encuentro entre las prácticas y los contextos culturales, políticos e intelectuales así como los problemas metodológicos y teóricos que hacen a esa historia, permiten reconstruir los cambios en el mundo social, en las condiciones materiales y las sensibilidades que circulan y se construyen con los textos y alrededor de ellos. Allí reside la clave interpretativa y factibilidad de esta propuesta que permitirá, a partir de la reflexión epistemológica, discutir a la vez que repensar conceptos y categorías a partir del acervo bibliográfico, las fuentes, documentos, y las distintas ediciones que llevó a cabo esta casa de estudios y que se encuentran disponibles en las distintas bibliotecas de la Facultad de Filosofía y Letras. La fecundidad del análisis proviene de pensar que esos textos son el recorte emergente dentro de una trama discursiva, que como producto social incluye múltiples relaciones con la totalidad del espacio donde se produce. Dado que estos no han sido abordados desde esta perspectiva, se abren así a otras dimensiones y este parece ser un nuevo campo de trabajo propicio para los estudios culturales del mundo textual en nuestro país.
Por todo ello, se intentará instrumentar una perspectiva integrada de aquello que significa editar y leer en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Por supuesto que el objeto de estudio es casi ingobernable y con accesos múltiples y, en cierta medida, se debe apelar, en esta primera instancia, a una muestra representativa de dicho universo. Lo importante en el mundo de la Historia de la Cultura Impresa en la esfera académica, nos referimos a una de las ramas de la Cultura Escrita, es su interrelación con las prácticas de lectura y con las sociabilidades universitarias de su lectorado en materia de edición, que resultan particulares y manifiestan una propia identidad exclusiva en el ámbito académico del aprendizaje y la construcción de los saberes y el conocimiento.
Además, esta configuración se vincula con los procedimientos de producción escrita y con las formas con las cuales dejó su impronta la edición en los discursos. De este modo, aunque la elección propuesta por el grupo de trabajo del presente proyecto (FILO:CyT 2019-2021), tal como se ha comentado, resulta una mínima selección de la variedad y heterogeneidad de los posibles tópicos de esta temática, sin duda, también deviene en un ejemplo ilustrativo de las representaciones lectoras y editoriales que se desarrollaron desde 1896 en esta casa de estudios y que posibilitarán, en el futuro, trabajos de mayor envergadura y que se incorporarán a visiones panorámicas de carácter interdisciplinar.