Caso Clínico
Lactante de 15 meses de vida, internada en el Servicio de Pediatría por celulitis orbitaria, cursando cuadro de febrícula y malestar general. Es derivada a la Unidad de Dermatología para interconsultapor dermatosis asintomática de un mes de evolución.Paciente recién nacida de término, peso adecuado para la edad gestacional, sin antecedentes perinatales. En la libreta sanitaria se constatan serologías maternas negativas en primer y tercer trimestre.Vacunación completa según calendario nacional.Hija única. Convive con su madre y abuela. Recibe lactancia y una alimentación variada. Al examen físico se evidencia un exantema maculopapuloso rosado con afectación de tronco, extremidades, palmas y plantas. Asintomático. No presenta alteraciones en mucosas ni anexos cutáneos. No se palpan adenopatías ni hepatoesplenomegalia. Resto del examen físico normal.(Ver figs 1 y 2).
Al interrogatorio dirigido a su madre, la misma refiere unos meses previos que presentó lesiones en sus pezones y genitales, las cuales no fueron constatadas. Al examen físico, se observa exantema roseoliforme en tronco y miembros superiores, de características similares a su hija. (Ver fig. 3).
Se solicitan VDRL cuantitativa a ambas y FTA-abs, confirmándose el diagnóstico de sífilis.
Dada la edad de la niña se realizaron estudios para descartar sífilis congénita: laboratorio, radiografía de huesos largos, evaluación oftalmológica, auditiva, ecografía abdominal, examen de orina y LCR (citoquímico y serología), todos con resultados normales.
Se instauró tratamiento a la pacientecon Penicilina G sódica durante 10 días y a la madre con Penicilina benzatínica 2.400.000 U en 3 dosis semanales.
Desde el centro hospitalario donde nació la menor, nos informaronresultado de VDRL negativo de su madre a las 48 horas del parto, confirmando el diagnostico de sífilis adquirida.Se dio intervención a servicio social de nuestra institución para investigar la posibilidad de abuso sexual. La paciente continuó en seguimiento por dicho servicio y consultorio de mediano riesgo hasta la actualidad, con VDRL negativa.
Comentarios
La sífilis es una enfermedad infectocontagiosa crónica y sistémica, producida por una espiroqueta llamada Treponema Pallidum1. Reconocida desde la antigüedad, sigue siendo unproblema de salud pública mundial, ya quese notifican más de 12 millonesde casos nuevos anualmente, predominantemente en países en desarrollo.6En niños se ha descripto una forma congénitay una forma adquirida.La identificación de ITS (infección de transmisión sexual) en los niños más allá del período neonatal, como la sífilis, sugiere fuertemente un abuso sexual. Deben ser abordados en forma multidisciplinaria por pediatría, servicio social y salud mental; y realizar las pruebas diagnósticas de otras ITS.1 Asimismo, se describieron casos esporádicos en la literatura de otros modos de transmisión por contacto directo por besar, amamantar, acariciar, o a través de utensilios contaminados, cuando los familiares o cuidadores presentaban sífilis activa7, ya que el Treponema Pallidum es capaz de invadir las membranas mucosas intactas como áreas de piel erosionada.6La enfermedad ha sido dividida en las etapas evolutivas precozy tardía, y el límite entre ellas se sitúa convencionalmenteen un año. Esta división tiene importancia epidemiológicapor la posibilidad de transmisión de la enfermedad. Las lesionescutáneo-mucosas de las formas precoces son contagiosasy las manifestaciones de las formas tardías no lo son.2Las lesiones del secundarismo reciben el nombre de sifilides yjustamente debido al polimorfismo en su presentación es queesta etapa de la enfermedad es la que más fácilmente puedeser confundida con otras patologías (la gran simuladora).Aquí los diagnósticos diferenciales son muchos y es indispensableun cuidadoso análisis semiológico de las lesioneselementales encontradas.4,5Básicamente se podrán presentarsifilides maculosas, papulosas, foliculares, papulonecróticas,en placas, vegetantes, anulares, ulceradas, hipopigmentadaso hiperpigmentadas.4Los signos generales que se traducende esta diseminación de la enfermedad pueden estar ausentes,ser mínimos o graves: poliadenopatías, cefalea, faringitis,disfonía, artralgias, dolores óseos, fiebre, hepatoesplenomegalia, síndrome meníngeo, entre otros.4El diagnóstico de sífilis es el resultado de la correlación entre las manifestaciones clínicas, los exámenes de laboratorio y los antecedentes epidemiológicos.2
Conclusiones
En los últimos años hemos encontrado un aumento de los casos de sífilis. Si bien se trata de una enfermedad prevenible, fácil de diagnosticar y de tratar, las estadísticas nacionales e internacionales, y nuestro trabajo, muestran que continúa en aumento, lo que destaca la importancia de que existan políticas sanitarias que garanticen el acceso universal al sistema de salud, con un correcto control prenatal y posnatal de las embarazadas, y la educación sexual de la población.
En nuestro caso, si bien la transmisión pudo ser a través de las lesiones húmedas en pezones que presentó la madre, no se puede desestimar la posibilidad de abuso sexual.
Cabe recordar que dicha entidad puede cursar en forma asintomática o presentar diversas manifestaciones en piel, mucosas y sistémicas, remedando otras enfermedades, por lo que debemos tenerla presente ante la consulta de un niño con exantema.
Los autores declaramos no poseer ningún tipo de conflicto de interés.